Me convertí en un Príncipe Demonio - 15
(Perspectiva Reina)
Prácticamente nadie durmió, Viole, Lamas y yo nos pasamos toda la noche haciendo los preparativos para poder marchar lo antes posible a Bolsón. Además, temprano llego un mensaje del General Tiberius informándonos que Runa, su segunda al mando, ya se encontraba en los alrededores de la ciudad observando la situación. Al parecer estaba realizando una misión cerca de Bolsón, solo cuenta con una tropa de 500 soldados, pero toda ayuda es bien recibida.
-¿Cuántos guerreros logramos reunir?
-1000 (Lamas)
-Es un número bastante bajo, pero no tenemos tiempo para esperar a mi ejército
-¿Ya están todos listos?
-Sí su alteza (Viole)
-Hay que dar aviso de comenzar a marchar entonces
De pronto la puerta de la oficina de Lamas, donde estamos reunidos, se abre.
-Te dije que no me empujaras (Arnold)
-Perdón (Leonte)
Parece que estaban apoyados contra la puerta tratando de escuchar, cuando la abrieron accidentalmente.
-¿Estaban espiándonos? (Viole)
-Bueno, no tiene caso mentir… sí, estábamos tratando de escuchar su conversación (Arnold)
-Pero solo porque estamos preocupados, si el Imperio Rubí utilizó todo su ejército para invadir la ciudad, deben contar con alrededor de 50.000 soldados (Leonte)
Cierto que Leonte trabajó para el ejército del Imperio Rubí, a veces hasta me cuesta recordar que en realidad es humano.
-Aunque tus palabras se confirmen, nuestros guerreros son muy fuertes, uno solo de nosotros es equivalente a cinco humanos (Lamas)
-Sí, no deben preocuparse por nosotros, estaremos bien
A pesar de nuestras palabras, Arnold y Leonte todavía se ven preocupados.
-Permítanos ir con ustedes (Arnold)
-¡¿Qué es lo que dices?! (Lamas)
-Si bien no somos soldados, somos los dos guerreros más fuertes de toda la tribu (Arnold)
-… no puedo negar eso, pero de todas maneras no puedo dejar que vengas con nosotros (Lamas)
-¡¿Por qué no?! (Arnold)
-Necesito que te quedes en el pueblo, no puedo pensar en una persona más confiable para cuidarlo en mi ausencia (Lamas)
Arnold se queda en silencio.
-¿Realmente crees que puedo quedarme a cargo de la tribu? (Arnold)
-Totalmente y te aseguro que el resto de la tribu opina igual (Lamas)
-…está bien padre, entonces, haré lo que me pides. Te aseguro que mantendré al pueblo en óptimas condiciones (Arnold)
En realidad termino siendo una situación bastante conmovedora. Se nota que Lamas tiene plena confianza en su hijo.
-Supongo que ya podemos dar por solucionado este asunto…
-Yo sigo queriendo ir (Leonte)
Leonte me mira con mucha determinación.
-Mi skill es realmente poderos y ya tengo control sobre ella, podría hacer la diferencia en el campo de batalla (Leonte)
Ciertamente puedo creer lo que me dice, mis ojos me permiten ver que su poder ha aumentado exponencialmente.
-Lamas ¿Qué opinas?
-En su entrenamiento ha progresado mucho, siempre se puede mejorar, pero no puedo negar que posee un poder realmente increíble (Lamas)
-¿Viole?
-Lamas está hablando con sinceridad, así que puede que sea joven e inexperto, pero creo que su apoyo nos podría ser de ayuda (Viole)
…parece que la respuesta es obvia…
-Está bien, vendrás con nosotros
-Muchas gracias su alteza, juro que no la decepcionaré (Leonte)
Leonte se arrodilla.
-Te dije que no te arrodillaras.
Leonte se para rápidamente y se toma la cabeza.
-Lo siento, no pude evitarlo (Leonte)
-Bueno, ve a alistarte con el resto de soldados
-Enseguida (Leonte)
Leonte saluda a Arnold y se retira de la oficina.
