Salvé a una esclava sexual y será mi nueva amiga. - 01
Cuando camino por las calles y veo a las parejas, me pregunto: ¿Algún día encontraré el amor? La idea de encontrar a alguien especial, alguien con quien compartir mi vida, es una idea que me llena de esperanza y alegría. Pero, al mismo tiempo, también me llena de miedo. ¿Y si nunca encuentro a esa persona? ¿Acaso merezco esa felicidad? Quiero tenerlo, pero otra parte de mí no se siente cómodo recibiendo algo tan bueno.
Cuando veo a grupos de amigos, me pregunto: ¿Algún día tendré amigos? La idea de tener un grupo de amigos con los que compartir momentos felices y tristes es algo que siempre he querido, pero después de haber sido traicionado por aquellos que consideraba mis amigos, me resulta difícil confiar en las personas de nuevo. Aunque he intentado ser un buen amigo para aquellos que se han acercado a mí, he sido herido una vez más. Pero no pierdo la esperanza, tal vez algún día encontraré a alguien en quien confiar.
Y cuando veo a padres conviviendo con sus hijos, me pregunto: ¿Tendré eso algún día? Tener una familia propia es un sueño que he tenido desde que era un pequeño e inocente niño. La idea de tener hijos y una esposa a quien amar es algo que siempre me ha atraído, pero el pensar que alguien como yo podría formar una familia, me asusta. ¿Por qué? Porque tengo miedo de perder a alguien importante para mí, y eso solo lo traería a «él» de regreso. Me conozco lo suficiente como para estar 100% seguro de eso.
Hijos, una esposa, amigos… Ser una verdadera persona normal. Es lo que he querido durante mucho tiempo. Ser capaz de llevar una vida normal y feliz, sin preocupaciones ni miedos. Ser alguien que no destaque en nada, pero que sea feliz y tenga una vida plena.
Yo… Ah… Siendo sincero, es difícil para mí tener amigos. Todas las personas que consideraba mis amigos, me traicionaron. No dudaron en hacerlo ni un poco. Se arrepintieron, pero no los perdoné, o más bien, ya no había nadie a quien pudiera perdonar.
Después de tanto tiempo, volví a tener amigos. Realmente intenté ser un buen amigo para ellos y evité cualquier conflicto… Pero me traicionaron. No creyeron en mí. No confiaron en mí. Tantos años juntos, pero no confiaron en mis palabras. Personas que no confían en mí, no merecen mi confianza.
Deseo conseguir el amor verdadero. Deseo conseguir un amigo fiel. Deseo mínimo ser lo más parecido a una persona normal. Una persona normal que no resalte en nada. Mientras consiga una de esas cosas en esta vida, moriré sin arrepentimientos.
Después de morir, me esperará un infierno, o simplemente mi alma desaparecerá. Sea cual sea mi destino, lo aceptaré sin quejarme, pues sé perfectamente que me lo merezco. Hice cosas horribles en mi vida, cosas de las que me arrepiento con todo mi ser, pero el pasado no puede cambiar. Aunque yo intente cambiar y ser una buena persona, el pasado no desaparecerá, lo que hice siempre me perseguirá.
Por eso disfrutaré de mi vida lo más que pueda, porque esta será mi última oportunidad. ¿Y cómo planeo disfrutarla? Cumpliendo mi mayor sueño: ser una persona normal.
—Así que… ¿Podrías convertirte en mi amiga? – Le pregunté a Yuik, la mujer que rescaté.
Podía ver en sus ojos una profunda tristeza, una ausencia de esperanza que sólo hacía crecer la tristeza en mi corazón. Era evidente que su vida había sido difícil y dolorosa, y yo quería hacer algo para ayudarla a ser feliz.
Tu pasado podrá estar lleno de dolor, pero eso no significa que tu futuro será igual. El pasado no debería definir nuestro futuro.
«¿Podrías convertirte en mi amiga?» le pregunté finalmente, esperando que pudiera ver lo sincero de mis intenciones.
Mi corazón late a un ritmo peligroso y trago saliva, intentando tranquilizarme. ¿Por qué estoy tan nervioso? Porque veo en ella una oportunidad más para ser feliz, y posiblemente sea la última que tenga en esta vida.
Ella me miró a los ojos con vacilación, pero finalmente asintió lentamente. Pude ver la mezcla de miedo y tristeza en su rostro, y supe que tenía que hacer todo lo posible para ayudarla a superar sus dificultades.
—Aceptaste solo por miedo a decirme que no, lo sé, pero prometo que mis intenciones son buenas, lo juro.
Comprendía lo que Yuik había pasado y sentido, porque yo también había vivido momentos difíciles. Mi vida no había sido fácil, pero estaba decidido a hacer algo positivo con esta, mi última vida, y ayudar a aquellos que estaban sufriendo. Pero… siempre pondré mi vida normal por encima de todo. Es mi última oportunidad, no la desperdiciaré.
