Mi Reino Fue Transportado A Otro Mundo - Capitulo 46
Después de la batalla, Faulus dio la orden a todas las bestias de recoger los cuerpos de las bestias y humanos muertos. Los cuerpos humanos fueron entregados a Antoni quien estaba totalmente desorientado por lo que estaba presenciando, no podía creer lo que había visto con sus ojos, es decir, todos los monstruos agarrando los cuerpos humanos para llevarlos hacia las muchas carretas con caballos que habían. Faulus había hecho esto en honor a los muertos ya que él sabía que los cuerpos de esos valientes soldados tenían que ser entregados a sus familias.
Faulus se encontraba desde arriba de una pequeña subida de tierra viendo como las bestias y los humanos convivían para ayudar a los heridos y poder recuperar los cuerpos de los muertos.
—Al fin terminamos con esto —Dijo Faulus mientras estiraba sus brazos hacia arriba
—Vaya que todos se llevan demasiado bien. Todos podríamos convivir, pero debido a las tontas leyes de sus países que van en nuestra contra no podemos convivir con algunos humanos —Había dicho Blaz mientras se le acercaba desde atrás a Faulus.
—Puede que nuestro rey se encargue de eso —Dijo Faulus en voz baja mientras se iba de encima del pequeño levantamiento de tierra.
— ¿Qué dijiste? —Pregunta con intriga porque Blaz no había escuchado bien lo que había dicho Faulus.
—No es nada. No te preocupes por lo que dije.
— Por cierto ¿Hacia dónde te diriges Faulus?
—Voy a despedirme de los humanos.
—Sí que trata muy bien a los humanos —Dijo Blaz mientras miraba hacia el gran barco que se encontraba quieto en el cielo.
XXX
Faulus se encontraba de camino hacia la entrada que llevaba hacia el otro lado de la cordillera, mientras hacía esto podía ver cómo había una gran hilera de varias carrozas grande que llevaban un montón de cuerpos humanos.
Cuando llego al final de la hilera que estaba en la entrada se encontró con una gran carroza de color blanca que lastimosamente perdía su majestuosidad debido a los varios muertos que llevaba atrás.
Faulus saluda a Antoni que se encontraba en las riendas del caballo para partir.
—Les pido perdón por pedirles que se lleven los cuerpos de los humanos muertos, pero lo hago para que esos cuerpos no queden tirados en el suelo y para que sus familias puedan sepultar sus cuerpos. Creo que eso hacían los humanos con los cuerpos de sus difuntos.
—Estas en lo correcto. Gracias por habernos ayudado a recolectar los cuerpos y por curar a mi señor—Dijo Antoni.
—No te preocupes. Solo lo hice para volver a tener un duelo con el cuándo sea más fuerte, ya que esta batalla fue demasiado fácil y rápida —Dijo Faulus con una sonrisa.
—Para ustedes capaz que haya sido una corta batalla, pero para nosotros fue un infierno —Dijo enojado y en un tono muy irrespetuoso con Faulus.
—Oye, cuidado con cómo me tratas, solo los ayude en honor a sus valientes soldados —Había dicho con un rostro muy serio Faulus.
—Acuérdate de decirles a tus altos mandos que no vuelva hacia el bosque Tobi, sino, no nos vamos a hacer cargo de los que mueran —Dijo en un tono muy amenazante Faulus.
—Como tú digas bestia —Proclamo Antoni enojado mientras golpeaba las riendas del caballo para que la carroza empezara a moverse.
Después de esto todas las carrozas salieron del bosque Tobi y partieron a su reino. Los magos y algunos sacerdotes que habían ido al bosque Tobi usaron su magia en los cuerpos de los muertos que llevaban para que no se generara ninguna peste, y para que los cuerpos se conserven de la mejor manera y así poder ser entregados a sus familias.
Faulus y los tres colmillos estaban subiendo a la nave para poder partir de vuelta al reino Orbis, pero en el momento en el que estaban subiendo escuchan los fuertes gritos de un montón de bestia que estaban agradeciendo a Faulus, Mehmet y Sederin por haberlos ayudado a vencer a los humanos.
Después de que terminaran de subir al barco, Faulus se acerca a la parte delantera del barco y dice…
—No hace falta agradecernos. Después de todo capaz que dentro de poco ustedes pertenezcan a nuestro país, ya que tengo que preguntarle a su majestad si ustedes pueden pertenecer a nuestro país, pero si no es así lo mismo vamos a seguir llevándonos bien —Dijo Faulus desde arriba del barco.
—Dentro de algunas semanas voy a mandar un mensajero de nuestro reino para avisarles lo que su majestad haya decidió.
