Me convertí en un Príncipe Demonio - 73
-Por favor tienes ayudarme a decidir dónde ir o qué hacer
-¿Por qué lo haría? (Tania)
-¿Acaso quieres que tu mejor amiga pase un mal día?
Estoy tratando de que Tania me de algunos consejos de qué hacer con Padme. Saldremos hoy, pero no sabemos lo que haremos, por lo que me serviría que me den algunas ideas.
-Suspiro- (Tania)
-No me dejaras de molestar hasta que te ayude ¿Verdad? (Tania)
-Parece que cada día no conocemos más
-Está bien, pero a cambio espero que mi deuda contigo por no haberte traído nada de mi misión esté saldada (Tania)
-Tenlo por hecho
De todas formas no pensaba reclamarle nada…
-Lo que te recomendaría primero, es tratar de ir a algún lugar con poca gente, en la capital todos te conocen, sería muy incómodo estar en una cita mientras todos murmurar alrededor de ustedes (Tania)
-Puede ponerme la capucha para intentar que no me reconozcan
-¿Te parece buena idea mantenerte oculto? (Tania)
-…retiro lo dicho…
Tener que estar ocultándome de todos arruinaría la cita totalmente, además no quiero que Padme piense que me avergüenza estar con ella.
-Entonces ¿Dónde dices que vayamos?
-La verdad no estoy segura, pero lo que recomendaría es que le compres un ramo de orquídeas celestes, son su flor favorita (Tania)
-Antes de pasarla a buscar las voy a comprar
Espero sorprenderla.
-¿Qué sucede aquí? (Reina)
-Solo estamos conversando (Tania)
-Eso es lo extraño, lo usual es que estén discutiendo (Megara)
Mientras estaba en la sala de estar con Tania, mi madre, Megara y Agnes se aparecen.
-¿Le estás pidiendo consejos a Tania para tu cita? (Agnes)
-¿Qué cita? (Reina)
Mi madre se ve sorprendida, tanto como yo.
-¿Cómo sabes de mi cita?
-Somos hermanas ¿Crees que no nos contamos las cosas? (Megara)
Así que Tania les dijo…
-Repito ¿Qué cita? (Reina)
-Hoy saldré con Padme
-¿En serio? (Reina)
-¿Por qué todos se impactan al saber de esto? ¿Tan poco atractivo me consideran?
-…bueno (Megara)
-Mejor no contesten
Prefiero mantener mi orgullo en una pieza.
-Creo que eres lindo a tu manera (Agnes)
-¿Padme te vio sin tu mascarilla? (Reina)
-Sí lo hizo (Tania)
-Dije que no contesten
Cuanto amor familiar…
-Yo todavía no he visto tu rostro, no creo que sea justo… ¿Cómo es que Tania ya lo vio? Siempre se están peleando (Agnes)
-Tengo que admitir que a mí también me da curiosidad, aunque Tania me lo describió me es difícil de imaginar (Megara)
-Creo que están interrumpiendo una conversación importante
-Por favor (Agnes)
(Ya sabes que es inevitable, solo hazlo de una vez)
Siempre tan comprensiva…
-De acuerdo, pero espero que después me ayuden a decidir dónde ir con Padme
Veamos cómo reaccionan mis hermanas.
-Es peculiar (Megara)
-¿Qué quieres decir con eso?
-Que no sé cómo Padme accedió a Salir contigo (Megara)
-En realidad, esperaba que dijera algo así…
-Para mí es super cool (Agnes)
-¿Mi cara es cool?
-Así es, no creo que nadie tenga tú mismo rostro (Agnes)
-A no ser que tenga un gemelo, no hay nadie que posea el mismo rostro… (Tania)
-Risas-
No debería estar muy contento por esta reacción, pero ya las considero mis hermanas y siento que cada una, a su manera, me brinda su afecto.
-Ya se divirtiendo ¿Ahora me van a ayudar?
-¿No sabes dónde llevarla? (Reina)
-Así es, no tengo idea de a dónde ir
-Creo que tengo el lugar perfecto… (Reina)
[…]
(Perspectiva Padme Callen)
-¿Lista para irnos? (Leonte)
-Totalmente, estuve esperando este momento
Desde que Leonte me invitó a salir estuve sumamente ansiosa, esta es nuestra segunda cita.
-Me gustaría obsequiarte esto (Leonte)
Leonte me entrega un ramo de hermosas orquídeas celeste.
-Son realmente bellas, pero soy alérgica, así que es mejor que no las tenga muy cerca
-No puede ser… (Leonte)
Leonte vuelve a agarrar el ramo.
-¿Le pediste a Tania consejo?
-Sí… que agradable hermana que tengo… ya me las va a pagar (Leonte)
-Jajaja
Se nota cuánto se quieren.
-Será mejor que me deshaga de las flores antes de que termines como Arnold (Leonte)
-Por favor, lo evitemos a toda costa
Leonte vuelve cenizas las flores, esto no debería verse bien, pero en realidad sus llamas son increíblemente cautivadoras.
