Princes of the legacy - 12
Ya de regreso en la academia, Káiser quería reunirse con sus amigos lo antes posible y así fue. Ellos le esperaban justo donde la teletransportación de Daila los llevo, que era su misma oficina.
Las lesiones de Dray no eran de mayor importancia, las lesiones de Blaz aún estaban en tratamiento, aunque su recuperación avanzaba rápido, talvez, demasiado tapido
—Creo que escuche mal, repíteme lo que me dijiste.
—Como te dije, ahora también soy un príncipe del eclipse.
Káiser pestañaba rápido tratando de procesar lo que escuchaba, pues no era mentira, en la mano derecha de Blaz y al igual que con Káiser una marca elemental estaba tatuada.
—Pero, ¿cómo?
—¿no lo recuerdas?, tú me diste la gema elemental y me dijiste algo de nominarme sucesor del rayo.
—Entonces, déjame recapitular. lo que ese Koomohi-loquesea era, es algún tipo de guardián de aquel templo y lo que custodiaba era la gema del rayo. Cuando yo te rescate de Diana de alguna forma tome la gema y te la entregue a ti cuando los guardias nos apresaron.
–Correcto. Creo que lo resumiste bien.
Káiser comenzó a rascar su cabeza y a preguntarse que debía hacer ahora. De momento el trato con Mariska fue contribuir con todo lo que se le pidiera, eso obviamente debía incluir la nueva información que Blaz acaba de dar. Pero le preocupaba la reacción de los celestiales. Quizás sean un poco más blandos, ya que técnicamente esta información no era manejada por Káiser ni Daila hasta ahora, o quizás lo usarían como excusa para señalar una posible traición.
—Káiser, tranquilo. No te van a arrestar por esto.
Las palabras de Daila tranquilizaron a Káiser, quien con un enorme suspiro se calmó.
—Bueno, ¿qué hacemos por ahora?
—Para empezar, Káiser debe ir a tomar un baño. Pareciera que acaba de salir de una cloaca.
Al escuchar el comentario Káiser disimuladamente comenzó a olfatear su cuerpo y claramente noto el porqué del mismo.
—Oh—
—Y en lo que a mi respecta, debo llenar más papeleo —Daila se retiro agitando su mano mientras suspiraba por cansancio.
–¿Por cierto que paso con las clases?
—Solo hubo clases en la mañana, las de la tarde fueron suspendidas, al parecer tuvo que ver con el que la directora partiera en tu ayuda.
—En ese caso, no tengo que preocuparme.
—Claro que sí, la maestra Emilia nos dejó un ensayo de 20 hojas para mañana.
—Tal vez no es mala idea que los celestiales me arresten ahora.
Los tres amigos volvían al dormitorio. Kaiser estaba algo más tranquilo, estar frente a los celestiales y haber salido con vida de ahí ya fue una gran hazaña. Además de que su condición era algo que solo un par de personas manejaba, no debería ser un problema ¿verdad?
5 de abril.
Faltaban 30 minutos para el inicio de clases y la mañana no había empezado con el pie derecho precisamente.
Los tres se habían desvelado terminando el trabajo de la maestra Emilia, por lo que, prácticamente al igual que zombis, se dirigieron a la cocina en busca de su preciado cerebro. O en este caso un café bien cargado.
El periódico del día se deslizo por el buzón de su puerta. Káiser fue a recogerlo y al observar la primera plana de este escupió todo el café de golpe.
Su cara y la de Blaz estaban en medio de la plana.
—¿y esto que es?
“Los príncipes del eclipse están entre nosotros”
Era el titular de aquella publicación.
“luego de ser capturado por la líder de los celestiales, Mariska Valerius, el estudiante de la academia Raven, Káiser Miller, fue identificado como uno de los príncipes del eclipse, para especificar el príncipe de la oscuridad.”
—Me acaban de Doxear
“y no acabando ahí. Al parecer justo después de que se le permitiera el regreso a la academia, el hijo del noble Alexander Kazloverists, Blaz Kazloverists, admitió que el también forma parte de este grupo, admitió que él es el príncipe del rayo.”
—Creo que nuestra sutileza se quedó atrás.
◊
—¡Oye!, ¡¿qué significa esto, Mariska?!
La voz furiosa de Smith Castro, uno de los celestiales, resonaba por la oficina de Mariska.
—Tan temprano y ya estas con tus griterías, estamos tratando de aminorar la contaminación acústica. Así que deberías bajarle a tu tono.
