Salvé a una esclava sexual y será mi nueva amiga. - 02

CAPÍTULO 2- La habilidad de un héroe. Parte 1.

Los Vampiros, una raza que, sinceramente, nunca me interesó. Antes de ser un héroe, pasaba todo el tiempo trabajando y protegiendo a mis hermanos huérfanos, y después de despertar el trabajo [Héroe], me la pasé todo el tiempo entrenando con mis compañeros, asegurándome de que todos fuéramos igual de poderosos y buenos amigos. Nunca me interesó saber más sobre este mundo, porque no tenía tiempo de investigar, solo conozco lo básico.

Los Vampiros era una de las razas demoníacas más poderosas, con el potencial de llegar a ser igual de poderosos que el Rey Demonio, por eso maté a la Reina Vampiro en el mismo día en el que me enteré de eso, para evitar riesgos innecesarios. ¿Eh? ¿Qué? Sí, justo en el mismo día, la busqué y maté, y ella estaba a un nivel parecido al Rey Demonio, o al menos eso escuché de algunos demonios de alto rango.

Sí, definitivamente podía derrotar al Rey Demonio sin ningún inconveniente cuando desperté el trabajo [Héroe], pero no lo hice porque… Bueno… La principal razón sería que en ese tiempo no sabía que había recuperado mi poder original, y la secundaria sería que… quería tener amigos. O, más bien, intentar hacer bien las cosas esta vez.

Por eso nunca fui a matar al Rey Demonio por mi cuenta, porque quería hacerlo con la ayuda de mis amigos, para fortalecer más nuestra amistad y llegar a ser amigos por siempre… Ah, pero no resultó como esperaba y solo desperdicié 10 años de mi vida.

Como sea.

—¿Nombre?

—Yuik.

—Le hablo a ella.

—Es muda, oficial.

El oficial encargado de registrar la entrada observó la esfera de cristal, que es un aparato mágico que detecta mentiras, y como no se activó, me creyó.

Fácilmente puedo entrar a mi casa usando un portal, pero como Yuik vivirá conmigo, debo conseguirle una identificación, para no meternos en problemas en el futuro, con eso de los impuestos y sospechas.

—¿Qué le pasa a tu…?

Se quedó en silencio, esperando a que yo responda.

¿Amiga? No, sería más fácil conseguirle una identificación si se relaciona conmigo.

—Hermana.

Y como sé usar magia para que no sepan que miento, la esfera de cristal no se activó.

—Conque tu hermana, Dreimo. Jeje. No se parecen en nada. Toda la belleza se la llevó ella, ¿eh?

Di lo que quieras, sé que soy algo guapo, al menos por encima del promedio.

Soy muy sociable con las personas que viven aquí, así que tengo conocidos en diferentes lugares, como con los guardias, empleados del gremio y la academia. Entre más conocidos tenga, más posibilidades tendré de conseguir amigos de confianza, e incluso alguna novia.

—Si es tu hermana, no habrá problema alguno con los trámites. Solo rellena esta hoja.

Nos entregó una hoja. Bueno, a terminar con esto para irnos.

—Oye, por cierto…- Dijo, antes de que le tape la cara con la hoja.

Reconozco esa sonrisa, infeliz.

—Nuestros padres murieron recientemente y está devastada. No hoy, por favor.

—Oh… Lo siento, no lo sabía.

Conozco tu fama de mujeriego. Si te atreves a acosarla, te cortaré los testículos.

Llené la hoja lo más rápido que pude y nos fuimos a mi casa.

Usé magia de ilusión en ella para que vea las calles como si estuvieran vacías. Le entró un ataque de pánico o ansiedad, se agitó demasiado al ver a tantas personas, por eso hice esto.

—Vivo cerca, falta poco.

Al menos se tranquilizó un poco al ver las calles vacías.

