¡Okushon! La Liga en el Viejo mundo (Temporada II) - 15
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- 15 - Capítulo XV: Con confianza la victoria es posible
Los pocos minutos que componen el primer tiempo de un partido de futsal transcurren con tal lentitud que una simple jugada puede durar hasta 15 segundos. El tablero se inclina en favor de los jugadores de All Wallabies, el haber perjudicado a nivel físico a quizás el mejor jugador de Okumi, es un golpe crudo a la confianza de todo el equipo excepto para Steve.
Durante al menos tres minutos, los jugadores de los All Wallabies emplean jugadas y remates que son truncadas por las habilidosas manos del británico japonés e incluso los famosos mano a mano entre él y Joe son fácilmente defendidas.
Atrás había quedado la inseguridad del joven y ahora es tan espectacular sus atajadas que en las gradas se ve que el publico lo apoya y corea su nombre. Desde el banco de suplentes de All Wallabies la paciencia del entrenador se empieza a agotar y busca a toda costa hacer al menos dos cambios que involucran a Arthur y Mark, pero al ver esa intención, Joe mira a su entrenador y apenas lanza la feroz mirada nadie vuelve a emitir una simple palabra.
Los tiene completamente dominados a placer.
Joe sigue empecinado en obtener su preciado gol al punto de no pasársela a sus compañeros y empujado por el orgullo de arruinarle la existencia a Steve vuelve a rematar, pero una vez mas el joven se niega a ceder. La actitud de Joe no hace mas que irritar a Adrian e incomodar a sus fieles lacayos Arthur y Mark.
Por su parte, Tobira empieza a sufrir el cansador desgaste que conlleva defender tanto la zona baja como la media debido a que Hideo está con apenas el 30% de su capacidad física. Inosuke está muy ocupado lidiando con Adrian y Tadashi sufre las consecuencias emocionales de no recibir el balón y moverse de un lado al otro. Okumi está en una situación crítica y Steve es quien lidera la resistencia contra los sucios jugadores de All Wallabies.
Joe grita fuera de sí:
Joe: “¡Eres una gran molestia maldito mestizo!”
Inosuke: “Oye, detente de una buena vez. Es un partido, no una batalla”
Joe: “¡Tu cierra la boca o te hundiré pedazo de mierda!”
Tobira: “¡¿Por qué dices esas cosas?! ¡tranquilízate!”
Joe: “¡Tu deja de molestar enano idiota!”
La actitud enardecida del jugador británico es reprobada por el público, quienes le exigen al juez que haga algo. Siguiendo los protocolos que opta por obedecer según lo que quiere, apenas le da una advertencia.
Sin embargo, el descontento es tremendo y los abucheos se hacen escuchar hasta por fuera de las instalaciones.
Sara, quien ve a su hijo desde las gradas, le envía un mensaje a William con la intención de saber que es lo que hará respecto a la enorme corrupción que gira entorno al joven jugador.
El teléfono de William está apagado y sobre el banco, mientras él observa y da cortas indicaciones, sobre todo para que no se convierta en una pelea innecesaria.
El arbitro da el pitazo que determina el final del primer tiempo donde el 0-0 es el menor de los atractivos. Muchos periodistas escriben el que puede ser la columna principal de los periódicos digitales y la mas escandalosa. El título en común para las columnas deportivas es:
“All Wallabies, el campeón más violento del futsal”
Y con detalles que describen a Joe como el jugador más problemático que intenta opacar a Adrian, el mejor del equipo, así como la penosa actitud para con el entrenador y los suplentes. Una actitud considerada como desleal y que busca el éxito por sobre cualquier medio usado.
Curiosamente, William gira su cabeza hacia los periodistas y esboza una sonrisa de satisfacción, como si su trabajo estuviera rindiendo frutos y es que aquel rumor verdadero que empezó a divulgar ya está progreso. Además, su amigo John está reuniendo todas las pruebas contundentes, haciendo llamadas a los clubes mas importantes de Australia e Inglaterra. Podrá ser futsal o futbol, da igual, si reina la corrupción por un mero capricho en un deporte sea la categoría que sea, no puede existir sin consecuencias.
Estadísticas del primer tiempo:
Tiros:
Okumi: 3
All Wallabies: 10
Tiros a Puerta:
Okumi: 1
All Wallabies: 7
Faltas Cometidas:
Okumi: 4
All Wallabies: 0
Tarjetas Amarillas:
Okumi: 1
All Wallabies: 0
Posesión del Balón:
Okumi: 45%
All Wallabies: 55%
En el camino hacia los vestuarios asignados para los árbitros, William espera a Robert Ittkinson, el juez responsable de tales faltas que perjudicaron a los jugadores de Okumi.
