Princes of the legacy - Conjuro 03
Al finalizar la bienvenida los alumnos de primero, estos fueron conducidos a los dormitorios. Todos bajaron la gran escalera hacia un piso más abajo, el piso D.
Allí había una gran cantidad de habitaciones. Las suficientes como para alojar a la totalidad de los estudiantes. Aunque esto no quería decir que cada uno tendría su habitación personal. Las habitaciones eran compartidas. 3 estudiantes vivían en un dormitorio. Pero estos eran lo suficientemente grandes como para alojarlos con suma comodidad. Cada habitación contaba con un salón principal pequeño; una cocina; un baño que incluía ducha y tina para los diferentes gustos; y las respectivas tres habitaciones personales donde estaban las camas.
Káiser, Blaz y Dray en vista de que eran los únicos que se conocían más que los demás acordaron de estar junto en una habitación. Habitación a la cual se dirigían ahora. Blaz saco la llave de su bolsillo y la metió en la cerradura. Con un clac la puerta se abrió y lo que vieron fascino a Káiser y Dray.
La habitación estaba decorada con un estilo Luis XVI; sillas de mimbre; sofás; mesas y plantas en maceta eran parte de la decoración. Como estaban bajo tierra las habitaciones no tenían ventanas, pero si tenían una especie de ilusión en forma de ventanas que proyectaban el tiempo real. Dando la sensación de que era una ventana, pero si uno estiraba su mano solo tocaba el muro.
En un rincón de la habitación las maletas y pertenencias de todos ya estaban ahí
—Esto es increíble—dijo Dray casi boquiabierto
—Creo que esto se debe a influencia de mi padre, supongo que a pesar de que no puedo ocupar el poder de la nobleza en el interior de la academia si se puede ocupar desde afuera—dijo Blaz mirando casi sin sorprenderse
—Bendita sea tu nobleza, Blaz—dijeron Káiser y Dray al unísono-
—Bueno— cerrando la puerta— ahora que ya estamos entre nosotros quisiera preguntar qué fue lo que acabo de ver en el comedor— dijo Blaz con un tono serio mientras miraba a Káiser-
Ante esto el peli-castaño tomo asiento en un sofá. Dray y Blaz le siguieron.
—Lo que ese chico grito hacer rato es verdad, yo soy un impuro— Káiser miro a sus compañeros a los ojos mientras hablaba-
—¿Entonces como aprobaste el examen de ingreso?
—Use estos
El peli-castaño saco de su maleta una serie de gemas. Tenía pocas, eran solo 5.
—¿Esas son piedras de mana?
—Si, son piedras que me permiten ejecutar hechizos ya escritos
—Hum. Hum, comprendo. Ya entiendo esa parte, pero aún no lo del espejo
—Sinceramente no tendría una respuesta hacia eso, a mí también me sorprendió
—¿Estas realmente seguro que eres un impuro?”
—Las pruebas de los hechizos lo revelaron. No pude materializar ninguna magia y tampoco pude sentirla
—Pero esas pruebas solo tienen 10 elementos
—Alto ahí, estás diciendo que, ¿Káiser podría ser un usuario de oscuridad o de luz?
—¿Oscuridad y luz? ¿Existen esos elementos? Solo tengo constancia de 10
—No me sorprende, pues sus usuarios solo podrían contarse con una mano— Blaz puso su mano en el mentón y comenzó a caminar por la sala —están los 10 elementos que todos conocemos y son los más comunes [Niebla, fuego, agua, rayo, viento, hierba, hielo, sónico, metales, tierra], pero también están la oscuridad y la luz. Como ya dije sus portadores pueden contarse con la mano y son extremadamente valiosos. Razón por la cual la directora Daila es celestial. Ella es una usuaria de magia de oscuridad. A su vez, la líder de los celestiales, Mariska Valerius es una maga de luz.
—Aunque se supone que ellas despertaron sus poderes cuando nacieron, así funciona con todos.
—Si quieres saber si posees alguno de los otros dos elementos tendrías que hacer una prueba específica, extremadamente costosa.