… Yuik es un Vampiro. Sé que era necesario, pero me preocupa. Si un simple Vampiro tiene el potencial de alcanzar el poder del Rey Demonio, un Vampiro creado por mí debería tener el doble de ese potencial. Derroté a la Reina Vampiro sin antes conocer su verdadero poder o el de sus súbditos. ¿Ella era realmente poderosa? ¿Y sus súbditos también? Ellos murieron cuando maté a la Reina, así que no pude verlos en acción.

Tal vez los rumores sean exageraciones, pero sí me preocupa. Siento en Yuik un alma muy bondadosa, pero tengo miedo de que se corrompa por culpa del poder.

Los Vampiros son un misterio para mí. Ah, debo investigar al respecto.

•

•

Regresé a mi casa y acosté a Yuik sobre la cama. La habitación estaba limpia y bien iluminada, y la cama era suave y cómoda, no hubo necesidad de hacerle algún cambio, es perfecto. Ella necesitaba descansar después de todo lo que había pasado, así que la dejé sola por un momento. Mientras tanto, fui a preparar algo de comer para ella. Algo sencillo, un sandwich, pues no sé cocinar. Quería que se sintiera como en casa.

Necesita descansar en un lugar cómodo, pues lo más probable es que haya estado durmiendo todo este tiempo en el suelo. Acostarse en una cómoda cama le hará darse cuenta de que su vida cambió y que su sufrimiento terminó.

Después de unos minutos, volví a la habitación con una bandeja de comida. La dejé en la mesita de noche y le pregunté:

—¿Estás cómoda? ¿La almohada es suave?

Ella seguía temblando de miedo y asintió tímidamente. Ah, sí, lo sé, era normal que no confiara en mí después de todo lo que había pasado, así que me propuse demostrarle que no tenía nada que temer. ¿Cómo? Con acciones y palabras. Más acciones que palabras. Cualquiera puede decir algo, pero eso no significa que lo realice. No le daré falsas promesas que no pueda cumplir.

Bueno, soy un desconocido para ella, y considerando todo lo que ha sufrido, es comprensible que no confíe en mí, alguien que apenas conoce. Ni siquiera tiene la esperanza de que yo sea una buena persona, seguramente piensa que planeo hacerle algo malo… Ah… Sí, definitivamente piensa que quiero hacerle algo malo. Ella está pensando que quiero abusar de ella.

De repente, vi que Yuik empezó a quitarse la ropa, así que la detuve, negando con la cabeza.

—No, detente. No quiero verte desnuda.

Y por miedo, dejó de hacerlo.

—No malinterpretes mis acciones. Genuinamente quiero ayudarte, no quiero nada a cambio.

Sabía que ella había sido abusada por muchos hombres y que, por eso, no confiaba en los hombres en general. Tenía que hacer algo para que ella confiara en mí.

Yo nunca violaría a alguien… Al menos mi yo actual nunca lo haría.

Me gustaría decir lo mismo de mi yo del pasado, pero hice cosas peores.

—Eres libre, Yuik. Nadie te obligará a hacer algo que no quieres hacer.

Le acaricié la cabeza, tratando de calmarla. Sé que tocarla es indebido, pero al menos quiero intentarlo. No quiero que piense que me da asco.

Está demasiado acostumbrada a que todos los hombres que la vean abusen de ella. No confía en nadie, mucho menos en un hombre. Debo demostrarle con acciones que no pienso hacerle daño.

—No te preocupes, no te haré nada malo. Sé que es difícil para ti confiar en alguien, pero puedes confiar en mí. O al menos intentarlo.

A pesar de mis palabras, Yuik seguía temblando y asustada. Sí, lo sé, tomará mucho tiempo, pero quiero que duerma tranquila esta noche. Debo hacer algo para que confíe en mí, al menos un poco.

Yo soy como ella. Yo sufrí lo mismo que ella. Quiero que se dé cuenta de que mi empatía por ella es genuina, pues ambos hemos sufrido lo mismo.

Era momento de hablarle sobre mí, de contarle mi historia, o al menos parte de mi historia, omitiendo todo el dolor que yo mismo le he provocado a millones de personas a lo largo de mi vida.

