Mirada de dragón - 9
Perspectiva de Carlos:
En los jardines de la mansión barriendo las hojas esta Leo serio y yo, lo acompaño mirándolo fijamente de pie a su lado.
–Así que han estado hablando –Leo serio me menciona.
–Los últimos días; todos ellos se han pasado cerca de la plaza a vivir. Eso sí están cumpliendo con las tareas asignadas –enseguida le explico.
–No han tratado de subir y buscar al príncipe. Lo cual es curioso. En todo caso quizá se estén haciendo a la idea que esto es la realidad –Leo sin mucho interés comenta.
–Mi parte dragonea es la única causando estragos; debo ir por ella –algo incómodo le comento.
–Morirás antes de llegar dónde se encuentra. Mejor ve a hablar con Brayan, él ya se recuperó de su unión –Leo deja de trabajar diciéndome.
–Ya hable con él. No dice nada bueno ciertamente. Zaina quiere verte –frustrado le respondo.
–No quiero que me vea así. Además tampoco creo poder saber que decirle que no sea regañarla por lo que paso –Leo sin cambios me dice.
–Te entiendo –entristecido le respondo.
Nos quedamos aquí sin cambiar nuestros ánimos. Quiero que hable con ella, pero comprendo que no desee hacerlo por su aspecto infantil actual.
***
Perspectiva de Dayana:
Me tranquila ver a Brayan alegre; ahora luciendo como un hombre de más de treinta años, aunque los treinta y siete apenas se le notan. Con sus dos ojos azul oscuro; más barba que antes y su cuerpo es tonificado sin llegar a ser robusto; tiene puesta un camisón salmón. Él me está acariciando el vientre, como no podía ser de otra manera esta emocionado con mi embarazo. Me agradaría que estuviéramos mejor para no estar todo el día en la cama.
–Al menos es una buena noticia entre tanto problema –Brayan sonriendo me menciona.
–Lo es. Aunque no deja de ser molesto como todo se fue a la basura… trabaje tan duro para llegar a guardián imperial y nada vale ya –le comento seria aunque esas últimas palabras se escucharon muy tristes, sin duda.
–No podemos hacer nada más. Las advertencias fueron desatendidas, las reglas ignoradas y ahora afuera bajo la influencia de Tentación y Engaño las cosas solo empeoran –Brayan algo fastidiado me dice.
–Pensar que solo han pasado seis meses desde del abandono total de la ciudad. Apenas logramos mantenernos en ella –respiro profundo tras decirlo.
–Claro. El agua es escasa y la fuente de la montaña es una muy confiable –Brayan me comenta, tras un instante de silencio muy serio añade –sé que una parte de mi dijo que no deberíamos cuidarlos, pero ahora dentro de la barrera se están recuperando y ven las cosas con claridad.
–Puede que nadie sepa lo que se vendrá –enseguida le comento.
–Muy cierto. Ahora lo bueno es que tenemos comida, un techo y todo el tiempo que quieras para dedicarnos a ser padres –Brayan me responde con un tono más calmado.
Le sonrió tiernamente, él me mira fijamente a los ojos y me besa los labios; es difícil describir la calma que él tiende a trasmitirme.
***
Perspectiva de Carlos:
En la plaza Lucero me encuentro, estoy tranquilo de pie mirando a Jasir preocupado sentado junto al fuego que calienta una sopa.
–Así que Jasir has visto lo que mi parte dragonea a estado causando –sin más le hablo.
–Si. Aunque no eres el peor de los problemas –Jasir me responde.
–Me imagino que intentar organizarse sin seguir los parámetros previos debe ser caótico –cruzando los brazos le digo.
–No te equivocas. Las partes tiene grandes discrepancias entre ellas y estas solo aumentan. Eso se me es curioso pues el príncipe es conocido por ser un gran mediador –Jasir respira frustrado diciéndolo.
–Si. Aunque el mismo no es capaz de pensar que haya sido útil de alguna manera. Todo lo que hizo y le hizo su madre lo tiene muy mal –me pongo algo serio diciéndole.
–Si estuviera entero podría controlarse y pensar con claridad –Jasir serio me comenta.
–Nadie sabe dónde está su otra parte –enseguida le explico.
–Se supone que está en el templo de la Sagrada Voluntad –Jasir parece pensar un instante antes de decirme. .
–Está muy abajo. Puedo mover las torres de las barreras, sin embargo la preocupación de todos es grande –pienso un momento, pero no me callo.
–La mayoría no se acerca a la ciudad; solo mandan a los más débiles a buscar agua. Cuando ya no pueden es claro que se quedan vagando –Jasir enseguida me explica.
–Los últimos días los que acogimos han llamado a otros y los han traído –solo le comento.
–La verdad el hechizo de Tentación y Engaño es más poderoso de lo que nunca sospeche –Jasir avergonzado y con un tono de decepción dice.
