Mi nueva vida - 15

El sol comenzaba a salir del lado este, las aves comenzaban a cantar, mientras que los demás animales, salían de su escondite en busca de alimento. Por otro lado, los soldados se dispersaban, ya que el 5to príncipe había sido encontrado.

Uno de los caballeros, fue enviado a que avisara a la 4ta reina, que su hijo fue encontrado, sano y salvo. El 5to príncipe fue llevado a una de las carpas improvisadas en el jardín, allí, lo limpiaron y cambiaron, para que este pudiese descansar. En cuanto a Graciella…

_ Graciella… _ Decía la madre, preocupada por su hija, le pasa su mano en la cabeza. _ ¿Porque siempre te metes en problemas? _ mientras acomodaba el cabello de su hija, dio un largo suspiro.

_ Umm… ¿Mama? _ Dice Graciella medio dormida; al cerciorarse de que era su madre, inmediatamente se abalanza hacia ella y le da un fuerte abrazo. _ ¡Mama!, ¡Mama! _ repetía una y otra vez.

El padre de Graciella, entra en la carpa que les había facilitado el superior de Jhon.

_ ¿Graciella?, Hija… ¿Estas bien? _ se acerca precipitadamente a su esposa e hija, en esto, les da un abrazo. _Hija… ten más cuidado la próxima vez. _Tratando de retener las lágrimas, las abrazo más fuerte y les beso la frente.

Graciella, estaba muy feliz, podía ver y palpar la calidez de su adorada familia. Sonriendo como una niña, quien espera los regalos de navidad. Siguió aferrándose a su madre, escondiendo su rostro en el pecho de su madre.

_ 5to Príncipe, saludos su alteza _ uno de los soldados entro en la carpa destinada al príncipe, haciendo una reverencia, dice lo siguiente: _ La 4ta reina, lo espera en la carpa del vice capitán, por favor, acompáñeme.

La cara del 5to príncipe no era buena, en el sentido de que estaba molesto por el repentino comportamiento de su madre. Decide salir e ir a con el caballero, en el camino, ve la carpa donde estaba Graciella; pudo observar como los padres de su mucama, la abrazaban con todo su amor. Al ver que la persona que lo había salvado estaba bien, siguió su camino.

Al llegar, la reina se acerca a su hijo con esmero. Lo mira de arriba hacia abajo, toca la cara de su hijo y le da un fuerte abrazo; les hace señas a los guardias, para que salgan de la carpa.

_ Quisiera saber… ¿Qué clase de príncipe, se comporta como un niño y hace ese tipo de rabietas? _ La 4ta reina miraba al 5to príncipe de forma fría.

El silencio reinaba en aquella carpa, la reina se enfureció de tal forma que golpeo al 5to príncipe. Una vez más el silencio se concentraba en aquel espacio, una y otra vez, se escuchaban las cachetadas. Pero, el 5to príncipe… no dijo ni una palabra, la reina lo observo; para así marcharse, pero, antes de eso, le dijo unas palabras.

_ Ya sabes lo que podría pasar si vuelves a hacer lo mismo, ¿No es así, querido hijo? _ con una sonrisa maquiavélica, se retiró a sus aposentos.

El príncipe con un sentimiento de impotencia… cabizbajo y temblando de ira, camino hacia la mesa más cercana y recostó su cabeza en ella.

_ Estoy cansado de esto… _ En un arranque de ira, comenzó a lanzar objetos de aquella mesa. Gritaba y observaba como caían y se rompían. Su respiración se agitaba, su corazón aceleraba; cuando se disponía a lanzar otro objeto, uno de los guardias sostuvo su mano.

_ ¡Su alteza! ¿Qué está haciendo?, si sigue haciendo esto… solo se lastimara, ¿Lo entiende? _ En esta ocasión el caballero, bajo la mano del 5to príncipe, también desprendió el objeto que iba a ser lanzado.

_ Jhon… ¿Qué haces aquí? _ susurro el 5to príncipe _ ¿Acaso, la 4ta reina…? _ alzo la vista hacia Jhon, sus ojos… verde turquesa, se volvieron un turquesa más profundo, sus mejillas enrojecidas y sus pupilas dilatadas por contener las lágrimas.

_ Su alteza… el Rey me envió personalmente para ser su nuevo escolta. Ahora es mejor que descanse en su alcoba, su alteza; permítame llevarlo. _ le tiende la mano al 5to príncipe.

Secando sus lágrimas, accede a ser llevado, por su nuevo escolta.

*** ***

En los aposentos de la servidumbre, muchas de las mucamas eran interrogadas.

_ ¿Está segura de eso señora? _ preguntaba uno de los guardias a cargo de la entrada.

_ S-se lo aseguro, n-no vi absolutamente nada _ respondió con voz temblorosa, una de las mucamas.

_ ¿Estas son todas? _ pregunto un superior

_ Sí señor, son todas

_ De acuerdo, que se vistan, ya es hora de empezar a hacer sus labores. _ Termino de decir la frase y se marchó.

