Me convertí en un Príncipe Demonio - 16

Marchamos hasta las afueras de Bolsón, donde nos estaba esperando una tropa de soldados del Reino demoníaco.

-Es muy bueno tenerla aquí su majestad

Una demonio de pelo corto y blanco, vestida con una armadura plateada y portando dos espadas, es la primera en acercarse a la Reina. Probablemente debe ser la que se encuentra a cargo de la tropa.

-Es bueno volver a verte Runa, aunque preferiría que las circunstancias fueran otras (Reina)

La Reina desmonta de su caballo, seguida de ella Viole y Lamas hacen lo mismo.

-¿Dónde podemos discutir con tranquilidad? (Reina)

-Tenemos una tienda de campaña preparada para usted, por favor síganme (Runa)

-Leonte ven con nosotros (Reina)

Estaba formado junto al resto de soldados cuando la Reina se da la vuelta y me pide que la acompañe. No sé por qué querrá que vaya con ella, pero no me voy a negar.

-En seguida su majestad

Me incorporo al grupo que se dirige a la tienda de campaña. Al ingresar veo una mesa con cuatro sillas. Todos se sientan excepto por mí que quedo parado detrás de la Reina.

-¿Puedo preguntar quién es el joven que la acompaña su majestad? (Runa)

-Es mi discípulo (Reina)

-¿Tuyo? (Lamas)

-Bueno, nuestro discípulo (Reina)

¿Discípulo? No sabía que es así como me ve la Reina, es realmente todo un honor.

-Es la primera vez que escucho que tiene un discípulo (Runa)

-Lo he adquirido recientemente, creo que puede aprender algo al estar presente en esta reunión, por eso le he pedido que venga (Reina)

-Entiendo, es un gusto conocerte Leonte  (Runa)

-El gusto es todo mío

Runa parece una persona agradable.

-De todas formas, dejemos esta charla para otro día, tenemos asuntos importantes que discutir ahora (Reina)

-Tiene razón, disculpe mi interrupción (Runa)

-Entonces, cuéntanos lo que has averiguado (Reina)

-El ejército humano se movilizó desde su territorio hasta el nuestro, evitando causar disturbios que nos den cuenta de su invasión. De esta forma al llegar hasta Bolsón pudieron tomarlos por sorpresa, atacándolos en la noche. Por lo que, podemos especular el ejercito de los humanos debe contar con alrededor de 40.000 0 50.000 soldados. Al no poder ganar el combate el alcalde de la ciudad dio la orden de evacuar, así que por suerte la gran mayoría de los ciudadanos pudo escapar. Encontramos a los sobrevivientes resguardándose en las llanuras, di la orden de que los escolten hasta el pueblo más cercano para que puedan ser asistidos. Además, solo hace unos instantes pudimos ver como soldados del ejército humano colgaban unos estandartes por fuera de las murallas, en estos se puede ver un Rubí. Lo que nos da cuenta de que los perpetuadores de este incidente son del Imperio Rubí (Runa)

Mis temores se vuelven realidad.

-Así que parece que realmente han actuado por su propia cuenta… (Reina)

-¿En serio planean entrar en guerra con nosotros sin la ayuda del resto de su reino? (Lamas)

-No creo que ese sea el caso (Viole)

-¿A qué te refieres? (Lamas)

-No creo que piensen que pueden conquistar todo nuestro reino por si solos, lo que deben estar buscando es forzar a su Rey a declararnos la guerra (Viole)

-¿Y cómo pretenden hacer eso? (Lamas)

Viole se queda callada por un momento.

-Creo que su objetivo es conquistar nuestra capital (Viole)

-¡¿Nuestra capital?! ¡Es una locura!  (Lamas)

El ambiente se tensa un poco.

