Lost Sorrow Vol. 1 Prólogo. - 17

Luego de pasar la noche algo inquieto, pensando lo que sería el día siguiente, me encuentro ya en la preparatoria sentado en mi puesto junto a la ventana, con los brazos cruzados recostado encima de la mesa y mi cabeza descansando en ellos, escucho música con mis audífonos y con el volumen suficiente como para poder prestar atención en el caso que suceda algo a mi alrededor. Es la hora del almuerzo y hoy Annaisha nuevamente está con el trío de siempre. Son tan diferentes que a veces olvido que son sus amigos…

—¡Así que le dije que por favor parara de hacer eso, no llegaría a ningún lado si solo se dedica a improvisar solos de la nada! —es el Rockstar otra vez hablando más fuerte que cualquiera.

—Yo solo seguí el juego al fin y al cabo estaba tocando el bajo a lo mío… —Agrega J-Pop algo cabizbajo.

—¿Estas bien, Hamasaki-kun? Te noto algo deprimido… —Pregunta Annaisha preocupada por  J-Pop.

—S… ¡si! ¡Si! Fujioka-chan, no te preocupes estoy bien, jeje… —Responde este mientras fuerza una sonrisa.

Es increíble como Annaisha se preocupa de sus amigos y estos no tienen idea de cómo se siente ella, ni por lo que está pasando…

—¿Y qué tal tu Fujioka? —pregunta la pelirroja, la cual lleva su típica coleta, quien se acerca un poco a Annaisha.

—¿Ah? —reacciona sorprendida Annaisha—. ¿Por qué preguntas?

—No lo sé… te ves distinta… —reflexiona la pelirroja mientras la inspecciona.

<<Interesante…>>

Los miro de reojo mientras pienso:

<<Creo que esta chica es más perceptiva de lo que creí, sé a quién recurrir entonces…>>

—Ahora que lo dices… ¡Sí que se ve distinta! —reacciona sorprendido el rock-star, además de alertar casi a la clase entera—. ¡ya me parecía que estaba más risueña, quizá de verdad está saliendo con alguien!

—Akihiko… —pelirroja lo mira de manera asesina, de tal forma que Rockstar se aleja un poco y toma una posición defensiva.

A su vez me percato que el J-pop mira con preocupación a Fujioka, como esperando que ella dijera algo al respecto.

—¡Cla… Claro que no! ¡No es nada de eso! —Contesta Annaisha mientras vuelve a forzar una sonrisa y trata de ocultar su nerviosismo mirando hacia al otro lado.

En eso me doy cuenta que nuestras miradas se cruzan por un segundo e inmediatamente apartó la suya, hecho que al parecer no pasó desapercibido para la pelirroja, quien me mira de manera sorprendida y extrañada por encima del hombro de Annaisha sin que ésta se percatara…

No supe qué pensar al respecto, pero no tengo mucho tiempo de hacerlo cuando un aroma a flores me distrae.

—Nichi-kyun~ —Una voz cantarina me llama, levanto la mirada para encontrarme con la imagen de la delegada Yukimura, que me mira sonriendo un poco inclinada hacia a mí y con las manos a su espalda…

—¿Qué pasa? —pregunto incorporándome, mientras me quito los audífonos.

—¿Qué pasa con ese ánimo, Nishi-kun? —Pregunta la delegada mientras inclina su cabeza un poco, demostrando su confusión—. ¿…Todo bien?

Es extraño, no sé por qué no me emocioné como de costumbre al ver la imagen de la perfección hecha mujer. Ahora que caigo, Yukimura siempre está atenta a… Algo…. Como los NPC’s en los videojuegos que están esperando para darle alguna misión o algo así…

<<¿Una máscara…?>>

Sin embargo, me quito esa estúpida idea de mi cabeza, por una extraña razón siento que es una falta de respeto pensar así de la delegada…

Aunque sea mentalmente y ella no lo sepa…

—¿Nishi-kun? —me vuelve a llamar Yukimura-san.

—Si… Disculpa es solo que estaba distraído…

—¿Distraído en que, Nishi-kun? ¿Hay algo en lo que te pueda ayudar? —inclinándose un poco en mi dirección y dejando caer sobre su hombro derecho parte de su cabello castaño.

y mientras la miro fijamente, me parece que su preocupación es real…

—De hecho, creo que me puedes ayudar en algo… —agrego y mientras me incorporo completamente del asiento noto que sus ojos brillan.

—¿¡En serio?! —Dijo Yukimura, mientras sus manos se juntan en su pecho y su rostro se acerca al mío—. ¡¿En qué te puedo ayudar Nishi-kun?!

Mientras le cuento mi petición a Yukimura-san, me doy cuenta que cada vez más me acostumbro a esos gestos y acciones suyas como el hecho de invadir mi espacio personal cada tanto sin previo aviso, o que me mire de manera fija con sus grandes ojos rojizos. No me molesta, al contrario, es parte de su encanto.

—Lamento tener que recurrir a ti nuevamente, pero es el último favor te lo prometo —declaré por fin, dándome cuenta la cantidad de veces que le he pedido algo a la delegada.

—Nishi-kun no te preocupes, recuerda que te dije desde un principio que te ayudaría en lo que fuera necesario, además es por Fujioka-san así que con gusto lo haré, ¿de acuerdo? —Responde Yukimura-san mientras me regala una sonrisa amable.

Me hubiera gustado haberla conocido antes…