Pōshon no sekai - 02
Tanto Javier como yo estábamos dispuestos a cambiar el mundo, a pesar que sabía que tenía que hacer no encontré como hacerlo ni por dónde empezar.
Caminamos toda la noche hasta llegar a una embarcación.
– Subamos hay. – dijo Javier.
– Bueno date prisa. – le respondí. – cómo no tenemos pasaporte debemos ser discretos.
Entramos en la parte de carga al ser un barco pesquero, una vez hay a él le dio hambre por lo que nos comeríamos la primera ración, teníamos como para dos días solamente.
– Este barco va a estados unidos.
– Perfecto, el primero en caer será Donald Trump.
Pasados dos días se nos acabó la comida que nos dio abuela, y faltaba un día para llegar a estados unidos.
– Ya vuelvo. – Javier salió de nuestro escondite para buscar comida. – ¡Listo! ¡traje pescado!
– ¿De todo este lugar solo encontraste eso?
– Todo lo que hemos hecho de pasa tiempo es ver anime en mi teléfono, no te quejes de la comida o sal a buscar tu sin que te descubran. – mi hermano tenía razón, deje de quejarme.
– Gracias, creo.
Llegado el momento llegaríamos a estados unidos, en la ciudad de new york. Una vez fuera del barco caminamos un rato disfrutando de lo que la ciudad podía ofrecer.
– ¿Cómo llegaremos a encontrar a Donald? – dijo él. – porque no tenemos dinero.
– ¿¡el que teníamos!?
– Me lo gaste en cartas de Pokémon.
– Yo te mato sabes… bueno será a pie.
Tuvimos que caminar por varios estados, al llegar la noche teníamos que acampar, cuando teníamos hambre con una poción me hacía invisible o mi hermano se estiraba cuidadosamente y robábamos comida, él se quería rendir, pero yo no lo iba dejar ni me rendiría yo.
Una noche teníamos frio y queríamos hacer una fogata, por más intentos que di no lo lograba, entonces. – mira esto. – Javier coloco varias ramas y hojas secas haciendo un montón, tomando un palo enrollando sus brazos uno con el otro como una soga y al desenrollarlos a alta velocidad los hace rotar, mientras sostenía el palo contra el montón de ramas por la energía cinética y la fricción logro crear fuego. – bueno con esto ya no pasaremos frio, y sin tus pociones raras. – ese comentario me molesto un poco, pero no le di importancia a un ignorante. – (las fórmulas le dieron el cuerpo de goma a mi madre para que lo pudieras heredar).
Milagrosamente logramos llegar a la casa blanca tras varias semanas, quería entrar de manera sutil y calculada, pero al darme cuenta mi hermano ya había abierto la puerta por la fuerza y estaba dentro… bueno usaremos el estilo terrorista. A pesar de que varios guardaespaldas trataron de detenernos Javier se los bacilo sin esfuerzo, cada vez de tiraba un golpe se le estiraba el brazo para un mayor alcance para más cosa con su fuerza máximo usaba tres golpes con uno solo, no importaba si le disparaban, las balas se le quedaban pegadas en el pecho pero sin perforar este.
– ¡TRUMP! – mi hermano pateo la última puerta donde este estaba.
– Señor presidente ¿listo para ceder su puesto? – le respondí, pero este me apunto con una pistola. – (¿de dónde la saco?) FIRE … – le dije para que me disparara.
Este se levantó de su silla mientras mi hermano no sabía por qué estaba haciendo eso, con todo lo que puedo hacer tome una poción de mi bolso, Trump asustado por no saber que traía en él y con el miedo de que fuese una bomba me dispara.
Por suerte segundos antes logre beberla. Este me disparo todas las balas del arma, pero todas me rebotaban, asustado grita llamando a más de sus guarda espaldas pero de eso se encargó Javier, dando un salto muy alto en el aire lanza muchos golpes y al tocar el suelo de nuevo ya no tenía rival alguno de pie.
Con el teléfono de mi hermano grabamos a Trump que nos cedía el país a mí y a él. – buen trabajo, «iron man».
– Lo dices porque ahora mi cuerpo está hecho de hierro.
– Claro, pareces una estatua; aparte me siento poderoso, soy el presidente de estados unidos
– Yo soy el presidente, tú el vicepresidente.
– Me siento estafado, y ¿Cómo volverás a ser negro y no de hierro?
– Primero eso es racista y segundo solo se hacer pociones cuya durabilidad sean dos horas, para que dure más tendría que hacer una pastilla y un equipo muy avanzado para sintetizarla y que sea un poder mío propio.
– Ok.
Pasados unas semanas viviendo es estados unidos logre hacer un tratado con corea y detener una posible guerra (dicho así, debí ser Javier el responsable de eso, él hable mejore el inglés que yo), aparte mi hermano creo una segunda bandera para estados unidos, siendo azul y con una estrella amarilla en medio… algo raro, pero él lo disfruta. Disfrutamos mucho de los lujos de ser gobernantes, pero…
– Vámonos.
– No quiero. – Javier se encariño con que lo traten como alguien importante. – tu ve y yo te cuido el país para que nadie te lo robe.
– «claro, de seguro hay mucho como nosotros queriendo gobernar el mundo».
– Ya tienes la paz entre estados unidos y corea del norte, que más quieres…
– Qué tal si hay terroristas de corea que no respeten el tratado de paz. Si controlo todo nadie estará insatisfecho, al menos yo no.
– Pero será más fácil, si solo hay un líder si te mueres fin… ¡ANARQUIA!, ¿entiendes? – era difícil no ver el punto de mi hermano.
– Entonces por eso abuela te mando conmigo, si yo caigo tu eres el player dos.
– Ok, iré con Tigo, pero no porque tú me lo pides, es porque abuela me mando a eso. – Javier por fin entraba en razón. – Siri, tú serás la que nos cubra. – Siri era nuestra secretaria, una chica de veintiocho años, era linda.
En lugar de ir de pasajeros normales por miedo a que se den cuenta de que estados unidos se quedaría sin presidentes en la zona, tomamos el avión presidencial aparte de que mi hermano se Moria de ganas por usarlo. Una vez en corea, dispuesto a hacer caer al chinito bueno para nada (no por chino sino por puto), tomamos un taxi y reservamos tres semanas en el mejor hotel, Javier se fue por el tercer piso y yo me quede en el segundo, todo según el plan.
Comments for chapter "02"
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