Mariposas de la muerte - 0.0
Prólogo
El joven Rai se quedó sin aliento.
Sí, su respiración se cortó debido a la impresión que le causó el evento que estaba ocurriendo delante de él: alguien le declaraba su amor.
Por otra parte, podría decirse que esta fue la segunda vez durante las últimas horas en la que Rai se mostró tan sorprendido.
La primera vez fue durante la tarde, cuando estaba por limpiar la confiable espada que siempre dejaba sobre la mesa de su habitación. En esa misma mesa y al lado de la espada envainada, había una carta sellada y un plato tapado. La cuestión era que él no tenía ni idea de cómo estos dos últimos objetos llegaron ahí.
Lo primero que hizo fue leer lo que la carta tenía escrito:
«Para Rai Blonday.
Búscame esta medianoche en la cima de la colina que está detrás de la mansión.
Hay algo importante que quiero confesarte.
Att: Lilith Louvet.
PD: Eh, casi lo olvido, también te preparé uno de mis platillos favoritos. Disfrútalo».
En la parte final de la carta había varios corazones dibujados, volviendo así bastante obvio lo que esta chica quería confesarle.
Leer estas palabras fue lo que dejó a Rai tan sorprendido.
No era por el hecho de que la mujer más hermosa que había visto en su vida aparentemente se le iba a declarar, sino porque resulta ser que esta chica conoció a Rai hace muy poco tiempo, era bastante popular en el lugar en el que entrenaban, y además, ella no había demostrado ni la más mínima muestra de interés por él.
Entonces, ¿qué hacía alguien como Lilith dejándole una carta tan sospechosa a un tonto don nadie como Rai? Al hacerse esta pregunta, Rai llegó a la conclusión de que no se trataba de algo tan obvio como una confesión de amor.
Pero claro, la única manera de saberlo con certeza era encontrándose con ella a la hora establecida que era…
—¿A la medianoche? —Comentó él tras suspirar. Claramente era una hora bastante incómoda para conversar.
Ocultando su sorpresa, Rai arrugó la carta hasta formar una bola y la arrojó al piso.
Lo siguiente que hizo fue dirigir sus manos hacia el plato de cerámica que estaba en la mesa y lo destapó.
El contenido resultó ser inesperado.
—Vaya… —Dijo, observando el “delicioso” platillo favorito de esta chica.
En el plato reposaba una porción de hígado, quizás de res, sin cocinar…
– ɫ ɫ ɫ –
Ahora bien, ¿cuál fue el segundo evento que dejó a Rai tan sorprendido?
Pues ocurrió cuando él estaba en el exterior durante la fría, pero a la vez refrescante noche. Bajo un cielo repleto de estrellas. La tranquila brisa nocturna balanceaba con calma la grama de la colina.
Él estaba subiendo por la pequeña colina en la que Lilith dijo que la encontraría.
Las zonas que no eran iluminadas por la luna no presentaban un problema para Rai debido a que sus manos producían una luz amarilla. ¿Magia? Algo como generar luz con las manos puede parecer impresionante para la gente común, pero en este mundo eso no resultaba ser algo especial.
En fin.
Rai no tardó mucho en percibir la sombra de una chica que estaba más adelante. Cuando llegó, la observó de espaldas, y siendo rociada por el brillo blanco de la luna.
Sí, ahí estaba ella, Lilith Louvet.
Ella miraba hacia arriba, quizás contemplando las estrellas.
El viento meneaba su largo cabello.
Había silencio. Quizás Lilith no se dio cuenta de que Rai llegó, así que él tuvo que hablar:
—H-hola… ¿Y e-esa ropa tan… sexy? No importa, no me desagrada. Debo admitir que te vez bastante artística, jejeje… —Habló con algo de nervios. Luego se rascó su cabeza y con vergüenza susurró—: Tch, parezco un baboso. Eso sonaba mejor en mi cabeza.
La chica no respondió nada. Ella siguió enfocando su atención en las estrellas.
«¿Para qué me dijo que viniera si no va a decir nada?». Pensó Rai.
El silencio era incómodo, así que él volvió a comentar algo:
—No quiero parecer un aguafiestas, pero toma en cuenta que en estos tiempos tan caóticos no es muy buena idea exponerse al exterior solo para mirar las estrellas. Las estrellas mismas son peligrosas, jejeje. —Luego se dio cuenta de algo, y llevándose los dedos a la barbilla, murmuró—: Aunque eso no es raro viniendo de una chica de gustos culinarios tan polémicos.
Al oír esto, por fin la chica realizó un movimiento, como si se diera cuenta de la presencia de Rai. Volteó hacía él y le sonrió.
Su sonrisa era demasiado atrapante. Aceleraba el corazón de cualquiera.
Él observó su belleza.
Si era de describirla en dos palabras, esas serían preciosa y misteriosa.
