Me convertí en un Príncipe Demonio - 51

-Tenemos que continuar nuestro camino (Runa)

Esta mañana amanecimos temprano para poder llegar lo antes posible a Barracas. Nos queda poco camino por recorrer y no creo que los bandidos nos vuelvan a atacar. Pero, lo que me tiene verdaderamente preocupado es que Padme me ha estado evitado, no parece querer hablar conmigo.

-Isa tú vendrás junto a Eric y a mí (Padme)

Mejor no digo nada, no quiero empeorar las cosas. Después de todo necesito hacer que Padme recapacite para que deje me seguir siendo el maestro de Camila.

-Intenta hablar con ella cuando lleguemos a Barracas (Runa)

-De acuerdo

Supongo que será lo mejor.

-Muy bien, suban a sus carrozas (Runa)

-Enseguida teniente (Eric)

Este tramo del viaje será bastante aburrido estando solo…

(¿A mí no me consideras compañía?)

Tú siempre prefieres mantenerte callada

(Te puedo ayudar a pensar cómo resolver este asunto, de todas formas voy a tener que sufrir tus pensamientos todo el camino)

Si lo que quieres es ayudarme, así no lo estás haciendo…

-Síganme (Runa)

Runa comienza a conducir su carroza y el resto la seguimos.

Supongo que tendré que disculparme con Padme, debí consultarle a ella para ver si estaba de acuerdo con hacer que Isa peleara con el bandido. A pesar que solo quería ayudarla la involucré en una situación peligrosa, sin pensar en que algo podría salir mal, debí considerar mejor las cosas. Además, realmente no soy su maestro y no debí entrometerme en su entrenamiento, esa no es mi responsabilidad.

(Viste, te ayudé a repensar las cosas)

¡¿Qué dices?! Ya ha pasado más de una hora de viaje y permaneciste en silencio todo este tiempo.

(Para que pudieras pensar tranquilo, que mal agradecido)

No puedo contigo…

Necesito llegar a Barracas.

(Algo nos está siguiendo)

¿Un bandido?

(No lo sé, pero se mueve por nuestra derecha)

-¡Eric!

-¿Qué sucede? (Eric)

-¿Puedes dar un vistazo a nuestra derecha y decirme que ves?

-Sin problemas (Eric)

Si de verdad algo nos está siguiendo Eric debería ser capaz de verlo.

-¿Qué ves?

-Solo un ciervo, nada de lo que preocuparse (Eric)

(Que extraño…)

¿Sigues sintiendo la presencia?

(No, se ha ido)

Sea lo que haya sido, parece que por el momento no tiene intenciones hostiles.

[…]

(Perspectiva Padme)

-El príncipe tiene unos sentidos muy agudos, ese ciervo estaba totalmente camuflado en la maleza del bosque, no cualquiera sería capaz de percatarse de su presencia, sin el uso de una skill (Eric)

-Solo nos alarmó sin necesidad

-No puedes seguir enojada con él, solo quería ayudarme (Isabela)

-Esa ayuda pudo costarte la vida

Todavía no puedo creer lo irresponsable que se comportó… “todo bajo control”…  exceso de confianza diría yo.

-Si la teniente me lo hubiera ordenada, podría haber acabado con ese bandido con un solo disparo de mi arco (Eric)

-Eric

-¿Si? (Eric)

-No opines

No estoy de humor, solo quiero terminar con esta misión de una vez por todas. Apenas vuelva a la Capital, lo primero que haré es dirigirme a la academia para pedirle a Matilde que redesigne un nuevo maestro para Camila.

-Escúchame por favor, yo sí tengo derecho a opinar (Isabela)

Aunque mi opinión no cambie, supongo que tengo que escuchar lo que Isabela tenga para decir.

-Suspiro-

-Muy bien ¿Qué es lo que quieres decirme?

-No siempre estarás para protegerme, ni a mí, ni a tu hermana, por lo que ambas necesitamos crecer, volvernos fuertes e independizarnos para convertirnos en grandes guerras. De esta manera, seremos capaces de confrontar el peligro por nosotras mismas. Esto es especialmente complicado para mí, ya que no poseo una skill que pueda utilizar de forma ofensiva. Leonte tuvo una buena idea haciéndome crear la poción de poder invertido para que vierta en mi daga, podría ser mi forma de poder adaptarme al combate (Isabela)

-No digo que haya sido mala idea, solo que fue innecesario hacerte combatir con el bandido

Solo hizo que Isabela estuviera en peligro.

-Solo era un bandido, al cual no le permitió utilizar su skill o tener un arma (Isabela)

-Pero, aun así casi te vence

Debería haber intervenido y terminar con la pelea cuando tuve la oportunidad.

