Nigloshima - 05
Capítulo 5
Dream
4/11
Me desperté súbitamente, abrí los ojos tan fuerte que creí que saldrían volando de su cuencas, mi corazón bombeaba tan rápido que parecía retumbar en el silencio del habitación. Me senté tan rápido que casi pierdo la conciencia. Respiré unos segundo hasta que el piso dejo de moverse.
“Intenta no pensar si esto fue real, intenta no pesar si esto fue un sueño”
Me repetí, a pesar de que la pesadilla parecía haber acabado, mis ganas de orinar no eran falsas y necesitaba sí o sí ir al baño. Me puse de pie, a oscuras, por alguna razón me parecía poder ver casi la perfección, como si lo anterior hubiese sido un ensayo. Sabrina dormía tranquilamente, tapada hasta el cuello, me pareció algo extraño debido al calor que sentía, pero perfectamente podría ser simplemente yo y tampoco es que aquello fuera más extraño que lo que me había pasado antes. Me dirigí al pasillo, lo recorrí sin problemas, fui al baño y volví, sin que sucediera nada.
Absolutamente nada.
Lo hice de forma tan automática, intentando no pensar en nada que, al rato, cuando me encontré devuelta en mi cama, me parecía que no lo había hecho. Tan solo el alivio que sentía en mi vejiga me confirmaba que sí. Era la única forma de mantenerme cuerdo, así como me desperté volví a dormirme rápidamente
No recuerdo si soñé algo esa noche, si dormí profundamente o no. Tan solo algunas imágenes de haberme retorcido un poco sobre el colchón. Cuando ya había amanecido Alice golpeó la puerta de la habitación
–Chicos, el desayuno está listo
Abrí un poco los ojos, tapando la mitad de mi visión bajo la sabana pero aun así el sol que entraba por la ventana parecía quemarme.
–Ya vamos – contestó Sabrina. Me dio la impresión de que estaba bastante despierta dado la automático de su respuesta. Como si hubiera estado esperando por ello un buen rato.
–¿Estás despierto? –preguntó
–Sí –contesté frotándome los ojos con las manos en un intento de despabilarme.
–Será mejor que nos apuremos, mi madre se enoja cuando tardo demasiado
–Sí, tienes razón.
Me senté en la cama pero antes de poder decir algún palabra, Sabrina saltó de la suya y se dirigió hasta el clóset, junto a un lado de mi cama A pesar de que estaba recién despierta lucia igual de hermosa que lo que me había parecido el día anterior, sus ojos entrecerrados y su cabello enmarañado por la mañana no hacía más que aumentar sus rasgos delicados.
El problema era que llevaba puesta una camisa ancha, y debajo, solo su ropa interior, la de la pequeña moña que había visto el día anterior, solo que esta vez, podía verla completamente y bastante cerca; era muy pequeña por lo que la mayoría de su piel quedaba expuesta, parecía estar pegada con fuerza a su cuerpo, pequeños volados punteados decoraban los bordes y en el centro, bajo la moña, me pareció notar un bordado casi transparente. Algo en mi interior me decía que no mirara, pero otro, no me dejaba apartar la mirada, como si aquella pequeña porción de tela me hipnotizara, como si esa parte que separaba su largas y delicadas piernas de su vientre visible por debajo de la anchura de su camiseta, que invitaba a ver más allá, más arriba de su pequeño ombligo…
Hice un esfuerzo por apartar la vista y volteé lo más rápido que pude.
–Sabrina, tu…
–Oh, lo lamento, no estoy acostumbrada a tener visitas
“Lo lamenta”
Pensé
–¿Puedes quedarte así un segundo mientras me cambio?
–Claro – contesté. Claro que no pensaba voltearme, no era como si quisiera echar otro vistazo, aunque había tenido más que suficiente con el primero, aunque el ruido a mi espalda no ayudaba. Tal vez estuviera sugestionado pero podía sentir el roce de la ropa contra su piel, el ruido del elástico de su ropa interior al chocar contra su cuerpo, el pequeño chasquido del brasier al abrocharse. Ahora que lo pienso, ¿no lo llevaba puesto ya? no llegue a… Antes de que mi mente siguiera divagando por lugares peligrosos sentí su voz cerca mi oreja, tan cerca que me sorprendió haciendo que diera un pequeño salto.
–¡Buen día! –me besó en la mejilla y se marchó trotando y tarareando una melodía hacia la puerta.
Me quedé unos segundos allí, sentado sobre la cama volteado hacia la ventana. Iba a necesitar bastante agua fría para despabilarme esa mañana
…
…
–La tormenta fue muy grande – decía Alice mientras desayunábamos.
