Possesers (Poseedores) - 09
Viento llévate mi dolor
Agua quítame este ardor
Arena entierra mi ser
Fuego desaparece todo de una vez
Capítulo 9: Evidencias
Teniente Robert Rhoades. Edad 42 años
Encontrándose el teniente frente a un grupo de personas daba un discurso usando un micrófono. –Martin era un buen hombre y un detective aún más grande, siempre me apoyo, pero, pero los animales que hicieron esto… ellos…!Ellos pagaran!- concluía con enojo, mientras era interrumpido por un par de personas, mientras un tercero le recriminaba. –¡Suficiente!- menciono una tercera persona acercándose a Robert, para luego decirle unas palabras al oído mientras le ponía una mano al hombro, -Necesitas controlarte Rhoades, tomate unos días libres y descansa. Menciono esa persona. –Sí eso haré, capitán- menciono Robert mientras bajaba la mirada y se tranquilizaba.
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Aquella noche en una morgue, una forense conversaba con Robert, – Los análisis revelan un arma filosa desconocida de un diámetro de diez centímetros, lo más cercano que podría decir es una ballesta.- mencionaba esta doctora forense. –Entiendo, gracias por todo Lena- respondió este. – Esta bien pero no te excedas, Robert no estás en este caso.- menciono la doctora preocupada. –Claro que lo estoy- respondió este mientras cambiaba a un rostro algo enfadado, marchándose de aquel lugar.
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Llegado el día siguiente Robert revisaba la escena del crimen, ya limpiada, observando la huella de la tiza en el suelo que señalaba donde había estado el cuerpo. –Aquí es donde te mataron- menciono mientras se agachaba examinando el suelo y visualizaba mentalmente como algo reventaba el pecho del detective Martin. -¿Quiénes lo hicieron- pensó, mientras analizaba los alrededores con la vista, finalmente posando la mirada sobre unas botellas vacías. –Botellas… deben haber testigos-
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En unas carpas colocadas en una acera, el teniente Rhoades, se encontraba recorriéndolas, mientras observaba algunos vagabundos, para finalmente dirigirse a un par de ellos. -¿Ustedes van al frente a veces?- pregunto señalando las construcciones. –Eh, no- respondió uno de los vagabundos. – No te preocupes solo busco información, quiero saber si alguien estuvo hace 3 días, en ese lugar. – menciono mientras sacaba unos billetes y los mostraba.
Un vagabundo salió de una de las carpas acercándose a Robert. –Yo estuvo.- menciono mientras observaba los billetes. –Sí, hablemos- menciono Robert mientras le hacía un ademan de que le siguiera.
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Afuera de la escuela donde asistían Aixol y Lilah, Rober observaba desde lejos con un par de binoculares oculto en una sombra. –Cabello largo ondulada- pensaba, mientras analizaba el aspecto de las estudiantes que salían. Viendo a Lilah, salir de la escuela. –Ella..- pensó.
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Regresando al día anterior, Robert conversaba con el vagabundo cerca al lugar del asesinato, – Hace 3 días en este lugar mataron un detective, era un amigo mío, necesito que me digas quienes lo hicieron. – menciono mientras empujaba con ambos manos al vagabundo contra una pared tomándolo de la casaca. – Aunque me lo digas no pude ver…- menciono este, mientras apartaba la mirada, siendo forzado al volver a mirar por un chasquido ya que Robert había sacado su arma para apuntarle directamente a la cara asustando al vagabundo debido a esto. – Bueno, yo me desperté por unos gritos y vi a 2 muchachos…- menciono el vagabundo asustado. –¿Dos muchachos?- pregunto Robert. – Bueno jóvenes y sí había una persona en el suelo.- menciono aquel vagabundo mientras miraba la pistola y luego la pared alternando esto. –Dime como eran esos jóvenes.- pregunto Robert. –Pues muy jóvenes…- menciono el vagabundo ocasionando que Robert ahora gatille su arma. – Tenían… tenían uniforme de escuela.- menciono el vagabundo muy asustado. -¿Qué escuela?.- pregunto Robert muy seriamente. – Esa… que esta cerca, la, la pretorian.- menciono el vagabundo con la voz temblorosa. –¿Tenían algo distintivo?- volvió a preguntar Robert. – Una tenía cabello largo ondulado, con grandes senos… Y el otro era un chico de cabello sin peinar algo ondulado.- menciono el vagabundo quien temblaba. -¿Algo más?- pregunto Robert. –No, eso es todo.- finalizo el vagabundo mientras temblaba del miedo, finalmente Robert bajo el arma, cayendo el vagabundo al suelo para luego ser golpeado por unos billetes que Robert le aventó para luego alejarse.
