Nigloshima - 21
Capítulo 8
Más Allá del Muro del Sueño
Yuke no sabía exactamente cuanto tiempo le llevó contar toda la historia pero creía que alrededor de una hora. Ethan por su parte a pesar que que lo que tenía que decir era un poco más rebuscado, fue más conciso y al grano. En todo momento Sabin observó atenta a ambos sin interrupción, una vez que acabaron meditó unos segundos. No parecía la mirada de alguien crédulo, más bien de pena y dolor.
– Sé que todo esto es difícil de creer –dijo Yuke
–No es eso, solo quiero organizar las ideas, no les pedí que me contaran todo si no fuera a creerles, en mi profesión no se acepta el agnosticismo
– ¿Crees que puedes ayudarnos?
– He sacado algunas conclusiones, comprendo sobre la conexión, también entiendo lo que sentía con Ethan anteriormente, pero aun así, dudo mucho que pueda hacer algo en mi situación. Hay persona a lo largo de todo el mundo que se especializan en estas cosas, esas personas se dedican a investigar cosas fuera de lo normal, son gente muy sensible y con capacidades sorprendentes, sería una locura llamarme siquiera la mitad, fue muy pretencioso hacerlo anteriormente. Mi hermana y yo conocimos a varias personas así en nuestra infancia, de seguro ellas si podrían ayudarte, en cambio yo…
Yuke bajó la cabeza apenada y Ethan a un lado estuvo a punto de poner la mano en su hombro para consolarla, pero se sentía incomodo desde que habían comenzado la conversación y quería evitar hacerlo aun más
–Sin embargo –continuó la mujer y Yuke levantó la cabeza rápidamente– puedo darles mi opinión y experiencias, tal vez pueda ayudarle a ustedes a ayudarse a ustedes mismos.
Yuke no dijo nada, tan solo asintió de forma exagerada y se inclinó un poco poniéndose más cómoda. Sabin carraspeó y tomó un pequeño palo de madera y jugando con él en la tierra del suelo comenzó a hablar.:
–El sueño es uno de las grandes fuentes de infinita mitología y causas espirituales. Algunas culturas primitivas solían relacionar el suceso directamente con la creación. Durante el sueño se creaban mundo y criaturas gobernadas por Dios, creadas para convivir entre sus siervos devotos. Algunas otras culturas creían que el sueño era, como un arma o una parcela, propiedad intelectual del soñador, que se tenía total derecho sobre éste, tanto para representarlo, como para enterrarlo en el fondo de sus recuerdos, tal era el caso que estaba prohíbo estrictamente representar o hablar sobre el sueño de otra persona sin su permiso.
Sabin dibujo un circulo en el suelo y continuó
–Cómo pueden ver desde tiempo inmemoriales, es representado como medio espiritual. Una de mis favoritas es sobre la eliminación de malas energías a través del sueño, la transformación de malas acciones en energía que es liberada por el acto de dormir, no está muy alejado de una teoría científica propuesta por un neurólogo que afirma que el ser humano elimina ciertas sustancia perjudiciales para el organismo con la practica del sueño. El cerebro purga estas sustancia al disminuir las ondas cerebrales, evitando así que el humano sufra de diversos trastornos comunes como la jaqueca, falta de concentración, fatiga y en el peor de los casos, la muerte.
Yuke y Ethan se observaron y no precisaron decir un palabra para comprenderse. Todas aquella historias eran muy bonitas y creíbles pero…
– Sabin, ¿crees que alguna de esas historias son reales?
– Sí, creo que toda son reales, al menos para aquellas personas que las practicaban. Sin embargo si creo que tu pregunta es lo que me parece, no, no creo que nada de esto se aplique al caso de ustedes dos.
– Entiendo –dijo Yuke decepcionada
–Aun así, al escucha su historia, no pude evitar ejercitar mi mente, ¿Sabes? cuando era niña me gustaba las historias de detectives, solía jugar a esa cosas, y si bien estoy lejos de serlo, me gusta intentar resolver problemas. Ethan dijo, entre sus recuerdos nublosos, que había seguido una serie de cosas extrañas hasta llegar a tu lado, y tu dijiste que habías sufrido cambios en tus pensamientos y emociones. Tenía un amigo que le gustaba llamar a esas cosas Phantasmas, seres que viven ente nosotros, se mueven entre planos, bajo una fina capa de realidad y a veces se ven obligados a vivir con los humanos, como si fueran parásitos pegados a una persona, alguno de ellos dejan rastros, se pueden oler, seguir y muchas veces dejan huellas.
