Mi nueva vida - 0

Marginada social, es un término que muchas personas usan para describir a paracitos de la sociedad o personas con casos especiales…

¿Qué porque digo esto?… bueno soy una de ellas.

Mi desgracia comienza cuando tenía 10 años, mi madre (si se le puede llamar a eso una «madre») tenía un trabajo muy peculiar; ella vendía su cuerpo a cualquier idiota que le diera dinero para drogarse.

Tenía un padrastro, el cual era un proxeneta. Yo solo era la ayudante iba a comprarles comida a las bodegas y mercados.

Pero un día cuando cumplí los 12 mi madre me dijo que era tiempo de entrar en el negocio más viejo y famoso del mundo. El cuál era el tráfico y venta de menores, hubiera preferido morir en vez de ir a ese lugar asqueroso.

Después de sufrir innumerables abusos y maltratos, cuando cumplí los 16 años me echaron como un perro que no servía para nada. Nunca asistí a una escuela, por lo que la única opción que tenía para sobrevivir era

conseguir un trabajo, pero fue bastante difícil nadie acepta a una persona sin un título. Lo único que conseguí fue un trabajo limpiando baños en un supermercado y pude costearme un pequeño departamento y aunque dormía en el suelo no me molestaba; supuse que al empezar desde cero podría superar todo lo que me paso.

Paso un mes y fui a recoger mi primer cheque, estaba muy feliz. Pero las cosas buenas nunca duran mucho, cuando me di cuenta estaba corriendo por mi vida; unos hombres me perseguían, ellos eran los pandilleros de la zona e iban tras mi dinero.

Ya era tarde había caído en el suelo de un callejón sin salida, gritaba, pero era en vano; entonces supe que nadie iba me iba a ayudar.

El dinero que había ganado honestamente me sería arrebatado.

Empecé a pelear y forcejear con todas mis fuerzas, sin embargo, ya no me quedaban fuerzas; estaba agotada, ellos eran 3 contra una mujer.

Al final se escuchó un disparo, sentí algo caliente que salía de mi pecho y entonces caí en el duro y frío suelo una vez más, estaba muriendo… me ahogaba con mi propia sangre y los delincuentes se marchaban con mi dinero.

Con mi último aliento vi pasar una estrella fugaz…. y pedí un deseo: «Ojalá mi vida hubiese sido diferente, tal vez sería más feliz».