Así que, aunque no sabía qué iba a suceder a continuación, estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para ayudar a Yuik a encontrar la felicidad y la paz que se merecía.
¿Cómo la conocí? Bueno… Primero les contaré mi historia.
Mi historia en este mundo.
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Después de cierto evento que prefiero no recordar, nací en una aldea bastante normal y algo pobre. A mi padre nunca lo conocí porque el hijo de puta solo se folló a mi madre y se fue. Tengo entendido que era un viajero guapo cuyo sueño era recorrer todo el mundo, y mi madre fue tan estúpida como para abrirle las piernas solo por su linda cara. Y mi madre se fue de la aldea sin mí, dejándome huérfano. Fui criado por monjas en un orfanato muy pobre, en donde solo comíamos una vez al día.
Sin embargo, a pesar de no contar con lujos, siempre tuvimos lo necesario para no morirnos de hambre. Yo era un simple plebeyo huérfano sin grandes sueños. Solo quería vivir una vida normal y corriente. Nunca soñé con ser un aventurero o un héroe. Al contrario, prefería mantenerme alejado de esos temas porque solo me traería problemas innecesarios y no tendría la vida normal que tanto anhelaba. Pero, por desgracia, el destino no estaba dispuesto a dejarme en paz. O más bien, esa Diosa de porquería quería más diversión.
Cuando cumplí 15 años, mi vida dio un giro inesperado. Desperté un «trabajo», lo que significaba que había descubierto mi destino. ¿Qué es un trabajo? Todos los humanos tienen un trabajo. Zapatero, Herrero, Curandero, Leñador, Maestro de espada, etcétera. En otras palabras, son los trabajos destinados a las personas, y el despertar de esos trabajos define el camino de cada individuo en este mundo.
Existen trabajos aburridos, útiles y legendarios. Todos sueñan con tener un trabajo legendario, pero yo no era uno de ellos. Yo simplemente quería un trabajo útil que me permitiera sobrevivir. Me conformaba con un trabajo aburrido, como el de ser un bibliotecario o vendedor de flores. Me encantaban las flores y soñaba con abrir mi propia florería para vivir vendiendo flores y plantas el resto de mi vida. Pero, lamentablemente, no fue así.
—Dreimo, es tu turno.- Dijo la monja líder.
Para despertar tu trabajo, debes arrodillarte ante la estatua del Dios Rauk y pedir que despierte tu trabajo. Y como es obligatorio hacerlo, no tenía otra opción.
Quería evitarlo, porque había escuchado que recientemente varias personas habían despertado el trabajo [Héroe], y conociendo mi suerte, temía que me lo dieran.
Con algo de miedo, me arrodillé, cerré los ojos y junté mis manos.
—Por favor, Diosa suprema, cumple tu promesa.- Pensé, intentando que tuviera compasión de mí.
Pero, al escuchar los gritos de sorpresa y emoción detrás de mí, confirmé lo que tanto temía.
Abrí los ojos y vi el gran mensaje que brillaba con un todo dorado, que decía: [Héroe]
Desperté el trabajo legendario [Héroe], el trabajo más importante y famoso del mundo, y mis días de tranquilidad llegaron a su fin.
—¡¡Dreimo es un héroe!!
—¡¡Un héroe ha nacido en nuestra aldea!!
—¡¡Dreimo, no te olvides de nosotros cuando estés en la cima del mundo!!
—¡¡Dreimo, Dreimo, Dreimo!!
Mientras los aldeanos y los niños del orfanato me felicitaban y aplaudían por mi nuevo trabajo, en mi mente solo pensaba en la muerte del estúpido Dios que me había dado ese trabajo.
—¡Puta madre! Me debes estar jodiendo, Diosa suprema.- Murmuré, lleno de rabia y decepcionado. Ese trabajo arruinó mi oportunidad de tener una vida normal.
Estaba planeando escapar y conseguir una nueva identidad en otro país para evitar trabajar como héroe. Pero, teniendo en cuenta mi suerte, si yo no ayudaba, este mundo sería destruido y nunca podría tener la vida normal que tanto anhelaba. Sin embargo, si derrotaba al Rey Demonio, podría tener una oportunidad de recuperar mi vida corriente y normal.
Por eso, con todo el dolor de mi corazón, acepté el trabajo y suspiré. Mis días de tranquilidad habían terminado, y ahora tendría que enfrentar el mundo de los héroes.
—¡M-muchas felicidades, Dreimo!- Dijo Sallynk, una de mis hermanas huérfanas.
—Gracias. Iré a dormir… ¡Uwaaaah!
Pero no me dejaron irme a dormir, pues me obligaron a quedarme en la fiesta.