—En mi vida pasada… Bueno, en mi primera vida, también fui abusado, al igual que en mi segunda vida… Pero logré salir adelante con mi vida. Tú también puedes comenzar una nueva vida.

Es difícil aceptar que el sufrimiento que uno ha vivido no desaparece fácilmente, y esto es especialmente cierto para aquellas personas que han sufrido abusos y traumas. Yuik había sido sometida a abusos y tormentos por bandidos que se deleitaban en su sufrimiento. La situación había dejado una profunda cicatriz en su mente y su espíritu, y aunque ahora era una Vampira sana físicamente gracias a mi ayuda, no podía sacudirse el dolor que la atormentaba.

A pesar de que ella no confiaba en mí, yo seguía dispuesto a ayudarla en lo que pudiera. Como su amigo, quería estar a su lado y hacer todo lo posible para evitar que volviera a sufrir de nuevo. Sin embargo…

—Vivir sin querer vivir, no es vida, es un infierno.

Me di cuenta de que no podía obligarla a confiar en mí o a seguir viviendo si ella no lo deseaba. Era su vida, su decisión, y tenía que respetar su elección.

Fue entonces cuando saqué de mi [Almacenamiento mágico], una navaja con un veneno especial. Sabía que esto podría sonar muy extremo, pero lo hice con la intención de ofrecerle a ella una opción rápida e indolora.

No la obligaré a vivir solo para satisfacer mis propios deseos, no la usaré como un objeto. Ella decide su vida.

Me duele ver a una persona tan pura como ella, morir sin haber sido feliz, pero al menos en el paraíso podrá encontrar la felicidad.

—Si te cortas con esto, morirás inmediatamente sin sentir dolor. Cuando analicé tu cuerpo, me di cuenta de muchas cosas. Tú te provocaste muchas de tus heridas. Te quitaron los dientes para evitar que te suicides, así que usaste tus manos para cortarte las venas, y por eso te las cortaron. Tenías fracturas en tu cráneo, así que intentaste suicidarte con golpes en la cabeza, pero fallaste. Esos bandidos te mantenían con vida para seguir divirtiéndose… Eso es asqueroso.

Según el informe de los pecados que esa Diosa inútil me envió, Yuik ha intentado suicidarse muchísimas veces, pero los bandidos lo evitaban. Ella no quiere vivir, y saber eso realmente me hace sentir… triste.

—Es por eso que te daré dos opciones. Número 1: La muerte. Termina con tu sufrimiento en este momento y descansa para siempre. Número 2: Comienza una nueva vida… Es tu decisión… Te recomiendo la número 2. Sé que sufriste mucho y solo quieres morir, pero tienes derecho a seguir adelante con tu vida y olvidar el pasado… Todas las personas merecen ser felices. Y me da tristeza saber que morirás sin haber sido feliz… Puedo ver en tus ojos que toda tu vida has sufrido. ¿Cómo lo sé? Porque tienes la misma mirada que yo tenía en mi primera vida. Si te quedas a mi lado como mi amiga, te garantizo que nunca volverás a sufrir y tendrás una vida normal y cómoda, sin dolor. Pero, si ya no quieres seguir viviendo y por fin quieres morir, entonces escoge la número 1. Es tu vida, es tu decisión.

Me levanté el cabello para que ella viera mejor mis ojos. Se dice que los ojos confirman cuando una persona está mintiendo o cuando están diciendo la verdad. Quiero que se dé cuenta de que todo lo que le estoy diciendo es la verdad, no le estoy mintiendo. Yo realmente sí quiero que sea mi amiga. No quiero que muera sin haber sido feliz.

Ah, soy un hipócrita, lo sé. Yo le hice el mismo daño a miles… A millones… A cientos de billones de personas en el pasado. El mismo daño que esos bandidos le hicieron a ella. Pero ya no soy el mismo de antes, cambié… O eso espero.