Después de esto el barco partió hacia el reino Orbis.
Mientras iban de camino al reino, Sederin le pregunta a Faulus…
—Por cierto, ¿A que país pertenecían esos humanos?
—oohoohohohohoohohohoho. Maldición…… me olvide de preguntarles de que país eran —Grito tan fuerte Faulus que se escuchó por todo el barco, además estaba enojado por lo tonto que había sido en no preguntarles.
—Maldición…
—Maldición…
—maldición…
—Su majestad me va a matar.
—Ya cabe mi tumba.
Esto decía mientras estaba deprimido y con lágrimas en sus ojos.
—Sí que esta vez estas jodido —Dijo Sederin mientras no paraba de reírse.
Faulus al ver que Sederin se estaba riendo en su propia cara, decide activar su cincuenta por cierto para darle su merecido.
—maldición, parece que yo también cabe mi tumba —Dijo Sederin con miedo.
Faulus empezó a seguir a Sederin por todo el barco para poder darle una golpiza, pero por cada parte del barco que iban la destruían.
—Maldición. Todos los que se encuentran en el barco detengan a Faulus y Sederin porque si no todos nos vamos a venir abajo si siguen destruyendo el barco.
Todos corrieron desesperados para detener a ambos antes de que destruyeran por completo el barco.
XXX
—Espero que lleguemos rápido a nuestras fronteras, sino los demás reinos nos van atacar, después de todo, todos los reinos que se encuentran de este lado pueden usar la entrada para ir hacia el bosque Tobi o hacia más haya.
—Maldición, que vamos a hacer cuando lleguemos a nuestro poblado con todos estos cuerpos muertos, lo peor va a ser si el papa y el consejo deciden juzgar a Fallen por esta gran perdida.
—Mejor dejo de pensar en esto y sigo hacia delante controlando las riendas de los caballos —Había dicho Antoni.
—Maldición. ¿Qué sucede Antoni?
— ¿En dónde nos encontramos?
Esto había preguntado con una voz confusa Fallen después de haberse despertado de una larga siesta de dos días.
Antoni le conto todo lo sucedido a Fallen desde que el cayo desmayado.
—Si eso es lo que quiere el lobo blanco, entonces me voy a preparar para vengar a los que murieron en esta batalla—Decía Fallen después de escuchar porque había sobrevivido al recibir tremendo golpe por parte del lobo de dos patas blanco.
—Lo importante es que ambos sobrevivimos —Dijo Fallen abrazando a su amigo.
Desde lo lejos y al frente de ellos vieron como un montón de soldados con una armadura platinada igual a la de la Teocracia de Ref. se aproximaba a ellos.
No sabían si era de su país o de otro país, pero después de unos minutos Fallen y Antoni escucharon la voz de Fede gritando desde atrás de los caballeros que cada vez más se acercaban a ellos.
Fede se dirige de manera rápida hacia Fallen y Antoni, pero a medida que se acercaban podía ver las grandes pilas de muertos y heridos que llevaban las carrozas, también habían notado la cara traumados y cansados que tenían los caballeros y magos que venían caminando a los costados de las Carrozas.
— ¿Qué sucedió? Pregunto Fede a Fallen.
—En realidad Tuvimos una derrota aplastante y el lobo de dos patas y pelo blanco nos dejó volver con los soldados restante y también nos ayudó a recoger los cuerpos de los soldados muertos —Dijo con una cara muy decaída Antoni.
Tanto Fede como Artura y Karma no podían creer lo que había dicho Antoni acerca de lo que había hecho el lobo de dos patas.
Después de esto Fallen y Antoni volvieron a el territorio de la teocracia y a su ciudad que estaba alejada de la capital.
XXX
El día de la derrota de la Teocracia en el bosque Tobi va a ser recordado por la Teocracia como La gran revuelta del Bosque Tobi en donde bestias desconocidas aparecieron y destrozaron y masacraron al ejército de la Teocracia de Ref.
Gracias a este suceso y los otros sucedidos en las demás expediciones, El reino Orbis… no… el Imperio Orbis se daría a conocer al mundo y las historias sobre barcos voladores dejarían sorprendido a varios países hasta el punto de no creer, pero estas historias también ayudarían a países a diseñar y crear cosas similares a las del Imperio Orbis.
Se podría decir que estos sucesos marcaron el comienzo de una nueva era en la que cambiaria la forma de ver de los humanos. También con esta nueva era vendrían nuevos inventos, culturas y hasta cambios de costumbres y religiones en este continente.
-CONTINUARA-
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