Mirada de dragón - 11
Perspectiva de Leonardo:
Carlos algo cansado; sentado en el suelo me está mirando, volviendo a verme como un hombre joven robusto, de cabello castaño largo a media espalda amarrado en una coleta; ojos negros llenos de determinación; de tez blanca, de 1: 98 centímetros, ya no luciendo como un niño, y viéndome de mi verdadera edad, bueno con treinta y tres años quizá no soy un joven para nadie. Estoy usando una camisa blanca, pantalón verde, zapatos negros, los cuales me hacen ver muy elegante. Sentado en la cama mirándolo yo a él.
–Te ves bastante bien, Leonardo –Carlos de buen ánimo me dice.
–Sin duda mejor. Antes solo podía pensar en todo lo malo y nada de lo bueno; sumido en pena y dolor –tranquilo le comento.
– ¿Ahora iras a ver a Zaina? –Carlos me pregunta insistiéndome.
–Desde luego, sabes que no soportaría que me viera y no me encontrara atractivo. Tenemos mucho de qué hablar mi esposa y yo. Lo que incluye un par de disculpas mutuas –sonriendo un poco y en tono burlón le respondo.
–Me alegro. Yo ya voy a descansar –Carlos bostezando me dice.
–Desde luego. Gracias por velarme en este proceso. Yo hablare con Vanesa para que se lo tome con calma –levantándome de la cama le digo.
Ambos vamos a la puerta donde se encuentra Brayan mirándonos serio, normal en él. Nos hace señas para que lo sigamos hasta la sala de anoche que siempre usamos, es casi como si no hubiera otra. En la cual se encuentran Vanesa muy seria y Dayana tranquila; la cual lleva puesta una manta guajita azul claro con bordados dorados. Ambas sentadas en distintas sillas.
–Me alegra ver que ambas están bien. Entiendo que se han dado un buen susto por que Carlos haya ido a buscar mi poder con ese extraño, pero como pueden ver estoy mejor –sonriendo les hablo. No sé qué tanto sirva en este momento.
–Es bueno verlo de mejor ánimo. Le tomo dos días volver a ser uno y en todo este tiempo hemos estado preocupadas –Dayana con una tenue sonrisa me dice. Se me es algo extraño, suele ser tan seria como Brayan.
–Es algo que agradezco. Todo esto ha sido muy caótico. Los últimos cinco años ha estado todo muy agitado y solo puedo agradecer que sigan junto a mí –respirando con alivio le comento. No exagero sin ellos estaría hecho nada, por no decir muerto.
–No hay nada que agradecer, estar juntos es lo que nos ha mantenido vivos –Vanesa lo mira sonriendo diciéndome. Claramente no piensa muy diferente a mí.
–Sera mejor Vanesa que lleves a Carlos a dormir –mirando a Carlos quien no logra mantener los ojos abiertos, le comento. Siempre cuidándome.
Todos se ríen tenuemente, Vanesa toma a Carlos por un brazo y lo hace acotarse en uno de los pocos sofás de la sala. Tras eso algo ansioso voy a la habitación en la cual esta Zaina quien al verme sonríe. Me quedo parado a un lado de la cama mientras ella solo me mira. Todo lo que paso nos tiene tensos.
–Veo que ya te recuperaste, mi amor –Zaina me dice. Se nota que no sabe bien de qué hablarme.
–Así es. Monte Alto quedo hecho un desastre, pero al parecer no todo el imperio esta así –animado le comento. Tampoco sé cómo hablar de todo esto.
–El poder de Carlos está causando estragos en una gran área de modo que intentar volver aquí fue la mejor opción –Zaina seria dice. Y no lo dudo.
–Desde que conozco a Carlos me ha contado que escucha una voz en ciertos lugares, aquellos de los que proviene el hechizo de Tentación y Engaño, dado lo que paso con sus padres odia esos lugares –pensativo le cuento. Cada lugar del que venga esa voz debe quedar hecho cenizas.
–Debes pedirle a quienes puedan que lo acompañen para que busque su poder y su forma dragonea vuelva a él –Zaina seria me dice.
–Eso sin duda. Por otro lado me gustaría que me explicaras bien ¿Qué fue lo que te dijo mi madre? –aun pensativo le comento. Quiero saber y no saber eso.
Zaina respirando profundo y me acentúa; sentándose en el borde de la cama y yo me siento a su lado, tenemos mucho de qué hablar.
***
Perspectiva de Dayana:
En la biblioteca mirando por las ventanas estamos Brayan calmado, y yo tranquila, sentados en el sofá que hemos cambiado de lugar.
–Ha pasado un tiempo desde que estuvimos aquí todos. Han pasado muchas cosas y cuesta pensar que algo pueda mejorar, pero lo importante es que estamos bien y podemos pensar que hacer –tranquila comento.
–En eso tienes razón. Hable un poco más con Jasir y me comento un par de cosas bastante curiosas. Sin duda está muy desilusionado con todo esto. Me dijo que no todo el tesoro imperial fue hurtado, varias familias se han encargado de mantener orden en distintas regiones. Todos los dragones están en las fronteras controlando intentos de ataque como el flujo de migrantes que nadie quiere en sus tierras –Brayan serio me explica.