Después de aceptar mi destino como héroe, mi vida cambió por completo. La semana siguiente a mi hazaña, la aldea entera estaba de fiesta todavía y las familias más importantes del área me ofrecieron a sus hijas para que yo me casara con ellas. Sin embargo, rechacé todas esas propuestas porque no creo en el matrimonio sin amor, y mucho menos en el harem. Además, esas familias solo querían el estatus que iba a conseguir pronto, y me negaba a ser utilizado.
Matrimonio sin amor, que estupidez. Si alguna vez me caso, será con una mujer que ame y que me ame a mí también. Solo me casaré con una sola mujer porque creo en el amor verdadero y en una relación basada en el respeto mutuo y la lealtad.
—¿Y bien? ¿Ya me dirás lo que quiero escuchar?
—¡P-por favor, ven con nosotros, señor Dreimo!- Dijo el líder del escuadrón Diamante, el grupo de guerreros más importante y poderoso del país, y fueron derrotados por mí.
Le tuve que dar más de 1,000 cachetadas para que me dijera eso.
¿Eh? ¿Por qué los golpeé? Ellos me miraban como una basura por ser un plebeyo, y me ordenaban que subiera al carruaje. Ni siquiera un «por favor» o un «es un placer conocerte». Nada. Fueron irrespetuosos conmigo por ser un plebeyo, así que tuve que darles una pequeña lección de humildad.
Y sus armaduras con diamantes se las regalé a las monjas para que mejoren el orfanato y tengan comida, con la pequeña amenaza de matarlas si se atrevían a escapar con el dinero o si lo usaban en algo ajeno al orfanato.
Sí, obligué a los guerreros de élite a estar desnudos durante todo el viaje, para humillarlos. Fue una entrada extravagante al palacio del Rey.
Me reuní con el Rey y… Bla, bla, bla. En resumen, el Rey me obligó a inscribirme en la escuela de magia más importante del mundo, para volverme más fuerte. Debo confesar que al principio no estaba muy emocionado con la idea, pero a medida que fui conociendo a mis compañeros héroes, mi opinión sobre la escuela cambió. Me divertía estando en ese lugar.
Durante mi tiempo en la escuela, participé en diversos torneos, luché contra nobles corruptos y rechacé a muchas mujeres que intentaron seducirme debido a mi trabajo como héroe. Pero lo más importante fue que logré mejorar mi relación con mis compañeros héroes. Me aseguré de que todos supieran que éramos igual de importantes en el equipo y de que ninguno se sintiera superior a los demás.
Aunque debo admitir que, aunque la escuela no me enseñó mucho sobre la magia, ya que yo ya tenía mucho conocimiento al respecto, sí me permitió fortalecer mi amistad con mis compañeros y prevenir que alguno de ellos se convirtiera en un villano, así que no fue una mala idea ir a la escuela juntos. Ellos se volvieron más poderosos y yo conseguí amigos. Sin embargo, nada de esto importó cuando mi vida dio un giro inesperado… otra vez.
Una vez que terminé mi entrenamiento en la escuela, emprendí mi viaje junto a mis 5 compañeros héroes para derrotar al Rey Demonio. Pasamos por muchas aventuras juntos y compartimos momentos inolvidables. Yo los consideraba mis mejores amigos, y confiaba plenamente en ellos. Pero un día, me traicionaron de la manera más cruel. La traición de mis amigos me dejó con un dolor profundo, que hizo de mi vida más gris. Yo… realmente los consideraba mis mejores amigos.
Ahora debo enfrentar al Rey Demonio sin la ayuda de mis amigos y sin saber si puedo confiar en alguien más.
—¡Me deben estar jodiendo! ¡¿En serio están dudando de mí?!
La situación se estaba tornando cada vez más tensa. Mis compañeros estaban decididos a sacrificarme para acabar con el Rey Demonio de una vez por todas, pero yo no podía permitirlo. Debía hacerles entender que estaban equivocados y que yo no era el enemigo.
—No están viendo la verdad. Soy yo, su amigo Dreimo, no el Rey Demonio. Deben creerme, por favor. ¡Háganme preguntas, lo que sea! ¡Duden un poco!
En la pelea con el Rey Demonio, logramos derrotarlo, pero el alma del Rey Demonio entró a mi cuerpo e intentó apoderarse de mí, y mis compañeros decidieron matarme para matar también al Rey Demonio… O eso creían.
Cayeron en una ilusión. Fueron engañados tan fácilmente, que inmediatamente dejé de verlos como amigos. Un verdadero amigo escucharía a su amigo, o por lo menos dudar un poco de lo que vio, pero no, ellos creyeron firmemente en lo que vieron.
—No podemos arriesgarnos a que el Rey Demonio siga viviendo dentro de ti. Debemos hacer lo que sea necesario para proteger a la humanidad. Lo siento, Dreimo.
Me dolía en el alma ver que mis amigos no confiaban en mí. Pero sabía que tenía que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde. Si dudaban un poco, todavía podríamos seguir siendo amigos, pero si no lo hacían… debía detenerlos.