Atisbando por la ventana se podía ver el jardín en un estado lamentable, nunca había visto el jardín de la tía Alice de esa forma, a pesar de eso ella no parecía particularmente molesta, seguro se divertiría pasando horas poniéndolo nuevamente a punto. Más allá, las calles parecían el escenario de una película apocalíptica, los arboles cortaban las calles y algunos techos de las casas vecinas parecían haber volado.
– Hicimos bien en esperar – dijo mi padre bebiendo un sorbo de café.
–Sí, en las noticias dicen que fue un ciclón
Un enorme árbol había caído atravesando la calle continua, levantó el suelo con sus raíces y se llevó consigo unos cuantos cables del tendido eléctrico.
–Siempre tardan un montón en reparar todo –protestó Alice
–Si fuéramos del barrio privado seguro lo hacen más rápido, siempre es igual – agregó Sabrina sentada juntos mí, sostenía una taza de café con ambas manos como si no quisiera que el calor se le escapase. Luego de decir esto volteó a verme, estiró su mano para tocarme la frente a lo que, instintivamente, me aparté un poco, ella insistió y puso su mano sobre mi cabeza.
–¿Te sientes bien? Estás pálido.
–¿Pálido? – pegunté, de verdad no sabría si decir si me sentía bien o no, habían pasado tantas cosas en un lapso de tiempo tan corto, obviamente Sabrina ignoraba esto y no podía contar nada por lo que tenía que disimular –Sí, estoy bien,.
–Tal vez está cansado, no es muy cómodo dormir en el suelo – dijo la tía Alice esbozando una pequeña sonrisa.
–Tienes razón –dijo Sabrina–, la próxima vez compartimos la cama grande.
dicho esto golpeó amistosamente mi costado con su codo y sacó la lengua en gesto de burla
–Por supuesto – dije
“Muy gracioso” pensé
Pasamos más de una hora intentando pedir un taxi pero las lineas parecían cortadas. Finalmente desistimos y decidimos ir hasta la estación a pie. De camino la imagen que daba la cuidad no era de un ciclón, más bien parecía una guerra: los arboles estaba casi todos tumbados, algunas casas parecían arrolladas, las personas fuera intentaban mantener las cosas con calma pero algunas calles hasta parecían que se habían levanto como un hormiguero gigante.
Cuando llegamos a la estación…
“Los tres tomamos un taxi por otros treinta minutos.”
(¿Qué es eso en mi cabeza?, como un dolor leve. Pero es cierto, habíamos tardado media hora en taxi, ¿cómo es que ahora llegamos tan rápido a la estación? Otro leve dolor, parece que me pierdo)
…el empelado nos dijo que debíamos esperar unos vente minutos hasta que llegara el tren. Sabrina y yo nos alejamos un poco de nuestros padres. Sacó un par de latas del expendedor y me dio una.
–Gracias –dije
Se sentó pegado a mí y luego de unos segundos en silencio dijo:
–Oye, ¿de donde crees que vienen los trenes?
La pregunta me tomó por sorpresa
–De distintas estaciones
–Sí, sí, me refiero a antes de eso.
–Los fabrican por partes en otros…
–No, no, antes de eso, antes de tener un propósito, antes de ser lo que son…
Definitivamente me había vuelto a perder en la conversación, cosa que era común con ella.
–Todos los objetos que nos rodea cumplen un propósito asignado por las demás persona, sus usuarios o creadores, pero antes de eso tenían una conciencia que les permitía ser cualquier cosa, como nosotros , antes de ser lo que somo fuimos polvo de estrellas ¿Me entiendes?
Dijo volteando rápido a ver mi rostro, asentí pero lo cierto es que no entendía del todo a lo que se refería. Al menos ya no me sorprendía lo poco elocuente de sus coloquios o lo fino que eran los hilos de su conversación, me había acostumbrado en éste poco tiempo a los disparatados temas de conversación de Sabrina
–¿Nunca tuviste la sensación de abordar un tren y al bajar, encontrarte en un lugar diferente? –continuó– Como si esto te llevara a otra parte, a un mundo diferentes…
Volví a asentir pero esta vez con más razón, si ella supiera los mundos que había visto estos días
–Cuando era más pequeña temía subirme a un tren y no bajar nunca. Que el tren siguiera inerte las vías de una carretera infinita . Morir mirando siempre el mismo paisaje, por siempre. Cada vez que pasaba por un puente subterráneo, tenía la sensación, o el deseo, de que al salir, estuviera en otro lugar.
–Entiendo – a pesar de no haber sentido aquello, su descripción hacia que pudiera comprender bien a que se refería.
Suspiró
–¿Crees que es justo que algo desaparezca si no tiene un propósito que cumplir? ¿Que si dejamos de ser útiles para alguien o algo, tengamos que desaparecer, otengamos que seguir viajando infinitamente ? ¿Qué no podamos volver a aquello que es nuestra esencia, mucho antes de ser quien somos?
