Nigloshima - 19
Capítulo 6
Ojos Sombríos
Yuke contuvo el aliento luego del disparo, el olor a polvo y mugre le devolvió rápidamente el sentido, escuchó un gemido lastimero a su espalda y giró a ver como un pequeño jabalí caía muriendo con un disparo
–¡Pasen, rápido! – ordenó el soldado que llevaba el fusil. Yuke hizo su mayor esfuerzo para cargar a Ethan hasta dentro del perímetro y luego de esto el soldado lo tomó de una forma bastante bruta y lo llevo hacia dentro. Yuke le siguió como podía, un paso de aquel hombre equivalía a cuatro de ella. Tenía un aspecto serio, le llamó la atención una prominente cicatriz desde su frente a la barbilla, pasando por su ojo derecho. Tenía un aspecto desalineado pero tanto su forma de moverse como su semblante, emanaba aires de liderazgo, parecía una persona de fiar. Comprendió donde se encontraba cuando cruzaron un pequeño umbral, era una base militar, muy parecida a la que habían estado antes salvo que en esta había un poco más de civiles y soldados. El hombre lanzó el cuerpo inconsciente de Ethan a una camilla.
–¡Lleva a esto dos a la enfermería, rápido! – gritó
–¡Sí señor! – dijo uno de los soldado a un lado, irguiendo el pecho
El hombre le dio una palmada poco amistosa a Yuke en la espalda empujándola dentro de lugar.
–¡Por aquí señorita! – dijo el otro de forma amable, contrastando bastante con la actitud de su compañero.
2
–La fiebre bajó, pero la infección tardará, tiene suerte de no haber pedido el brazo –decía el hombre de la cicatriz dándole la espalda. Ethan a un lado, acostado en la camilla dormía con un vía conectada al brazo sano, el otro se veía bastante mal, aunque el color empezaba volverle al cuerpo, Yuke, que se había desnudado de la cintura para arriba. tapaba su cuerpo con una toalla mientras el soldado amable mojaba unas gazas en un liquido que esperaba no fuera alcohol
–Avisame si te duele – dijo haciéndole un gesto para que apartara sus manos. Yuke lo hizo, dejo caer la toalla en su falda e hizo su mayor esfuerzo por no avergonzarse, no era momento, estaban pasando cosas mucho más graves que eso, sin ir más lejos, su propio cuerpo estaba en un estado mucho más preocupante. Aun así, para una chica nunca era divertido enseñar su torso desnudo ante un hombre. Lo que hizo que no le costara tanto, no solo era que el soldado malhumorado se hubiera volteado, ni que Ethan estuviera inconsciente, si no la actitud del enfermero: aunque por supuesto tuvo que concentrar su vista en la piel entre sus pechos, la observó con una mirada que a Yuke le parecía tan clínica que hizo que se olvidara de que se contaba en aquella situación. Pasó la gaza con cuidado, y aunque le ardió mucho, no hizo ningún ruido, el hombre ignoró por completo cualquier otra cosa y se dedicó a limpiar la sangre acumulada y desinfectar los arañazos que, por suerte, no habían sido muy profundos. Una vez hecho esto le hizo un gesto de aprobación y Yuke volvió a vestirse.
–Una mordía de lobo, el animal debió ser muy pequeño o tu novio debió de tener una adrenalina muy grande – dijo el de la cicatriz encendiendo un cigarro de filtro negro.
–No es mi novio, es… –Yuke calló de golpe, le costaba siquiera pensar en una explicación y tampoco sabia que era Ethan para ella
¿Qué es? ¿Qué significa para ti?
–¿De donde vienen? – interrumpió nuevamente el sujeto volteando a ver por primera vez. Para el agrado de Yuke esta vez su antipatía le había evitado una conversación confusa e incomoda
–Del sur, no muy lejos, hubo una explosión…
Al escuchar eso el soldado arqueó su ceja en un gesto de interés
–¿Así que saben que fue lo que explotó?
