Me convertí en un Príncipe Demonio - 28
-El desayuno está servido en el comedor (Matías)
-Gracias por avisarme Matías, iré inmediatamente
Me dirijo hacia en comedor para desayunar, la comida aquí es deliciosa, aunque si lo comparo con lo que comía cuando vivía en la calle… cualquier cosa es más deliciosa.
-Hermano mayor ¿Vas a desayunar?
La pequeña Agnes se me acerca.
-Así es
-Yo también lo haré (Agnes)
-Supongo que desayunaremos juntos entonces
-Sí, Megara y Tania ya lo hicieron (Agnes)
Que suerte, porque no tenía ganas de empezar la mañana con una discusión.
-Creo que estuviste fantástico ayer (Agnes)
-En serio, aprecio mucho que me lo digas
Parece que, a diferencia de sus dos hermanas, Agnes es realmente muy amigable.
-Buenos días, Príncipe Leonte (sirvienta)
-Buenos días
-Buenos días, Princesa Agnes (sirvienta)
-Buenos días, (Agnes)
Llegamos al comedor y una de las sirvientas nos recibe.
-Por favor tomen asiento (sirvienta)
Corro la silla de Agnes, para ayudarla a sentarse.
-Gracias (Agnes)
-De nada
Me siento al lado de ella y comienza a desayunar, yo no puedo sacarme la mascarilla, así que tendré que esperar para poder llevarme el desayuno a mi habitación.
– ¿Tienes algo planeado para hoy? (Agnes)
-¿Planes?… No realmente
Quería juntarme con Arnold, pero este quiso aprovechar estos días libres, antes de empezar las clases, para volver a su pueblo. Así que, no tengo nada para hacer hasta que comience a ir a la Academia Ceibo.
-Me podrías acompañar al centro de comercios (Agnes)
-¿Vas a comprar algo?
-Sí (Agnes)
-¿Qué cosa?
-Es un secreto (Agnes)
-¿Tania y Megara saben de esto?
-No y no les digas nada (Agnes)
Así que quiere que yo vaya con ella para que nuestras hermanas no se enteren de lo que está haciendo… es muy probable que esto cause problemas…
-Por favor, ven conmigo (Agnes)
Los ojos de Agnes se iluminan, me está haciendo difícil decirle que no.
-Está bien, iré contigo
-Muchas gracias (Agnes)
De pronto Agnes me da un abrazo, por esto ya vale la pena el riesgo.
-Entonces, vamos al carruaje (Agnes)
-Pero, no termine de comer
Agnes sale corriendo del comedor, no me está dando la posibilidad de poder desayunar.
-No puedo dejar que vaya sola al centro de la capital (guardia)
-Mi hermano me va a acompañar (Agnes)
Llego a la entrada del palacio y veo a Agnes discutiendo con uno de los guardias.
-¿Qué es lo que sucede?
-Príncipe Leonte (guardia)
El guardia me hace una reverencia.
-Lo que sucede es que no puedo dejar que la princesa salga del palacio sin protección (guardia)
-No te preocupes, yo me haré cargo de cuidarla
Nuestra madre debe tener haber sido la que les dio la orden, a los guardias, de no dejar que Agnes abandone el palacio sola, tendrá temor de que le suceda algo…
-Muy bien príncipe, dejaré a la pequeña princesa a su cuidado (guardias)
Agnes tira de mi mano.
-Una cosa más
-Dígame (guardia)
-No le digas a mis hermanas que me fui con Agnes
Dicho esto, subo al carruaje.
-¿A dónde quieres ir que estás tan apurada?
-Jaja, ya lo verás (Agnes)
Esa risa no me inspira ninguna confianza.
-Ya llegamos (cochero)
El carruaje se detiene y descendemos.
-Espéranos aquí, en un rato volvemos
-Como usted diga príncipe (cochero)
Es la primera vez que estoy aquí, la cantidad de negocios es inmensa y ni hablemos del número de personas…
-Agnes agarra mi mano
-De acuerdo (Agnes)
Lo último que quiero es perderla en este mar de gente.
-Bueno, tú guías
Agnes tira de mi mano conduciéndome por el centro.
-Mira ahí, ¿Esos dos no son el Príncipe Leonte y la Princesa Agnes?
-Me parece que sí
¿Qué es lo que hacen aquí sin guardias?
-No lo sé, pero se ven muy lindos juntos
La gente nos reconoce de inmediato y como siempre comienzan los comentarios, sumado a reverencias y saludos. Creo que tendré que empezar a vestirme con capucha…
-Es aquí (Agnes)
Levanto mi cabeza para ver el nombre de la tienda.