–Dices que mi..
–No hablo solo de ti, ni de él, hablo del mundo, de Nigloshima, si esto comenzó un día, puede que haya dejado su marca en algún lugar y puede que tu misma estés dejando huellas
Yuke acarició su cabello nerviosa
–¿Dices que puede que haya algo allá fuera que podemos rastrear?
–Digo que si el mundo es un reflejo de las acciones de las personas, es inevitable que éste tenga consecuencias visibles, no me refiero a gatos que hablan ni seres con vendas, pero puede que muchas de esas cosas se reflejen aquí, en el mundo real.
– Siento interrumpir la charla –dijo Nicola que ahora estaba algo más recuperado –. el sol está por caer, y no quiero que nos tome por sorpresa, mejor continuar esto en el refugio
– Me parce buena idea –Dijo Yuke ayudando a Sabin a ponerse de pie. La mujer se acercó a Ethan para decir algo que Yuke no escuchó, no solo porque la chica se había alejado unos metros, si no porque Sabin casi lo susurró
– No le des falsas esperanzas, esa chica a sufrido suficiente
Ethan estuvo tentado a decirle que no entendía y que no sabía a lo que se refería pero, desde que todo había cambiado, que ya no mentía
Sabin apretó de forma amable el hombro del muchacho e hizo una mueca con los labios. Luego le dio unas palmadas en la espalda y volvió a hablar
–Ustedes pertenecen a mundos diferentes chico, y lo sabes –dicho esto se alejó dejando Ethan solo, mirando desde lejos como Yuke reía de forma alegra mientras ayudaba a la mujer a subir a Jeep.
Vaya si que sabia
2
Lo días siguientes Yuke se sintió inútil, pasaron dos días desde que rescataron a Sabin, aun así parecía que no habían avanzado en nada. Intentaba pensar que rumbo debían tomar, por donde empezar, pero muchas cosas le distraían: le preocupaba aun no saber de su padres, el ajetreado día día del lugar con las personas de un lado al otro, los gritos de Nicola, los pensamientos de Ethan, las charlas con Sabin y Lucille. Tal era le caso que no pudo disfrutar del reencuentro de ambas, lo había vistos todo tan alejado que le parecía haberlo vivido hace cientos de años. Ninguna podía ayudarle con sus problemas y Ethan estaba igual de perdió que ella.
Un día estando en el cuarto de Lucille mientras esta preparaba un té se recostó en su cama, jugaba en la mano con una cámara de fotos antigua que Sabin había recuperado de las cosas de la iglesia. Lucille decía que de donde venia solían ser un tesoro y que aun quería conservarla de recuerdo. Jared, que fue apodado por Nicola como un “manitas”, había reparado la maquina y ahora era totalmente funcional. Yuke a veces miraba por el ojo sin apretar el obturador, tan solo le gustaba ver aquella imagen distorsionada de todo. Dejó la cámara a un lado y cerró los ojos, fueron algunos segundos pero eso alcanzó para que se dormitara, y tal fue aquello la mejor cosa que pudo haberle pasado. Ya lo había sentido antes, no era un sueño, más bien era como un viaje real, su cuerpo parecía moverse entre capas finas de agua y se desplazaba hacia algún lugar. No sabía cómo ni a donde porque sus sentidos se perdían casi totalmente, solo quedaba su mente. Había tenido esa sensación en el búnker, con el oso, en un sueño y ahora que lo volvía a tener, notó que sentía aquella cosa muchas veces al cerrar sus ojos, solo que al abrirlos, lo olvidaba. Siempre era un uno diferente, a veces volaba por el cielo, otras reptaban, a veces tenía pelos, otras era piel fuerte o escamas, a veces miraba en colores, otras no, pero casi siempre una figura a lo lejos le hablaba , tan suave que casi nunca le escuchaba. Salvo esta vez
Este
Cuando abrió los ojos Lucille estaba frente a ella, le miró con aspecto preocupada. Yuke se levantó tan rápido que creyó que su cabeza saldría volando. Puso la mano sobre el falda de la mujer y le dijo
–Creo que se hacia donde – dicho esto salió corriendo hacia le comedor
3
Ethan escuchó su historia como siempre hacía, mirándola a lo ojos directamente y prestando total atención. A su lado Nicola y Sabin, que junto a Lucille eran las únicas personas que sabían todo el asunto, observaron sin decir palabra
– ¿Entonces crees que debemos ir al este? – preguntó Ethan como si quisiera confirmar todo aquel embrollo.