Yuke no creía que la explosión hubiera sido tan grande como para que se escuchara desde tanta distancia, aunque cuando eso sucedió estaba dormida y tampoco podría apostar por los kilómetros exactos que habían andado luego de irse de allí con la tormenta de nieve
–Sí, fue un refugio de la resistencia, fuimos atacados, no queda rastro de nada allí…
El hombre hizo un gesto con la boca como si fingiera una risa.
–Espero que se hayan cargado unos cuantos de esas bestias
–Sí, pero murieron muchas personas también –dijo Yuke reprochándole con la mirada
–¿No me digas? ¿Sabes cuantas personas mueren a diario por culpa de estas cosas?
–Eso no tiene…
–¡He perdido muchos soldados por esas cosas! – dijo el hombre dándole una calada larga a su cigarro
–¿Tus soldado? ¡Son personas! – protestó Yuke y notó que cuando intentaba alzar la voz la piel de su pecho parecía tensarse y le obligaba a detenerse
–Vidas que se perdieron por culpa de esas cosas color purpura – dijo el hombre dándole una última mirada a Yuke de arriba abajo antes de salir de la habitación.
El lugar volvió a sumirse en silencio hasta que el otro soldado habló
– Lamento la actitud del Coronel, ha estado muy alterado últimamente
– No te preocupes, lo entiendo
–Por cierto, mi nombre es Jared, y él es el Coronel Nicola
–Soy Yuke y él es Ethan –dijo señalando al joven durmiente en la camilla. El brazo del chico colgaba hacia abajo y Yuke hizo un intento por tomare de la mano pero desistió.
–Tranquila, se pondrá bien – dijo Jared riendo y le pareció que hablaba enserio. Yuke por su parte intentó devolverle la sonrisa, al menos fingir hacerlo, no tenía ganas de reír, no creía que quisiera al menos de momento, aun así, nunca se hubiera imaginando que le costara tanto falsear una, lo había hecho tanto tiempo que creí que era algo natural. Pero aunque le pareciera imposible, aunque lo intentara, parecía que no podía volver a hacerlo
3
–Yuke, ¿no es cierto? – le decía Nicola mientras caminaba hacia alguna lugar y ella intentaba seguirle el paso
–Sí
–Muy bien, sígueme, hay alguien que quiere verte
–¿Verme a mí?
–Sí, le dije tu nombre y dijo que te conocía – decía Nicola mientras encendía otro cigarrillo
–¿Está seguro? Yo no…
–¡Silencio y camina! – gritó Nicola apurando aun más el paso
Mientras Yuke intentaba seguirlo comenzó a dar vueltas en su cabeza. ¿Alguien que la conociera allí? No conocía a muchas personas, obviamente a ninguna en el ejercito y había descartado la idea de que fueran alguno de sus padres, si estuvieran allí no la hubiera mandando llamar, hubieran corrido a verla de inmediato, eso le dejaba en un punto sin salida, por más que le diera vueltas no había forma que lo supiera. Aunque no precisaba pensarlo demasiado, a la velocidad que caminaban un minuto más tarde habían cruzado casi toda la base y se encontraba en una zona mucho más amplia, había un pasillo con varias habitaciones numeradas y Nicola se dirigió hasta la puerta de una, la que estaba más alejada del pasillo y le hizo un gesto de que entrara. Cuando lo hizo todas sus dudas se disiparon
–¡Tú! ¡Es increíble que volvamos a vernos!
4
El hombre de las vendas rojas se alza sobre un pedestal de mármol blanco y frio. Ethan parado justo en frente, sobre otro pedestal idéntico lo observa. El ser lo mira también, con los mismos ojos inexpresivos de luz estelar que recordaba y le saluda con su extremidad larga y áspera. Ethan se queda viéndole, piensa en el lugar donde está y no lo entiende, bajo sus pies un rio de agua cristalina corre por un canal invisible y sobre su cabeza miles de estrellas bailan en el cielo una coreografiá absurda
–¿Qué piensas?
–Muchas cosas – contesta Ethan
–¿Sabes que está pasando?
– ¿Estoy soñando?
– Puede ser, puede llamarse así , tal vez
–¿Por qué?