-Ahora sí podemos irnos (Leonte)
Leonte me ayuda a subir al carrueje, parece que tiene intenciones de ser el cochero.
-Perdón, pero me adelanté y decidí el lugar a dónde iremos
-Y ¿Dónde es?
-Será una sorpresa (Leonte)
-Esto le agrega emoción a todo
-Ciertamente, ya quiero ver el lugar (Leonte)
-¿Acaso no sabes dónde es que vamos?
-Eeeeh… ¿Sí?… (Leonte)
-Jajaja
Parece que ha pedido más de un consejo, supongo que está interesado en que las cosas salgan bien.
-Solo espero no perderme (Leonte)
-Mientras estemos los dos, no me importa a dónde vayamos
Apoyo mi cabeza en el hombro de Leonte, mientras él conduce.
-Me da gusto escucharlo, pero en serio no quiero perderme (Leonte)
-Jaja
Leonte llevó el carruaje hasta lo alto de una de las montañas a las afuera de la ciudad, nunca estuve en esta zona.
-Ya puedo quitarme la mascarilla sin problema (Leonte)
-Me alegra que lo hagas
-¿Por qué lo dices? (Leonte)
-Porque ya había pasado un tiempo desde que vi tu rostro
Es demasiado fácil hacer que se avergüence.
-Será mejor que continuemos (Leonte)
Leonte baja una canasta del carruaje y me toma de la mano, lo cual no me esperaba.
-No te creas que eres la única que puede hacer sonrojar al otro (Leonte)
Estoy segura que en este momento tengo toda la cara roja.
-Debería ser por aquí… (Leonte)
-¿Nos perdimos?
-Yo te advertí que podía suceder (Leonte)
-Si me dices dónde es que quieres llegar, te podría ayudar
-Tengo que buscar unos arbustos rojos… (Leonte)
-¿Cómo esos?
Señalo unos arbustos.
-…Supongo que me distraje viéndote a ti y no me percaté de los arbustos (Leonte)
-…bien enmendado
-Gracias, jaja (Leonte)
Nos adentramos por los arbustos.
-Espero que todo esto valga la pena, porque si no tendré que hacer muchas quejas a mis consejeras (Leonte)
Caminamos un poco más y… definitivamente llegamos al lugar.
-No creo que debas hacer ninguna queja
-Yo tampoco lo creo, esto es precioso (Leonte)
Llegamos a un risco en el cual se encuentra un solo árbol de flores violetas, nunca vi un árbol tan precioso. Pero no es solo eso, sino que viene acompañado de la unas vistas increíbles hacia la capital.
-Esto me está haciendo dudar de que Roble sea la ciudad más bella de todo el Reino
-A mí me gustaría saber ¿cómo es que mi madre conoce este lugar? (Reina)
Así que fue la Reina quién le recomendó venir aquí, debo admitir que realmente fue una buena elección.
-No pensé que tardaríamos tanto en llegar, así que es mejor que haga los preparativos
Leonte estira un mantel y sirve un poco de comida.
-Quiero advertir que las galletas las hizo Tania junto a Agnes, no yo… (Leonte)
-Eso me dejaría más tranquila, sino fuera porque Tania también te recomendó darme las orquídeas
-¿Crees que envenenó la comida? (Leonte)
-Espero que no
-Risas-
Luego de tener que dejar al azar quién probaría las galletas, terminé por comer una y por suerte resultaron ser mortalmente deliciosas.
-Todavía sigo sin creer lo excelente cocinera que es Tania (Leonte)
-Opino igual
En verdad tiene mucho talento.
-¿Estás preocupado por Camila?… Sé que no es lo que debería preguntar ahora, pero es algo que no puedo sacarme de la cabeza
-Entiendo, que se enfrenten a una posible expulsión a manos de nosotros es algo que nos tiene inquietos a todos (Leonte)
-En serio que sí, no quiero perderlos
-Debemos confiar en ellos, tienen un gran talento y como sus maestros deberíamos esperar que nos puedan superar (Leonte)
-Supongo que sí, aunque no esperaba que nos tuvieran que superar tan rápidamente
Creo que no debí hablar de esto, ambos nos decaímos bastante.
-Está comenzado
Leonte señala para adelante y puedo apreciar un maravilloso ocaso.
-Esto es magnífico
-Creo que lo puedo volver más bello (Leonte)
Loente se levanta y le da un golpe al árbol, lo que causa que se agite, provocando que las flores se caigan.
-¿Me acompañas?
Leonte me extiende la mano y me ayuda a levantar.
-Me siento mal por estar disfrutando tanto de este momento, mientras nuestros discípulos entrenan para definir su futuro, pero estando contigo es inevitable
Me mira a los ojos.
-Yo también me siento mal, pero la competencia puede esperar…
-Jaja
Ambos acercamos lentamente nuestros rostros hasta que termino sintiendo como mis labios abrazan a los suyos. Toda preocupación se va con esta sensación…
Comments for chapter "73"
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