Magidarip Power [Volumen 1] - Prólogo
Aquella niebla que vestía a la ciudad, aparentaba como si estuvieran abandonadas; en los cielos se veía aquellos edificios moviéndose, estaban volando, el clima deprimente y frío pero a gusto con la ciudad.
En el cielo, sombrías volando juntos a sus portadores, los hechiceros se trasladaban de un establecimiento a otro, la fantasía y lo ilógico abundaba; aquellas casas moviéndose, cambiando de posición al sonido del reloj
El tañido era el viento golpeando tus orejas, la sensación era de estar en lo alto de las montañas. A lo lejos se escuchaban pasos; la dicha de varios hombres y mujeres vestidos elegantementes.
Una joven que diferenciaba con ropa escolar, Sandy; estaba entrando a una ciudad que desconocia llamada Luden Work; por su costado, escoltandola otro joven, los dos rumbo a la Jefatura de Detectives.
Alguien misterioso con temperamento colérico, vestido con camisa blanca, pantalones, corbata larga y una gabardina negras, era el único que lo llevaba y se le veía asta las rodillas aquel sacón largo, ciertamente se parecía a un cazador de vampiros guapo para Sandy, en el recorrido provocaba que en ocasiones ella lo mire.
– Este lugar es maravilloso, genial e increíble; nunca pude imaginar que esto existía, realmente existe la magia! < Sandy lo comenta con sorpresa en sus ojos >
Aquellas estatuas de animales que eran de oro puro; se movían, estaban vivas.
– Bueno, Lewitt a dónde nos dirigíamos? < La sorpresa le había hecho olvidar >
– Tienes asuntos que arreglar, cooperarás < Lewitt respondió con tono firme y seco >
Ella no entendía la situación en la que estaba, así que no planteó más preguntas, no pretendía sentirse tonta.
Los dos caminaron a la estación tren más cercana, había uno al frente; la distancia a recorrer era de unas dos cuadras; este estába estacionado, se escuchaba su bocina, anunciando para su siguiente recorrido.
Los dos entraron, tomaron asientos separados; el transporte donde estaban era de fina categoría, el bronce que estaba enchapado en cada rincón y las lámparas desgastadas que se prendían solas, la vela daba calor.
En cada asiento con su mesa estaban tres a cuatro personas, algunos apoyándose a la ventana y otros disfrutando su comida mientras viajaban; el sonido a vapor del tren avisó; comenzó a dar su recorrido, los dos sentados esperando su siguiente parada, Sandy miraba por la ventana, aquellos faroles que iluminaban la ciudad, era hermoso.
Ella veía, mientras el tren daba su recorrido, el sol parecía esconderse o es que no existía?
Para lo que había visto ella, es que cada persona tenía un tipo de insignea; era reluciente como el oro, en exactitud era un botón.
El tren pára, el cartel que estaba arriba que está con nombre «Fount Lates» se da una vuelta; girando y quedando otro escrito «Frank Quentocky», el transporte hace sonar su silbato, el vapor sale de su escape; había llegado a la siguiente parada.
Las puertas se abrieron, algunos de los pasajeros bajaban y otros subían.
– Ven vamos… < Lewitt le dice a Sandy, estaba apresurado >
– Esperame!
Los dos ya estaban cerca de la Jefatura, las puertas se cerraron atrás; las personas estaban circulando en los alrededores, era demasiada gente, la ropa comun era negra.
– Este lugar parece un funeral < Opina Sandy con la cara larga >
– Tenemos que seguir aún no hemos llegado < Lewitt la ignoraba por completo y seguía >
La estrecha ciudad con la Jefatura al frente, era algo impresionante, caminando y mirando a los alrededores como lo imposible era posible, la magia!
Los dos se dirigían a la puerta, subiendo escaleras para llegar a la entrada. Primero Lewitt, y atrás sorprendida Sandy mirando a los alrededores.
Había una larga fila de puestos, estaban enumerados, con gente consultando en algunas de ellas; daba el aire de estar en un centro de quejas.
En los alrededores se admiraban algunos monumentos, era como estar en la antigua Roma.
Una vez entrado a la gerencia, Sandy se sentó en unos de los puestos desocupados, era el 13.
– Umm….. No veo a nadies < Sandy mira los objetos que estaban en el escritorio, una esfera de cristal mediana, una pequeña placa incrustada en la robusta madera de la mesa «Samantha Lions» >
– Esperemos… < Lewitt saca un cigarrillo de su saco, empieza a fumar >
Se acerca la recepcionista que había salido de aquel ascensor llamativo.
– Y justo hablando de ti! – Hasta que alfin llega joven < Atendía con buena actitud > Y bueno, veo que viene acompañado? Tiene compromiso o algo? No importa, el inspector quiere verte.
Sandy mira a los alrededores con curiosidad, aquella puerta principal era interesante; Lewitt se dirigia de camino hacia esa misma, por alguna razón no se podía ver lo que había más allá, era oscuro.