Smith golpeo el escritorio de Mariska con fuerza, en su mano estaba el famoso periódico del día.
—¿Qué crees que estás haciendo?, revelando este secreto como si nada.
—Creo que estas exagerando un poco.
Detrás de Smith e ingresando a la oficina, Nino Middler, otra celestial.
—En el presente la historia de los reyes del eclipse quedo como un cuento para niños, lo mas probable es que el 30% de la población crea que esto es verdad y el resto lo tomaran como algo imposible.
—como dice Nino, No hay que preocuparnos de causar “pánico” A pesar de lo poderosa de la magia y de las cosas que esta puede llegar a hacer. Los humanos, son criaturas tan estúpidas que son incapaces de creer en algo que no ven. Incluso no creerían en ellos, aunque tengan a esos chicos frente a frente. Además, da por hecho que dentro de ese 30% estará el responsable de lo que paso en la ciudad. Y creo que no estará de brazos cruzados mucho tiempo.
—Así que, estas usando a los chicos de carnada.
—Precisamente, el mismo chico Miller dijo que haría lo que sea para ayudarnos. Solo estoy tomando su palabra.
Mariska tomo una copa de vino que tenia en su escritorio y la bebió con suma delicadeza.
….
Los días comenzaron a pasar y la historia del periódico comenzó a recorrer cada boca del reino.
Káiser y Blaz se convirtieron en verdaderos monos de circo, todos en la ciudad querían verlos y comprobar por ellos mismos si eran reales. Las marcas en sus manos convencieron a muchos y otros solo pensaban que querían engañar a la gente.
En la academia tampoco fue la excepción. Hubo Maestros y estudiantes divididos en las creencias, no podía faltar que el grupo de estudiantes que odiaba a los impuros se unieran al bando que creía todo esto como una mentira. Esto generaba roses con el trio de magos, quienes debían cubrirse la espalda de ataques sorpresa por parte de este bando.
La excusa era que como eran los príncipes del eclipse, podrían esquivar cualquier peligro o que un hechizo de bajo calibre no les debería de afectar en lo más mínimo. Todo esto empezó a atenuar cuando Daila sorprendió a un grupo infraganti, de hecho, el hechizo de viento que utilizaron no solo le vuela la cabeza a Dray, quien no contaba con reflejos extra, si no que destruyeron el vitral del gran comedor. Fueron suspendidos de la academia por 4 meses.
Y así llegando a la segunda semana, las cosas comenzaron a calmarse un poco.
…..
19 de abril.
Daila caminaba en dirección hacia la oficina de Mariska, había recibido una carta solicitando su presencia ante la líder de los celestiales al instante. Cosa rara, Mariska no suele pedirle cosas personalmente a Daila después de que esta quedara suspendida de los celestiales.
Centímetros antes de llegar a la puerta de la oficina, esta se abrió fuertemente y varias mujeres con vestimentas militares salieron cargando varios papeles en sus manos.
—Vaya, tan ocupada como siempre. —Dijo Daila mientras entraba a la habitación y cerraba la puerta.
—Desde que te fuiste tu parte del trabajo ha recaído sobre mi todo este tiempo.
—Si eso fue una indirecta para que regrese, ya deberías saber mi respuesta.
—Jeje. — Mariska rio— No, no lo fue. No te llamaría de manera oficial para discutir algo que podríamos hacer mientras disfrutamos de un buen té y un pie de limón.
—Entonces, de que se trata. — dijo Daila mientras se sentaba. —¿Quizás tiene algo que ver con tu numerito de hace dos semanas?
—me encanta que no necesite explicarte tanto. Hacer publica la existencia de los príncipes del eclipse dio los resultados que queríamos.
Mariska arrojo una carpeta naranja, dentro de ella había varias hojas de vida de distintos magos.
—¿Hojas de vida?, ¿me estas recomendando magos para trabajar en Raven?
—Me gustaría que fuera eso, pero no. Estos magos se han reportado como desaparecidos. —mientras Mariska explicaba, Daila hojeaba el contenido detalladamente. —No comparten parentesco, jamás se conocieron, sus magias son de elementos diferentes.
—No comparten nada.
—Salvo una cosa, todos fueron secuestrados por la misma persona.
Mariska enseño la foto de una adolescente muy conocida para Daila.
—Ella es…
—Diana Uzemberg, la misma mujer que estuvo al mando del pasado ataque a la ciudad y a tu academia.
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