Mirada de dragón - 10
Perspectiva de Carlos:
Es casi medio día he está sentado sobre un tejado mirando la torre que moví ayer, solo varias horas mientras el viento acaricia mi cabello. Aburrido aguantando un silencio enloquecedor. Y llega Jasir bastante serio sentándose a mi lado.
–No puedes estar sin hacer nada sabiendo lo que está pasando –Jasir comprensivo me habla.
–No sé lo que pasa –casi impávido le comento.
–El templo está a pocos metros. Solo tienes que bajar con cuidado –Jasir frustrado me explica.
–El número de quienes vagan por la ciudad es preocupante –De igual manera le comento.
–Lo sé. Es algo extraño, pero así están las cosas. Quienes no pueden mantener el ritmo se van debilitando y luego se van poniendo como niños –Jasir no menos frustrado me dice.
–Parece que es esa la definición de vida eterna o de larga vida que tenían algunos –serio le digo.
–Puedo decir que no es lo que yo entendía de esas palabras –Jasir algo avergonzado me comenta.
–Pero es el resultado de las mismas –algo apático le digo.
–Hay que hacer algo. Y no tenemos ideas más allá de buscar la otra parte del príncipe para que pueda pensar con claridad –Jasir con mala cara me dice.
–Entiende que esto no es fácil para él. Siente vergüenza por lo que su madre fue capaz de hacer en medio de las complicaciones –buscando empatía para con mi amigo le responde.
–Me alegra de algún modo escuchar eso, pero a menos que tengas otro plan –Jasir algo serio me dice.
–Espero que tengas razón o no valdrá la pena –serio le digo mientras me levanto.
Abajo al lado del edificio donde estábamos sentados se encuentra otra torre exactamente igual a la que suelo empujar, pero esa esta por chocar con edificio y esta tiene vía libre tras anoche de donde estaba. Empujo como en las ocasiones anteriores, desde luego esto no pasara desapercibido para Brayan; debo andarme.
***
Perspectiva de Brayan:
En la habitación estoy acostado desnudo cubierto por una sabana morada; al lado de mi encanto, quien tiene su ropa de dormir. De pronto una de las pulseras que tengo sobre el nochero brilla de azul claro, esto llamando nuestra atención.
–De todos los dragones que conozco Carlos es al cual le cuesta más controlar su naturaleza de guardián –mi encanto algo preocupada y fastidiada comenta.
–Si no lo hiciera no sería él. Iré a ver que este bien –resignado le respondo.
Me levanto y me cambio; colocándome una camisa gris, un pantalón castaño claro, unas botas de cuero negro; todas estas prendas lucen muy finas y me hacen ver muy elegante; también me coloca mi collar y todas las pulseras que estaban en el nochero; una chaqueta larga azul oscuro y una de sus capas con capucha azul claro con un bordado en forma de copo de nieve plateada; estas le dan un aire misterioso, si soy algo teatral.
***
Perspectiva de Carlos:
Jasir luce algo molesto por lo lento del proceso, pero al ver que de tanto en tanto se activa algún tipo de trampa se asunta y él mismo parece querer ir más lento; nos toma varias horas hasta llegar al lugar; ya en la noche. Una gran plaza con unos jardines hermosos en su día, en el centro está un gran templo piramidal de 3 pisos, está rodeado de esos perros haciendo guardia.
– ¿Qué hacen en este lugar? ¿No están para proteger a los conejos? –muy intrigado pregunto. Además de tomarme un momento para descansar los brazos.
–Están para proteger distintas cosas. En este caso es para impedir entrar al lugar; según para no recuperar el poder del príncipe –Jasir fastidiado me responde.
Ruedo la barrera empujando a los perros hasta que una entrada al templo queda despejada. Este aspecto no ayuda para realizar estas tareas.
–Entremos rápido. Antes que alguien note algo –Jasir algo cansado me dice. Ya debió notarlo Brayan, nada que hacer.
Subimos a las ventanas mirando con cuidado, soy ágil y rápido me muevo usando todas mis extremidades sin problemas; bajo lentamente mientras Jasir me sigue apenas a mí mismo ritmo; asumo por respeto. El interior del lugar está destrozado, nada queda en pie. Los dos subimos al segundo piso donde la escena es la misma; en este se encuentra un altar en el medio de la habitación a la que llegamos, lo ignoro yendo hacia la pared del fondo, a la que no llega nada de la luz.
– ¿Sabes en qué parte podría estar el poder del príncipe? –Jasir confundido me pregunta.
–La construcción de este lugar es algo curiosa –muy serio le respondo.
Jasir se me queda mirando igualmente confundido mientras sigo hacia la pared en la cual buscar algo, cuando de pronto se escuchan tres aplausos cuando ambos volteamos a mirar ven a Brayan serio. Como me lo esperaba.
–Ya te sientes mejor me parece –lo mira frustrado diciéndole.
–Bastante, gracias. Ahora te recuerdo que no tienes tus poderes dragoneos –Brayan serio me responde.