– Ehh……. Hola < Sandy habla asustada >
– Hola! Bienvenida a la Gerencia de Frank Quentocky! < Samantha anima el ambiente > Yo soy la detective Samantha, clase 4, un gusto conocerte.
– Si hola…., aun no tengo entendido que hago aquí.
Un folder flotando se acerca donde estaban ellas dos, y suelta una hoja.
– Aja!…… Por lo que veo el reporte llegó justo a tiempo, la razón de que estés aquí es de tu posible complicidad, fuistes la única que estuviste con ciertas personas que buscamos; tuviste contacto anteriormente, recuerdas?
– Ehh…. E-espera, yo no tengo nada que ver con esto!…< Sandy intenta reivindicarse >
– Ya veo… No podemos basarnos en sólo palabras; con los actos que uno comete será más que suficiente, la gente no entiende lo serio que es esto…..
– Como?… Realmente no miento, no tuve nada que ver con esos tipos que que destruyeron mi trabajo.
– Me gusta hacer las cosas bien, podemos hacerlo a las buenas, donde tu cooperación será que me permitas dentrar a tus recuerdos. < Samantha le susurra al oído > Si te resistes o te revelas en este instante, no tendré más remedio que abrirte la cabeza por mi propia cuenta, el cerebro es el órgano del pensamiento, los recuerdos, todo lo nuestro está allí. < Samantha rosa suavemente su varita en la mandíbula de Sandy que estaba muerta del susto >
Aquellas palabras, eran como el filo de una espada en el cuello; el lado amable se convirtio en la misma muerte.
– Así que mi propósito aquí es hacerte un interrogatorio en base a tu memoria.
Es como recordar en lo que ya has vivido, tus recuerdos de sueño nos darán la conclusión.
– Q-que?! Mis re-recuerdos? Dice? < Ella estaba tremendamente asustada, los nervios la mataban >
– Guante!!! < Samantha grita >
En ese instante el guante blanco de botón que tenía, empezó a quitarse de su mano; es como si estuviera vivo.
Aquel guante empezaba a volar, se asomo buscando en los estantes, la pluma y una hoja en blanco estaban agarradas por el.
– Bueno como te explicaba, escribiré todo lo que has hecho desde que despertaste, tanto como acciones y conversaciones que hubieras hecho; mejor dicho mi guante hará el trabajo; yo utilizaré un encantamiento para comenzar con el interrogatorio de tus recuerdos; para tener más claro de lo que pudo suceder en ese instante.
Con esto terminado, Sandy no podía con más presión, tanto así que le salía sudor en la frente, el estrés se hacía notar.
– Creo que la asuste demasiado, traere un poco de relajante. < Samantha murmura para sí misma >
– Ayu-yudaré, pe-pero no me hagan da-daño porfavor.
– Ok….. < Ella se da cuenta de los nervios de Sandy que se hacían notar cada vez más > Y bueno no estés nerviosa no te haremos daño; esto será como tomar una siesta, si estas calmada me haras el trabajo mas fácil ¿Si?
– Si creo que pu-puedo-do ha-hacerlo < Los nervios la mataban, que no la dejaban ni soltar palabras, y justo llega el guante con el té >
– Mira para que estés calmada toma, es un relajante.
Sandy agarra con ciudado la taza, aunque sus manos entumecidas por los nervios las hacía temblar; derramando algunas gotas.
– Fiuu…fiuuu… < Ella no podía evitar que sus manos siguieran moviéndose, pero esto terminó después de tomar un sorbo >
– Bueno ya? Y mejor? Creo que comenzaremos; la taza puedes dejarlo en la mesa.
El guante rápidamente agarro la pluma y empezó a escribí.
– Si gracias ya estoy mejor, tiene un aroma silvestre; me gusta…. Me siento bien relajada < Ella ahora se sentía flexible, es como si estuviera siendo dopada >
En ese momento Samantha saca su varita haciendo movimientos a cada lado donde ella estaba sentada, cada movimiento suave era difícil de comprender; de eso se formó un círculo mágico, era polvo brillante si se miraba de cerca.
– Comenzamos… Recuerda lo primero que hiciste al levantarte < Con la varita en mano, un movimiento para los lados hace girar el diagrama que estaba formado en la mesa >
– Espera… Haber… Ummm.
– 24 horas…… Alma… Profundizar… < Samantha lo pronuncia vagamente en su hechizo >
– Oye, desde donde se supone que deba recordár? < Sandy se sentía extraña, de un momento a otro, tenía ganas de dormir > Me siento extraña, maldición, no puedo más.
La cabeza de Sandy cae desmayada en la mesa, el sueño pesado le había ganado; de fondo se escuchaba al guante escribiendo, las partículas de magia fue lo último que vio antes de hecharse una siesta.
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