Lost Sorrow Vol. 1 Prólogo. - 04
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- 04 - Lost Sorrow Vol. 1 - Capitulo 2 - 1: Ángel sin alas.
Desde un punto de mi vida comencé a ver a las personas de dos formas: las que son importantes y las que no. Las que son importantes tienen color, forma y detalles; las que no, por lo general siempre las veo sin detalles y sin color, como un NPC (No Playable Character= personaje no jugable) de esos que abundan en los videojuegos y que solo están ahí para adornar, para dar la falsa sensación de vida y de que el mundo que te rodea es «auténtico».
Aunque antes creía en las personas, mis experiencias pasadas se han encargado de demostrar lo contrario…
Eso y porque también soy corto de vista, en mi vida escolar uso lentes de contactos, antes siempre se metían conmigo al menos cuando pequeño, una razón: mis lentes, los cuales ahora solo uso cuando estoy en casa.
El problema es que últimamente ciertas personas están tomando forma y color por sí solas y sin que yo me diera cuenta, empezaba a preocuparme por esas personas…
Luego de entregar las notas a Fujioka-san, había quedado pensando en lo extraña que es y también su reacción despreocupada ante lo ocurrido. Así que luego de llegar a casa hice la cena preparada que había comprado camino a casa, Katsudon de la tienda de conveniencia que está cerca de casa. Y luego de cenar trate de estudiar para los exámenes que se avecinan.
Sin embargo, creo que fue en vano, no podía quitarme de la cabeza a esa chica, así que luego de tomar una ducha me fui a dormir y esperar que el sueño me ayudara a olvidar el mal rato.
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Nuevamente en la preparatoria, estoy sentado mirando el atardecer y las clases de la tarde están por acabar. Casi era hora de irse, pero algo me molesta, no sé qué es pero no puedo concentrarme, además los de siempre empezaron con las suyas…
—¿Han sabido algo de Fujioka? —pregunta la pelirroja, al parecer está preocupada.
—No, no he sabido nada de ella, la última vez que vino saludó, entró a clases y no volvió a hablarme… —responde el chico J-pop.
Se me ha vuelto un hábito que siempre termine escuchando los problemas de los demás, no por que quiera, sino porque es casi imposible ignorarlos con lo fuerte que hablan…
—Sabes que siempre está ocupada en sus cosas, quizás de verdad tiene novio y no le ha dicho a nadie, ¡eso sería divertido de ver! ¡Jajá! —responde el rock-star mientras ríe.
—¿Qué tiene divertido si tiene novio o no? ¿acaso no puede? —responde algo molesta la pelirroja.
<<Si estas tan preocupada por qué no la llamas o vas a visitarla, se supone que son amigas, ¿no?>>
Pienso algo molesto.
—Creo que la llamaré para saber cómo está… —comenta la pelirroja, mientras toma su teléfono y sale de la sala.
<<Eh… ¿proyecté mis pensamientos>>
El rock-star mira molesto a la chica que al parecer es su novia.
—Tch… —Resopla mientras toma su bolso y se dispone a guardar sus cosas.
<<¿Y eso por qué?>> Pensé mientras los miraba de reojo.
En eso siento que alguien se acerca, un aroma a flores hace que me olvide de ellos y vuelva a mí mismo.
—¿Nishimura- kun, Puedo conversar contigo? —es la delegada que está parada al costado izquierdo mío, con ambas manos en su espalda.
<<Por ti puedo subir al Everest y volver>>
Claro… —respondo con indiferencia.
Subimos unas escaleras que están saliendo de la sala de clases, estamos en las escaleras llegando al 3er piso, por lo general aquí no pasa nadie a esta hora.
—Dime, Nishimura-kun… cuando fuiste a ver a Fujioka-san, ¿notaste algo raro en ella? —dice mientras se da media vuelta para mirarme.
Bajo sus lentes redondos se ven unos ojos de color marrón y un toque rojizo… que de verdad muestran preocupación.
—¿Nishimura-kun? ¿Por– por qué me miras así? —se nota algo nerviosa y sus mejillas están rojas.
—¿Eh?… ¡no, nada, disculpa! Es que tu pregunta me dejó pensando un poco… Sólo quería saber si tu pregunta era real o no —contesto algo nervioso, olvido que la gente se pone nerviosa cuando uno lo mira fijamente a los ojos, algo que no hacía hace mucho…
—¿Real? ¿Por qué mi pregunta no sería real? ¿Una pregunta puede ser falsa?