-Mi Reina, ya es hora de que comencemos a marchar (Viole)
-Muy bien, vamos…
[…]
(Perspectiva General del Imperio Rubí)
-Le dije al Rey que teníamos que declararle la guerra a los demonios… “la raza más poderosa”… no son más que cucarachas. Una vez que lleguemos a su capital y la conquistemos, el resto de los imperios comprenderán que si nos brindan su apoyo todo el Reino demoniaco será nuestro
-Jajaja, así es, esta ciudad solo es el comienzo (Victor)
-Con nuestro ejército nada podrá detenernos (Spencer)
Un soldado ingresa a la habitación mientras hablo con el General Victor y con mi estratega militar Spencer.
-Disculpen mi interrupción, pero hemos avistado tropas de demonios en las llanuras (soldado a)
-Así que ya se percataron de nuestra presencia…
-¿No vinieron aquí muy rápido? (Victor)
-Según nuestra información, el ejército de los demonios está situado en su capital, la que está a tres días de viaje de aquí (Spencer)
-Alrededor de ¿Cuántos son?
-Calculamos que entre 1500 y 2000 (soldado a)
-No es el ejército demonio entonces, es un número muy bajo de soldados (Spencer)
-Jajaja, no tienen oportunidad (Victor)
Ciertamente es un número que no se compara con el nuestro.
-¿Qué crees que pretenden hacer Spencer?
Spencer se toma unos minutos antes de responder.
-Creo que lo más probable sea que busquen retenernos el mayor tiempo posible para esperar apoyo (Spencer)
-Si es así deberíamos aplastarlos lo antes posible (Victor)
Victor tiene razón, lo mejor sería erradicarlos antes para que no nos retengan.
La puerta se abre nuevamente y otro soldado ingresa.
-¡¿Qué sucede ahora?!
-Perdóneme, lo que sucede es que dos demonios se dirigen hacia nosotros (soldado b)
-¿Quieren negociar? (Victor)
-No tenemos nada que negociar, cuando estén lo suficientemente cerca mátenlos
-Entendido General (soldado b)
-Espera (Spencer)
Spencer detiene al soldado.
-General, capaz sea buena idea intentar hablar con ellos (Spencer)
-¿Por qué lo dices?
-A pesar que no tengamos nada que negociar, seguramente posean información valiosa. Si los capturamos podemos hacer que nos la confiesen (Spencer)
-Oooooh, jaja, realmente me gusta tu sugerencia. Muy bien, soldado abre la puerta de la ciudad para que los demonios puedan pasar.
-A sus órdenes (soldado b)
Ambos soldados se retiran.
-¡Abran la puerta! (soldado b)
A medida que la puerta desciende, podemos empezar a ver a los demonios. Uno es una mujer de pelo morado, acompañado de un porte y belleza increíble. El otro es un hombre con un pelo largo y negro, me llama la atención que está usando una mascarilla, pero lo que me inquieta de él es su mirada, tiene unos ojos realmente penetrantes. Ambos lucen fuertes, por lo que la tensión entre mis soldados se empieza a sentir ¡No puede ser que se dejen intimidar por dos demonios!
-¿A qué debo su presencia a mi ciudad?
Recibo a ambos demonios en la entrada de la ciudad y doy órdenes de que vuelvan a cerrar la puerta. Victor y Spencer se encuentran junto a mí.
-¿Desde cuándo es su ciudad? (Viole)
Una respuesta confróntate.
-En el momento que la conquiste se volvió mía.
Ambos demonios mantienen miradas serias.
-Parece que el Imperio Rubí se ha desplegado sin el consentimiento de su Rey. Lo adecuado sería haber recibido una declaración formal de guerra, debido a una causa que lo amerite. No un ataque sorpresa sin previo aviso (Viole)
Me está empezando a molestar su forma de hablar.
-Oooooh, pero si hay una causa meritoria
-¿Podría decirme cuál es? (Viole)
-Haber nacido como asquerosos demonios
-Risas-
Todos los soldados a nuestro alrededor empiezan a reírse. Parece que les he contagiado mi confianza y dejaron de sentirse intimidados.