Robert ve a William y en su afán de ocultarse avergonzado, agacha la cabeza y busca evitarle la mirada, sin embargo, el entrenador de los lobos no se deja bastardear y lo toma sutilmente del hombro:
William: “Señor juez, me gustaría hablar con usted”
Robert: “Lo siento, tenemos un horario establecido para descansar y regresar”
William: “Entiendo, no me tomará mucho”
Robert: “Mi respuesta es no…”
William: “Pues debería corregir su respuesta”
Robert: “¿Qué?”-se detiene y mira al entrenador
William: “Dígame, señor juez ¿acaso no le da vergüenza hacer eso?”
Robert: “¿Hacer que?”
William: “No te hagas el tonto Robert. Estás actuando de manera corrupta en un partido de chicos de escuela. Y ahora dejas que golpeen a un chico hasta casi fracturarlo ¿de qué mierda me hablas? ¿Te ha presionado el padre de Joe? ¿es eso?”
Robert: “Yo…no sé de qué…”
William: “Robert, nos conocemos hace tiempo. Sabía que tu cara, nombre y apellido me eran familiares. Eras el juez de línea en la copa de la liga que jugué hace tiempo. En aquel partido no permitiste ninguna falta y aunque perdimos, fue un juego maravilloso”
Robert: “Escúchame bien, William, este tipo no es mas que un parasito con poder dentro de la asociación. Ir contra él es sentenciarte a arbitrar partidos de las ligas amateur así que por favor no me fastidies. Intento salvar mi carrera…la poca que me queda…después de ir contra ese tipo…”
Robert regresa al vestuario, pero antes de que cierre la puerta con expresión de enojo, William le grita:
William: “Eso está por cambiar Robert, este partido demostrará que las personas cambian. Solo tienes que hacer lo correcto, Robert”
Robert cierra la puerta de un portazo. Takehiro espera junto a la entrada del vestuario de Okumi y a su lado Urichia, que no puede entrar, pero desde el pasillo se acerca Sara para hacerle compañía a la chica:
Takehiro: “¿Crees que vaya a cambiar su forma de arbitrar?”
William: “Debería, es un tipo honesto. Cuando dirigió ese partido nadie se atrevió a cuestionarlo porque hacia todo lo correcto y lo posible para que no haya violencia ni injusticia”
Takehiro: “¿Sabes? A veces olvido que tienes mucha experiencia y grandes conexiones en el futsal”
William: “No tanto, solo busco armarme de herramientas para impedir cosas así…injustas”
Takehiro: “Por lo pronto habrá que esperar”
Hanamichi sale del vestuario con expresión exhausta y encara a ambos ex futbolistas:
Hanamichi: “T-Tenemos un gran problema”
William y Takehiro entran y allí observan una fuerte discusión entre Hideo, que está acostado lleno de dolor en el pie, y Steve y en parte a los demás, aún con secuelas del primer tiempo y tensionado por mantener una actitud demasiado pasiva. Su compañero odia esa clase de actitud y sobre todo cuando el equipo depende mucho de él:
Hideo: “¡No puedo creer como es que permitimos que nos fastidien de esa manera!”
William: “¿Qué está sucediendo aquí?”
Takehiro: “¡Hideo! ¡¿Qué es esa actitud con tus compañeros?!”
Hideo: “¡¿No lo entienden?! ¡mi pie está roto, no se si podré seguir jugando!”-dice casi entre llantos
Tobira: “¡Podrías decirlo de otra manera y no así!”
Hideo: “¡Tu…cierra la maldita boca”
Takehiro: “Parece que aún les cuesta asumir la presión”
William: “¿Acaso tenemos otra chance? Si no saben actuar bajo presión, será difícil que puedan avanzar en el torneo”
En ese momento, Inosuke se pone serio e interpone entre Tobira y Hideo para calmar las aguas como si fuera un verdadero capitán, a pesar de que quien tiene la cinta de ese puesto es Miro. Entonces, el chico de copete rebelde le entrega la cinta y nombre capitán.
Tras esto, Hideo, Steve y Tobira se quedan callados a la espera de que diga algo. Quizás, solo quizás, lo que buscan es que alguien les de esa calma que tanto necesitan a la ausencia de los mayores.
Inosuke suspira y piensa “que fastidio” para luego mirar a cada uno de sus compañeros:
Inosuke: “Nadie tiene la culpa de nada. Somos un asco jugando contra un equipo que existe para hacer faltas así que abandonemos esa actitud de querer pelear con todo el mundo y dediquémonos a jugar futsal que para eso somos buenos. Steve, según lo que nos ha dicho el profesor Hanamichi, despertaste el flujo o zona. Lo estuve buscando y es una característica real de un atleta dedicado. No bajes los brazos porque nadie de aquí lo hará. No en mi capitanía”-exclama en un tono autoritario pero convincente y luego mira a Hideo- “¿crees poder seguir?”