—Si lo pones así, creo que prefiero quedarme, así como esto. Utilizare mis cristales, es lo que he hecho siempre, mejor dicho, es lo que los impuros hacen siempre.
Toc, Toc.
Dos golpes se escucharon en la puerta.
Blaz rápidamente se dirigió a abrirla. Era una alumna de segundo avisando de que las clases comenzarían en 1 hora y media más.
Fue ahí cuando se dieron cuenta de que seguían cubiertos de suciedad. Estaban tan absortos en el tema que se les olvido completamente. Por lo que haciendo uso de la decisión del piedra-papel-tijera, se turnaron para ocupar el baño. Primero fue Blaz, luego Káiser y por último Dray.
Finalmente, cuando todos estaban limpios se les entrego por parte de los asistentes de la academia nuevos uniformes, pues los que traían habían quedado súper manchados y tomaría días poder dejarlos como nuevo.
Los tres salieron de la habitación y volvieron hacia la gran escalera para subir hacia el piso A donde estaban los salones de primer y segundo año.
◊
——Hey, mira.
——Es Káiser Miller.
——El niño problema de la escuela.
—Cómo pudo entrar a Raven?, No lo puedo creer.
—Ni siquiera puede usar su propia magia, impuro insolente—
Los murmureos de los estudiantes de primer año y algunos de segundo llegaban a los oídos de peli-castaño quien solo ignoraba la situación pues era pan de cada día.
Aunque bastaba con una mirada de Blaz hacia los murmuradores para que se quedaran callados y siguieran su camino. Los tres chicos después de buscar el salón de la clase Raven finalmente ingresaron en este. Obviamente las mismas miradas de antes se pusieron sobre Káiser.
Los chicos se ganaron al tras del todo, que era una plataforma elevada y tenía vista del todo el salón. El salón tenía las mismas ilusiones como ventanas.
Tras sentarse la maestra Emilia entro al salón rápidamente, cerró la puerta, y se sentó en el escritorio. Literal, en el escritorio. La silla quedo para afirmar sus pies. Y con una breve introducción al ramo llamado lenguaje de runas la primera clase inicio.
Para resumir, la clase era aburrida. En palabras de Káiser seria la clase para dormir, aunque esto no era tan así, pues si la maestra Emilia te veía durmiendo o a punto de caer dormido recibías una ventisca en toda la cara y eras arrojado de tu asiento. No por nada los de segundo habían avisado que no hicieran enojar a la maestra Emilia que ahora era conocida como [el terror de primero]
Luego de dos horas finalmente la clase acabo. La mayoría realizo estiramientos breves tratando de sacarse el cansancio del cuerpo, pues ahora les tocaba la última clase del día. Pociones y brujería básica.
En aquella clase, contra todas expectativas puestas en el nombre, no fue dada por una típica bruja de nariz alargada y con una verruga en ella. Se trataba de una joven que aparentaba solo tener 5 años más que todos. Su nombre era Úrsula de la Cruz y para sorpresa de todos se trataba de la hermana menor de la maestra Emilia.
Esta clase fue más didáctica y entretenida para los jóvenes primerizos, pues inmediatamente empezaron con sus prácticas en el arte de fabricar pociones. La poción esta vez era el elixir que convertía todo lo que tocaba en oro. No cabe decir que más de uno de los grupos de estudio término haciendo explotar sus creaciones en una gran bomba de humo. Afortunadamente para Káiser y Dray, Blaz tenía ya pleno conocimiento de esto, por lo que siguieron sus indicaciones y finalizaron con éxito la poción. Probándola en un viejo tenedor oxidado, que tras ser empapado por el líquido traslucido y humeante se volvió oro.
La campana finalmente sonó y la maestra Úrsula dio el visto bueno para que todos se retiraran. Con esto ahora todos los estudiantes bajaban la gran escalera hasta el gran comedor para disgustar sus maravillosos almuerzos y luego volver a sus dormitorios un piso más abajo.
◊
—¿Qué tal le va al chico? A pesar de ser un impuro no deja que desear ¿no?