-Ya veo… así que ese es el caso. De todas maneras vinimos aquí a negociar ¿Podríamos ir a algún lugar más privado?
Los demonios se mantienen inmutables pese a mi declaración.
-Prefiero que hablemos aquí frente a todos, no quiero ser atacado por la espalda mientras estemos solos
-Atacar como cobardes parece ser más su estilo (Leonte)
El demonio con la mascarilla habla por primera vez.
-¡¿Cómo te atreves a decir eso?! ¡¿Acaso estas buscando que te maten?! (Victor)
Victor no puede evitar exaltarse frente a las palabras del demonio.
-Disculpen a mi compañero, no queremos causar problemas. Después de todo vinimos a negociar por los rehenes, lo último que buscamos es hacerlos enojar (Viole)
La demonio rápidamente calma la situación, pero ¿Rehenes?
-Jajaja
-Jajaja (Spencer)
-Jajaja (Victor)
Victor y yo no podemos evitar reír.
-¿Dije algo gracioso? (Viole)
Dejamos de reír.
-Perdona lastimosamente tengo que informarles que han perdido el tiempo viniendo hasta aquí
-¿Por qué dices eso? (Viole)
-Porque no nos hace falta recurrir a estrategias extorsivas para derrotarlos, así que matamos a todos los rehenes.
-Risas-
Una ola de risas de parte de todos mis soldados azota a los dos demonios.
-¡Maldito desgraciado! (Leonte)
El demonio que hasta ahora se mantenido calmado no pudo controlarse y se lanzó hacia mí.
-¡Detente Leonte!
Se movió extremadamente rápido, si su compañera no lo hubiera sujetado probablemente me hubiera logrado golpear.
Además, esta acción provocó que todos los soldados se callaran.
-¡Insignificante insecto! ¡Osas intentar atacar a nuestro general! (Victor)
Victor se adelanta.
-¡Te matare al igual que hicimos con los rehenes! (Victor)
-Aguarda un segundo Victor, quiero hacerles una propuesta a los demonios
Victor se calma y vuelve a parase a mi lado.
-¿Qué quieres proponernos? (Viole)
Miro de arriba abajo a la demonio de pelo púrpura.
-No puedo perdonar a tu amigo por insultarme, pero si tú decides pasar una noche conmigo capaz te deje vivir
-Risas-
Otra ola de risas se desata.
-Antes prefiero morir torturada que acostarme con una persona repugnante como tú (Viole)
-¡¿Repugnante?!
-Leonte nos vamos (Viole)
Los demonio se dan la vuelta ¿Creen que los dejaremos ir?
-¡Rodéenlos!
Doy la orden y todos los soldaos los acorralan en un círculo de espadas.
-No los dejaremos ir
Me abro paso entre los soldados hasta llegar de nuevo frente a los demonios.
-Dijiste que antes de estar conmigo preferirías ser torturada, bueno déjame complacerte
Me acerco a la demonio, quiero acariciar su pelo, realmente es hermosa.
-¡AAAAAAH!
-¡¿Qué sucedió?! (Spencer)
-¡El demonio acaba de prender fuego el brazo del general! (soldado c)
Sacudo mi brazo intentado apagar las llamas, pero no puedo ¡Esto realmente duele!
-¡¿Cómo te atreves…
El demonio me sujeta del cuello y me levanta del suelo.
-¡Suelta al General! (soldado d)
-En serio eres repugnante (Leonte)
¿Este demonio no puede estar pensando en matarme? ¡Está rodeado de soldados!
-¡Detente demonio!
Veo que Victor llega hasta donde estamos.
-¡Si le haces algo será tu fin! (Victor)
Empiezo a sentir que mi cuello se está empezando a calentar. Puedo ver como Victor, Spencer y todos los soldados me ven preocupados, mi cuerpo se empieza a llenar de nerviosismo y miedo…
-No por fa… ¡AAAAAAAAH!
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