–Eso no ayuda. Buscamos el poder del príncipe –Jasir lo ve molesto diciendo.
-Será bueno para él volver a unirse, sin embargo de que pueda hacer algo o no sobre esta situación depende solo de si las personas le dan la capacidad de hacerlo.- Brayan voltea a mirarlo sonriéndole con algo burlón le comenta.
Silbo con fuerza llamando la atención de ambos que voltean a mirarme algo incomodos.
–Tenemos que abrir la bóveda. Es el único lugar en toda la ciudad Monte Alto –les señalo la pared diciéndoles.
Brayan hace brillar sus ojos y esto provoca que una parte de la pared se ilumina un momento y esta se abre dejando ver unas escalinatas, los tres bajamos a una habitación en la que solo hay en el centro un cofre encadenado, Brayan toca los candados mientras sopla congelándolos esto provoca que se dañen y se caigan; lo abro encontrando lo que parece un bebe recién nacido hecho y rodeado de una luz dorada. El poder de Leo.
–Es bueno ver que si estaba aquí –Brayan sonríe con calma diciendo.
–Sin duda los revoltosos tenían prisa con que se abandonara Monte Alto al punto que no es sorpresa que lo dejaran aquí –Jasir serio comenta.
–Eso es verdad; muchos con poder están en esa lista y podrían haber abierto la puerta. Quedarse en la ciudad significaba quedar bajo el poder del gobierno –Brayan enfático le responde.
Tomo al《bebe》y nos vamos del lugar a la mansión; al llegar Brayan algo molesto se queda con Jasir fastidiado en una sala. Yo me voy a ver a Leo.
***
Perspectiva de Brayan:
Una vez en la mansión me alivio, veo irse a Carlos a ver al príncipe mientras me quedo a solas con este soldado. Yo me siento como mi clase dictamina, él permanece de pie.
–Así que solo buscabas al príncipe –serio y no menos molesto que él mismo, lo cuestiono.
–Esto no era lo que yo tenía en mente cuando esto comenzó hace unos años atrás –Jasir irritado me responde.
–Supongo que eso lo pueden decir todos, pero sabes lo que paso como yo. Los problemas se llevaron al extremo y no para darle solución sino para que cada quien intentara beneficiarse –desconfiado le hablo.
–No hables como si todo estuviera como este sitio. Muchas ciudades y regiones enteras siguen en orden. Por ejemplo tienes la ciudad de Escarcha –Jasir algo indignado me dice. Y llama mi curiosidad.
– ¿Escarcha? ¿Cómo están las cosas allá? –algo intrigado pregunto.
–Pues ya se normalizo, es como si nada hubiera pasado. La esposa del dragón Gran Blanco está al mando o eso parece. Le callo la boca a los revoltosos aunque no sé si realmente esa era la idea o si les siguió la corriente –Jasir bastante serio me responde.
– ¿Qué es lo que Nala hizo? –igualmente intrigado le pregunto. Bueno algo preocupado también.
–Soy malo con los nombre, pero sigo. Una de las cosas que más ladraban era el dejar los códigos de etiqueta que estábamos manejando, que algunas si ya estaban exagerados. Un día ella comenzó a usar kimono y samaie -sameiu -, como sea empezó a vestir como dragón y el discursito no les duro mucho después de eso –Jasir relajándose un poco me cuenta.
–Eso es bastante propio de ella –algo incómodo le comenta.
Como si no entendiera Jasir se queda en silencio mientras yo pienso en ella un rato, luego ambos nos vamos. Vuelvo a casa donde me descambio antes de acostarme nuevamente con mi encanto, quien al verme tan pensativo se intriga.
– ¿En qué piensas? –mi encanto enseguida me pregunta.
–Estuve hablando con ese sujeto Jasir, me conto algo que paso en Escarcha; Nala la esposa de Christopher ha comenzado a vestir kimonos –serio le explico.
–Y eso qué. Siempre se notó que le gustaba ese tipo de ropa –mi encanto me responde con una sonrisita y un tono algo burlón.
–Nala es una mujer con diversas inseguridades y puedo dejarse llevar fácilmente de las personas. Si hizo eso debió ser siguiendo las ideas de los revoltosos –algo preocupado le explica.
–Pero ella siempre me ha parecido muy firme con sus convicciones –Dayana confusa comenta.
– (Suspiro) Esa es la imagen que siempre ha proyectado debido a las exigencias de sus padres, mismas que la hicieron una persona insegura, Dayana –le explico.
Me quedo en mis pensamientos mientras mi encanto se duerme, yo no logro relajarme. Decido cambiarme, y voy a ver a Carlos, lo encuentro en una gran habitación de la mansión sonriendo tiernamente mientras mira a la cama de madera negra y sabanas plateadas en la cual esta acostado Leo brillando de dorado debido a que la energía dorada del ser en forma de bebe está regresando a su cuerpo. Recupera su poder, sus recuerdos, pero ¿Seguirá siendo él mismo?
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