Mi nueva vida - 20

Sentado en dicha cama con sus ojos clavados en esa persona que le causaba miedo y odio al mismo tiempo, apretando las sabanas a su alrededor, respirando forzosamente, sin quitar su vista de ese hombre.

_ Oh… ¿Así saludas a tu tío? _ comento sonriendo _ ¿No crees que eso es algo descortés? _ recalcó

Hikari sentía una furia incontrolable, seguida de un miedo descomunal que le erizaba la piel, todas estas sensaciones venían acompañadas de una mirada atroz, dirigida específicamente a su tío.

Graciella estaba en aquel baúl conteniendo la respiración, usando su mano, pero, aun así, se le hacía difícil. Además de escuchar la conversación, también sentía tensión en la habitación, una mezcla de emociones negativas y malignas.

_ Descuida, mi querido sobrino, no vine a lastimarte, solo quería saber cómo te encontrabas antes de partir a mi territorio. comentó

A pesar de haber escuchado eso, el 5to príncipe no dijo absolutamente nada, su boca no podía pronunciar una simple sílaba, algo frustrado y preocupado por Graciella, con la cabeza baja, ya que si su tío se daba cuenta de su presencia podría hacerle daño.

_ Por lo que veo estas bien, me retirare. Ah, por cierto tienes una buena mucama a tu servicio, me entere que se interpuso para que no te mataran. Sería terrible si le pasara algo malo, ¿No crees?_ comento con un tono burlesco y amenazante.

Luego de decir todo esto, sale de la habitación con una sonrisa, para luego seguir su rumbo mientras tarareaba una melodía.

*** ***

Mientras tanto en »Orquideonix» (territorio del tiempo)

_ Matthew, tengo la sensación, que posiblemente le haya pasado algo a nuestra hija _ comenta Gina preocupada

_ Tal vez puede ser otra cosa amor, nuestra hija seguro está bien, sana y salva _ afirmó Matthew para calmar a su esposa

A lo lejos se escucha la voz del asistente del rey, quien tenía en sus manos una carta, proveniente del territorio »Clovelgold»:

_ Señora Gina… uhg… esta carta es para usted _ comenta Eric, algo cansado por correr

Gina se sorprende al ver dicha carta, luego mira a su esposo, el cual está sorprendido al igual que ella.

Toma la carta, la abre lentamente y empieza la lectura:

_ Tuvimos un »pequeño» accidente en el cual uno de nuestros príncipes Hikari Ragnov Crow fue herido, al igual que su mucama Graciella Stirp, quien se interpuso arriesgando su vida valientemente. Ambos pacientes están estables y descansando, no hay nada por lo cual debían preocuparse.

Atte. Jhon Stirp

Al terminar de leer Gina, quien trataba de mantenerse de pie, cae desmayada entre los brazos de su esposo, quien evita que termine por tocar el suelo. Matthew observa a Eric, este le devuelve la mirada, pero, esta mirada era una tranquilizadora.

Eric se despide de Matthew, para avisar de la noticia a su esposa, la señora Carmelia. Mientras tanto Matthew carga a su esposa estilo princesa, llevándola a su habitación para que descanse.

Por el camino frunce el ceño, mientras piensa en cuál pudo ser ese dicho accidente y que pudo  ocasionarlo.

***

En otra parte del castillo, Eric hablaba con su esposa y le explicaba lo ocurrido. Carmelia escuchaba el relato con atención y de vez en cuando interrumpía ocasionalmente con alguna pregunta.

_ Y eso, fue lo que sucedió _ comentó al terminar

_ ¿No sabes más detalles sobre la trampa?

_ Carmelia… cariño si no te conociera pensaría que no estas tramando hacer alguna locura, debes escucharme esta vez, no vuelvas a interferir en la vida de tu… _ antes de terminar, es llamado por el comunicador de energía espiritual.

Al final no termina su advertencia y sale apurado de aquella sala de estar, por otro lado Carmelia estaba furiosa, porque quería saber quién era el o la culpable de esta trampa y no se daría por vencida hasta hallar al malhechor, y hacerle pagar.

**

En el jardín de la 4ta reina apodado: »el jardín de espinas», se encontraba su propietaria, veía maravillada las rosas rebosantes de vitalidad, su felicidad era tan grande que empezó a tararear una melodía alegre. En esto llega un mensajero del territorio ‘Clovelgold’, donde se le informaba que su hijo había usado su poder de manera imprudente, llegando a asesinar a un bandido. Aunque lamentablemente terminó inconsciente, perdiendo gran parte de su energía espiritual

Iboneth, dejo caer la taza de té que le había traído Hiyori, en un segundo se levantó del mueble y se dirigió sus pasos hacia el despacho del rey. Al llegar los guardias le abren las puertas, su nerviosismo era notorio algo estaba ocultando, o eso pensó Eric el asistente del rey Phineas.