– ¿Por qué? eso debes decírmelo tú, tu has soñado con éste lugar, conmigo
– Ahora me llamo Ethan –no sabe porque lo dice, pero siento la necesidad
– Eso es bueno, aunque no puedes renegar de tu pasado, por más que cambien cosas y que aceptes tus existencia en el mundo de Yuke, tu origen siempre estará aquí, ¿comprendes?
–Creo que si, ¿puedes ayudarme?
– No puedo ayudarte, pero si debes buscar ayuda, intenta encontrar a Sabin
– ¿Sabin? No sé quien es
– Claro que no, si lo hicieras no podría ayudarte
– Pero… –el ser desaparece y así Ethan se ve consumido por le cielo y el agua, los pilares se derrumban y su sueño termina.
5
–¡Lucille, no sabia nada de ti desde aquel momento, me alegra que estés viva!
Yuke no pudo evitar correr hacia ella y abrazarla, tal vez no fueran tan cercanas pero aun así, ver una cara conocida en aquel mundo, le hacía querer aferrarse a ella. Para su agrado a Lucille le pareció de la misma forma porque le sujetó fuerte con sus brazos, Yuke se recostó sobre su piernas, o lo que quedaban de ellas, la mujer hizo un esfuerzo por mover su cilla de ruedas un poco a un lado para que pudieran centrase juntas.
–Lo lamento – dijo Yuke observándola con pena
– No tienes que lamentare de nada, fue mi decisión, eran mis piernas o mi vida, tuve suerte aun así
Yuke puso una cara de tristeza que Lucille casi pudo palpar, la mujer sonrió nuevamente, aquella sonrisa serena de ojos entrecerrados que le brindaba paz.
– Creo que fue el destino que hizo que no juntáramos nuevamente aquí ,Yuke. –La chica asintió con la cabeza de forma enérgica–. A mi también me alegra que estés bien, cómo ya te dije una vez, me recuerdas a una persona muy preciada para mí y ahora que te veo aquí, pienso que eres igual de fuerte
–Gracias, yo…
– A veces cunado no sé que hacer, pienso que haría él, intento ponerme en un papel diferente y casi siempre logro salir adelante
Yuke guardó silencio unos segundos, buscaba en su mente las palabras adecuadas pero desistió y simplemente dejó salir lo primero que se le había venido a la cabeza
– ¿Puedes decirme que haría esa persona en mi situación?
Le contó por encima lo sucedido hasta ese momento, le contó sobre Ethan y sobre todas las cosas que pasó una vez se habían separado aquella tarde frente a la casa de adivinación. Lucille escuchó atenta cada palabra de su relato, no apartó la vista de su rostro ni por un momento y cuando terminó suspiró, se mantuvo un rato en silencio y luego colocó las manos sobre las de Yuke y habló.
–No sé que haría él en esta situación, pero seguro sería seguir adelante, cómo has hecho hasta ahora. Tú y Ethan tienen una conexión claramente mayor al resto de las persona y a su vez con éste asunto– Lucille se cercioró que no hubiera nadie escuchando y continuó–. Eres la única, son los únicos, que pueden hacer algo en éste momento, no solo por éste lugar, no solo por las persona, por ti misa, esta es tu historia, recuerdalo, eres tan importante como todos, tu decisión no solo afecta a los demás. Yuke tienes que poner un mano en tu corazón y escribir esto por ti misma, piensa en ti y en ese chico.
Yuke no entendió del todo lo que se refería, pero no se atrevió a interrumpirla
– Confío en que sabrás que hacer cuando las cosas necesiten de una atención urgente –sentenció
– Aun así, no sé que hacer, no sé cómo continuar, no sé que hacer con esa conexión
–Yo tampoco –dijo Lucille y Yuke suspiró algo decepcionada–, pero tal vez sé de alguien que puede ayudar
La muchacha levantó rápidamente la vista
– Aunque no creo que debas emocionarte demasiado
–¿De que se trata?
–Mi hermana mayor, Sabin, ella es mucho mejor que yo en lo de la adivinación, es mejor que yo en todos sentidos –rio de forma divertida–. Hubo un tiempo en el que ella y yo eramos muy unidas, en nuestro pueblo natal y cuando nos mudamos aquí, aunque luego nos separamos y ahora no se siquiera si continua con vida, aunque espero que así sea.