–Nada suena muy sorpresivo, pero ¿Qué hace Jasir aquí? –algo intrigada le hablo.
–Negarse a su realidad. La mujer que lo acompaña no es su esposa y al parecer tiene pocos meses de conocerla; según me han dicho está ella esperando que su esposo los alcance. Esto lo menciono porque al parecer Jasir es casado, o eso piensan los demás. Creo que lo perdió todo y busca como liberar esa frustración –Brayan ríe suavemente diciéndome.
–Algo no anda bien con ese sujeto. No lo digo solo por la mata dragones que debió costarle conseguirla, lo digo por la forma en la que habla del príncipe. De algún modo parece creer que él puede solucionar todo esto y quizá con ello recuperar lo perdido –no menos intrigada le comento. Sé que trata de calmarse, pero es obvio que la situación de Carlos lo estresa.
–Nunca recuperaremos lo perdido; solo podemos construir sobre las ruinas y no olvidar los errores –Brayan me dice con una risita algo burlona, colocándose serio sigue hablando. –Cambiando de tema, me parece que Vanesa está muy alterada.
–Eso es sin duda cierto. Está preocupada en exceso y parece tener con ella solo lo malo. Lo mejor será que vayan a buscar el poder de Carlos para poder buscar las otras partes de ellos. Estar partidos en dos no fue gracioso, estar en tres debe ser horrible –lo mira con seriedad diciéndole.
–No será problema. Mañana mismo podemos salir, por lo que Jasir a dicho no está demasiado lejos. Tendremos todo el cuidado requerido, pero solucionaremos eso y seguiremos –Brayan tranquilo me comenta.
–Sé que tendrás el debido cuidado, pero Jasir no parece confiar en sí mismo y por ende no creo que debamos confiar en él. Si está en negación como sospechas será aún más de desconfianza –seria tocando mi vientre le digo.
–Sin duda pasa un mal momento, más aun es alguien que puede recuperarse después de todo; si ha venido hasta aquí es debido a que no ha desistido –Brayan sin sorpresa y algo burlón me comenta.
Ambos nos levantamos y van a la oficina a tiempo para la cena, estos días hemos colaborado poco, tenemos que corregir eso.
***
Perspectiva de Carlos:
Casi para la noche Vanesa y yo nos estamos yendo de la mansión rumbo a su choza. Bueno ella va para allá y yo solo la sigo.
– ¿Por qué nos vamos? Podemos dormir aquí y está más cómodo que la choza –confundido le pregunto.
–No me quiero quedar. Me alegra que Leo este mejor y seguro con Zaina resuelve un par de cosas, pero no estoy cómoda con la idea de que salgas de la ciudad –Vanesa impávida me responde.
–Sabes que necesitamos nuestras otras partes. Desde que encontramos el poder de Leo estamos hablando de esto y no te calmas. No discuto que buenas razones hay para que te preocupes, pero no pretendo ir solo –tranquilo le digo.
–No debiste confiar en ese sujeto, la propia mujer que lo acompaña no lo hace –Vanesa sin cambios me dice. Que nerviosa esta mi hibisco.
–No lo hace. Y aun parece que ambos están esperando a alguien –le respondo, no negare esa verdad.
–Me alegra saber que las cosas no están tan mal como pensaba, pero aun salir para nosotros es algo muy complicado –Vanesa me dice de esa misma manera.
–No voy a salir solo. Claramente no pienso confiar en él, pero sabe más que nosotros de cómo están las cosas afuera –le sonríe diciéndole, solo quiero que se calme.
–Solo vamos a dormir –Vanesa algo molesta dice.
Tras un rato llegamos sin embargo vamos a sentarnos por los cultivos de café en los cuales duramos unas horas, en total silencio, ninguno de los dos va a cambiar de opinión seguir hablando es inútil. Luego fuimos a la choza y nos acostamos a dormir; como es usual yo no puedo dormir, pero esta vez es por verla a ella, estoy muy preocupado.
***
Perspectiva de Jasir:
No hemos abandonado esta plaza estar aquí es algo incómodo, el resto bueno ya no lucen tan niños aunque el mayor no parece tener más de catorce, ahora estamos preparando la cena; no todos Shada está sentada simplemente mirando a lo lejos.
–Por muy complicado que sea el príncipe aún puede controlar la situación; y ese dragón es el único armando lio de modo que al unirse se solucionara eso. El Infierno Helado dejara de destruir todo a su paso –intentando calmarme comento. Ni ellos ni yo estamos del todo convencidos de que haya solución, pero me niego a que esto tan indigno sea el final del imperio.
Ellos me ven intrigados aunque algo esperanzados, comemos con calma unos miran en dirección a las afueras de la ciudad otros hacia el centro de ambos lugares parecen esperar que alguien llegue. Sin duda quien más parece esperar es Shada que mira infinitamente a las afueras de Monte Alto, paciente, pero algo desesperanzada; esto me preocupa aunque soy incapaz de decirle algo.
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