-¿Veterinaria?… ¿No me digas que quieres una mascota?
-Jaja (Agnes)
Agnes se ríe y entra al negocio.
Ahora entiendo porque no quería que Megara y Tania supieran, probablemente ellas no le hubieran permitido esto.
-Bienveni…
El vendedor se muerde la lengua al vernos.
-Mira hermano ¿No son lindos? (Agnes)
Agnes me muestra, lo que si no me equivoco son gatos demonio, son iguales a los gatos del Reino Humano a excepción del tercer ojo en su frente.
-¿La princesa desea comprar uno? (vendedor)
Después de la sorpresa por vernos, el vendedor reacciona y nos atiende.
-Así es (Agnes)
-No sé si nuestra madre esté de acuerdo con esto…
-Pero, prometo cuidar de él, lo alimentaré, bañaré y lo sacaré a pasear… por favor… (Agnes)
¿Cómo puedo decir que no si me pone esa cara?
-Muy bien, muy bien, llevaremos uno
(Eres realmente fácil de manipular)
-¡Sí! ¡Muchas gracias! (Agnes)
Agnes empieza a dar pequeños saltos de felicidad. Estoy contento por ella, pero no puedo evitar pensar en la discusión que seguro tendré con Megara y Tania.
-¿Cuál quieres? (vendedor)
-El negro con ojos rojos (Agnes)
-Aquí lo tienes (vendedor)
El vendedor le da a Agnes el gato para que lo cargue.
-¡Es muy lindo! (Agnes)
-No lo abraces con tanta fuerza
Por poco nos quedamos sin gato…
-Este es su alimento y el almohadón para que duerma (vendedor)
No me puedo creer que me esté gastando todo el dinero que me dio mi madre en esto.
-¿Ya sabes cómo lo llamarás?
-…aún no… (Agnes)
-Descuida, tienes tiempo para elegir un nombre
Salimos de la tienda.
-¡Espera gatito no te vayas! (Agnes)
El gato salta de los brazos de Agnes y se va corriendo.
-¡Aguarda Agnes!
Por su puesto, Agnes tuvo que ir detrás de él. Al tener el alimento del gato en una mano y el almohadón en la otra, no pude agarrar a Agnes para evitar que se vaya.
-Perdón, disculpe, déjenme pasar…
Trato de seguirla, pero la gente de interponer.
-¡No puede ser! ¡La perdí de vista!
Me empiezo a preocupar ¡Tengo que encontrarla!
(No te preocupes, puedo sentirla, yo te guío)
Muchas gracias Ema
Ema me empieza a decir el camino a seguir, hasta que llego a un callejón.
-No puedo creer que encontráramos a la princesa sin guardias (demonio a)
-Es nuestro día de suerte, podemos pedir una gran recompensa por ella (demonio b)
Veo a Agnes cargando al gato, siendo sujetada por dos demonios.
-¡Suéltenla!
Apenas me ven los demonios abren sus ojos.
-Tú eres… (demonio b)
-¡El asesino de ejércitos! Y si no sueltan de inmediato a mi hermana se convertirán en cenizas
Siento como empiezan a brotar llamas de distintas partes de mi cuerpo, a causa de mi enojo.
-Lo siento, no queremos problemas (demonio a)
-Sí, ya nos vamos (demonio b)
Los demonios sueltan a Agnes y huyen sin intentar nada, puede que mi mala reputación sirva de algo después de todo…
-Leonte, tenía mucho miedo (Agnes)
Apago rápidamente mis llamas, porque Agnes se me abalanzó para abrazarme entre lágrimas.
-Descuida, ya todo está bien
Suelto la comida y el almohadón para devolverle el abrazo.
-Bueno, volvamos a casa
-Está bien (Agnes)
Seco las lágrimas de Agnes y regresamos al carruaje.
-Ya sé como llamaré a mi nueva mascota (Agenes)
-¿Cuál será su nombre?
-Leon, porque que causa problemas (Agnes)
-Jaja, me parece un buen nombre
Si no fuera por mi mascarilla, Agnes podría ver mi enorme sonrisa. Aunque, en serio tengo que hacer algo con respecto a que me considera un problemático…
-Llegamos al palacio (cochero)
Estacionamos y nos bajamos.
-¿Todo bien príncipe? (guardias)
-Sí, no hubo problemas…
-Iré a enseñarle su nuevo hogar a Leon (Agnes)
-Adelante
Agnes ingresa al palacio llena de emoción.
Ema, realmente te debo una por lo de hoy
(La anoto a tu cuenta)
Ja, ja… muy graciosa
-¡Agnes! ¡¿Qué es esa cosa y quién te la compró?! (Megara)
Es hora de esconderme…
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