–Lo lamen… – intentó decir Yuke pero finalmente cambió sus palabras– Es una pena, si no sabes donde está…
– Esta vez soy yo la que lo lamenta – dijo Lucille como si hubiera comprendido la intención de la muchacha
–Está bien al menos es algo, mucho más de lo que estuve haciendo yo, corriendo de un ldo al otro intentando sobrevivir
Lucille puso una cara seria por primera vez en la conversación
–Te has mantenido con vida y eso mi querida, es algo muy importantes
Yuke sonrió pero esta vez no tuvo que hacer un esfuerzo por fingirlo
6
– ¡Espera, aun no puedes levantarte de la cama! –decía un soldado mientra intentaba hablar con Ethan, que con paso presto se dirigía a algún lugar, no sabía donde pero debía hablar con Yuke inmediatamente, el brazo le dolía, pero era mucho mejor que lo que recordaba viajando en la nieva.
–¿Por qué tanto escándalo? – Preguntó Nicola cuando el muchacho atravesaba el comedor
–Intenté detenerle pero… – decía el soldado entre grandes bocanadas de aire
Nicola observó a Ethan unos segundos de arriba abajo y habló
– Está bien, dejalo
– ¿Yuke? – gritó Ethan y para su suerte la chica estaba allí, sentada en una meza junto a Jared, tomando una taza de café entre su manos que casi suelta al instante de verle cruzar por la puerta.
–¡Ethan! – dijo la joven que se acercó rápidamente a él y estuvo a punto de abrazarlo, pero algo en su pecho dolió y tan solo lo sujeto de una mano con fuera
–¿Estás bien, te sientes mejor?
– Aun no puede… – intentó decir el soldado que lo perseguía pero Ethan gritó nuevamente
– ¡Sé donde ir! –soltó esas palabras sin más, ni el mismo entendía del todo como había pasado ni si Yuke comprendería a lo que se refería
–¿Qué dices? – inquirió la chica que estaba tan confundida como contenta por verle con tanta energía. A Ethan le costaba respirar por el cansancio pero al ver a Yuke a su lado de tan buen humor pareció devolverle la energía que precisaba y el ardor de su brazo había desaparecido por completo.
–Sabin, hay que buscar a Sabin – dijo. Jared que se había parado al instante de verle cruzar la puerta, le acercó una silla casi en sigilo y Yuke hizo que el chico se sentara en ella agradeciéndole al soldado con un gesto
– ¿Sabin, cómo sabes eso?
– No lo sé, lo soñé, no sé porqué, no había soñado desde que vine aquí, pero soñé con alguien, con alguien de done vengo, me dijo que buscáramos Sabin, que él podría ayudarnos
–Ella –le corrigió Yuke y Ethan lo observó confundido
– ¿Qué?
–Sabin es una mujer, es la hermana de Lucille.
Él la observó unos segundo que parecieron eternos y finalmente meneó su cabeza cansado
–No, no lo entiendo
Yuke soltó una risita que a Ethan le pareció tan reconfortante como un baño de agua caliente
–Lucille es una amiga, es una adivinadora, ella me dijo que esto pasaría, no literalmente claro, pero casi, hablé con ella, esta aquí, me dijo que buscara a su hermana, que ella podría ayudarnos
–¿Cómo pude soñar con eso al mismo tiempo? No tiene sentido.
– Ethan – dijo Yuke alejándose un poco– ¿Enserio aun te sorprenden las cosas ? ¿Hay algo que aun te sorprenda?
Él escucho las palabras y no le quedó más alternativa que soltar aquella misma risa divertida.
–Tienes razón – Nicola a un lado encendió un cigarrillo, a Yuke le sorprendía que no hubiera interrumpir en ningún momento par mandarlo callar o preguntar que clase de locuras estaban comentando.
– Con quien hayas hablado ¿te dijo a donde debemos ir?
–No…
–¡Ah! – suspiró Yuke cerrando los ojos – Estamos en la mismo lugar entonces. Lucille me dijo que podríamos buscar por el norte, que era lo que ellas hacían siempre, pero…
Ethan se recostó a respaldo de la silla y notó por primera vez que estaba desnudo de la cintura para arriba, no era como si le provocara alguna sensación extraña, sin ir más lejos la primera vista que había tenido con Yuke había sido desnudo por completo, aun así a ella tampoco pareció incomodarle por lo que tan solo lo dejó pasar.