-Exacto, casi me vence, si no soy capaz de derrotar a un bandido desarmando y sin skill… nunca seré capaz de poder pelear y valerme por mi misma (Isabela)

Isa agacha su cabeza y de sus ojos comienzan a brotar algunas lágrimas.

-No quiero ver cómo los demás combaten mientras yo me quedo oculta detrás, quiero poder ayudarlos también, no me gusta ser una carga a la que hay que cuidar (Isabela)

Ahora comienza a llorar por completo.

-¿Una carga? Eres el miembro más importante del equipo, como puedes pensar que te consideramos una carga. Gracias a ti todos nos sentimos con seguridad, ya que si sufrimos de alguna herida tú eres la que puede sanarnos

Abrazo a Isabela.

-Pero no puedo depender de que siempre me estén cuidando… ¿Qué hare si me encuentro sola? No puedo solo huir u ocultarme… (Isabela)

Me enojé con Leonte y me olvidé de lo más importante, mi discípula… vaya maestra resulté ser.

-El príncipe me dio esperanza de poder combatir, pero resultó ser que solo me puse en mayor riesgo… capaz debería resignarme (Isabela)

-¿Resignarte?

Levanto el rostro de Isa para poder mirarla a los ojos.

-Está es recién nuestra primera misión y acabas de ingresar a la Ademia Ceibo, todavía nos queda mucho camino por recorrer. Eres increíblemente talentosa, fuerte y posees un skill que cualquiera envidiaría. Estoy más que segura que podrás conseguir todo lo que te predispongas y espero, de todo corazón, poder ayudarte en ello. Así que, ni se te ocurra resignarte…

Vuelvo a abrazar a Isa.

-Me alegra que seas mi maestra (Isabela)

-Me alegra que seas mi discípula

Me parece que tendré que disculparme con Leonte.

-Que hermoso momento (Eric)

-No interrumpas…

[…]

(Perspectiva Leonte)

-Sean bienvenidos a Barracas, yo soy Arlong el jefe del pueblo (Arlong)

Llegamos a Barracas sin nuevas complicaciones y parece que todos estaban esperando nuestra llegada. Hay muchas personas reunidas en la entrada el pueblo.

-Un gusto en conocerlo Arlong, yo soy la Teniente Runa (Runa)

-Es un placer poder recibirla y permítame ser el primero en agradecerle por traernos los suministros (Arlong)

-Bueno, no lo hice sola (Runa)

Todos bajan de sus Carrazas y las personas enseguida se abalanzan sobre ellos.

-Gracias por su ayuda (demonio a)

-No fue nada (Camila)

-Sí, realmente nos salvaron (demonio b)

-Es bueno poder haber ayudado (Isabela)

-¿Cómo podríamos recompensarlos? (demonio c)

-No hace falta, es parte de mi trabajo (Eric)

-¿Se encontraron con bandidos? (demonio e)

-Sí, pero los derrotamos (Padme)

Me alegra haberme quedado arriba de la carroza, aquí estoy a salvo de la marea de gente.

-Espero que se queden por hoy, realizaremos una celebración en su honor (Arlong)

-Déjame pensarlo… (Runa)

Jaja, hasta Runa está agobiada por la gente.

(Leonte, la presencia)

¿Dónde?

(Detrás de las casa detrás de ti)

Cuando dirijo mi mirada en la dirección que me indica Ema, puedo ver a alguien esconderse. Esta vez no creo que sea un ciervo…

Mientras todos están distraídos, bajo de mi carroza y me dirijo detrás de las casas.

¿Sientes algo?

(No)

Parece que se escapó

Intentaré estar más alerta la próxima vez.

-Leonte

Me doy la vuelta y me encuentro con Padme.

-Vi que te fuiste apresuradamente ¿Sucedió algo? (Padme)

-Solo me pareció ver algo, pero no fue nada, así que no te preocupes

Parece que ya no está enojada conmigo, podría aprovechar para intentar disculparme.

-Perdón

-Perdón (Padme)

¿Se acaba de disculpar conmigo?

-No tienes nada de lo que disculparte, no debí hacer intentar que Isabela pelee con el bandido, fui irresponsable y…

¿Acabo de recibir un beso en mi mejilla?

-No hace falta que te disculpes, parece que fuiste capaz de comprender mejor a Isabela que yo, así que espero que nos sigas ayudando en el futuro. Además, no te preocupes por Camila, quiero que sigas siendo su maestro

Padme me sonríe para después darse la vuelta e irse.

Llevo mi mano a mi mejilla, en verdad no sé lo que acaba de suceder, pero no se siente para nada mal.