-Así es, si no me equivoco se encuentra a solo tres días de distancia de aquí, nos han tomados desprevenidos, por lo que ya no tenemos tiempo suficiente de desplegar nuestro ejército para interceptarlos lejos de la capital. Si lograran llegar a ella y conquistarla, generaría que los otros dos Imperios humanos consideren posible vencernos si ayudan al a Imperio Rubí, esto provocaría que empiecen a ponerle presión al Rey para declarar la guerra  (Viole)

Puedo ver como los rostros de todos se vuelven serios.

-¿Qué es lo que opinas Runa? (Reina)

-Si bien la mayoría de nuestro ejército está situado en la capital, otra parte está esparcida por el reino. Si los humanos deciden comenzar a marchar inmediatamente, como insinúa Viole, no nos daría tiempo de reunir toda la capacidad de soldados antes de que lleguen a la ciudad (Runa)

-¿Con cuántos soldados contamos en la capital? (Reina)

-Con 30.000 (Runa)

Todos hacen silencio.

-Deberíamos poder derrotar a los humanos con ese número, pero el combate sería difícil (Lamas)

-Sí, tendríamos que avisarle al General Tiberius que nos brinde apoyo lo antes posible (Runa)

-No creo que sea nuestra mejor opción, aunque podamos derrotarlos recibiremos muchas bajas (Reina)

-¿Qué propones entonces? (Lamas)

-Considero que lo mejor sería esperar a las tropas humanas en la capital, ya que atacarlos desde las murallas nos ayudaría a disminuir sus números, lo que nos daría ventaja (Reina)

-Dejar que lleguen hasta la capital sería asumir un riesgo, si logran ingresar los ciudadanos estarían en peligro (Lamas)

-Igualmente, su majestad tiene razón. Si queremos evitar la mayor cantidad de bajas, lo mejor es pelear contado con el resguardo de la capital (Viole)

-Para eso deberíamos no solo evacuar la ciudad, sino también a los pueblos que se encuentran de camino a la capital (Runa)

Los cuatro se quedan pensativos.

-Parecen claros los pasos a seguir entonces. Primero hay que mandarle un mensaje a Tiberius informándole que prepare a los soldados, que refuerce las defensas de la capital y que evacue a los ciudadanos; luego nosotros marcharemos haciendo que los habitantes de los pueblos que nos vayamos encontrando se nos unan; y por último derrotaremos al Imperio Rubí (Reina)

Todos asienten a las palabras de la Reina. Deben haber pasado solo unos cuantos minutos y ya decidieron como confrontar esta crisis… estoy realmente admirado.

-Pero antes quiero saber algo Runa (Reina)

-Lo que desea su alteza (Runa)

-¿El ejército humano tomo rehenes?

-Mmmm… no lo sabemos con seguridad, pero es probable dado que no todos los ciudadanos de Bolsón lograron escapar (Runa)

-Tenemos que intentar salvarlos, sería un problema si los usan para extorsionarnos (Reina)

-Con el debido respeto mi Reina, creo que es una tarea imposible dado que lo más seguro es que el Imperio Rubí no quiera negociar (Runa)

-Además ¿Quién irá a negociar? Es una misión prácticamente suicida, probablemente los humanos maten a cualquiera que mandemos (Lamas)

-Yo iré (Viole)

Todos, incluyéndome a mí, dirigimos nuestra mirada a Viole con sorpresa.

-No me miren así, saben que soy la más adecuada para este trabajo. Mi skill me permite crear barreras que me protegen, de esta puedo entrar y salir de la ciudad sin peligro (Viole)

-No estaría tan confiada, existe la posibilidad de que los humanos puedan contar con algún usuario que sea tan poderoso como para romper tu defensa (Runa)

-Runa tiene razón, es muy peligroso como para dejarte ir sola (Reina)

-Entonces, solo necesito alguien que me acompañe (Viole)

-Sí, pero ¿Quién sería la mejor opción? Solo puedo pensar en Runa o Lamas… pero necesitamos que Runa se mantenga con nosotros para dirigir las tropas y Lamas es muy poderoso, pero su skill no es tan útil para combatir con muchos enemigos (Reina)

La Reina se queda pensando

-Creo que sé quien sería el más indicado (Lamas)

-¿Quién? (Reina)

Lamas torna su mirada hacia mí y levanta su mano para señalarme.