–En el norte –dijo Nicola hablando por primera vez–, si quieren encontrar alguien vivo en el norte la única posibilidad es el refugio del la iglesia, una iglesia enorme que sirve como abrigo de un montón de viejos y niños que solo sobreviven gracias la cantidad ingesta de comida que había almacenada allí, aunque ahora deben estar comiéndose la ostia y bebiéndose la sangre de cristo, me sorprendería si queda alguien con vida.
Yuke se alegró y ambos sonrieron pero Nicola volvió a hablar con tono fuerte
–Pero olvídense de ir allí, el camino es demasiado peligroso para dos niños, la nieve se amontona de forma peligrosa y debe estar plagado de monstruos
–No tenemos otra alternativa, somos… – Yuke calló de golpe, las últimas palabras de Nicola fueron molestándole de a cuentagotas y le obligó a reconsiderar su frase a medo camino – ¡No nos quedaremos aquí matando animale detrás de un alambrado!
Luego de decir esto Yuke se arrepintió aunque era demasiado tarde
–Soy un soldado, mi deber es proteger al los civiles y eso incluye salvarlos de su propia estupidez
– ¿Quién te crees que eres? –gritó Yuke ofuscada y le molestaba más la sentir aquel dolor en su pecho cada vez que levantaba la voz.
Ethan se paró en silencio y se acercó al hombre que lo miró arriba abajo.
–Coronel Nicola, sé que su deber es cuidar de nosotros, creo que hace un excelente trabajo, pero, se que es difícil de creer, difícil de entender, pero puede que con esta acción, podamos salvar a muchas persona más, esta chica tiene una…
– No me importa que clase de conexión o que cosas tengan –dijo y a Yuke le sorprendió escucha en su boca la palabra “conexión”. Ethan no había dicho nada y ella se había asegurado de no nombrar nada extraño – He dicho que…
– Cariño –aquella voz resonó desde una de la habitaciones a un lado del comedor, el sonido de la ruedas de la silla hizo que todos se callaran– ¿Por qué les gritas a mis niños ?
Lucille se movía ágilmente por una rampas que conectaban el pasillo de la habitación con la otras, ss notaba aque la rampas estaban hechas hace relativamente poco y a mano.
– Lucille –dijo Nicola intentando mantener su tono fuerte pero se notaba mucho más dócil y débil. El hombre robusto se acuclilló para estar a la altura de la mujer en la silla. Lucille le dedicó una mirada de cariño a Ethan a su lado. Al muchacho le dio la misma impresión que a Yuke la primera vez que la había visto , una paz increíble recorrió su cuerpo como una bocanada de aire fresco. Luego de observar a Yuke pasó la mano por el rostro áspero del Coronel con cariño, ante la mirada atónita de la chica que no lograba cerrar su mandíbula.
–Por favor –dijo apoyando su frente junto a la de él, en eso momento las facciones ceñidas del hombre se ablandaron y pareció una persona completamente diferente–. Tu me has salvado, ahora te pido que los ayudes, salvalos, y ellos podrán salvarnos a todos
Dijo esto último en un susurro que hizo que casi nadie en la sala lo escucharan aunque se mantenía en completo silencio.
–Tu fuiste que me salvó a mí – dijo Nicola y la mujer rio de forma socarrona
–Entonces es hora de que pagues tu deuda –lo dijo en un tono de broma y a pesar que Nicola seguramente lo entiendo como tal, una parte de su corazón decía que si le debía algo mucho más grande y que debía hacer las cosas a su manera. Luego de esto se levantó suavemente y torció ver Ethan y Yuke de forma ruda como lo hacía hasta hora.
– ¡Que manera de haceme perder el tiempo! He dicho que el camino es peligroso para dos niños, los acompañaré, iremos en auto, panda de inútiles.
