¡Okushon! Los Lobos del Futsal (Temporada I) - 12
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- 12 - Capítulo VII: Del esfuerzo nace la Victoria
El equipo regresa a la Escuela, con una derrota ahogándoles el pecho, pero con muchas esperanzas para lo que vendrá.
Después de un par de horas de viaje, llegan a la puerta de la Escuela, y en orden bajan los chicos con sus respectivas mochilas. El profesor Hanamichi toma nota de cada miembro del equipo para revisar que estén todos:
—Bien Kiyoshi eres el Último, están todos— anuncia al equipo— Hanamichi
—Chicos, no olviden avisar a sus familias que ya estamos aquí y que irán de regreso. Fue un gran partido y merecen descansar, mañana trabajaremos, pero un poco más ligero— Willian
Acompañado por Hanamichi, Willian camina hacia la escuela para realizar el angustioso papeleo por la actividad extracurricular. A pesar de ser la manager, Urichia se retira hacia su casa, aunque con papeleos para también hacer.
***
En el Salón de Profesores…
Willian acaba con una enorme columna de papeles, después de casi una hora sin parar, por fin se da el lujo de estirar sus brazos y espalda, además suspira aliviado de poder terminar con su trabajo como también profesor, ya que no solo es el Entrenador del Equipo, sino que su función es la misma que la de cualquier empleado en educación y no por ello queda exento de las formalidades de ese cargo educativo.
Más tarde, cuando acaba su reunión con el director, Willian camina en dirección al Gimnasio donde se ha olvidado sus pertenencias.
Sin embargo, cuando llega al pasillo que conecta al edificio principal con el descuidado complejo, comienza a escuchar sonidos de pisadas de tenis, golpes de pelota, inclusive el sonido de la manager dando instrucciones.
Lo primero que se cruza por su mente es que puede ser una alucinación producto quizás de la euforia que causo ese partido. No obstante, a medida que se va acercando, los ruidos se hacen fuertes y múltiples voces resuenan hasta afuera.
Willian se apresura a entrar al gimnasio para ver qué está pasando, y cuando lo hace encuentra a todo el equipo al completo, entrenándose. Kiyoshi y Tadashi practicando Defensa y ataque, Tobira Inosuke y Miro practican pases y Dribleo, mientras que Steve, Osamu, Hideo, Ryu, Araki, Hinoraki y a Hiroichi en un 3 vs 3, Urichia da apoyo como Arbitro.
Al ver esto Willian pregunta confundido, pero con un gesto casi feliz:
—Me podrían explicar que sucede? — Willian
—Pues al parecer no les agrado la derrota y quieren entrenar— se acerca con un silbato en su cuello— Hanamichi
—¿Y usted está permitiendo esto, no profesor? — Willian
—No es tanto como lo cree entrenador. Solo respondo a la pasión de estos jóvenes, pero usted es quien tiene la palabra final— le entrega el silbato— Hanamichi
De repente una voz los interrumpe, Willian da medio giro con su cabeza y encuentra a todo el equipo haciendo reverencia:
—¡¡Por favor Entrenador…Profesor…permítanos entrenar un poco, por favor!! — Tobira
El entrenador mira como los muchachos están decididos a Mejorar, inclusive el Capitán Kiyoshi y el Profesor Hanamichi están de acuerdo, entonces suspira y luego exclama con una sonrisa amable:
—Muy bien muchachos, quiero que entren en calor alrededor del gimnasio. ¿Cuándo terminen dividiré el entrenamiento para cada uno, está claro? — Willian
Después de eso, todos los jugadores se disponen a empezar su entrenamiento, al menos hasta que apenas anochezca:
—Profesor podría avisarles a sus familias que llegaran un poco más tarde? — Willian
—Si claro— Hanamichi
Hanamichi se retira rumbo a la sala de profesores para comunicarse con las familias y así evitar que se preocupen.
***
Al terminar la entrada en calor, Willian le asigna a cada grupo de dos o tres, un entrenamiento diferente, intentando mejorar en lo que fallaron cada uno.
Tobira y Hideo son los últimos en recibir su ejercicio, pero en esta ocasión Willian conversa seriamente con ellos, para la sorpresa de los dos estudiantes que se preguntan si habían hecho algo mal:
—Chicos, hay un entrenamiento que quiero que hagan. Pero esto es muy importante— Willian
—Es necesario que lo haga con este enano? — Exclama muy poco convencido— Hideo
—Exactamente. En el partido contra Okemori, pudimos haber ganados o al menos empatado, no solo han entrado fresco, sino que mostraron un nivel que dejo asombrado a los presentes— Willian
—Eso no es bueno, ¿entrenador? — exclama muy entusiasmado, con su cálida sonrisa y dando brincos— Tobira
—No…no lo es— Willian
—Heh? — dicen ambos al unisono
—Es cierto que, en términos de posesión, Defensa, ataque y entusiasmo, aplastaron a Okemori, pero tácticamente los dominaron. Aun así, ese último movimiento me ha interesado, Hideo…—lo mira al joven de cabello negro y mirada seria— me dijiste que tu padre te enseño el pase cuchara, mejor conocido como vaselina, ¿cierto? — Willian
—Si— Hideo
—Practicaran esa jugada, pero la usaran cuando no hay otro recurso, su uso y abuso tiende a ser demasiado inestable, puedes lograr anotar como también lesionar a tu compañero al exigirle que puede bajar la pelota. ¿Por eso es que o practicaran, de acuerdo? — Willian
—Entendido Entrenador— exclama mucho más entusiasmado que antes— Tobira
—De acuerdo— Hideo
Luego de unas indicaciones del entrenador, el Dúo se dispone a practicar la difícil jugada.