-¿Quieres que Leonte acompañe a Viole? (Reina)

-No te sorprendas tanto, probablemente ya has notado lo poderoso que se ha vuelto. Un ataque de su skill puede afectar a un gran número de oponentes, por lo que combinado con la barrera de Viole nadie se les va a acercar (Lamas)

Ahora la Reina me está mirando.

-¿Podemos confiar en ti Leonte? (Reina)

No puedo evitar notar el rostro de sorpresa que tiene Runa con esta proposición, pero el más sorprendido soy yo. Igualmente, si Lamas y la Reina confían en mí, no puedo decepcionarlos.

-Por supuesto mi Reina

-Muy bien, está decidido entonces (Reina)

Siento un poco de nervios, pero no puedo arrepentirme.

-Sugiero que vayamos inmediatamente a dialogar con los humanos, es mejor no desperdiciar tiempo (Viole)

-Estoy de acuerdo (Reina)

Todos se levantan de sus sillas.

-Vámonos Leonte (Viole)

Salimos de la tienda de campaña y nos detenemos en una colina que nos permite ver la ciudad.

-Tengan cuidado (Reina)

-Lo tendremos (Viole)

Nos despedimos y comenzamos a caminar.

[…]

(Perspectiva Runa)

¿Quién es este Leonte? Supongo que para haberse vuelto discípulo de Lamas y la Reina debe ser alguien excepcional, pero ni siquiera es un soldado. Además, nunca presencie su poder así que me cuesta creer que sea tan fuerte, no puedo entender como le confiaron tal tarea.

-Parece que han abierto las puertas de la ciudad (Lamas)

Nos situamos en una zona elevada para observar como Viole y Leonte se dirigían a la ciudad.

-Así parece, ahora solo nos queda esperar (Reina)

Volvimos a la tienda de campaña.

-Sugiero que Runa empiece a marchar hacia la capital, de esta manera ganaremos tiempo. Con que un pequeño grupo se quede a esperar a Viole y Leonte será suficiente (Lamas)

-Me parece correcto, dado que no sabemos cuánto tiempo llevaran las negociaciones o cómo saldrán (Reina)

Lamas y la Reina tienen razón.

-De acuerdo, alistaré a los soldados.

Tenemos que aprovechar el tiempo que tome la negociación.

-¡Su majestad! ¡Teniente! ¡Señor Lamas!

Un soldado irrumpe en nuestra conversación llamándonos apurado a todos.

-¡¿Qué ocurre?! (Reina)

-¡Llamas! ¡Llamas por toda la ciudad! (soldado)

No puedo entender de lo que está hablando. Igualmente es evidente que algo ocurrió en Bolsón, pero solo pasaron uno cuantos minutos…

-¿Qué quieres decir?

-No sé cómo explicarlo, tienen que venir a verlo por ustedes mismos (soldado)

La Reina, Lamas y yo nos apresuramos a ver de lo que está hablando el soldado.

-¡¿Qué es esto?!

Toda la ciudad está completamente rodeada por llamas negras ¿¡Qué es lo que ocurrió?!

-Lamas ¿Esto es obra de él? (Reina)

-Definitivamente (Lamas)

¿De qué hablan la Reina y Lamas?

-Disculpen, pero podrían explicarme ¿Qué es lo que sucede?

-No estoy seguro de lo que sucede exactamente, pero las llamas negras que estás presenciando son producto del skill de Leonte (Lamas)

-¡¿Cómo?!

No puedo ocultar mi sorpresa, este chico ¡¿Qué tan poderoso es realmente?!