—¡Deténganse! ¡Miren lo que están haciendo! ¿Realmente quieren matar a su amigo? ¡He estado con ustedes por más de 10 años! ¡Soy Dreimo, no el Rey Demonio! ¡Confíen en mí, por favor!
—Dreimo nunca lloraría.- Dijo Saraik, la Elfa del grupo.
—Ya lo está controlando.- Dijo Lineik, la humana.
—Me duele decirlo, pero él ya no es Dreimo.- Dijo Lein, la cíclope.
—No nos engañas.- Dijo… Meimik… la amiga a la que más confianza le tenía.
Sí, estaba llorando, porque no quería perder a mis amigos. Era comprensible que ellas no me crean capaz de llorar porque nunca había llorado antes, pero hasta yo puedo ponerme triste, y más con esta traición.
—¿Quién no lloraría al ver que sus amigos quieren matarlo sin dudarlo? ¡Lloro porque me quedé sin amigos!
Fue entonces cuando una de ellas pronunció esas palabras que me dejaron helado:
—Lo siento tanto, Dreimo.
Sentí como mi corazón se detenía en ese momento. ¿De verdad iban a hacerlo? ¿Iban a sacrificarme como si fuera una mera herramienta?
—E-es por el bien de la humanidad.
El dolor en mi pecho era cada vez más intenso. No podía creer que esto estuviera pasando. ¿Por qué no me escuchaban?
—Tu sacrificio será recordado por siempre.
Las lágrimas seguían saliendo de mis ojos, aún más que antes. No quería morir. No así. No como si fuera un objeto sin valor.
Aunque sabía que iba a sobrevivir, sentía que me estaba muriendo, pues otra vez fui traicionado por personas importantes para mí.
—Q-quiero que sepas que… te amo. ¡Siempre te he amado, Dreimo! ¡L-lo siento, lo siento, por favor, perdóname! ¡Si me estás escuchando, no te preocupes, te liberaré de tu sufrimiento!- Dijo Meimik, apuntando su espada hacia mi persona.
Su confesión me dejó sin palabras. ¿Cómo podía amarme y al mismo tiempo querer matarme? ¿Cómo podía ser tan cruel? A pesar del dolor y la traición que sentía, no podía odiarla. No podía odiar a alguien que había sido mi amigo.
No me duele que piensen que soy el Rey Demonio, lo que me duele es que no duden ni un poco y estén 100% seguras de que el Rey Demonio controla mi cuerpo.
—N-no soy el Rey Demonio. ¡N-no lo soy! ¡Por favor, primero hablemos!
Mi voz salió temblorosa, pero nadie pareció escucharme. Todo estaba sucediendo demasiado rápido.
Me rodearon, preparados para luchar.
En sus miradas, solo había odio, tristeza y furia. Ya no me veían como Dreimo, me veían como el Rey Demonio. Existe la magia de ilusión, ellos lo saben, ¿y ni siquiera piensan en esa posibilidad?
—¡No está dentro de mí, fue magia de ilusión! ¡Debe estar escondido o escapando!
Pero, a pesar de eso, no dudaron y poco a poco se acercan a mí, esperando el momento perfecto para atacar.
—¡Esperen! ¡Por favor, tan solo escuchen!
Pero nadie parecía dispuesto a escucharme. Solo querían acabar conmigo.
Y él, el que había sido mi amigo, me atravesó con su espada. El dolor era insoportable en el corazón, pero no por haber sido atravesado con una espada, sino por haber sido traicionado. Ya no hay vuelta atrás, nuestra amistad se terminó.
No podía creer que alguien a quien consideraba mi amigo pudiera ser tan despiadado.
—Yo cuidaré muy bien de ellas.- Me susurró al oído.
Sus palabras me llenaron de rabia. ¿Cómo podía decir algo así después de lo que acababa de hacer?
Yo sabía que esto podría pasar. Todas mis amigas estaban enamoradas de mí, pero siempre las rechazaba porque no sentía nada por ellas, y no quería involucrarme sentimentalmente con alguna de ellas porque eso solo traería problemas al equipo, pues odio el harem, nunca tendría harem, y me negaba a salir con todas al mismo tiempo. Si salía con alguna de ellas, las demás se pondrían tristes y eso solo significaría problemas innecesarios que retrasarían el progreso… Y él se puso celoso al saber que todas ellas estaban enamoradas de mí y no de él.
Tan celoso, que se dejó manipular por «él».
—… Tú tienes el alma del Rey Demonio.- Dije, al darme cuenta de que el Rey Demonio estaba dentro de él.
Le di una patada en el estómago, lo suficientemente fuerte como para sacarlo volando y darme tiempo para recuperarme, pero no físicamente, sino mental.
Más de 10 años de amistad, arrojados a la basura.
Tenía la oportunidad perfecta para matarlo de inmediato, pero no me atreví, porque todavía le tenía algo de cariño por haber sido mi amigo por más de 10 años.
