Me convertí en un Príncipe Demonio - 6

Desperté y luego de que pasaran varias horas recién empecé a escuchar gritos y un poco de música, por lo que intuí que la ceremonia ya había comenzado. Paso un tiempo más desde que esta inicio hasta que sentí pasos viniendo hacia mi celda.

-Humano, ya es hora (guardia)

Dos guardias me vinieron a buscar. Estaba acostado en la cama, por lo que me levante y los seguí. Estos me llevaron al medio del bosque, donde parecía que se estaba llevando a cabo la ceremonia. Ya era de noche y las antorchas iluminaron nuestro camino, mientras a mi alrededor había cientos de demonios con su mirada fija en mí. Caminamos hasta llegar a la entrada de una cueva y esperando en esta se encontraban la Reina, Viole, el jefe de la tribu y un cuarto demonio, el cual tenía un aspecto similar al de Lamas.

-Señor, hemos traído al humano (guardia)

-Perfecto, justo a tiempo para empezar el sacrificio (Lamas)

Los guardias me dejaron en la entrada de la cueva y luego se retiraron.

-Escucha humano, cuando te diga que ingreses a la cueva solo avanza sin mirar atrás, de lo contario, si te atrevas a intentar volver te cortaré en pedazos ¿Me has entendido? (Lamas)

-Hare lo que usted ordene, sin causarle problemas

-Así me gusta (Lamas)

No me gustaría que me corten en pedazos…

-Mejor dejo de perder tiempo (Lamas)

Lamas se acerca a los demonios que se habían reunido cerca de la entrada de la cueva.

-Querido pueblo, nos encontramos hoy aquí en la entrada del santuario del dios demonio, para venerarlo un año más y rendirle tributo (Lamas)

-gritos de aliento-

-Hoy es un año especial porque la mismísima Reina Evelin Soralla nos honra con su presencia (Lamas)

La Reina se acerca a Lamas para saludar, se ve que es muy querida, los demonios no dejan de ovacionarla.

-Además, la Reina nos ha brindado la ofrenda de esta ocasión, que no es nada más y nada menos que un humano (Lamas)

Lamas me señala y se desata una ola de gritos de agradecimiento hacia la Reina, seguido de insultos para mí.

-Bueno, sin más preámbulos, demos comienzo al sacrificio (Lamas)

Tambores empezaron a sonar.

-Ingresa a la cueva humano (Lamas)

Supongo que es la hora de la verdad… tomo una bocanada de aire, inflo mi pecho y comienzo a caminar dirigiéndome al interior de la cueva.

[…]

-¿Ahora qué es lo que sucederá? (Reina)

-Tenemos que aguardar para saber si el dios demonio está satisfecho (Lamas)

-Y ¿Cómo lo sabremos? (Reina)

-Una vez que la llama oscura consuma a ese humano, la cueva se iluminara (Lamas)

-Estoy expectante (Reina)

[…]

Ingreso a la cueva y después de caminar  hacia delante por un tiempo, la luz de la entrada deja de iluminar el camino. Por lo menos me podrían haber dado una antorcha, ahora me encuentro con mi mano apoyada en una de las paredes de la cueva para evitar perderme. Además, como para mejorar las cosas, ni si quiera sé cómo encontrar al espíritu, sin mencionar que tampoco tengo idea de cómo realizar un contrato con él o si en realidad hay uno…

Después de un tiempo empiezo a ver una luz tenue, parece que me acerco al final de la cueva.

Cuando llego al origen de esta luz veo una especie de llama negra reposando en una piedra.

-Hola, señor espíritu ¿Se encuentra aquí?

Nada me responde.

-Me preguntaba si usted estaría dispuesto a realizar un contrato conmigo

Sigue sin haber respuesta y no sé qué es lo que debería hacer.

De repente empiezo a sentir una extraña sensación, se siente como si esa llama negra me estuviera llamando. No estoy seguro de lo que sucede, mi cuerpo empieza a moverse en contra de mi voluntad queriendo llegar a la llama.

No sé si un espíritu tenga que ver con esto, pero no creo que sea bueno. Estoy cada vez más cerca de la llama y comienzo a extender mi brazo como para intentar tocarla.

-No, no, no

Alcanzo la llama con mis dedos…

-¡¡Aaaaaaaaaaah!!

[…]

(Perspectiva Reina)

Luego de un tiempo se escuchó una especie de ruido adentro de la cueva, como una explosión y se pudieron ver llamas negras saliendo de la cueva.

-Venerada sea la eterna llama (Lamas)

-Venerada sea (el resto de la tribu al unísono)

Lamas no me había dicho nada de llamas saliendo de la  cueva, solo me comentó que la cueva se iluminaría.