_ ¡Quiero ir a ver a mi hijo! _ exigió

_ Eso no será posible querida Iboneth _ comento Eric, mientras se acercaba

_ ¿Cómo qué no?, ¿Quién te crees para hablarme así?

Eric guardó silencio, se notaba la tensión entre ambos, sus ojos lanzaban chispas de odio y desprecio. Eric sabía que no era una buena reina, sus acciones a espaldas del rey le delataban, solo era cuestión de tiempo para que llegara a los oídos del rey; sin embargo, alguien siempre cubría las huellas de Iboneth, por esa razón siempre se salía con la suya.

El rey terminó de colocar unos documentos, luego se levantó de su asiento, lo acomodo, para ir al balcón y ver el jardín marchito de su primer amor, la 1ra reina: »Celeste Ragnov Crow».

_ No es necesario, nuestros hijos están a salvo, el doctor me comento por el comunicador espiritual que ya despertó y que alguien se está haciendo cargo de él. _ comento

La 4at reina tuvo que guardar silencio

_ Me disculpo mi rey, ya estoy mas tranquila

Como perro con su rabo entre las patas, salió del despacho del rey pensando con desesperación:

(Maldito Eric… cuando tenga este reino, mataré hasta el último de tus descendientes, lo juro por mi vida.)

****

De vuelta en Clovelgold, Graciella sale de su escondite y observa el rostro de Hikari. Su tez se tornó pálida, sus labios por igual se volvieron pálidos, en sus ojos se podía ver el vacío de un alma en pena. Graciella conocía esa mirada, la vio e incluso la tuvo muchas veces a lo largo de su antigua vida.

Hikari seguía mirando el armario fijamente, no recordó que Graciella estaba allí, hasta que la misma le llamo, una y otra vez, pero, aun así todo eso fue inútil.

Hikari estaba en un trance del cual no podía salir a menos que su madre le despertara con su poder, sin ella Hikari estaría perdido.

**

Hace 5 años atrás…

Hikari era un chico que se enfermaba mucho, su condición no le impedía hacer lo que él quisiera, siempre y cuando tuviera un escolta, pero un día… solo empeoro, la reina en un acto desesperado decide llevarlo al territorio ‘Vangarden’, el nuevo jefe del lugar, era su hermano años menor, quien a pesar de su corta edad era un médico y un científico excelente. Sometió a Hikari a todo tipo de pruebas, incluyendo drogas alucinógenas, para determinar que le pasaba. Al final lo aislaron de los demás niños que se encontraban allí, la razón de su condición era culpa de su propio poder.

 Un día, llego una aprendiz y su nombre era Éster, ya que era huérfana vivía en la torre. Ella era la encargada de alimentar al 5to príncipe, le llevaba el almuerzo todos los días.

_ Señorito Hikari, aquí está su almuerzo _ comento

_ …

Hikari no dijo ni una palabra, tampoco recibió su almuerzo y mucho menos hizo algún gesto de agradecimiento, acto que le resultó bastante grosero a Ester y por ello alzo la voz:

_ ¡Oye!, ¿Acaso eres mudo?, tengo una semana trayendo tu comida, al menos deberías agradecer como una persona educada. ¿O es que no te enseñaron eso en la capital? _ comentó con ironía

Hikari volteo a ver a esa niña que le resultaba molesta, la miro a los ojos con sus ojos color verde, quien lo viera diría que parecía un animal con visión nocturna. Esto hizo que Ester sintiera algo de miedo, sin embargo, no desvió la vista, ambos se miraron fijamente y luego de unos minutos, Hikari la ignoró y siguió observando la oscuridad de aquel lugar.

_ Gracias… _ susurro

Éster, no estaba del todo complacida, pero pensaba que eso al menos era un avance. Aun así, seguía preguntándose cuál era la razón por la cual mantenían a alguien de su clase en una celda mágica.

Unos días después, Hikari se había ablandado, es decir que era más dócil y conversador que antes, gracias a Ester quien le enseñó a ser un poco más abierto a los demás. Tanto así, que le permitieron dar paseos por el jardín.

Su tío, quien estaba al pendiente de su progreso, pensó en hacerle una especie de prueba a su sobrino. Para ver, que sería capaz de hacer en una situación verdaderamente compleja, en la cual podría perder su vida.