“Sus habilidades son promedio, pero posee un fuerte sentido de superación. Además, consiguió hacerse amigo de Blaz Kazloverist. Se supone que esa familia detesta a los impuros. Sin olvidar que también tiene a Dray Argento, un mago de agua que podría convertirse en uno de los mejores— la maestra Emilia desvió sus ojos ante su amiga sentada en su [trono]— Tú sabes quién es Káiser Miller ¿no?”
—No, no tengo ni la menor idea. Pero ya sabía que llegaría aquí—
—Ya lo sabias, ¿quién te lo dijo? —
—Nuestra amiga en la torre norte—
Emilia abrió sus ojos de pescado muerto en grandes platos por primera vez en mucho tiempo.
—Ahora solo queda ver cómo serán las circunstancias—
La bruja del crepúsculo observaba con suma atención cuando desde las sombras un cuervo se manifestó y se posó en su brazo izquierdo.
—Parece que tenemos invitados no deseados en la academia.
………………………………..
…………
La noche del primer día finalmente llego.
La gran fiesta para darle la bienvenida a los primerizos había comenzado. Los violines habían comenzado con sus sonatas y las luces se apagaron. Los estudiantes no duraron en entregar su mano a las hermosas magas para bailar una pieza.
El joven Blaz Kazloverist fue el más solicitado por las damas, Dray también bailo con una que otra joven que se veía insegura de preguntarle a alguien. Por lo que el sin pelos en la lengua les preguntaba si querían bailar, a lo que ellas levemente ruborizadas aceptaron.
Káiser por otro lado yacía en las mesas del buffet completamente solo observando a sus nuevos amigos bailando y riendo.
—Ahhh, me aburro.
A pesar de haber ido con Dray a ciudad academia para alquilar juntos los trajes Káiser solo permanecía en la esquina, exiliado del resto y si intentaba unirse solo recibía miradas de desprecio. Luego de beber su sexta bebida el peli-castaño finalmente se retiró del gran comedor.
Subiendo la gran escalinata, que ahora era iluminada por la luz de la luna que se filtraba por el gran cristal en el techo, Káiser pensaba en ir a tomar aire al jardín principal. Pero unos ruidos que se escucharon por el pasillo norte lo detuvieron.
No debería de haber nadie por ese sector, ya que todos los estudiantes y maestros estaban en el piso C. luego la silueta de un hombre que él nunca había visto confirmo sus sospechas. Sus ropas no pertenecían a los uniformes de los estudiantes o de los docentes. Además de estar caminado en hurtadillas y vigilando tras los pasillos. Rápidamente Káiser se ocultó tras las columnas que sobresalían de los muros, pero una mano que lo jalo hacia tras le asusto.
—¡Ustedes, no me asusten así! — Exclamo Káiser en un susurro-
—Veníamos después de verte salir de la fiesta, ¿qué estás haciendo? —
El peli-castaño señalo hacia el pasillo en donde los hombres finalmente decidieron avanzar trayendo consigo aparentes instrumentarías mágicas.
—¿Les suenan de algo? No recuerdo haberlos visto en la ceremonia—
—Porque no estaban en la ceremonia, ellos no deben de ser docentes—Dijo Blaz quien estaba afirmado del hombro de Káiser.
—¿Y qué hacemos? —pregunto Dray mientras se afirmaba en el hombro de Blaz.
—Seguirlos—
—¿Eeeeehh? —
Káiser y Dray se quejaron al unísono, pero terminaron siendo arrastrados por Blaz quien al parecer había activado un interruptor extraño.
Mientras más avanzaban por el pasillo el aire se hacía cada vez más denso y se presionaba contra el pecho de todos.
—¿No tienen la sensación de que no deberíamos estar aquí?
—Porque no deberíamos estar aquí, este pasillo lleva a la torre norte. Está prohibida para todo estudiante.
¡Pum pum!
El sonido de la madera siendo golpeada proveniente de la cima de la torre norte se desplazó por el pasillo como un fino eco.
—Káiser, Dray, Subamos deprisa.
