Magidarip Power [Volumen 1] - Capítulo 1
El viento resuena, las cortinas bailan, las hojas caen, el sol despierta, avisando el fin del otoño y comenzando el nuevo invierno.
– Bip!!!! Bip!!!! Bip!!!!
Aquel reloj chico sonaba fuertemente, con la hora 7:00 am puesta en él; Sandy teniendo ojos caidos y el peso de la luz del amanecer, se esfuerza para apagar la bulliciosa alarma.
– Que cansancio! No quiero ir a trabajar…… < Sandy con el cabello desordenado y la cara tétrica habla >
Ella bosteza mientras se levanta de la cama; va directamente al baño, se dirije a su calendario mientras tenía el cepillo en boca.
– Ya es viernes, día de trabajo. < Marca con plumón el 31 de Mayo >
Sandy termina de cepillarse y se va su vestidor, la piyama que tenía puesta estaba sucia.
– Veamos que tenemos aquí, bien creo que esto será más que suficiente. < Cierra la puerta del vestidor, cambiándose suenan las telas rosandose una a otras >
Sandy sale del armario con su ropa nueva, baja a la cocina prendiendo la estufa, pone la tetera con el agua de ayer; mientras se hierve, equipa sus cosas y alista su bicicleta.
– Veamos, Uniforme, Listo! Llaves, Listo! Por si acaso llevaré, el paraguas. < Rebusca en su mochila y observa que no le falte nada >
Agarra el periódico del buzón de la puerta, papeles arrugados entre otras cartas tapaban la hoja de noticias.
En eso mientras arreglaba sus cosas, un silbido sonó.
– Fiuuuuuuuuuuuuuuuu!!!!
Agarra una de las tazas rajadas y coje el pan duro de hace tres días.
– ( Debería comprar pan, ya se esta acábando, mañana me toca pagar renta ) < Pensaba mientras masticaba la migaja de pan duro >
Come a mal gusto mientras leía el apartado del periódico; algunas reseñas eran interesantes, termina tirando el periódico y sale rápidamente de casa; sube en bicicleta con mochila puesta, empieza a manejar apresuradamente, abrir la cortina de su laburo era su objetivo.
Mientra estaba de camino a su trabajo, se encuentra en el cruze y saluda al anciano que repartía postales, estaba en un pequeño triciclo.
– No puede ser ya son las 8! Tengo que llegar a tiempo antes de que el jefe me regañe! < Miró su reloj en mano mientras menejaba >
Sandy llega a su trabajo; de un salto se baja, agarra las llaves y empieza a desarmar la pesada cortina de metal.
– Veamos, espero que no esté duro como la anterior vez, rezo que el aceite esté. < Gira las tuercas sacándolas, abre las manijas y empieza a sacar los candados >
Mientras Sandy abría la cortina; una chica que caminaba por su costado se dirige a ella, era alta y muy esbelta.
– Buenos días!!! < Saluda muy alegremente, con tono dulce como la miel >
– Ah? Si, hola Kaori < Sandy contesta, mientras intentaba subir uno de los seguros oxidados, estaba muy duro >
– Entraré para cambiarme, necesitas algo de ayuda?
– No tranquila, puedo hacerlo sola
– Enserio? < Kaori miraba como a Sandy se le dificultaba subir el cerrojo > Ups!
Kaori apropósito le da una patada a la cortina; haciendo que esta se suba y se abra sin algún problema, haciéndose ver la cafetería.
– Oye….. pudiste haberme dicho que se podía hacer eso!! < Sandy la regaña poco >
– Nunca me lo preguntaste… Ni que fuera adivina.
En ese momento Sandy se levanta, guardando las tuercas y los candados; las dos entran, se dirigen al vestíbulo de empleados.
– Bien! Es hora de cambiarnos, esta vez si me arreglaron la camisa dañada; espero que me entre esta vez < Kaori dentra con Sandy, y abre su morral >
– El mio lo llevo durante 2 años; no eh tenido problemas, más solo que hubo algunos rasguños. < Sandy se viste con su camisa facilmente >
Kaori intenta abrocharse su camisa pero no puede, sus pechos grandes impedían que encajen los dos botones sobrantes de arriba.