Esa misma noche, el Dr. Mustafá, convocó a Ester, le explico lo que debía hacer y que por supuesto, al final todo saldría bien y nadie resultaría herido.

***

En la mañana, Hikari quien tenía alrededor de 7 años había asesinado a su mejor amiga, por la supuesta »prueba» de su tío.

Ester le susurro algo antes de morir:

_ No confíes en nadie…

Hikari solo podía llorar, estaba devastado, su mejor amiga murió por sus propias manos, sus actos no tenían perdón y tampoco podía pedírselo a ella era demasiado tarde… ya estaba muerta.

Todos en la torre se enteraron de lo ocurrido, de igual manera la voz fue esparcida como las cenizas en el aire, todo el mundo lo comentaba. El 5to príncipe era un asesino a sangre fría, todos le temían.

Su tío simplemente sonreía, pensaba que había creado a un monstruo del cual tenía a su disposición. Hasta que…

_ ¡Dr. Mustafá!, el rey está aquí, tiene que irse ahora. Nadie abrirá la boca, usted nunca estuvo enterado. _ aviso y comentó uno de los magos

El Dr. Mustafá estaba paralizado, tenía una carta de su hermana en donde le pedía: que no se dejara atrapar por el rey, porque podría morir.

_ ¿Qué hay de ustedes? _ pregunto

_ Mi señor, ya somos unos ancianos viejos y decrépitos, no tenemos su juventud o su astucia, mucho menos su maravilloso intelecto. Usted es mucho más valioso y debe sobrevivir a toda costa, nosotros lucharemos para que usted salga de aquí. 

El Dr. Mustafá se despidió de aquel anciano y se marchó, por unos túneles que había debajo de su torre.

**

_ ¡Busquen por todas partes!, el 5to príncipe debe estar por alguna parte. _ gritó el capitán Steve

Buscaron en varios lugares de la torre sacaron a algunos niños que estaban allí, pero no lo encontraban. Incluso en el sótano de esta, pero estaba vacío, el único y último lugar por revisar, era el ático.

Y allí estaba Hikari, habían transcurrido dos años después del suceso. Sus huesos eran notables, sus cuencas estaban negras, al parecer no dormía y tampoco se alimentaba debidamente.

Los caballeros rompieron la celda mágica extrayendo a Hikari, quien luego de caminar varios pasos, terminó por desmayarse.

Su padre el mismísimo rey e Iboneth la 4ta reina, esperaban fuera de la torre. Una hora después el capitán Steve, salió con Hikari en brazos.

*** ***

En la actualidad, Hikari estaba reviviendo el mismo trauma y Graciella le observaba, un poco de desesperación se notaba en su cara. No sabía qué hacer, no tenía idea del porqué estaba así de mal.

_ Graciella, debes ayudarlo _ le comento Nesh

_ ¿Qué?, ¿Eso es posible?

_ Sí, pero debes concentrarte y canalizar tus emociones, recuerda lo que aprendiste en el santuario.

_ L-lo intentare, no. ¡LO HARÉ!

Graciella, canalizaba su energía, está fluía a través de sus venas, se conectaba con la sangre y era expulsada como un roció matinal de color celeste. Mientras ella hacía uso de su poder espiritual, Hikari comenzaba a tranquilizarse, su piel volvía a su estado natural, al igual que el color de sus ojos y finalmente salió de su trance.

_ Tu…

_ Gracias a Dios… despertaste. _ decía mientras lloraba

Gracias a sus poderes Hikari pudo recuperarse, sin embargo al utilizar sus poderes quedó exhausta y terminó desmayándose encima del colchón.

_ G-Graciella… _ susurra con sorpresa el príncipe Hikari

Su interior era un mar de emociones mezcladas, aunque su odio y miedo no se habían ido del todo, su alma sentía paz. Eso era algo nuevo para él, fue la primera vez en mucho tiempo que se sintió de esa forma, como forma de agradecerle a Graciella, acarició suavemente su cabeza luego se levantó, la cargo y colocó en la cama.

_ Hermano, ¿Ya te despertaste…?

Yagiz había entrado a la habitación donde estaba Hikari, sorprendido al ver a la mucama personal de su hermano menor en la cama. Cambiando su expresión se acercó a su hermano y dijo:

_ Te me adelantaste hermanito, ¿Quién lo diría? _  soltó sonriendo con picardía

Hikari voltea y observa a su hermano, sus ojos se llenaron de fuego. Ya que las especulaciones de su hermano mayor estaban fuera de lugar. Yagiz al ver el rostro de su hermano arder de vergüenza e ira, no dijo una palabra más y se marchó dando pasos hacia atrás.