Blaz llevo consigo a sus compañeros a la fuerza pues estos dos temían por lo que les podría pasar, no solo por los acontecimientos actuales, sino por lo que sucedería en el momento que se enteraran de que entraron a una zona prohibida.
Casi llegando al piso, los tres asomaron sus cabezas por encima del borde del suelo para ver qué pasaba.
Había tres hombres, dos de ellos aparentemente ya se encontraba aquí arriba pues tenían montado en la puerta una especie de mini ariete. Además de que en la cerradura y en el suelo había varias ganzúas destruidas.
Con el uso de la magia los desconocidos hombres accionaron el ariete.
¡Paaam!
Varios círculos mágicos aparecieron y se desintegraron en pequeños fragmentos. La puerta al parecer tenía un sellado de magia y el ariete mágico acaba de romper aquel sello. Finalmente, la puerta se abrió fácilmente y los tres hombres ingresaron.
El cuarto oscuro se ilumino con una serie de pequeñas llamas que aparentemente se encendían en el instante en el que alguien pisaba una baldosa del interior. Sorpresivamente el interior del cuarto a diferencia del resto de la academia parecía más una especie de santuario antiguo que había sido alcanzado por los años.
Lo que estos hombres buscaban estaba en medio de la habitación.
Una aparente gema, que tenía un símbolo extraño tallado en ella, fue clavada en unos delgados soportes metálicos; además de estar rodeada por una materia oscura viscosa que era generada por la misma. Aunque sin duda se trataba de un artefacto antiguo que en base a las paredes de la habitación aparentaba tener más de 100 años esta se mantenía brillante y sin nada de polvo.
—¿Esto es lo que buscamos?
—Si, la existencia que ha estado aquí mucho antes de que esta academia se levantara e incluso más tiempo. [La reina de la oscuridad]
Cuando el sujeto del medio, es más alto de los tres, extendió su mano para arrancar la gema, una voz lo asusto.
—¿Qué creen que hacen aquí?
En la puerta un joven de cabello blanco observaba la situación en guardia.
—Acaban de entrar en una zona prohibida, además de violar un sello sin autorización aparente, están en serios problemas—
—Creo que nosotros también—dijo Dray en susurros-
Los hombres no intercambiaron palabras, simplemente abrieron fuego contra los jóvenes magos.
—¡Fire Bolt! —
—Agua, aplaca este calor—
Utilizando uno de sus cristales, Káiser logra evaporar el hechizo de fuego fácilmente. Ayudado con el leve vapor que se produjo Blaz lanzo un ataque sorpresa.
—¡Lightning! —
Los rayos impactaron no solo en los intrusos, si no en la mesa que contenía la gema la cual se destruyó.
—¡Water Slicer! —
Delgadas cuchillas creadas de agua golpean al otro sujeto quien fue arrojado contra la pared.
La gema cayo a los pies del más alto de los intrusos quien decidió tomarla en su mano, inmediatamente después el sujeto fue expulsado a través del muro que se derribó como un cartón mojado. Sus compañeros en vista de lo que acaban de ver saltaron por el agujero hacia el jardín principal donde cogieron a su inconsciente amigo y comenzaron a correr hacia la salida.
—¿Qué diablos fue eso? —
—Literalmente fueron aguafiestas, arruinaron mi traje—se quejó Blaz mientras observaba los raspones y rastros de polvo encima de su traje.
—¡Mi traje se rasgó! ¡Ahhhh, era rentado!
—¿Káiser, que haces? —
El peli-castaño se asomó a través del agujero en la torre.
—Estaba tratando de ver si podía verlos, pero parece que se metieron a través de los pasillos.
El peli-castaño se dirigió de vuelta con sus amigos cuando un brillo y un susurro lo detuvieron. La gema que había caído antes estaba ahí, emitiendo un aura oscura que lo llamaba. Káiser se sentía extraño, no podía dejar de mirar aquella piedra, como si tuviera un aura hipnótica. Sin estar consiente, Káiser tomo la gema oscura con su mano derecha.
En ese momento, Káiser no creía lo que veía.