Una de las mucamas más preocupadas era la señora Carmelia.

(_ Gina… ¿Dónde estás?, por gracia de los espíritus, estos guardias son tontos.) _ Pensó para sí misma _ Zofia, Eloise.

_ Si, madre. _ dijeron al mismo tiempo

Las 3 volvieron a sus aposentos y comenzaron a prepararse para el trabajo.

***

_ Mamá, me alegra tanto volver a verte. _ Vociferaba con una gran sonrisa

_ Hija mía… nos vimos antes de ir a dormir, ¿Cómo puedes alegar eso, si no ha sido tanto tiempo? _ Dijo, mientras miraba el rostro de la niña.

Entonces, Graciella se da cuenta de que metió la pata.

_ E-es… madre, pensé que iba a morir en aquel laberinto. Tenía mucho miedo y frío, pensé que no los vería de nuevo. _ Unas lágrimas salían de sus ojos azules, recorriendo sus mejillas morenas.

Gina, abrazó fuertemente a su hija. _ Shhh… ya paso, tranquila… mamá está contigo, ¿De acuerdo?, no estás sola. _ Besaba y acariciaba la cabeza de su hija, sin embargo; Gina no era ingenua, sabía que algo no estaba bien. (_ Mi bebé… no sé qué te pasa, siempre estás callada y distante. Y ahora te comportas como una niña de 10 años. ¿Cómo puedo averiguar qué cambio?)

_ Gina, hay que llevarla, para que se cambie de ropa y descanse. Escuche que el 5to príncipe le dio el resto del día, así podrá descansar. _ Dice con un ánimo entusiasta _ Sube a mi espalda cariño, papá te llevará _ Luego de decirle eso a su hija, se pone de cuclillas.

Graciella, trata de levantarse, todavía estaba algo débil, ya que usó demasiada energía para sanar al 5to príncipe.

_ Hija espera, déjame ayudarte _ Gina toma a Graciella por la cintura, ayudándola a levantarse y así no pierda el equilibrio.

Graciella logra ponerse en pie, acercándose a la gran espalda de su padre. Este sujeta sus delgados brazos mientras su hija subía hasta quedar sentada en el cuello de su padre. Ya en posición, Matthew se incorpora.

_ ¡Ahh! P-padre… JaJaJaJa _ Un poco sorprendida, se aferra a la cabeza de su padre.

*** ***

Al llegar a los aposentos de Graciella, se encuentran con unas mucamas muy preocupadas.

_ ¿Está bien señorita? _ Preguntaban algunas un poco alteradas e inquietas.

Sin embargo, las más preocupadas eran las gemelas, Zofia y Eloise. Quienes corrían a toda prisa por el pasillo.

_ ¡¡Graciella!! _ Gritaron al mismo tiempo.

Al llegar, abrazaron a Graciella. Esta se sorprende por la repentina acción de las gemelas, pero corresponde el abrazo.

_ Estoy bien, tranquilas. _ las abraza un rato más, para que dejen de llorar.

Cuando estas se calman, se disponen a entrar en la habitación de Graciella. Ya dentro de la misma, Zofia mira a Graciella de manera sospechosa.

_ ¿Quién eres tú? Y ¿Dónde está Graciella? _ Con su rostro ensombrecido, pero lleno de lágrimas. Levanta su cabeza y se abalanza sobre ella.

 _ ¡Responde! ¿Dónde está mi amiga?_ Con las manos en la ropa de Graciella, apretando la parte del cuello de su camisón.

_ Pero… ¿Qué dices Zofia? Soy yo, soy Graciella _ Le responde con algo de nerviosismo, sus manos empezaron a sudar, su respiración era un poco más complicada. Solo con una cosa en mente (No deben descubrirlo).

Eloise, quien se quedó viendo la escena, estaba petrificada, no creía lo que decía su hermana.

_ Zofia… ya basta… _ con la cabeza cabizbaja y puños apretados. _ ¡DEJALA! ¿Cómo puedes decir eso?, ella… casi muere allí afuera. Se supone que tú eres la más madura de las dos, ¡Reacciona!

Cuando vio que había hecho, soltó el cuello de Graciella. Luego cae al suelo.

_ Yo… lo siento… es… tu aura cambio, ¿Quién eres? _ La mira desde el suelo, entre lágrimas, con sus mejillas rosas humedecidas y ojos dilatados como el color carmesí.

_ ¡Zofia, ya basta!

Eloise llena de rabia iba a enfrentar a su hermana, pero Graciella la detuvo.

_ Lo que dice Zofia… es cierto, la Graciella que conocieron durante todo este tiempo… no era yo. _ Miraba hacia otro lado, no quería ver sus expresiones. _ En verdad… lo lamento

Las gemelas, no podían creerlo, Eloise quien trataba de reprocharle a su hermana, también cayó en el suelo.

_ No puede ser… No… _ Eloise estaba en un estado de negación, mientras que la otra gemela, la abrazaba.