–Si, y buscar… –Yuke hizo una pausa–… un bosque, o algo con arboles. No se si tiene que ver, pero en mis sueños, en mis cosas, escuché esa palabra y vi aquella figura en un lugar con arboles
Nicola que limpiaba su fusil con esmero, en una mesa un poco más alejado, una mesa llena de municiones granadas y cosas que Ethan nunca pensó que vería en la vida real, suspiró al escuchar aquella palabras. Apuntó con su mano al mapa que estaba junto a Yuke
–Al este, con arboles, solo hay una pequeña arboleda, ni siquiera se parece a un bosque, y con éste clima debe estar cubierta de nieve hasta arriba.
Luego de decir esto comenzó a guardar cosas en un bolso, a su lado Jared intentaba interrumpirlo cada vez que podía pero éste lo ignoraba.
–Pues creo que no nos queda más que confiar en esa corazonada –dijo Ethan intentando ser positivo
–¡Jared por favor! –gritó Nicola– La decisión está tomada, te harás cargo, fin. Es una orden.
– Pero señor, yo solo no… –Jared titubeó un poco y la mano fuerte de Nocla cayendo sobre su hombro lo hizo desbaratar
–Jared, confió en ti, eres mi mano derecha…
– Señor, yo no puedo…
– Mirame a lo ojos –dijo Nicola observándolo, para Jared aquella mirada eran tan intensa como un balazo en su chaleco, cuando Nicola le miraba a los ojos y le daba una orden significa que las coas era importantes pero, no estaba preparado para ver aquella mirada, una nueva, ver una que jamás había visto en todo lo años que habían estado juntos, una tan blanda y frágil que creyó que en cualquier momento se partiría
–Jared no te lo pido como superior, te lo pido como amigo
Lo miró en silencio unos segundos y cuando una lagrima estaba a punto de caer por su mejilla gritó
–¡Si señor! –se notaba a simple vista que hacía un gran esfuerzo por soportar todo lo que sentía y que aquel grito no era más que un intento por cubrir su debilidad.
Nicola esbozó lo que Yuke considero una sonrisa, la primera que veía en su rostro desde que lo conocía y luego de darle un golpe increíblemente fuerte en un hombro comenzó a guardar las armas cuidadosamente
–Largas, escopetas, fusiles…
Aunque Ethan intentaba entender todo aquel palabreo sobre las armas, y a pesar de que conocía muchas de las clasificaciones de estas, la forma tan rápida y casi automática que Nicola lo decía hacía que fuera casi imposible seguirle el ritmo. Aunque por supuesto Jared lo hacía
–Aquí están las cortas, automáticas...
Jared asentía con la cabeza mientras Nicola hacia un recuento de todas las armas que tenían a disposición, una vez terminó con ellas, pasó a otra sección donde guardaba granadas. Ethan creía que era la prima vez que veía una en la vida real
–Aquí las de luz, y las explosivas – Nicola meditó un rato con una en la mano antes de continuar– Me llevaré una de cada una, por las dudas
– ¿Qué significa todo eso ? –Preguntó Yuke
– ¿Qué significa? Que los acompañare hasta que esto termine, no llegaran a ningún lado sin mí –dijo como si le sacara importancia
Yuke automáticamente miró a Lucille a su lado y esta le guiño el ojo, la chica rio de forma agradecida y luego miró a Ethan que le sonrió de igual forma, en es momento un flash casi les ciega desde un lado. Sabin sacudió la foto con la mano y se la enseñó a Yuke. En el folio tanto Ethan como ella se observaban el uno al otro algo sonrojados, con la manos casi tocándose y sonriendo, en al vida real Yuke se sonrojaba aun más .
–Es un regalo –dijo Sabin y intercambió una mirada con Ethan que solo él logró entender.
– Gracias –dijo la chica y guardó la foto en su abrigo
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