El lugar en el cual se encontraba el junto a sus amigos desapareció, estos incluidos. En su lugar oscuridad que ni la noche sería capaz de lograr se hacía presente.
Era aterrador, más allá de la pesadilla más horrible que un ser humano podría tener.
Sin embargo, Káiser no estaba interesado en eso, si no en algo mucho más llamativo para sus ojos.
Una chica
Una chica de la cual toda aquella oscuridad emergía.
El joven no logro percatarse de que los brazos de aquella hermosa mujer ya estaban entrelazándose en su cuello. Era alta, y no solo por que usaba tacones. Si estuviera descalza la cara de Kaiser estaría frente a frente con sus bien formados senos.
La sola presencia de la chica suprimió todo tipo de miedo en su interior.
Una oscuridad viscosa, pero también como tela conformaba su hermoso y elegante vestido el cual llamaría la atención desde muy lejos.
Sin embargo, la belleza de la chica opacaba todo eso.
Poseía una especie de gigantescas alas de murciélago que se movían como si tuvieran vida propia.
Mirando y sonriendo maliciosa y seductoramente directamente a la cara del joven mago.
….
Vista.
Corazón.
Alma.
Todo le fue robado en ese momento.
Era tan….
Excesivamente
Anormalmente
Diabólicamente
Hermosa.
——¿Quién……….
El joven rompió el silencio.
La chica sin dejar de sonreír giro levemente su cabeza
Su corazón latía de tal manera que en cualquier momento podría explotar.
——…………..eres tú?
——……………
La chica no le respondió, en su lugar le dio algo más inesperado, un beso, un beso muy apasionado.
Para Káiser, quien nunca había besado a alguien, fue como un regalo de los dioses.
Aquel beso tenía el sabor de la seducción, el misterio y el deseo.
Ella se separa de Káiser dejando consigo un fino y brillante hilo de saliva.
—Por fin, me has encontrado— la misteriosa chica abrazo a Káiser aparentándolo fuertemente hacia ella.
Fue gracias a eso que Káiser recordó lo sucedido en su ceremonia de clases, la chica que había aparecido en el espejo, era ella.
—A partir de ahora, eres mi príncipe.
—¿Tu princi—? —
El encantado y confundido Káiser fue silenciado por el fino dedo índice de la chica
—El tiempo se acabó mocoso, esos dos molestan
Desde el cielo se pueden escuchar dos voces distorsionadas… que estaban gritando su nombre.
—¡Oye, Káiser despierta!
Al abrir los ojos Káiser estaba devuelta con Dray y Blaz.
—Chicos, ¿que acaba de pasar?
—Te desmayaste de la nada, nos preocupamos. Pensamos que algo pudo haberte golpeado. —
—No, estoy bien. Perdón por preocuparlos. —
…………………………
…………………………………
Los tres sujetos se movían hacia la salida del edificio. Su integrante inconsciente finalmente había despertado, aunque no podía caminar bien producto de la caída.
Cuando vieron las puertas del edifico respiraron aliviados, pues tras pasarlas solo les quedaba llegar hasta el gran portón. Pero su esperanza fue pisoteada por una mujer que portaba un glorioso vestido carmesí.
—¿¡Bruja del crepúsculo!?—
—Vaya, vaya ¿Que tenemos aquí? Tres pequeños que vinieron directo hacia su muerte—
La bruja sonrió mientras sus ojos se volvían completamente rojos y se iluminaban como faroles.
—¡Espe…! —
Desde la sombra de la bruja una oscuridad viscosa se enredó en los intrusos, esta oscuridad ingreso por boca, nariz y oídos de los hombres quienes cayeron al suelo retorciéndose en dolor. Luego y sin previo aviso un charco de sangre tiño el verdoso pasto de la academia. Los tres sujetos habían explotado desde su interior, como si una bomba hubiese sido puesta en ellos.
La mujer de cabellos plateados lamio sus largos y finos dedos mientras observaba las sustancias rojizas y viscosas que antes eran humanos. Luego de reojo observo la torre norte de la cual el leve polvo del derrumbe aun caía.
—Así que, finalmente el príncipe de la oscuridad ha despertado.
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