Pero ahora que estoy preparado, ya no dudaré.
—¡Imposible! ¡Destruí tu corazón!- Dijo, sin creer lo que estaba pasando frente a sus ojos.
Cuando el corazón de un humano normal se destruye, la magia no puede ser usada. Pero en mi caso, hay dos razones por las que esto no se aplica. En primer lugar, mi cuerpo es mucho más especial que el de un humano promedio, incluso muchísimo más que el cuerpo de un héroe. En segundo lugar, un simple ataque no es suficiente para matarme. Muchos lo han intentado antes que él.
Durante mi aventura, adquirí muchas habilidades únicas que oculté porque no quería que se sintieran inferiores a mí. Soy inmortal, solo pueden matarme eliminando mi alma. Sabía que ser mucho más poderoso que ellos los haría sentir inferiores, por lo que siempre me aseguré de parecer igual de poderoso que ellos. Ellos no saben realmente cuán poderoso soy en realidad y ni siquiera pueden imaginar cuán poderoso puedo llegar a ser.
—¡Tú tienes el alma del Rey Demonio, Valen!- Grité, esperando que mis compañeras reaccionaran y se pusieran de mi lado.
—¡Está tratando de engañarnos! ¡Debemos matarlo! ¡Vimos cuando el alma del Rey Demonio entró en él! ¡Él es el Rey Demonio! ¡No se dejen engañar! ¡Sé que lo aman, pero él ya no es Dreimo, es el Rey Demonio! ¡Además, Dreimo no sobreviviría a ser atravesado en el corazón! ¡Es el Rey Demonio!
Ninguno de ustedes me conoce, y créanme, esto no es nada comparado con mi yo del pasado.
Él creó una ilusión y las engañó. Creyeron más en una ilusión que en mí, el chico que supuestamente amaban. Si realmente me amaran, se habrían dado cuenta del engaño, pero no fue así.
Traté de convencerlas, pero fue inútil. No importaba lo que les dijera, no podía convencerlas y me seguían atacando. Intentaron matarme y no me creyeron.
Y eso me hizo enojar.
No exagero al decir que podía derrotarlas en cuestión de segundos si quisiera, pero no quería hacerlo porque quería que confiaran en mí. Pero me cansé de intentarlo. Dejé de controlarme y las derroté en menos de 5 segundos. Por primera vez en mucho tiempo, usé el 100% de mi poder total.
No las maté, pero sí maté a Valen, ya que debía matar al Rey Demonio. Lamentablemente, eso no fue suficiente para derrotarlo.
—Fufu. Te subestimé, héroe.- Dijo el Rey Demonio, controlando el cadáver de Valen.
—N-no puede ser.- Dijo Meimik, mientras me miraba con esa expresión de arrepentimiento, dándose cuenta de que todo este tiempo decía la verdad.
Yo solo la ignoré y me preparé para la batalla final. Ya no me importaban sus palabras, expresiones, nada. Lo hecho, hecho está. Para mí, ya no significaban nada.
El Rey Demonio utilizó su última transformación. Se convirtió en un gigantesco dragón negro, y…
¿Necesito narrar la pelea?
Bla, bla, bla. Una pelea aburrida después, logré derrotarlo. Debo admitir que fue bastante sencillo derrotarlo, lo difícil era eliminarlo, ya que se regeneraba casi al instante. La única manera de matarlo para siempre, era eliminando su alma. Tuve que sacrificar casi todo mi poder para eliminar su cuerpo y alma para siempre, logrando finalmente derrotar al Rey Demonio y terminando nuestra aventura como héroes.
Tuve que usar «eso» para eliminar su alma, y como mi cuerpo es humano, sacrifiqué casi todo mi poder para activarlo. No me importa, pues ya no lo necesitaré. El mundo está en paz ahora.
Después de la pelea, todas mis compañeras se reunieron conmigo para felicitarme y disculparse, pero no sentí nada. No las veía como enemigas, pero tampoco como amigas. Dejaron de tener un lugar importante en mi corazón.
—¡Lo sentimos!
—¡C-caímos en una estúpida ilusión!
—¡Por favor, perdóname!
—¡N-no quiero que me odies!
Me vi tentado a perdonar a mis antiguas amigas para seguir teniendo compañía, pero al final no lo hice. Sabía que no quería tenerlas en mi vida si no confiaban en mí después de más de 10 años de amistad.
Y aproveché la situación para perseguir mi sueño de tener una vida normal.
—Literalmente hemos sido amigos por más de 10 años, y ustedes no confiaron en mí. Le creyeron a él.
—¡No fue nuestra…!
—¡Lo siento!- Dije, interrumpiéndola.
Suspiré.
—Lo siento, quiero amigos en quienes pueda confiar. Es infantil, lo sé, pero es lo que quiero. Adiós para siempre. Pueden quedarse con todo el crédito, no me importa. Me iré a vivir a un bosque o algo así. Adiós.
