Oliver Brown: El escape y mordida. - 2
—Janna… despierta…
¿Eh?
—Vamos a llegar tarde.
¿Otra vez está chica?
Perdido analizo el lugar, es una habitación, pero no es ninguna que conozca.
—¡Janna!
Ueh… se molestó…
—Ya voy… ya voy…
¡¿Qué?! Mi cuerpo se mueve solo. Espera ¿Yo soy el que habla? Aunque es una voz femenina…
Camino y llego frente a un espejo, ese no soy yo… es una chica.
—Ya casi es hora de la fiesta de las pizzas en el mercado San Miguel. Y tu dormida.
—Me dormí porque tu tardabas mucho…
—Sabes que me tardo por los problema que andan surgiendo con los demonios parásitos…
¿Demonios parásitos? ¿Qué se supone que…?
«Tsssk»
¿Otro cambio de escenario? Ahora es un automóvil… ¿Quizás estoy viendo los recuerdos de alguien?
—¿Crees qué esté bien el hacer la fiesta?
Puedo sentir la preocupación de Janna.
—¿Por qué preguntas?
Johanna es la que maneja. Parece forzarse a sonreír.
—¿Y si ocurre un ataque en pleno mercado? Podría resultar en una catástrofe.
—No te preocupes, el evento está estrictamente vigilado.
«Tsssk»
—¡Tu solo concéntrate en comer pizza! ¿Entendido, Janna?
—Si…
Ahora que lo pienso, están en mi ciudad… pero que yo recuerde el día nacional de la pizza no se celebran tan así.
«POOOOOOOF»
¡¿Una explosión?!
—¡¡¡JAJAJAJAJA!!! ¡¡¡El Armagedón a tocado a su puerta, humanos!!!
El techo acaba de volar por los cielos. Los locales de comida se redujeron a escombros. Y hay una especie de ser hecho de humo, sus ojos… sus ojos son como el portál…
Miro para todos lados, Johanna no está. Ni siquiera Janna parece estar. ¿Qué se supone que estoy viendo? No entiendo nada… ¿Acaso morí? ¿Una premonición? ¿Qué se supone que…?
—¡¡¡TE ENCONTRÉ!!!
—¡¡…!!
En tan solo segundos, una figura oscura aparece frente a mi y con unas garras enorme se lanza contra mi.
Mi cuerpo se congela mientras se acerca, no… va tan rápido que no me da tiempo a moverme.
—¡¡TCH!! Ese asqueroso protegió tu línea temporal.
En medio de nosotros, una especie de reloj hecho de energía blanca y negra, detiene su ataque.
Mi respiración se agita. Mi corazón duele. Puedo sentir como la temperatura de mi cuerpo comienza a subir. Todo se apaga.
—Hermanito, por fin despiertas. —Frente a mis ojos se hacen 2 coletas de color fucsia.
En algún momento cambié de escenario otra vez… ¿Está vez es real? ¿Lo otro fue un sueño?
—Ada, ¿qué pasó…? —Intento levantarme, pero un fuerte ardor en mi brazo izquierdo me fuerza a caer nuevamente sobre el regazo de mi hermana.
—El abuelito dice que fuiste atacado por un perro muuy grande. —Ella gesticula con sus manos para luego llevarlas a mi cabello y juguetear con él.
Relajo mi respiración.
¿Recuerdo todo lo que pasó en la casa? El portál, el perro monstruo…
—Hermanito, ahora tendrás una cicatriz en el brazo, te verás más varonil. Tendré que cuidarte de las zorras que se acercarán a ti —Había olvidado que Ada se pone como psicópata cuando una chica se me acerca.
—Jeje…
Ella puede ser muy cariñosa, pero también es extremadamente celosa.
—No sabía que ustedes eran tan cariñosos…
Miro hacia el sillón frente a mi. Es verdad, estamos en la sala de mi casa. Y Michel y Edd están observando ésta escena tan vergonzosa.
—¿Cuánto llevan ahí? —Intento desviar la conversación. No creo poder levantarme con facilidad.
—Prácticamente desde que nos trajeron a tu casa, todo lo que pasó fue sacado de una película… —Responde Michel.
—Si… —Afirma Edd.
—Chicos, ¿qué es lo que pasó…? —Aún confundido decido preguntar.
—Esa cosa te atacó hasta dejarte inconsciente, pero justo llegó tu abuelo y nos salvó —Es la primera vez que veo a Edd en shock.
—¿Mi abuelo?
¿Cómo puede ser que un anciano de casi ochenta años nos pudo haber salvado de un ser tan extraño y agresivo? ¿Y qué era esa cosa? ¿Un monstruo? ¿Alienígena? ¿Experimentos del gobierno? No se lo que pudo haber sido, pero eso no es normal. Estoy seguro.
—Si, fui yo…
Mientras hablamos, entra mi susodicho abuelo, está acompañando de mi abuela y mi mamá.
Como es evidente, ambos abuelos están canosos.
—Hijo, siéntate un rato en el sillón. —Ordena mi madre con tono serio, Hace tiempo no la veo así. Tal parece que es tema ligero.
A duras penas y con ayuda de Ada, logro sentarme.
—¡Ahh! —Suelta en suspiro mi abuelo llevándose su mano derecha a la frente, parece que va a decir algo que no quiere.
Mi abuelo siempre a sido una persona amable, un caballero por excelencia. Incluso hay veces que parece muy anticuado, la diferencia de edad y época supongo. Aún así, sus ojos verdes siempre reflejan alegría y calman a cualquier que hable con él. Pero ahora… sus ojos son diferentes. Es la primera vez que lo veo preocupado.