<<Esas preguntas son interesantes, de hecho>> pensé para luego concentrarme a lo que me llamó
—No te preocupes, sólo noté que estaba cansada, ¿por qué preguntas?
—Bueno, es que…. Últimamente Fujioka-san ha faltado mucho y eso me preocupa y a los profesores también. Ella es una buena estudiante y temen que sus constantes inasistencias afecten su rendimiento académico, además temo que le haya pasado algo malo —señala mientras baja la mirada y sus manos se mantienen en su pecho.
—Ya veo… ¿pero por qué no se lo preguntas a alguien más? yo no soy muy cercano a ella que digamos.
—Eres la primera persona de la escuela que va a su casa, necesitaba información más cercana que alguien que sólo la ve en la escuela —responde algo desilusionada.
<<¿Primera? Creí que ella y la pelirroja eran suficientemente cercanas como para visitarse…>>
—¿Y la preparatoria? Ellos deberían estar al tanto de sus problemas, si es que es algo grave… Supongo. —pregunto algo dudoso.
—Precisamente eso lo que no ha quedado claro, según ella todo está bien… Pero me da la impresión que algo más está ocultando… —comenta mi delegada mirando hacia un costado, mientras comienza a jugar con un mechón de su larga cabellera.
Luego de unos segundos ella vuelve a mirarme y se acerca peligrosamente:
—¿Puedo pedirte un último favor, Nishimura-kun? —pregunta mirándome a los ojos.
—¿Dime…? <<esos ojos, definitivamente me sacaran el corazón>>
—¿Podrías hablar con ella? —pregunta con los ojos brillantes.
—¿Eso no deberías hacerlo tú? ¡tú eres la delegada de la clase! —contesté desafiante.
—Lo haría, pero lo cierto es… Que soy muy tímida… —responde avergonzada, mientras vuelve a desviar la mirada.
<<¿Qué? ¿En serio?>>
Ahora que lo pienso la vez cuando pidió a la clase si alguien podía ir a dejar las notas, creo que habló demasiado bajo y esa era una de las razones por las que nadie se ofreció.
—Y si eres tímida ¿cómo es que estás hablándome normalmente?
<<¿acaso no merezco algo de tu timidez?>>
—Es que… No sé por qué, pero contigo siento más confianza, creo que ambos somos tímidos así que… ¡creo que eso me dio valor! —responde con una amable sonrisa.
Genial, confundió mi indiferencia con la gente con timidez, aunque desde el punto de vista de ella o de cualquiera tiene sentido. No hablo con nadie, no almuerzo con nadie y eso a sus ojos es alguien tímido. Se lo perdono.
Un suspiro de resignación sale de mi.
—Bien… No creo que pueda lograr mucho, pero haré lo que pueda… —respondo por fin.
—¡¿En serio?! ¡Nishimura-kun eres genial! por favor si sabes algo en que podamos ayudar a Fujioka-san, por favor dímelo, ¿sí? —dice mientras se despide subiendo las escaleras… Su falda es realmente corta.
<<Son de color rosa, adorable como ella… ¿Qué demonios estoy haciendo…?>>
—¡No me has dicho tu nombre! —pregunto, en eso se detiene y voltea.
—¡Oh! ¡Qué falta de educación de mi parte! —baja donde estoy y me mira a los ojos—, Mi nombre es Yukimura Manami ¡mucho gusto Nishimura-kun! —pone sus manos adelante y hace una pequeña reverencia
—Mucho gusto Yukimura-san —le respondo, algo cansado.
—Esto… ¿podrías llamarme Yuki?
—¡¿Ah?!
—¡No es nada raro! Es que… ya que estamos en esta misión secreta me gustaría que al menos tuviéramos cierta confianza…
<<¿Misión secreta? ¿Esta chica está hablando en serio? Bueno… Realmente no encuentro nada de malo, pero aun así es muy pronto…>>
Pienso y en eso me percato que me mira con esos ojos que me carcomen el corazón… si, definitivamente detesto tener sentimientos.
—Bien, qué más da… Yuki… san —sus ojos brillan cuando termino la frase.
—¡Muchas gracias Nishi-kun! —responde feliz con otra reverencia.
—¡Oye espera! —no alcanzo a terminar de hablar cuando ella ya está subiendo las escaleras nuevamente despidiéndose con la mano.
—¡Cuento contigo, Nishi-kun! —se despide sonriente.
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