—¡E-espera!
Intentaron detenerme, pero corrí lejos y no miré atrás. Aunque trataron de alcanzarme, no pudieron porque estaban cansadas.
Desde ese día, no volví a ver a mis antiguas amigas y comencé una nueva vida.
Finalmente tenía lo que tanto había deseado: una vida normal.
Durante mi pelea con el Rey Demonio, sacrifiqué el 99% de mi poder total para destruirlo a él y su alma por completo. A pesar de que solo quedaba el 1% de mi poder, seguía siendo más fuerte que un Orco. Si entrenaba, podría volverme aún más fuerte, pero no era mi objetivo. Ahora solo quería ser una persona normal con un trabajo normal.
Mi plan era trabajar en una biblioteca, y lo logré. Me convertí en un aburrido bibliotecario, pero era un trabajo que disfrutaba. Usé magia de transformación para cambiar mi apariencia y evitar que mis antiguas compañeras héroes me encontraran. También creé una historia para mi nueva identidad, para evitar levantar sospechas sobre mi pasado. Debido a una maldición, no podía cambiar mi nombre, pero si todo salía según lo planeado, nunca sabrían que yo era el héroe Dreimo.
Cambié mi cabello rojo por uno largo y negro que cubría mis ojos, ya que no me gustaba que me miraran directamente a los ojos. Aunque ahora tenía el cabello largo, como una mujer, no me importaba. Antes era muy guapo, pero cambié mi apariencia para ser más «normal». Me convertí en un ciudadano común y corriente, y finalmente tenía una vida normal.
Si quería tener amigos o una novia, sabía que mi apariencia era importante. Aunque ahora era «normal», seguía siendo atractivo. No tan guapo como antes, pero lo suficiente como para llamar la atención de algunas chicas.
Mi vida era sencilla y rutinaria. Me despertaba, me bañaba, desayunaba, trabajaba, cenaba y dormía. Disfrutaba esta nueva vida tranquila y me sentía más humano que nunca.
Pero todo cambió cuando la conocí a ella.
—¿Una esclava sexual?
Mi jefa me encomendó recoger unos libros en otra ciudad, y como estoy acostumbrado a viajar con rapidez, decidí hacerlo corriendo en lugar de viajar en carruaje. Quizás no sea lo más común, pero de esta manera evito retrasos y puedo disfrutar del ambiente mientras ahorro tiempo.
En el camino me topé con un escondite de bandidos, y como siempre hago, los enfrenté y derroté, matándolos sin dudarlo… Y la encontré a ella. Una esclava sexual.
—… Oye… Te ves muy mal.
Era lamentablemente común en ese mundo encontrar a personas como ella. Tenía la piel morena y estaba cubierta de dolorosas cicatrices. Le habían cortado las manos y una oreja, y no tenía dientes. Lo más probable es que se los hayan quitado para evitar que mordiera. Pero lo peor de todo era que estaba ciega, pues tenía vendas en los ojos, y no tenía lengua.
Le quitaron los dientes para que ella no los mordiera cuando… Ah, mejor no pienso en eso, me trae malos recuerdos.
Maldita sea, no tiene dedos en los pies. Sant, espero que les des el peor de los castigos en el infierno.
Ciega, muda, medio sorda, sin poder caminar bien y sin manos.
—Ellos ya no te volverán a hacer daño, los maté. Ya estás a salvo.
Le toqué el brazo para examinarla mejor, pero comenzó a temblar de miedo. Con un simple toque, está muerta de miedo, pero no intenta escapar ni gritar. Está acostumbrada a esto. Acepta su destino porque piensa que no hay escapatoria y que no importa lo que haga, le harán daño.
¿Por cuánto tiempo la han estado violando y torturando? Era evidente que estaba acostumbrada a este tipo de vida, resignada a sufrir en silencio por el resto de sus días.
—… Estás muy traumada…
Podía comprender su dolor, tal vez más de lo que quisiera admitir. A pesar de que mi magia curativa no era muy poderosa después de la última pelea que tuve, creí que al menos podría devolverle la vista.
Con suavidad acaricié su cabeza y usé mi magia para curar sus ojos.
—No estés asustada, ya no sufrirás. Todo estará bien.- Dije, tratando de calmarla.
Pese a que tal vez no podría utilizar mi magia curativa por años, sabía que valdría la pena haberla salvado.
—Listo.
Con cuidado le quité las vendas de los ojos y le sonreí.
—Todo estará bien, no te preocupes. Hola.
La expresión de la mujer era fría y sin esperanza, con una mirada que reflejaba el sufrimiento que había soportado. Tanto dolor, que ni siquiera sentía fe alguna.
—… ¿Tienes familia? ¿Algún familiar lejano o cercano?
Ella negó con la cabeza. No tenía a nadie.