Lucille observó a Yuke y le guiño un ojo
7
–¿Iremos en eso ? –Preguntó Yuke cuando estaban los tres listo frente al vehículo
–Si señorita –dijo Nicola sarcásticamente mientra observaba su todo terreno con admiración– es un Jeep y es lo mejor para ir a campo traviesa, pero si no le agrada puedo ir por mi deportivo, el rojo tal vez llame más la atención
Yuke rio de forma exagerada haciendo una mueca
– Ya entendí, ya entendí – dicho esto subió de un salto al vehículo, éste no tenía techo y llevaba los asientos de atrás casi destruidos.
– ¿Ethan? Sube –dijo la chica, éste miraba un punto en el cielo como hipnotizado, llevaba el brazo recogido con una venda a su pecho y sus ojos parecían estar mirando a la nada, cuando volteó a ver a Yuke, esta por solo un segundo sintió que le atravesaba. Volvió a la normalidad una vez sujetó su mano y subió al vehículo junto a ella.
–¿Estás bien? – le preguntó la chica
–Sí, estoy bien –dijo el muchacho pero a Yuke no le convenció del todo
– El camino no es largo –interrumpió Nicola subiendo al vehículo y poniéndole en marcha, al tiempo que unos soldados abriendo la reja mientras otros dos vigilaban–, pero tengan cuidado y estén alertas
El aire frio de la carretera los obligaba a estar atentos. Viajaban rápido, el vehículo ni se inmutaba cuando cruzaban pequeños levantamientos del terreno. Nicola parecía un conductor muy capas y casi no pestañeaba, Yuke y Ethan iba apretado el uno al otro en la parte trasera intentando evitar el frio de la brisa que por momento parecía arañarles el rostros, aun así era un viaje mucho más cómodo que le que habían tenido para llegar allí.
– ¿Qué relación tienes con Lucille? – preguntó por fin Yuke, soltando lo que veniía pensando desde hacia un buen rato. Nicola no contestó y la chica había perdido la esperanza de que lo hiciera justo cuando el hombre alzó la voz
–Ella me salvó
– ¿Cómo?
–Simplemente apareciendo ante mí –el hombre suspiró largando una bocanada de aire frio–. El día que la recogí estaba mal herida, bajaba por un acantilado cuando vi su cuerpo junto al rio, le faltaban ambas piernas y estaba completamente cubierta de sangre, tenía al ropa rasgada y hecha jirones, el cabello cubierto de sangre y el rostro hinchado, la nieve aun no había empezado a caer por ese entonces y el sol brillaba intenso, al punto de que la ropa se pegaba al cuerpo –Hizo un pausa antes de continuar– Cuando me acerqué a comprobar si aun respiraba, ella me sujetó de un brazo y me miró a la cara
Nicola rio fuerte, casi exageradamente y a Yuke le sorprendió tanto que no pudo evitar pegarse aun más a Ethan
– ¿Qué crees que hizo? –Nicola volvió a reír fuertemente– Me miró a los ojos sonriendo y dijo, “Que hermoso día”. Luego de eso perdió la conciencia por unas semanas.
Yuke no presidiaba escuchar más, conocía a Lucille lo suficiente para saber lo que Nicola diría a continuación.
–Su sonrisa me devolvió algo que había perdido en mi interior hace muchos años, mucho antes de que todo esto se fuera al demonio. Ella logró poner un paño de agua fría sobre mis memorias, ella es la uncia persona que alivia mi dolor, el de mi corazón –soltó una risa esta vez mucho menos intensa, casi como un suspiro–. Ella cree que salvé su vida aquella tarde pero, ella fue quien me salvo mí.
Ethan que escuchaba atento la historia observó hacia bajo la cabeza de Yuke junto a su pecho. Quería decir algo pero su garganta parecía estar cerrada. Aun así en es momento sintió algo que hizo que su corazón se acelerara. Como si Yuke entendiera lo que hubiera querido decir, como si una vez más le hubiera leído la mente, como si supiera que quería gritar que ella le había salvado de la misma forma, como si pudiera entender todo aquello recostó su rostro en su pecho y tan solo cerró su ojos. Ethan sintió que eran uno nuevamente y apoyó cabeza contra la suya. Así continuaron el resto del viaje.
Comments for chapter "19"
QUE TE PARECIÓ?