Sabrina hizo una pausa y luego suspiró nuevamente
–Por eso ¿ Donde nacen los trenes?
Estuvimos un rato en silencio hasta que empezó revolver su bolsillo, sacó un papel, un bolígrafo y anoto algo en él.
–Toma – dijo entregándome el resultado–, es mi numero de teléfono, ahora que he vuelto a la cuidad podemos vernos un día ¿No crees?
–Me encantaría – dije tomando el papel de su mano a lo que ella sonrió. No pude evitar sentirme avergonzado. La Sabrina que recordaba no se parecía en nada a la que había visto estos días, la que guardaba en mi memoria era una niña molesta y prepotente, en cambio esta era agradable, por momentos divertida, alegre y hermosa, provocativa y…
A pesar de que me atraía, había algo en mi interior que rechazaba la idea de verla como mujer, aun. Sabrina era hermosa, el solo hecho de mirar su rostro hacía agitar mi corazón, pero lo que me agradaba mucho más era sus conversaciones, la idea de perderme en el hilo de sus palabras y divagar por ideas sin sentido. Aquella sensación me resultaba excitante, tanto como verla en ropa interior o rozar su pecho. Cuando hablaba con ella quería tocarla, desnudar su cuerpo, volver a ver su ombligo, pero más aun quería sentirla, desnudar su mente y ver una vez más aquel abismo en el que me hundía cuando se dirigía a mi con alguna reflexión.
El tren llegó y nos despedimos. Cuando me senté sentí que todo el peso de un montaña caía sobre mi espalda, estaba exhausto, física y mentalmente, todo pasó tan rápido que no había tenido mucho tiempo de procesarlo y la conversación con Sabrina me había distraído de la realidad. Pero ahora que volvía a estar en silencio mi cerebro empezaba a trabajar, odiaba cuando el silencio se tornaba violento.
Antes no se me había pasado por la cabeza pero ahora no podía sacarla de mi mente, la idea de los trenes, donde nacen, donde mueren, y algo en mi interior decía “aun no has comprendido la gravedad de esto,y cuando lo hagas entraras en pánico” En estos días había vivido cosas que volverían loco a cualquiera, pero mi mente se resistía a caer en ello. Tal vez esa voz tuviera razón, tal vez cuando todo esto cayera de golpe, como si recargara baterías para explotar, tal vez en ese momento…
De pronto me asaltó una sensación de desasosiego, un ansiedad que casi se convierte en pánico. El paisaje fuera de la ventana parecía el mismo, las mismas flores, el mismo pasto, el mismo cerro a lo lejos, volteé a ver a mi padres, ambos conversaban sin problemas, los veía distantes, irreales. El cuello de la camisa empezaba a apretarme, el paisaje no cambiaba. El sudor recorría mi cuerpo como insectos atrevidos, mis ojos parecían nervioso, agitados dentro de sus cuencas, el corazón agitado empezaba a apretar sobre mi garganta, como si fuera a escupirlo
Todo el dolor que he sentido me hace creer que todo es un desastre ¿Y si se repetía por siempre? ¿Y si el tren no llegaba a ningún lado ¿Y si ahora el tiempos se detiene? Aparece el hombre de los harapos, otro enigma, otro sonido raro, otro, otro, otro, otro…
De pronto el tren cruzó por la central eléctrica .
–Ya falta poco para llegar a casa – dijo mi padre animado
Un bálsamo auxiliador alivió mis pulmones. Empezaba a perder los estribos.
Comments for chapter "05"
QUE TE PARECIÓ?
Se me pasan volando los capítulos, aquí leyéndolos con la canción que quiera xd.
También pensaba en la idea de agregar canciones, pero no son de mi autoría, luego me di cuenta que con mucho esfuerzo puedes dejar emociones marcadas en lo que escribes sin necesidad de una música ajena, solo es mi opinión, aunque tu obra sin canciones funciona igual, a mi ya me atrapó.
Sugiero una pequeña introducción o explicación al comienzo de cada cap, como alternas de perspectiva tal vez nos dificulte recordar que pasó antes, no se si me explico bien xd.
Sobre el capítulo. Estuvo de cinco estrellas, me gustó mucho Sabrina, la chica no la conozco pero estaría de loco que el prota. Otra cosa, no recuerdo el nombre del prota, siento que lo mencionas muy poco.
Las canciones no son elegidas sin más, como veras comparten el nombre con el capitulo y como dice en la sinopsis, la historia en general es como un álbum conceptual, si lees las letras en español veras que tiene que ver con la historia de Nigloshima como si estuvieran escritas para el. En cuanto a lo del nombre, no puedo decirte nada… ya lo veras mas tarde jaja