No dice mentiras. No tiene familia… ¿Fue vendida por sus padres? Tal vez es huérfana y fue secuestrada.
En el orfanato donde crecí, hubo varios empleados que intentaron vender huérfanos para vender sus cuerpos, tanto por sus órganos como de manera sexual. Afortunadamente para ellos, yo siempre los salvaba y mataba a esos empleados.
—¿Amigos? ¿Algún conocido?
También lo negó.
—Ya veo…
Está sola en este mundo… Sin amigos, como yo. Sin familia, como yo. Fue violada y torturada… como yo.
Ella es… como yo… Tan parecida a mí.
Era como si ella fuera un reflejo de mi propio pasado. No podía dejarla sola.
Veré mejor su condición.
—Voy a examinarte. [Análisis.]
[Nombre: Yuik
Edad: 28 años
Estado de salud general: Crítico
Enfermedades de transmisión sexual (ETS):
Sífilis: Estadío avanzado, afectando órganos internos y sistema nervioso.
Gonorrea: Infección activa, con secreciones purulentas y dolor.
Clamidia: infección activa, causando inflamación y dolor pélvico.
Virus del Papiloma Humano (VPH): Presencia de varias cepas, con verrugas genitales visibles y riesgo elevado de cáncer cervical.
Herpes Genital: Lesiones dolorosas y recurrentes en la zona genital.
VIH/SIDA: Sistema inmunológico comprometido, múltiples infecciones oportunistas.
Estado: Embarazada (aproximadamente 16 semanas).
Condición del feto: Fallecido, posiblemente debido a trauma físico y condiciones de salud materna.
Evidencia de múltiples abortos: 25 abortos detectados, con cicatrices y daños severos en el útero y órganos reproductivos debido a procedimientos forzados y sin condiciones higiénicas adecuadas.
Fracturas óseas: Costillas rotas (22 costillas), algunas fracturas mal curadas.
Hematomas: Presencia de hematomas antiguos y recientes en todo el cuerpo, evidenciando golpes continuos.
Cortes y laceraciones: Varias heridas no tratadas, con signos de infección y riesgo de septicemia.
Cicatrices: Marcas de cortes profundos y quemaduras en diversas partes del cuerpo, indicando tortura y violencia extrema.
Dislocaciones: Hombros dislocados, posiblemente por inmovilización forzada.
Signos de malnutrición:
Desnutrición severa: Pérdida extrema de peso, piel pegada a los huesos.
Anemia: Signos de anemia grave, palidez y debilidad constante.
Deficiencia de vitaminas: Deficiencia aguda de vitaminas esenciales, afectando la función cognitiva y física.
Estado psicológico:
Estrés postraumático (PTSD): Pesadillas recurrentes, flashbacks y estado de hipervigilancia.
Ansiedad severa: Ataques de pánico, miedo constante y dificultad para realizar tareas cotidianas.
Depresión profunda: Desesperanza, aislamiento y pensamientos suicidas frecuentes.
Trastorno de identidad disociativo: Posible desarrollo de múltiples personalidades como mecanismo de defensa.
Historia de Abuso:
Abuso físico y sexual prolongado: Evidencias claras de abuso físico y sexual a lo largo de varios años.
Tráfico de personas: Indicios de haber sido víctima de trata y explotación sexual.
Condiciones de vida inhumanas: Signos de haber vivido en condiciones extremas de insalubridad y violencia.
Sistema inmunológico comprometido: Alto riesgo de infecciones debido a las múltiples condiciones médicas y desnutrición.
Urgencia médica: Necesidad de intervención médica inmediata para tratar infecciones, fracturas, y estabilizar el estado general de salud.
Soporte psicológico: Urgente necesidad de terapia intensiva para abordar el trauma psicológico severo y el estrés postraumático.]
Yuik ha soportado un grado extremo de sufrimiento y abuso, reflejado en las múltiples enfermedades y daños físicos y psicológicos. Su cuerpo y mente están al borde del colapso, o más bien, ya lo está.
Ver todo esto me revuelve el estómago. Tanto sufrimiento… ¿Cuándo fue la última vez que fuiste feliz?
—… Debo hacer algo.
No era lo ideal, pero era la solución más rápida para garantizar su recuperación total. No quisiera llegar tan lejos, pero es necesario.
—Por favor, abre la boca. No es nada malo, te lo prometo.
Ella abrió la boca sin quejarse.
—No te preocupes, no te haré daño.
Me corté el dedo con mis dientes y puse algo de mi sangre en su boca para transformarla en un vampiro. Mientras observaba su cuerpo regenerarse y sanarse, le aseguré que no tenía nada que temer, para calmarla.
—No te preocupes, es algo medicinal. No tengas miedo.
En su estatus, poco a poco las enfermedades están desapareciendo y su vientre está adelgazando.