-Lamas ¿Esas llamas son normales? (Reina)

-Es la primera vez que sucede esto (hijo de Lamas)

El hijo de Lamas, Arnold, que nos estuvo acompañando en toda la ceremonia, responde antes que su padre. Parece estar un poco inquieto.

-Esto debe ser causado porque hace tiempo que no ofrecíamos a un humano como ofrenda, el dios demonio debe estar absolutamente contento (Lamas)

Algo distinto a lo habitual está sucediendo justo cuando Leonte ingresa a la cueva… no puede ser coincidencia… ya veremos que sucede.

Pasaron alrededor de 10 minutos y las llamas no descendían, torno mi mirada hacia Lamas y ya se le comienza a notar una cara de incertidumbre.

-¿Todavía sigues pensando que esto es normal? (Reina)

-Por supuesto (Lamas)

-Padre deberíamos tener cuidado, no sabemos realmente lo que está sucediendo (Arnold)

-No te preocupes hijo, todo está bajo control (Lamas)

Parece que intenta convencerse a sí mismo que esto no es nada por lo cual preocuparse. Pero las personas del pueblo ya se empiezan estar intranquilas.

-¡Miren lo contento que está nuestro dios! (Lamas)

Lamas se dirige a los habitantes del pueblo para intentar tranquilizarlos.

Pasa un tiempo más y las llamas por fin cesan. Lamas se seca la transpiración de su frente con un pañuelo, supongo que estaba nervioso después de todo.

-¡Nuestro dios ya está satisfecho! (Lamas)

-Booom-

Una segunda explosión, más fuerte que la primera, suena dentro de la cueva y las llamas que emanaban de la cueva se vuelven más intensas.

-¿Qué está sucediendo? (Lamas)

Lamas ya no oculta su preocupación.

-Padre hay que llevar a las personas de vuelta al pueblo, esto puede ser peligroso (Arnold)

-Está bien, tienes razón (Lamas)

Arnold ya no sede ante su padre y decide tomar las riendas.

-¡¡Guardias escolten a todos de vuelta al pueblo!! (Arnold)

Los guardias empiezan a llevar a cabo la orden de Arnold.

-¿Qué es lo que harás tú padre? (Arnold)

-Yo me quedaré a descubrir que es lo que está sucediendo (Lamas)

-Viole y yo te apoyaremos

Yo también quiero saber qué es lo que sucede.

-Gracias por su consideración (Lamas)

-Arnold tú vuelve al pueblo también (Lamas)

-No, yo me quedo con ustedes (Arnold)

En muy poco tiempo los guardias han logrado llevar a todos de vuelta al pueblo. Así que solo quedamos nosotros cuatro, hemos decidido alejarnos varios metros de la cueva como medida de prevención.

-Mi Reina, mire la entrada de la cueva (Viole)

Viole me señala la cueva y de esta empieza a ver una especie de figura envuelta en llamas negras.

-¡¿Qué carajo es eso?! (Arnold)

-El dios demonio (Lamas)

A Lamas se le iluminan los ojos y comienza a acercarse a la figura. Pero no creo que eso sea un dios en absoluto…

-Soy su preciado seguidor (Lamas)

Lamas se sigue acercando. Debería intentar frenarlo, pero estoy absorta observando la increíble aura que posee esta cosa.

-Padre aléjate, no sabemos qué intenciones tiene (Arnold)

Lamas no le hace caso a su hijo y sigue avanzando.

-¡¡Lamas retrocede!! (Viole)

Tampoco le hace caso a Viole y esta vez es la figura llameante la que se acerca a Lamas y levanta uno de sus brazos.

-Querido dios… (Lamas)

¡Siento una intención asesina! ¡Estúpido Lamas!

-¡Cuidado Lamas, está planeando atacarte!

Una enorme llama sale de la palma de esta figura directo a Lamas.

Por suerte Arnold que había decidió ir tras su padre, alcanzo a llegar a él y pudo correrlo, logrando que ambos eviten el ataque.

-Mi Reina esto puede ser peligroso (Viole)

Viole tiene razón, el ataque de esta cosa quemo gran parte del bosque. Si hubiera impactado a Lamas lo habría dejado en un estado crítico.

-¡Tengan cuidado! ¡Parece que va a volver a atacar! (Viole)

La figura esta vez alza ambas manos, parece que todos somos sus objetivos.

-¡Rápido activen su skill para cubrirse!

Todos nos preparamos para el ataque, cuando de pronto la figura cae al suelo.

-¿Qué sucedió? (Arnold)

-No lo sé, pero no se confíen (Viole)

Parece que las llamas empiezan a apagarse, tanto las de su cuerpo, como las del bosque.

-¿Padre te encuentras bien? (Arnold)

-Sí, gracias por salvarme (Lamas)

Precavidamente Viole y yo nos acercamos al cuerpo, cuando estamos a unos pasos lo podemos ver claramente.

-Leonte…