El daño que hice ya no se puede arreglar, es por eso que al menos quiero compensar mi error, al menos un poco.

—Por favor, toma una decisión. Yo realmente quiero ser tu amigo, no tengo otros motivos. No te veo como un objeto sexual. Quiero ser simplemente tu amigo… Solo quiero tener un amigo.

Ah… Es hora de la verdad. Sea cual sea su decisión, la respetaré.

Le entregué la navaja y ella la sostuvo temblorosa. Observé con atención, sabiendo que ella estaba tomando una de las decisiones más difíciles de su vida.

Pero, finalmente… ella colocó la navaja en su cuello y pareció estar lista para seguir adelante. Pero luego, dudó. Está tratando de reunir el valor para hacerlo, pero definitivamente lo hará.

Me sentí triste por ella, sabiendo que la vida había sido demasiado cruel con ella. Pero al menos pronto será feliz, de eso me aseguraré yo.

Finalmente, ella tomó su decisión y yo la respeté. Ella está decidida a morir.

Espero que Sant le consiga el mejor lugar del paraíso.

—… Supongo que ya decidiste… Respetaré tu decisión… Prepararé un ataúd. Solo quiero decirte una última cosa. La vida podrá parecerte dolorosa, pero eso no significa que siempre lo será. Los amigos, el amor, la naturaleza, el entretenimiento, el placer del descanso. Hay tantas cosas que valen la pena experimentar y disfrutar en la vida. Pero bueno… Espero que seas feliz en el paraíso.

Porque, si no te aceptan en el paraíso por haber sido rescatada por mí, yo mismo me encargaré de patearle el culo al Dios que impidió tu ingreso al paraíso.

—Fue un placer conocerte.

Salí de la habitación y suspiré.

—Realmente quería que ella fuera feliz.

A mí nadie me salvó, pero al menos yo sí pude salvarla.

Eso no eliminará los errores que cometí, pero al menos me hace sentir un poco mejor conmigo mismo.

Quiero ser feliz, y no quiero que mi pasado arruine mi vida.

•

•

Ya tengo listo todo. Debo enterrar su cuerpo en el bosque. Le daré un entierro digno y después le preguntaré a esa Diosa inútil si ella fue al paraíso. Si la enviaron al infierno o intentaron eliminar su alma solo porque yo fui el que la salvó, posiblemente termine matando a un Dios otra vez.

Entré a la habitación… ¿Eh?

—¿Qué haces?

Ella está de pie, observando sus manos y piernas. ¿Apreciando su cuerpo sano? ¿Se arrepintió de suicidarse? Su expresión no ha cambiado, pero su miedo ha disminuido, al menos un poco.

¿Ya pensó mejor sus acciones? Espero que sí. Quiero ser su amigo y darle una feliz vida. Quiero que ella tenga una vida normal, justo como yo la estoy teniendo.

Si un monstruo como yo está teniendo una vida normal, ella también puede tener una vida normal y tranquila, sin dolor.

—¿No quieres morir?

Dijo no moviendo su cabeza.

—… ¿Quieres comenzar una nueva vida…? Espera, por favor.

Saqué un lápiz y papel de mi [Almacenamiento mágico] y se lo entregué. Esto facilitará nuestra comunicación. Espero que sepa escribir.

—Escribe lo que quieres decir. ¿Sabes escribir y leer?

Ella asintió y comenzó a escribir.

Me entregó el papel y lo leí.

Dice: «Quiero pagarte lo que hiciste por mí. Te ves triste. Quiero ser tu amiga».

Vaya. ¿Se nota que no soy feliz…? Bueno, por fin estoy teniendo una vida normal, pero no tengo amigos y vivo con el sentimiento de culpa, por estar viviendo una vida normal a pesar de no merecerlo.

Tener amigos es algo que deseo tener, para no vivir una vida solitaria y sentirme querido. También quiero tener una esposa, pero es difícil para mí enamorarme, pues dejé de creer en el amor… No… No dejé de creer en el amor… Dejé de creer que yo merezco ser amado.