Numerosos intentos suceden, pero sin éxito, inclusive el pobre Tobira se lleva varios golpeas en sus piernas, brazos y hasta la espalda.
El último golpe lo lleva a darse la cara contra la pared por fijar demasiado su mirada en la pelota, y no ver lo que tiene delante.
Después de casi tres horas de entrenamiento, Willian aplaude dando fin a la jornada, y obligando al grupo a irse a descansar a sus casas, comer y beber mucha agua para recuperar los minerales y calorías perdidas.
Al terminar de limpiar el gimnasio, el grupo se despide y marcha a sus respectivas casas.
Hanamichi se acerca a Willian y le dice:
—Crees que estén bien para el partido de mañana? — Hanamichi
—Bueno, eso dependerá de cómo respondan a mis consejos, pero esos dos…algo me preocupa— Willian
—Te refieres a Hideo y Tobira? — Hanamichi
—Sí, aunque se compenetran el uno con el otro, no podrán trabajar bien juntos, porque algo en su ideología es diferente— Willian
—A saber, que piensan del futsal, ¿no? — Hanamichi
—Bueno, son jóvenes, y es un hermoso deporte. Lo mejor es apoyarlos y ser sus guías— Willian
—Tiene razón en eso entrenador— Hanamichi
—Me debo ir, hoy mi hermosa esposa me hará cerdo al horno, ¡¡y mi querido retoño Steve me contará sus intentos de conquistar a Urichia…yupiiii!! — Se va a la puerta dando brincos felices como una bailarina de valet con cara de idiota— Willian
***
Mientras tanto a varios minutos de la Escuela…
Hideo entra a su casa, donde encuentra por lo largo del pasillo bolsas y bolsas de residuos.
Esto le da mucha curiosidad, ya que por lo general se encuentra con basura tan descuidadamente arrojada por su padre, pero esta vez la casa no tiene una pisca de residuos, es más, todo está muy reluciente.
Sin duda le llama poderosamente la atención, así que continúa avanzando en dirección al comedor, a paso un poco más apresurado, pero dándose tiempo para ver lo diferente que se ve la casa. Al llegar se encuentra con su padre mirando la televisión, y sobre la Mesa unos deliciosos platillos, rebosantes de la comida preferida de Hideo, y un cartel cariñosamente escrito con la frase:
—Bienvenido a Casa, mi Orgullo <3—
Al contrario de lo que se espera en su reacción, Hideo tira al suelo los platos, de sus ojos brotan lágrimas de angustia y con voz quebrada le dice a su padre:
—Crees que con una bonita cena…harás que diez años de tormento y soledad se acaban de un día para el otro? — Hideo
Sin embargo, Takehiro no responde, solo continúa bebiendo su lata de cerveza mientras masaje su pierna rota, la razón de su pesar:
—¡¡No eres más que un asqueroso ebrio que ha hecho sufrir a su hijo, todo por tu estúpido ego lastimado!! — Le grita furioso— Hideo
De nuevo espera alguna reacción de su padre, pero sin respuesta alguna continúa gritándole:
—Es muy injusto ser tu excusa para glorificarte, siempre haciéndome entrenar hasta el cansancio. ¡¡¡Cuando mama murió…tu solo empeoraste todo!!! ¡¡Ojalá…ella jamás hubiera muerto!!…maldición…yo solo quiero…solo…solo quiero…— recuerda a Tobira y su entusiasmo por jugar no importa que— Solo quiero jugar el futsal porque me encanta!! ¡¡Y es lo que más me hace feliz!! — Hideo
De repente unos fuertes brazos rodean al alto y delgado Hideo, este queda pasmado si entender que sucede.