– Ehh!! No puede ser, no encajan otra vez…. Tendré que comprar otro. < Kaori se decepciona, y trata de abrocharse a la fuerza >
En eso mientras Kaori forzaba su camisa, Sandy se estaba poniendo ya el mantel.
– Me rindo, tendré que utilizar el polo manga larga que traje, que suerte que el jefe no vendrá hoy. < Kaori se quita su camisa y se pone el polo blanco junto al mantel sujetándose en su cintura >
– Ajá, si dejaras de comer mucho, bajarías tus dos molestias < Sandy señala los pechos de Kaori >
– Es cierto, mírate, tú te lo puedes poner de manera fácil sin esforzarte, siendo tan pequeñas. < Kaoria trata de provocarla con una pequeña broma >
– Enserio?….. Ya suficiente!!
– Ha ha ha ha ha ha!
Sandy y Kaori, en minutos terminan de cambiarse; una de ellas prende el letrero «Abierto» mientras la otra hace la limpieza del local.
En unas horas luego, llega un cliente y Sandy lo atiende :
– Muy buenos días señorita.
– Buenos días, en que lo puedo atender?
– Quiero ordenar un capuchino, para llevar, porfavor.
Sandy atendía con la motivación en alta, mientras Kaori seguía limpiando con suavidad aquellas mesas de madera resinadas.
– Tome señor, su cuenta es de 3 dólares. < Sandy escribía en la computadora, a la vez entregando la bolsa con la bebida caliente, sacando su boleta unos segundos después >
El hombre agarra su capuchino, saca su billetera y paga.
– Bueno aquí está, muchas gracias.
– A usted y vuelva pronto!
Mientras Sandy ponía los billetes en el cajero comenta con voz baja.
– Ya solo me falta poco para ahorrar, irme al extranjero y viajar en el mundo; mi sueño…. < Sandy miraba a la nada, cerraba el cajero ciegamente >
– Eh? Que sucede? < Kaori mira a Sandy murmurando sola >
– No nada, solo hablo conmigo misma.
– Bueno, ya te enteraste que la banda de Josei Small vendrá a dar su gira aquí!
– Ah si también me enteré, supongo que estarás allí no?
– Sí, no me perderé el grupo que siempre nos gustaba en la escuela, me acuerdo de esos recuerdos de antaño, eran hermosos.
– No me lo hagas recordar que vergüenza, losiento pero tendrás que ir sola; tengo que seguir juntando para cuando me vaya.
– Enserio! Sigues con eso de ir al extranjero? ¿Por que irte? Si puedes tener una vida tranquila y económicamente bien aquí en España.
– Por qué lo siento en mis venas, que quiero explorar el mundo entero, descubrir nuevos lugares, no lo entenderías.
Sandy estaba muy inspirada, aunque su sueldo y lo juntado; no decía lo mismo.
– Entiendo, estarás ocupada el miércoles?
– Para qué?
– Las chicas de nuestra promoción armarán una fiesta! Abra de todo! < Kaori trata de convencer a Sandy >
– No lo sé, tengo cosas que hacer; el tiempo no me alcanzaría.
– Yo iré con mi novio; mira que me compró, este collar de amatista, esta hermoso < Lo sujeta un poco su collar haciéndose notar >
– Eeeeh, si claro; pero mejor no, sabes que me negare si van parejas; alguien soltera? Para que iría a una fiesta de parejas?
– Enserio aun no consigues novio? Eres la única que conozco, que nunca salió con un chico; deberías venir! Te entrará bien.
– No lo sé…
– Pueda que uno de ellos te interese, sabes?
– No creo, la última vez que fui; estuve plantada sin que nadies me invitará, fue incomodo.
– Yo creo que es, por esa gorra! No te la quitas desde primaria!
– Pues, es algo importante para mí y me gusta, mi cabeza se siente cómoda.
– Además, te dije que te tiñeras el cabello, te pareces a mi abuela Socorro…. Ummm… Parecen canas si lo veo de lejos.
– Ya basta Kaori!!!
En eso pasan minutos, horas hablando; el reloj de la pared marca las 1pm y suena una pequeña alarma
– Bien!! Hora del descanso!!!