—Está bien, hemos hablado con los padres de Michel y de Edd e incluso con el consejo, y están de acuerdo. —Dice con tono firme y serio ¿El abuelo siempre pudo ser así?
—¿De acuerdo en qué? —Pregunta Michel mientras seca una gota de sudor que escapa de su frente. Supongo que también está en shock.
—Para revelarles su verdadera identidad y naturaleza.
«¿Ah?» es lo que soltamos a la par. Incluso Ada lo hace.
—Cariño. —Abuelo hace una señal a abuela.
Ella siempre es muy permisiva con nosotros, siempre nos defiende de mamá cuando nos mandamos algún “moco”. Por lo que su expresión siempre está relajada, pero, al igual que su esposo, también está seria.
—Hace aproximadamente dos mil años hubo un suceso muy importante para el planeta entero, muchas razas evolucionaron de forma ramificada. Entre ellas la raza humana, la cual se dividió en cuatro grupos: el primero fue el de los normales, luego los llamados mágicos, los terceros se denominaron kinéticos y los cuartos llevan el nombre de elementales —Explica lentamente, quizás para que podamos procesarlo—. Nosotros descendemos de la segunda rama, los mágicos.
Los cuatro nos quedamos en silencio. Parece una broma de mal gusto. Esas cosas no están documentadas en ningún lado. Pero… lo que pasó en la casa abandonada y la mordida de mi brazo…
—¿Es una especie de broma? —Michel se cruza de brazos y toma una posición desafiante.
—No lo es. —Mamá responde con tono amable, supongo que alguien tiene que aligerar la situación.
—Si ese es el caso ¿Por qué nos enteramos ahora? —Llevo mi mano a mi barbilla.
—Porque hace ocho años se estableció que los descendientes podrán ser introducidos a partir de que cumplan la mayoría de edad, eso es una de las cosas que logró tu hermano.
—Jonathan… —Supongo que él también está metido en esto. Me sorprende que un patán como él busque algo bueno. O por lo menos eso parece.
—Pero esta vez se les permitirá a ustedes por ser un caso especial. —Mamá continúa.
—Por ahora les voy a pedir dos cosas —Abuelo toma la palabra—. Primero que no le hablen a nadie sobre este tema, segundo que dejen de tomar sus “vitaminas” —Agrega haciendo las comillas con los dedos.
—¿Vitaminas?
—Son pastillas que les hemos estado dando a Oliver, Ada y Edd durante varios años para contener sus poderes, pero les dijimos que eran vitaminas por el simple hecho de que no queríamos que hicieran preguntas.
—Yo nunca he tenido que tomar “vitaminas” —Interrumpe Michel.
—Eso te lo tendrán que explicar tus padres. —Puedo notar como los ojos del abuelo vuelven a cambiar, parece preocupado mientras ve a Michel.
Después de eso, mis abuelos acompañaron a Michel y Edd a sus hogares. Mientras tanto yo me quede junto a mi madre en la sala de estar.
—Todo pasó muy rápido ¿No? —Ella me mira.
Ada se fue a su cuarto. Yo solo me quede en el sillón viendo la venda en mi brazo.
—¿Por casualidad no se puede curar con magia? —Intento tocarla, pero alejo el dedo adolorido.
—Lo intentamos, pero en ese instante comenzaste a reaccionar aún dormido. Aunque no sabíamos si era bueno o malo, así que decidimos parar.
—Ya veo… ¿Acaso esa cosa me infectó o algo así?
—Bueno… quizás. No sabemos que tenía ese monstruo, pero reactivó tus poderes por unos segundos.
—¿Eso es bueno o malo? —La miro confundido.
—De momento: bueno. Ya que sanó el 50% del daño. —Ella sonríe ligeramente.
—Entiendo… —Dirijo mi mirada al suelo.
—¿Sabes? No tienes que obligarte a ser parte de todo esto. Es… un mundo difícil. Muchas personas hemos perdido más de lo que esperábamos… —De reojo veo como su sonrisa se desvanece.
—Pero es una tradición familiar ¿No?
—Si… desde tus abuelos hasta tu hermano somos conocidos como héroes mágicos. Supongo que después de 3 generaciones ya se podría llamar tradición —Inclina su cabeza—. Pero no es necesario que tu y Ada la sigan. Es mejor que continúen con una vida normal.
—¿Esto me dejará ser normal? —Levanto el vendaje—. Además, puede llegar a ser interesante.
Así es, magia y cosas desconocidas para mi. Suena como algo que podría gustarme. Después de todo, suelo pensar que la vida sería más entretenida si hubiera magia como en las series.
—Es un camino entretenido, así es. Pero no es como en la televisión o internet… hay personas que dejaron de sonreír, personas que mueren…
—Son cosas de toda la vida, mamá ¡Bien, me decidí! Voy a intentar meterme en este mundo. —Me pongo de pie.
—Ahhh… —Ella suspira—. Tu también eres terco… bueno, supongo que trataré de convencer a Ada. Ahora vete a dormir.
Mamá se levanta y desaparece por el pasillo que da directo a las escaleras del segundo piso.
Por mi parte me acerco al espejo de la sala de estar. Quiero checar si tengo alguna otra herida, pero no hay nada.
Aunque por unos segundos…
—Mis ojos…
En medio de los parpadeos los vi rojos.
—Debe ser mi imaginación.
Sonrío y me dispongo ir a mi cuarto.
Comments for chapter "2"
QUE TE PARECIÓ?