Pōshon no sekai - 07

Al llegar a la calle pude notar una gran tensión en el aire, aparte de que mis ideas eran ciertas, no había nadie.

– Quédense aquí, yo vuelvo en unos minutos. – el sujetaba su mochila como si temiera perderla.

– ¡No seas marico tú!, yo voy. – no iba a dejar que se fuera a hacer algo que desconozco, y más aún en un lugar como este tan sospechoso.

– Sabes Landru, deberías darle su espacio y que atienda sus asuntos, luego te podrá contar… y también podemos hablar tu y yo a solas. – cuando vi que se sonrojo un poco me di cuenta de sus intenciones.

– ¡JAVIER LLEVAME CONTIGO! – me asustaba pensar que haría Xayuh si está a solas conmigo.

– ¡NO! Al volver… al volver te contare, y no te dejes «agarrar» de ella o te mato.

Javier se iría caminando unas cuadras y doblaría en una esquina, pero si el desgraciado cree que me voy a darme el lujo de quedarme sin hacer nada. ¡se equivoca! Pero para mí mala suerte no podía dejar a Xayuh sola.

– Oye Landru ¿puedo decirte algo?, es mu loco.

– Eh…ok.

– Es que… cuando te miro… mi… corazón se acelera y…

– (diablos, sé a dónde va esto, en mi bolso debe estar… aquí esta.) – busque en mi bolso algo para evitar una posible escena.

– Y… creo que te quiero. – Xayuh se sonrojo, no era capaz de verme la cara y me dio la espalda; en ese momento tomé la ventaja y me bebí la poción para hacerme invisible. – ¿Landru? ¿Dónde estás? – dijo al darse de nuevo la vuelta.

– Aquí estoy, tenía sed y por «accidente» me bebí la poción de invisibilidad… voy a aprovechar que estoy así y voy a seguir a Javier.

– Pero… me dejaras sola.

– Cuando vuelva te… te lo voy a compensar… de la misma forma en que tú te dormiste encima de mi hoy… – no podía creer a donde tenía que llegar solo para salir de esta situación para que al fin y al cabo me termine metiendo en otra peor. – y no te dejare sola… tienes un teléfono, te daré mi número y así me llamas si pasa algo.

– Oh, ya tengo tu número. – cuando me respondió eso me puse a pensar, y en ningún momento se lo di.

– …ok, me voy, confió en ti.

Una vez deje a Xayuh sola, pensé (No voy a volver, le diré otra mentira o me llevare un momento de suma incomodidad). Seguí el mismo camino de mi hermano, pero al girar en la misma esquina ya no podía saber a donde pudo haber ido, (¡Maldición!, ¿ahora a donde debo ir?), cuando de pronto vi a unos sujetos con trajes de negro, decidí seguirlos a ver si encontraba un «alíen», o a mi hermano. Durante mas de una hora los seguí, por obra del destino si me llevaron justo donde estaba Javier (¿Quiénes serán estos como para conocer o aliarse con Javier?).

– Lamentamos la tardanza. – dijo uno de ellos.

– Llevo aquí ¡UNA HORA! – estaba molesto por hacerlo esperar; el saco algo de su mochila. – tomen, este es el documento oficial de la renuncia tanto mi como de mi hermano, Trump volverá a ser presidente si cumple con la orden de preservar la paz con Corea de lo contrario volveremos al poder.

– El país de Estados Unidos se lo agradece.

– No es nada, me disculpo por la conmoción causada por nosotros, fue bueno ser gobernador, pero esto es lo correcto. – no puedo creer que mi propio hermano actúe a mis espaldas para regresar el poder a quienes se lo quitemos.

Los «hombres de negro» se irían de inmediato, pero justo cuando mi hermano estaba por devolverse se me acabaría el efecto.

– ¡¡¡AAAAAAAAAAAHH!!! Cocha tu madre no me asustes así. – él se asustó ya que reaparecí justo delante de él.

– Claro ahora te asusto ¡TRAIDOR!

– ¿Que?

– No te hagas el pinche pendejo, estuve aquí todo este tiempo.

– ¡Tú y tus tontas formulas!… y ¿dejaste sola a Xayuh?

– Para tu información, se me declaro y quiere ser mi novia, Eso es karma.

– ¡Eres un maldito estúpido!

– No es mi culpa que le guste.

– Olvida ya eso… y de todos modos todo país que gobernáramos les devolvería su gobernante original con la condición de no provocar corrupciones o guerras.

– Ese no es el punto. Si en un inicio es derrocar a quienes tengan intenciones de la tercera guerra mundial, pero es mejor tener todo el mundo a nuestros pies.

– Eso es estúpido, eso de gobernar el mundo es un sueño de niño pequeño.

– ¿Y que si es mi sueño?, tengo lo necesario para concretarlo me ayudes o no, ¡ojalá no hubieses venido conmigo!

– ¡ojalá no hubiese nacido! – esas palabras… esas palabras si lograron herirme, provocando que de mis ojos salieran unas pocas lágrimas. – ¡OH!,¿ahora vas a llorar…?

Me seque las lágrimas, di unos pasos hacia atrás y saque un cinturón con el que puedo llevar las pociones, pero no me lo puse, solo saque de el dos de ellas: la de hierro y la de antigravedad, al beberlas mire a Javier diciendo. – no lloro por tus palabras… lloro porque tienes tan mala suerte… que cuando acabe contigo tu cara quedara irreconocible.

– Quieres pelear… – logre ver por su gesto que dudaba un poco, luego lo cambio por uno de ira y arrogancia. – bueno hermanito, perfecto, podre usarte como saco de boxeo, igual como te paso con tus enemigos en el hotel.

Él y yo nos preparamos para talvez la mejor pelea de nuestras vidas, ya que siempre que peleaba con el perdía de forma implacable, pero ahora tengo la capacidad y el poder que literalmente obtuve de una botella, el resultado de este combate será diferente. El se estiraba de forma presuntuosa y hacía sonar sus nudillos, mientras yo observaba el resultado tan fascinante de la combinación de mis poderes, solo mis brazos y piernas se hicieron de hierro, pero no era difícil moverme, no tenía el peso extra generado por la conversión de mis extremidades de orgánico a hierro gracias a estar sin ningún peso al eliminar mi propia gravedad. No teníamos la preocupación de que algo le pasara a Xayuh o que destruyéramos aún más la calle donde estábamos; solo queríamos liberar nuestro enojo.

Estaba a punto de descubrir si mis pociones eran mejores que los poderes de mi hermano, el tal vez fue bendecido, pero yo trabaje para llegar aquí, y como dijo Rock Lee en Naruto: «el don sede ante el trabajo duro».