Lost Sorrow Vol. 1 Prólogo. - 06

Las clases habían acabado, estoy en la salida de la preparatoria a un costado de la reja principal y apoyado en la pared de roja. Con mis manos en los bolsillos del pantalón, veo los últimos rayos de luz… Este arrebol del cielo me trae recuerdos, recuerdos…. Con los que debo aprender a vivir…

En eso veo que alguien está saliendo de la escuela apresurada, su cabello castaño rojizo hasta el cuello, contrasta con unos ojos verdes que muestran preocupación y apuro. Es Fujioka y al parecer se dirige a algún lugar.

Decido seguirla, pero sin que se dé cuenta. Necesito saber a dónde va con tanto apuro.

Y así luego de verla correr por varias calles, para en una tienda de conveniencia y sale con algunas cosas y continúa su camino a pesar de que se nota que está cansada. Afortunadamente no se ha dado cuenta de mi presencia, lo que me recuerda que esta situación es bastante sospechosa

Podría derechamente preguntarle, pero estoy seguro que si lo hago se negaría.

<<Ahora si parezco acosador y es justo lo contrario de lo que quería…>>

Veo que la última parada es… ¿un hospital?

—Ya veo… Toca esperar.

Luego de una hora el sol ya se había ido y daba lugar a la noche fría, en eso Fujioka-san vuelve a aparecer. Esta vez se ve algo triste, trata de correr, pero no puede, se le nota el cansancio.

Annaisha me lleva esta vez hasta la estación de tren, por lo que decido tomar el mismo tren, eso sí en otro vagón para evitar que me vea llegar.

Ya arriba hago lo posible para poder llegar hasta donde está ella, por lo que me muevo entre la gente sin llamar demasiado la atención, hasta que por fin la encuentro viajando parada y entre un par de oficinistas que se subieron en la misma estación.

Fujioka está mirando a la ventana con la mirada perdida en la oscuridad de la ciudad, revisa su celular, sé que está preocupada. El movimiento del tren hace que pierda un poco el equilibrio el cual hace que choque con alguien más.

—Lo siento… —se disculpa sin mirar, pero se percata de algo y levanta la mirada.

—¿Que? ¿Tengo algo en la cara? —respondo a su mirada sorprendida.

—¿Qué haces aquí, acosador-san? —pregunta, aún con sorpresa.

—¡No digas eso, así como así! —respondo molesto y tratando de que no se oiga fuerte—. ¡menos aquí!

—¿por qué estás aquí? —responde Fujioka con la misma tranquilidad de siempre.

—Este es mi camino a casa, ¿lo recuerdas? 

<<en realidad desearía que lo olvidara…>>

—¡Ah!, ¡la vez que intentaste besarme mientras dormía! —responde alzando un poco la voz, lo que a la vez llama la atención de los pasajeros cercanos.

—¡¿Es lo único que siempre me sacarás en cara?! ¡además, ya te expliqué lo que pasó realmente! —le contesto acercándome para evitar que se oiga más fuerte.

Me percato que Fujioka apartó la mirada y está algo roja, no me había dado cuenta que estábamos muy cerca, por la cantidad de gente en el tren y también porque me acerqué más.

Siento un ligero y suave aroma a cítricos, ella es más baja que yo, por lo que su cabeza está a la altura de mi pecho.

<<Su cabello huele muy bien…>>

Pensé mientras me percato que también me avergüenza la situación, lo peor de todo es que no nos podemos mover, hay demasiada gente. Sin embargo, la oportunidad era perfecta.

—Estás preocupada por Emiko-chan ¿no? es tarde, también debe estar preocupada por ti —pregunto de manera natural, mientras miro hacia otro lado.

—Si… Debo ir a buscarla a su escuela antes de ir a casa —me responde con preocupación y con su mirada en otra dirección.

—¿Está cerca de tu casa? si quieres te puedo ayudar…

Mi pregunta hace que vuelva a mirarme, es la misma mirada que vi durante el almuerzo e inmediatamente la aparta

—No… Estoy bien, en serio Nishimura-kun…

Por un lado lo entendía, que un tipo que acabas de conocer te diga algo así. Sin embargo, continúo:

—No te creo… —Respondo firmemente, a lo que vuelve a mirarme sorprendida y agrega:

—No te pido que lo hagas…

—Has estado esforzándote para ocultar algo, pero cada vez te cuesta más hacerlo…

—De qué estás hablando… Te digo que estoy bien, además no podría pedirle ayuda a un compañero de preparatoria y menos a un recién conocido —responde de manera evasiva sin mirarme a los ojos.

—Tienes razón, soy un recién conocido —asiento, ella me vuelve a mirar.

<<Esa mirada… Maldición, cuanto la detesto>>

El tren sigue su camino a través de la noche, mientras me preparo para lo que sigue…

—Tienes a alguien enfermo, ¿no es así?

Me mira con los ojos abiertos, claramente acerté, además ella no se esperaba una declaración tan abierta.

—¿De verdad me has estado siguiendo…? —responde sorprendida.

Definitivamente después de esto seré el acosador de la clase, quizás me aísle más todavía… aunque sinceramente me da igual, pero…

No puedo dejar esto aquí.

—Fue porque sabía que algo andaba mal… —agregué.

—¿Acaso estabas preocupado por mi…? —pregunta Fujioka bajando la mirada, la cual se veía decepcionada.

<<¿incluso ahora sigues pensando así>>

Pensé, mientras pareciera que el tiempo se detuviera en ese instante.

—Sé que quieren decir esos ojos tuyos, Annaisha… —interrumpo el silencio mientras ella me mira sorprendida.

<<Esos ojos…>>

—No puedes siempre estar protegiéndolos a todos sin importar lo que te pase a ti, no permitiré que…

<<Solo piden que alguien…>>

—…Te conviertas en alguien como yo.

<<…Te escuche>>

El tren se detiene y las puertas del tren se abren, me doy que la mayoría de la gente se había ido, pero nosotros seguíamos cerca, solos en nuestro mundo gris. Ella seguía mirándome, pero de pronto aparta la mirada y sale corriendo por la puerta del tren.

<<Por supuesto ¿Que esperabas Masao, un abrazo?>>