Ahora, si se quería una descripción más detallada de su aspecto: tenía el cabello rosado. Labios pintados de negro. Piel muy clara, casi pálida. Un cuerpo casi perfecto. Y algo que llamaba mucho la atención, su vestimenta: ocultaba sus ojos con un antifaz negro, con patrones dorados. Y en esta noche en particular, tenía puesta una bata negra con encajes. Bastante erótica.
¿Fue ver esto lo que dejó a Rai tan sorprendido? Pues en realidad no, sino más bien las palabras que ella a continuación —y por primera vez en la vida— estaba por dirigirle:
—Me gustan las estrellas… me gustan tanto como tú. Te amo. Por favor, sé mi novio. —Ni siquiera saludó, lo confesó directo, sin nada de duda en sus palabras.
Esa confesión sin preámbulos fue tan rara, que hasta incluso se sintió poco natural.
Y no solo eso, la expresión de Lilith era bastante relajada. Difícilmente se esperaría que una joven confesara sus sentimientos sin mostrar ni una pizca de nervios.
Pero claro, eso no quitaba el hecho de que el sentimiento podía ser real. Es decir, podría tratarse de que es excepcionalmente buena para ocultar sus nervios.
Sea como sea, Rai se mostró como si estuviera helado tras oírla.
«¿Será alguna broma?», pensó.
Sí, una broma, esa debía ser la única explicación razonable. Al fin y al cabo, sus otros compañeros de entrenamiento siempre lo molestaban, y eso se debía a que él actuaba como alguien bastante tonto.
Pero, ¿y si realmente no se trataba de una broma?
Si la rechazaba ahora, podría perder esta oportunidad única en su vida.
La duda empezó a comer a Rai por dentro.
Rai se tomó un tiempo para pensarlo. Lilith permaneció en silencio, expectante ante su respuesta.
«En esta vida hay que tomar riesgos». Finalmente razonó Rai en su interior.
Rai respiró hondo, hizo algunos gestos bastantes estúpidos creyendo que así se vería más genial y respondió:
—De acuerdo. ¡Seré tu novio!
– ɫ ɫ ɫ –
Al día siguiente, Rai despertó con la misma tranquilidad de costumbre.
Claro, aún le costaba creer lo que había pasado en la noche.
Fácilmente podía imaginarse a los demás chicos muriendo de envidia al enterarse de que ahora él tenía novia.
Y no era cualquier novia, se trataba de una absurdamente linda.
Aunque quizás muy gótica para los gustos de Rai. ¡Pero eso no importaba! ¡Por fin tenía una novia!
Por eso, ese día debía verse presentable para poder jactarse como todo un macho pecho peludo, ¡y con novia!
Así que durante la mañana Rai se dedicó a la higiene de su cuerpo.
Estando solo en la lujosa habitación que le asignaron, Rai empezó a quitarse la ropa.
Lo primero que hizo fue quitarse su camisa. Aunque a simple vista no lo parecía, resultó ser que su pecho y abdomen eran musculosos. También tenía varias cicatrices en el pecho.
Pero entonces notó algo extraño…
En el medio de su pecho había algo que hace un día no estaba: era un tatuaje.
En su piel clara había una mariposa negra grabada. Lo más aterrador era que la mariposa tenía dibujada calaveras en sus alas.
Más que una mariposa, parecía un demonio.
—¿Pero qué…? —Rai no terminó de decir la palabrota que tenía en mente.
Por unos momentos se mostró confundido, pero rápidamente se calmó.
Su rostro se mostró inexpresivo por unos segundos.
Y siguió desvistiéndose, como si esto no tuviera importancia.
Mariposas de la muerte.
Por: Fernando Campos.
Música del capítulo: Demonio Rojo. Música de https://www.fiftysounds.com/es/
Comments for chapter "0.0"
QUE TE PARECIÓ?
Que alguien se confiese así de la nada, te deja completamente shok por unos segundos xd
A cualquiera lo deja en shock pero hay que aprovechar el bug.
Luego de un largo año sin publicar nada en TL, es bueno saber que estás devuelta, colega, tu nueva obra está interesante, la narrativa es fluida y las ganas de seguir leyendo está por los cielos.
Buen trabajo, Fer, eres un buen escritor con una imaginación sorprendentemente extensa, y estoy emocionado y curioso por lo que vas a hacer en esta nueva obra.
Gracias por leer y comentar, colega. Trataré de hacer actualizaciones seguidas. Se vienen grandes cosas.
Un saludo…
que interesante capitulo ¿la chica del prológo es la de la portada? si es así será buena waffle!
Aquí se dijo que la chica tiene un antifaz, saca tus conclusiones :3.
Gracias por leer :3.
Estar con una nalgótica es un deporte de riesgo. Buen cap 😀
Hay riesgos que valen la pena.
Gracias por leer.