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– Cabello largo ondulado con grandes pechos.- pensó Robert mientras observaba a Lilah saliendo de la escuela. -¿Y el otro?- pensó al ver que Lilah se encontraba sola. Al ver que Lilah se marchaba sola, procedió el Teniente a acercarse a un grupo de alumnos, siendo estos los que habían encerrado hace algún tiempo a Aixol. –Esta chica la conocen. – menciono el detective, enseñando una foto que acababa de sacar. –Ah la nueva de grandes senos.- menciono uno de los jóvenes. -¿Cómo se llama?- pregunto el teniente a los jóvenes. ¿Qué?, ¿te interesa?- menciono la chica del grupo, -No solo busco información- menciono Robert mientras metía una mano en uno de los bolsillos, sacando unos cigarrillos para luego ofrecérselos a los jóvenes, siendo aceptado este acto. –Se llama Lilah- menciono uno de los jóvenes. – no habla con nadie, la invite a salir y me rechazo incluso.- concluyo el joven. Mientras Robert encendía los cigarrillos a cada uno de los jóvenes. –Sí no habla con nadie, excepto con el tarado.- menciono la chica. –Sí con el tarado.- acoto otro de los jóvenes. –Ah sí, el tarado- concluyo el tercero de estos. -¿Y quien es este tarado?.- pregunto Robert mientras se encendía una cigarrillo él.
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El teniente Robert caminaba por el pasadizo de un hospital mental, acercándose al mostrador de admisión. –Disculpe, teniente Rhoades- dijo a la joven del mostrador, mientras enseñaba su placa. –Ando investigando un caso, quisiera ver unos expedientes.- menciono el teniente, mientras guardaba su placa en su bolsillo. –Nombre- pregunto la joven del mostrador. –Lilah Deveaux- menciono el teniente con un rostro serió. Procediendo la chica a revisar el computador. – Lo siento esos archivos están restringidos por ser menor, necesitare una orden- menciono la joven. –Entiendo, disculpe la molestia- menciono el teniente mientras daba media vuelta y se alejaba caminando.
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En una plaza Robert desayunaba junto a otra persona, un señor de lentes. –Vamos Robert somos amigos, pero sabes que no puedo darte los archivos de menores. – menciono este mientras se limpiaba con un pañuelo. – Bueno al menos tu podrías mirarlo verdad y luego contarme, claro, si te parece. – menciono Robert mientras también terminaba de comer. – Si creo que sí puedo hacer eso.- menciono esta persona de lentes. –Por eso es que tú eres un buen amigo- concluyo Robert mientras se levantaba también de la silla. –Dame el nombre- menciono el señor de lentes mientras acomodaba la silla. –Aixol Alaro.- menciono Robert mientras también acomodaba la silla.
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Regresando a cuando Robert salía del hospital, caminaba mientras silbaba por unos de los pasillos, para luego tocar la alarma de incendios, e ingresar rápidamente en un almacen de mantenimiento, para luego que las personas comenzaran a evacuar debido a la alarma. Pasado unos minutos el teniente, salió de aquella habitación para dirigirse a los archivos. Finalmente saliendo del edificio con un folder para luego recibir una llamada, siendo la persona de lentes quien la realizaba –Robert, creo que deberías ver esto- menciono aquella persona con voz algo asustada.
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En un cuarto únicamente iluminada por una lámpara de escritorio, en un panel Robert observaba las fotos de Aixol y Lilah, las cuales llevaban sus respectivos nombres…A su lado un espectro con la cabeza torcida y una soga en el cuello, se hallaba junto a él.
-Fin del capítulo 9-
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