Mientras veía su estado de salud mejorar, me di cuenta de que no había tenido otra opción. Esta habilidad única que tengo la obtuve cuando maté a una Reina Vampiro y ahora tengo la capacidad de otorgar la inmortalidad a otros. Nunca me imaginé que la utilizaría, porque podría ser una mala idea convertir a otras personas en vampiros, pero no creo que ella use su nuevo poder para el mal, no siento maldad en ella.
Convertirla en vampiro, para que se recupere por completo en segundos, con el riesgo de que se vuelva poderosa y esté creando al nuevo Rey Demonio, o esperar años para que se cure un poco, desperdiciando su tiempo de vida mortal… Sí, tomé la decisión correcta.
Ahora que ella es un vampiro, tiene un cuerpo especial y la capacidad de regenerarse. Todas sus heridas desaparecerán y volverá a ser una mujer saludable, aunque su estado mental no se puede arreglar con magia, pero tengo la esperanza de que ella saldrá adelante y volverá a ser feliz.
Se recuperó por completo. Tiene sus manos, dedos, oreja. Su cuerpo está 100% sano.
Lo fácil ya se arregló, pero queda lo más difícil: lo psicológico.
… Ella es como yo… No puedo abandonarla. Quiero ayudarte. Quiero que seas feliz.
—… Realmente has sufrido… ¿Te gustaría venir conmigo…? Yo quiero tener un amigo… Así que… ¿Podrías convertirte en mi amiga?
Ella me miró a los ojos y asintió lentamente. Sus dientes ya se regeneraron, pero no está sonriendo, simplemente me está siguiendo la corriente, pues tiene miedo de negarse.
—Aceptaste solo por miedo a decirme que no, lo sé, pero prometo que mis intenciones son buenas, lo juro.
Le sonreí.
—No volverás a sufrir, te lo prometo. Pronto estarás mejor.
Le acaricié con cariño su cabeza. Tocarla es mala idea, pero a mí me hubiera gustado recibir un poco de cariño después de… Ah, después de «eso»… ¿Eh?
De repente, un mensaje apareció frente a mí, informándome sobre la maldición que ella obtuvo.
[Maldición detectada.]
[Sin comunicación: Los poseedores de esta maldición no pueden hablar.]
… No sé eliminar maldiciones.
Las personas que se convierten en Vampiros sacrifican su humanidad y, según mis investigaciones, los nuevos Vampiros adquieren una maldición por un castigo divino o algo así.
Lo siento, pero no volverás a hablar. Un pequeño precio a pagar considerando que tu cuerpo es saludable de nuevo.
—¿Qué edad tienes? ¿Más de 20?
Ya sé la respuesta, pero quiero hablar con ella.
Ella dijo sí con la cabeza.
—¿Más de 25?
Dijo sí.
—¿Más de 30?
Dijo no.
—¿Tienes 28?
Dijo sí. Tiene 28 años. Sigue siendo muy joven todavía.
—Yo tengo 26 años. Es un placer conocerte.
Le acaricié la cabeza y sonreí.
—Espero que seamos grandes amigos.
Finalmente, encontré un amigo en ella. Aunque sé que le tomará tiempo confiar en mí, estoy dispuesto a darle un hogar y comida mientras se acostumbra a mi presencia.
Por fin conseguí un amigo, y espero que esta vez sí sea solo mi amigo.
Ella y yo somos tan parecidos… Te prometo que nunca volverás a sufrir. Nunca.
La cargué con mis brazos y comencé a caminar.
—Te llevaré a mi casa y prepararé una deliciosa cena. Por favor, no me tengas miedo, no te haré nada malo.
Ella sigue temblando de miedo. Sí, es comprensible. Tomará mucho tiempo para que confíe en mí. Solo soy un desconocido para ella, es normal que me tenga miedo.
—Sabes, las estrellas de mar al este de la Capital son de color azul debido a que se alimentan de una planta azul llamada Lazuk.
No sé de qué hablar con ella, así que le contaré datos curiosos sobre este mundo mientras la llevo a mi casa.
No le preguntaré nada respecto a su pasado para evitar que recuerde cosas malas. Evitaré hablar de cosas que le molesten.
Por ahora, solo le daré comida y un hogar, mientras se acostumbra a mi presencia.
—Las tres lunas se llaman Kam, Kem y Kim por los héroes Trillizos que salvaron este mundo hace miles de años. Nombres lindos, ¿verdad?
Ella asintió lentamente, mientras me sigue mirando a los ojos con esa fría mirada.
—Sí… Son nombres lindos.
Le prometí que sería feliz de nuevo y que nunca volvería a sufrir. Aunque no puedo cambiar su estado mental, espero que con mi compañía pueda encontrar un poco de paz en este nuevo mundo que ahora es su hogar.
Te prometo que serás feliz de nuevo, no volverás a sufrir. Lo prometo con todo mi ser.
Comments for chapter "01"
QUE TE PARECIÓ?
Me encantó la lectura de este capitulo 🙂