Sandy va en busca de su mochila, saca su almuerzo que estaba en taper.
– Haora, quiero ver que almuerzo tienes!
– Oh? Preguntas por el arroz con huevo frito?
– Ehhh??!!! Otra vez!!!! No me quiero imaginar tu estómago, deberías engordar te veo delgada.
– No se si lo dices por que mi bustos están chicos, o por mi salud?
– Ten toma, agarra un poco del mío…
En ese tiempo mientras tomaban su hora de descanso, entran 3 hombres vestidos con saco negro.
Aquellos hombres se sientan; mientras uno de ellos va de camino a la caja registradora.
– Serán ladrones? < Sandy mira desde una esquina, de la puerta de empleados >
– Buenas tardes alguien atiende?
Soltaba un aura de miedo aquel sujeto.
– Si?; en que lo podría atender?
– Disculpe si interrumpo su hora de descanso, pero quiero trez tazas de café negro porfavor.
– Claro < Sandy miraba una y otra vez atrás; alistando las tazas, ella se sentía inquieta >
La sombra del sombrero que le tapaba el rostro era muy oscura, no se dejaba ver el rostro; el tipo va a tomar asiento junto a sus compañeros.
Sandy calienta el café, el vapor que salía de este era signo que ya estaba listo para servirse, ya estaba hervido.
En ese instante sale Kaori con la boca llena.
– Tranquila yo atenderé las mesas, no te preocupes. < Ella se pasa toda la comida, hace la seña del pulgar arriba >
– Muchas gracias, pero quiero hacerlo sola esta vez…
– Ok, pero igual lo haré, me siento aburrida no haciendo nada, además es mejor comer en compañía para que sepa mejor ¿no?
Kaori va a la mesa, pone los cubiertos, el azúcar y las servilletas; Sandy toca el pequeño timbre para avisar que las tazas están listas, Kaori lleva cuidadosamente las tazas.
– Bueno, aquí tienen! < Kaori pone las tazas en el sitio de cada hombre >
– Muchas gracias señorita.
Mientras atendía; dentra un joven, este tenía un atuendo más largo, era una gabardina; lo que resaltaba, un boton que brillaban como el oro, puesto como una insignea; tres cordones cosidos en él.
– ( ¿Será otro de sus compañeros? No sé, los tres tipos no soltaron ni una palabra; supongo que solo vinieron a disfrutar el café )
Sandy al mirar la cara de aquel joven, fue atractivo para ella, sus ojos, y su cabello casi desarreglado, era reservado, casi perfecto.
El joven nuevo que entró; se sienta separado a lo lejos, casi en la esquina del establecimiento, tenía un cigarro en mano, y habla fuertemente.
– Ya veo, las radiaciones mágicas me llevaron hacia aquí, tu descuido me la puso más fácil; tienes el descaro de tomar un café tranquilamente, no me jodas!
En ese instante, los sujetos que lo acompañaban, se levantan, y sacan una varita y apunta al joven que estaba apagando su cigarro en el cenicero.
– Que molesto, sabes? Terminare con esto rápido.
En ese momento aquellos señores tiran dos fotones rojos, esto impactan con la mesa que había sido tirada por el joven, haciendo una barricada; se prepara, lanzando desde atrás pequeños fragmentos de luz, que seguían a los dos hombres; impactan y salen empujados fuertemente contra la pared, los dos caen inconscientes dejando grietas y sangre.
– Que?!!! Que carajos esta pasando; esto debe ser una broma?!! Verdad? Kaori?!!
Kaori estaba paralizada, atrás de ella está aquel hombre que quedó, con su varita, por algún motivo ella no reaccionaba.
Con facilidad cae desmayada de la nada, dejando caer la taza que estaba sosteniendo, se escucha la ruptura de la cerámica.
El último hombre, estába levantado, con su varita apuntando al joven mago, aún con Kaori tirada delante de él.
– Ya esperaba encontrarme con el personal de la Gerencia mágica… ¿No es cierto joven Lewitt?
Aquel hombre se quita el sombrero para un lado dejándose ver el rostro.
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