Lost Sorrow Vol. 1 Prólogo. - 12
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- 12 - Lost Sorrow Vol. 1 - Capítulo 3 - 5: Monarca destronado.
Satoru Nishimura, uno de los jefes importantes de esta empresa de comercio internacional, creo que es algún tipo de jefe de sección o gerente de algo, creo que la última vez que vine a su trabajo era cuando tenía unos diez años, y tampoco presté mucha atención a su trabajo, ver gente tan arreglada y saludándose con sus sonrisas «prefabricadas» era algo desagradable y me daban ganas de salir corriendo, no sé cómo mi padre puede aguantar un ambiente así, aunque quien sabe si él es así también, realmente nunca lo llegué a conocer como se debería.
Al escuchar quien soy la actitud del padre de Annaisha cambio, incluso apagó su cigarrillo.
—¡Joven Nishimura! disculpa mi rudeza, si hubiera sabido quien eras desde un principio no te hubiera tratado así —exclama mientras me sonríe de manera muy falsa—. ¿Y dime, en que te puedo ayudar?
—Es sobre su hija… —Respondo algo dudoso, realmente no se me había ocurrido cómo tratar todo hasta llegar aquí, así que decidí hacer lo que mejor se me da.
Respiro hondo y pronuncio las palabras:
—Fujioka-san, su hija está sufriendo por culpa de su egoísmo, debe hacer algo para aclarar los problemas, al menos hacerle saber que no estará sola, independiente de que si no ama a su esposa.
Mencioné esas palabras con determinación, a la vez que me doy cuenta que el rostro de Fujioka-san se deforma completamente al punto de fruncir el ceño de tal manera que pareciera ser una mirada asesina.
—¿De qué demonios estás hablando? —pregunta enfurecido.
—Solo soy un compañero de clases que vio cómo su hija hace lo posible para sacar adelante a su hermana y a su madre —respondo mientras veo como Fujioka-san se acerca de manera amenazante.
—Será mejor que esto sea una broma, porque si no lo es te aseguro que te arrepentirás.
—Fujioka-san por favor, estoy hablando en serio. Su esposa está en el hospital con un severo cuadro depresivo —insisto tratando de hacer entender a al cada vez más enojado padre de Annaisha—. Sé que usted ama a sus hijas y no permitirá que se hundan, sé que si platican lo necesario podrían llegar a una solución…
—¡¿Qué sabes tú de mí?! —pregunta totalmente enfadado, mientras vuelve a encender otro cigarrillo, le da una calada y vuelve a hablarme:
—Te diré una cosa, niño: el mundo afuera no es como te lo pintan las películas o videojuegos que a ustedes tanto les gustan, si quieres sobrevivir en el mundo laboral y profesional debes hacer sacrificios y este trabajo los exige así que decidí que primero estaría yo antes que cualquiera…
Fujioka-san suelta el humo que retenía en su boca y se acerca:
—¿Quedó claro?
Me costó reaccionar antes tal afirmación ya que en realidad no me esperaba una respuesta así de directa y más concretamente ver como alguien está tan podrido por dentro y sobretodo darme cuenta que hay gente con ese nivel de egoísmo.
—¿Y en qué parte de su trabajo entra una mujer como sustituto de su esposa? —Dije de manera automática.
—¡¿Quién demonios te crees para hablarme así?! Vuelves a hablarme así y te aseguro que pasarás la noche en un calabozo y echarás tu futuro por la borda… Tienes suerte de que seas hijo de un compañero de trabajo porque si no fuera así, ya habría llamado a la policía —sentenció Fujioka-san de manera furiosa ante mis palabras.
Cuando termina de hablar, da media vuelta en dirección a su automóvil.
Creo que esa fue la gota que rebalsó el vaso. Realmente no pensaba que existiera gente así, siempre pensé que había un motivo detrás de todo, algo un poco más profundo y no tan básico.
<<Había olvidado lo despreciable y egoísta que es la gente… >>
Sin darme cuenta mi mano se había convertido en un puño y mi intención era estrellarlo en su rostro.
—¡¿Anna?! ¡¿Qué haces aquí?! —Exclamó el padre sorprendido.
Giro en dirección donde Fujioka-san miraba y ahí parada a mi izquierda a unos cuantos metros de nosotros veo a Annaisha quien nos miraba sorprendida, y al parecer el padre de Annaisha no se había percatado de mis intenciones.
<<Demonios, casi olvido el por qué estoy aquí, si no fuera por Annaisha me hubiera metido en un grave problema>>
El padre de Annaisha se acerca a ella, pero en cuanto él da un paso, ella da uno hacia atrás.
—No tengo nada que hablar contigo… —sentenció Annaisha. Su rostro muestra una determinación que no había visto antes en ella.
—Annaisha, yo… —El padre trata de decir algo, pero es interrumpido por su hija.
—No hace falta… Ya no. —Annaisha da media vuelta y se retira mientras sostiene su bolso escolar con ambas manos.
Veo como el padre queda paralizado ante su hija, creo que lo que menos se esperaba era verla a ella y mucho menos una reacción así, por lo que no pudo hacer mucho y sinceramente no creo que tenga el derecho de hacer algo al respecto.
<<Justo como esperaba…>>
Comments for chapter "12"
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