Cuando se da cuenta, su padre lo Abraza con lágrimas brotando como cascadas y unas palabras arrepentidas salen de su boca y resuenan en un Hideo que orgulloso intenta no llorar, pero las emociones son demasiado fuertes:
—Lo siento mucho mi pequeño…sé que fui un padre mediocre…todo mi fracaso…mi frustración…fueron hacia a ti, cuando en verdad debía molerme a golpes a mí mismo— Takehiro
—Apártate…maldito…no sabes cuánto te odio— cierra sus ojos con sus lágrimas cayendo a través de sus mejillas y sus puños apretados— Hideo
—Yo sé cuánto has pasado, por eso…te pido que me des una oportunidad, para armarme de valor y enfrentar las cosas. No dejaste de ser en ningún momento de mi vida…mi mayor logro como persona…por eso…por favor…discúlpame— se aparta y pone de rodillas con su rostro en el suelo— Takehiro
Al ver la extraña actitud de su padre, se toma de la cabeza, pero dentro de él quiere demasiado poder perdonarlo, aunque lleva su tiempo:
—Vamos, levántate— se agacha a recoger los platos rotos— luego hablaremos de eso de perdonarte. Por ahora recojamos los platos, y las latas de cerveza— Hideo
—Si si!! — Le responde como si fuera un niño— Takehiro
Después de ordenar la casa, dándose ayuda uno al otro, Takehiro y Hideo mantienen una larga conversación, donde ambos expresan sus sentimientos, y como se sienten por todo lo que ha ocurrido durante largos diez años.
En un principio, Takehiro ignoraba lo acontecido antes, solo para luego romper en llanto, arrepentido y triste de haber sido un muy mal padre, haciéndole soportar a Hideo las frustraciones por haberse retirado tan joven.
Pero en cierta forma Hideo no le culpa del todo, inclusive le dice muy sonriente:
—Gracias a ti encontré mi motivación en el futsal— piensa en sus compañeros de equipo— así que, dentro de todo, insistirme en enseñarme a jugar no fue tan malo— Hideo
Sorprendentemente el frio y oscuro ambiente que esa casa tenia, pasa a ser un hogar cálido feliz en un instante, como si una especie de hechizo hubiera desaparecido cuando padre e hijo se reconcilian.
Con una expresión muy feliz, Takehiro le pregunta:
—¿Entonces, cuando es tu próximo partido? — Takehiro
—Es mañana, pero jugaremos un poco más lejos, al otro extremo de Tottori— Hideo
—Espera un momento— se levanta y hurga entre los cajones de unos muebles al lado de la tv— Takehiro
El cajón se cierra y Takehiro le acerca un objeto muy cuidado y preciado para él:
—¿Qué es esto? — Mira algo que parecen ser dos zapatillas de futbol usadas comúnmente en futsal— es mi mayor recuerdo de mis épocas como profesional y quiero que les uses— Takehiro
—Yo…no…— lo rechaza sutilmente— Hideo
—Ya ya, solo acéptalo. Al fin y al cabo, cumplirás tus sueños y eso es más importante— Takehiro
—Aún no hemos ascendido, y dudo que podamos— Hideo
—Con ese negativismo jamás lograras nada. Tienes compañeros, tienes potencial, tienes un entrenador que te hará alguien mucho más talentoso de lo que yo puedo hacerte— lo mira muy desafiante— van a ascender, ¡y van a alcanzar la gloria! — Takehiro
Las palabras alcanzan la fibra más sensible de Hideo, y en un desahogo feliz en su rostro grita con todas sus fuerzas, a él se le une su padre hasta que:
—CIERREN LA MALDITA BOCA QUE LA GENTE QUIERE DORMIR!!! — Un vecino
***
A la mañana siguiente, el equipo se prepara para ir en bus al próximo partido, en esta ocasión enfrentándose al Ukusa High School de Tottori, que se encuentra a unos sesenta kilómetros de la Preparatoria de Okumi.
El cambio en el ambiente se hace notar, las risas, bromas e inclusive conversaciones alegres no se hacen esperar.
Willian observa como esa misma energía emana en todos, entonces deja escapar muy alegremente:
—Estamos listos— Willian
Mientras el equipo marcha hacia el partido, un celular suena en la casa de Hideo, allí atiende Takehiro con un cordial:
—Sí, aquí Takehiro, ¡¿que se le ofre…— se sorprende— QUE YO…QUE?!?!?!?! — Takehiro
***
Por la Noche de ese día, el entrenador Hisame del Oiyashima Tottori recibe un llamado del Manager Noriaki de Segundo año de Preparatoria:
—¿Hola Noriaki, sucedió algo? — Hisame
—Entrenador, ya está el Resultado del partido entre Okumi y Ukusa High School— Noriaki
—Oh! Ukusa, vaya que nos ha costado vencerlo, y apenas con por 1-0. ¿Y dime como termino? — Hisame
La expresión en el rostro de Hisame se pone seria, noticias resuenan pro su odio haciendo que una sonrisa nerviosa se forme y una expresión ansiosa sale de su boca:
—¿Así que Okumi ha regresado con todo su poder, huh? Haber derrotado 4-1 al Ukusa no es para menos…pero no se les vaya a subir a la cabeza…porque van a ir contra Nosotros…— Hisame
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