–Lo que me cuesta creer es como también afecto al resto del imperio; ciudad tras ciudad, pueblo tras pueblo –intrigado y algo molesto le comento.
–Las reglas y leyes eran buenas, pero tenían su lado malo o lo parecían. Para muchos era molesto solo poder casarse con una sola persona –Jasir fastidiado me explica.
–Las obligaciones de tener a los hijos e hijas –fastidiado comento más para mí que para él.
–El pagar los impuestos, como si con eso no se pagara el sueldo de los soldados, se repararan las ciudades ni se construyeran cosas como los acueductos –Jasir comenta también más para sí.
Ambos quedamos en silencio unos minutos, luego voy hasta la torre y la empujo hacia uno de los callejones, ampliando 3 metros más el rango de la barrera. Me quedo mirando quieto un par de minutos más antes de avanzar hasta la torre y la vuelvo a empujar esta vez con un poco más de fuerza haciendo que se aleje otros 5 metros.
Los《niños》se reúnen a mirarme mientras repito este mismo proceso unas 8 veces hasta llegar a unas escalinatas, las cuales llegan a un área residencial. Cuando me dispongo a volver a empujar la torre Vanesa seria me toca el hombro izquierdo llamando mi atención.
–Hola mi Hibisco, mi diamante de fuego –la miro levemente preocupado saludándola.
–Cielo ¿Qué haces? Leo fue muy claro –Vanesa muy seria me habla.
–Aún hay otros rondando la ciudad como niños cada vez más pequeños –algo fastidiado le respondo.
–Ellos mismos se están encargando de ayudarse entre ellos. Ya deja esto y vamos a casa –Vanesa seria me dice enseguida.
–Sí, mi hibisco –frustrado le respondo.
Los dos nos vamos a la choza en la cual nos acostamos en las hamacas como en cualquier otro día; excepto porque no nos dormimos, estamos mirando al techo.
–Estar incompletos es complicado –molesto comento.
–Solo podemos esperar que nuestras otras partes puedan volver aquí –Vanesa aun seria me dice.
–Sé que solo han pasado unos meses del abandono de la ciudad, pero hemos estado separados por más de un año –fastidiado le comento casi como regaño.
–Te entiendo. Solo duérmete –Vanesa fastidiada me dice.
–Lo intentare. Intentare no tener pesadillas –sin calmarme le respondo.
–No dejes que ese pasado te perturbe, sabes bien como terminaron las cosas –Vanesa con cariño me dice.
No le digo nada, solo miro el techo recordando algo incómodo. Puedo decir que se más como terminaron esas cosas que ella no y hoy día no deseo que lo sepa tampoco.
–Solo relájate. Si tu forma dragonea es la única causando problemas los demás estarán completos. Sé que los demás vendrán aquí cuando puedan –Vanesa me explica con ese cariño que me ha tenido desde los doce años.
–Te entiendo, pero para mí no cambia nada. Mi hibisco –respiro resignado.
Supongo que durante la noche con todos durmiendo profundamente, los《niños》asustados pasaran la barrera acompañados por Jasir.
Por mi parte nuevamente tengo problemas para dormir, dando vueltas como otras noches con las voces de mis padres quejándose de mí, siendo esto mis pesadillas.
–Nada con ese chico es normal. Pero al menos ya sabe hacer las paletas y hasta ha creado varios sabores nuevos que nos están dando más dinero además de mis ideas –mi padre medio fastidiado dice o dijo.
–Lo que significa que pronto nos podremos ir de este tortuoso lugar –mi madre sonó como si no quisiera decirlo.
–Las reglas del emperador ya son intolerables y se basa en ese supuesto hechizo para controlar a todos. No es algo que se pueda seguir tolerando –mi padre tenía un tono de frustración cuando lo dijo. .
–Cada quien en su lugar y esto y lo otro. Al ser dragón debe proteger al imperio y ser parte de ejército. Por eso se debe entrenar hasta los dieciocho y luego enlistarse enseguida –mi madre con ese mismo tono sigue hablando.
–A los catorce ya se debe estar casado y trabajando. Lo demás se aprende en el camino –mi padre sigue hablando: Insufrible. Y no es falso lo dicho, aunque no sea lo más conveniente.
–En fin. Ya tenemos suficiente para irnos. Ya no es un niño y si eso no le gusta al anciano que se haga cargo –mi madre respirando frustrada, no dice nada de mis hermanos.
–Desde luego. Mañana empacamos todo y nos vamos de aquí para siempre –mi padre le respondió con esas palabras que se me grabaron en《piedra》.
–Este lugar y sus reglas ridículas no volverán a ser un problema para nosotros –mi madre casi sin ganas de decirlo, comenta o comento.
Las voces se vuelven susurros; aún me afecta tanto que me hacen llorar hasta que por la mañana la luz del sol me avisa el nuevo día, abro los ojos, molesto e hiperventilando.
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