Hideo: “No lo se. Por lo que dijo el médico que me vio hace unos momentos…puedo jugar apenas 5 minutos”
Inosuke: “5 minutos ¿huh?”- mira luego al entrenador- “entrenador ¿usted qué opina?”
William: “Seria un gran problema si Hideo sigue jugando, podría agravarse su lesión”
Inosuke: “¿Señor Takehiro’”
Takehiro: “Si fuera por mí no jugaría el segundo tiempo, pero él es muy testarudo”
William: “Hideo, la decisión es tuya”
Hideo mira su tobillo donde puede verse a simple vista la zona golpeada que ya está bajo un color rojizo y ardor que lentamente va aumentando. Miro le coloca un trozo de hielo con un paño en la zona herida. William le da un analgésico para calmar el dolor, todo bajo la estricta mirada de un representante del torneo que da su aprobación para el uso de esa medicación. Sobre todo, si es la lesión de un menor de edad.
Como puede se levanta de su sitio para probar si dando algunos pasos el dolor y la estabilidad están mermadas. Gracias a la medicación puede mantenerse de pie, pero no correr, por lo que su desempeño puede llegar a reducirse drásticamente y depender de alguien que se encuentre cerca para recibir el pase.
El joven sabe que el juego de su equipo depende de lo que él haga y están a una derrota de terminar fuera del torneo. Perder no es una opción válida.
Steve se disculpa con Hideo y le explica que no es su intención permitir que pierdan ese partido. Hideo lo toma del hombro y acomoda su botín mientras le responde:
Hideo: “Siento mucho haber sido muy duro contigo. No entiendo por lo que pasas, pero te aseguro que vamos a respaldarte, pase lo que pase. Por eso Steve…no dejes de luchar en este partido”
Steve: “Hideo…”
Hideo: “Solo…haz lo que haces mejor y vamos a luchar por anotar ese gol. Al final somos amigos y nos tenemos que apoyar”
Tobira: “Voy a defender para que no lleguen a ti”-le extiende el puño
Steve: “Si que están dementes”-sonríe y choca el puño con Tobira
Inosuke: “Oigan, traten de no darme mas trabajo del que ya me dio Miro”
Miro: “Tienes mas madera de capitán que yo. A mí déjame golpearlos y tu piensa”
Inosuke: “Sabes que acabas de autodenominarte como tonto ¿verdad?”
Miro: “Ah… ¿sí?”
Urichia: “Cielos, dejen de ser tan tontos”
William regresa al pasillo, sin intención de dar algún discurso cliché. Solo deja que se relajen sin mas presiones, ya que están compenetrados en el partido y ganar:
Hanamichi: “Profesor ¿no dirá nada? ¿alguna táctica o algo?”
William: “Todo lo que necesitan en estos momentos ya lo tienen. Está será una prueba determinante para ver si estamos para clasificar o regresar antes de tiempo”
Hanamichi: “Pero ¿los dejarán así?”
Takehiro: “Muchas veces los deportistas no necesitan regaños o ser mimados, mas bien todo lo que necesitan es reencontrarse consigo mismos y aplastar a sus demonios. Hideo acaba de hacerlo, Tobira ya lo ha hecho, Inosuke puede que esté por el buen camino…”
Salen del vestuario y ven a los All Wallabies salir 2 minutos antes de tiempo y cruzan por el túnel rumbo al campo de juego. Joe cruza miradas con William, se lo nota demasiado molesto el chico:
William: “Puede que hoy Steve logre hacer lo mismo”
Takehiro: “Usar la zona quizás haya sido suerte. No hay garantía de que vuelva a usarla en el segundo tiempo”
William: “No espero que lo haga. Ya mantuvo el arco en 0 frente a 6 remates de Joe, pero no vamos a depender solo de él”
Takehiro: “Lo dices como si hubiera otro de los nuestro que estuviera a punto de…espera, espera un momento ¿Qué es lo que sabes?”
William: “Descontando a Hideo por su lesión, hay dos posibilidades, pero quizás me esté equivocando”
La concentración máxima o como se lo conoce entre los atletas, la zona, es la capacidad para sumirse en la actividad que uno hace. Muchos atletas alcanzan los logros más altos de su disciplina gracias a que superan el limite humano tan solo por unos breves instantes.
Disciplinas o profesiones, pocos logran rebasar la condición establecida como seres humanos. Hay requisitos que estimulan alcanzar dicha condición, llegar al limite del estrés o tensión monstruosa que impiden jugar bajo la lógica.
También se encuentra una curiosa que es la del entrenamiento continuo, pero es poco seguro que se llegue a la zona ya que no se reúne el requisito del sacrificio físico máximo.
Luego se encuentra el más raro y es cuando el cuerpo se adapta a una situación y se anula la presión exterior para dar lugar a una nueva dinámica dentro del cuerpo del atleta, es decir, alcanza una comprensión de su exterior e interior.
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