Pero ella dice que quiere pagarme lo que hice por ella. No quiero eso. No quiero que haga algo que no quiere hacer solo porque yo quiero que siga con vida.

—… No es necesario, no te obligaré a vivir. Es tu vida, es tu decisión. Por favor, piensa bien lo que tú quieres hacer con tu vida y no pienses lo que otros quieren.

Ella dijo no con la cabeza y se acercó a mí.

Le entregué el papel y escribió lo siguiente: «Me iré al infierno si me suicido, y quiero volver a ver a mis hermanos menores. No debo suicidarme. Por favor, sé mi amigo. No quiero estar sola. Yo también quiero ser tu amiga».

Su familia está muerta, como lo supuse. Seguramente fue víctima de un ataque de bandidos en su aldea.

Espero que sus hermanos hayan sido mayores de 10 años, porque si eran menores de 10 años… ellos ya reencarnaron y no están en el paraíso.

—¿Tus hermanos están muertos?

Dijo sí con la cabeza… Ya veo.

—…

Me da miedo preguntarle sobre la edad de sus hermanos, no quiero vivir con esa incertidumbre.

Conozco Dioses en persona. Existe el paraíso y el infierno, pero no importa el cómo mueras, solo importan las acciones que hiciste mientras estabas vivo.

Si ella muere, es muy probable que vaya al paraíso, pero tengo prohibido mencionar que conozco Dioses… Y mis palabras no la convencerán. La iglesia Rauk prohíbe el suicidio. Yuik cree en ese Dios. Sus familiares debieron de ser muy religiosos. Los nombres con una «K» al final son muy comunes para los creyentes del Dios Rauk.

Tsk. Estúpido Dios de mierda. La vida de las personas son de ellos, ellos deciden qué hacer con su vida, no tú. Ya no me siento culpable por haber hecho lo que te hice en el culo.

… Pero ella intentó suicidarse más de una vez… Su desesperación y dolor la obligaron a tomar esa decisión a pesar de que su Dios lo prohíbe.

Realmente vivía un infierno en vida.

—… ¿Confías en mí?

Ella dijo sí con la cabeza.

No siento que esté mintiendo, pero tampoco está diciendo la verdad. No confía tanto en mí, pero sí lo suficiente como para intentar ser mi amiga… Gracias.

Si tan solo supieras que me has hecho muy feliz con tan solo decirme eso, una felicidad que no he sentido en mucho tiempo.

—… ¿No me traicionarás?

Ella dijo no con la cabeza… No está mintiendo… No me miente.

E-ella no es capaz de traicionarme.

—… Gracias. En serio, muchas gracias.

La abrazaría, pero no debo tocarla demasiado, podría incomodarla.

Ella no se suicidó porque quiere volver a ver a sus hermanos. Está depositando toda su esperanza en mí, esperanza que volvió a tener. Puedo ver en sus ojos que no confía en mí todavía, pero prometo ganarme su confianza con acciones y no simples palabras. Su mirada no ha cambiado y sigue temblando. Ella tiene la esperanza de que yo sea una persona buena… Si ella vuelve a sufrir, perderá por completo la esperanza otra vez y se suicidará. Debo evitar a toda costa que se sienta incómoda. No permitiré que vuelva a sufrir.

Y mataré sin dudarlo a cualquier persona que la moleste, sin importarme su género, edad ni estatus social.

—Te prometo que no te haré daño. Quiero que seas feliz.- Dije, sonriendo.

Levanté mi mano y ella cerró sus ojos con fuerza… Ella creyó que la golpearía.

No te preocupes, no volverás a sufrir.

Le acaricié la cabeza suavemente.

—No todos somos malos. Vamos a cenar.

Me alejé de ella. Debo ganarme su confianza. Me tomará mucho tiempo, pero puedo lograrlo.

Volteé a verla. Está caminando con la mirada baja… Ella ha sufrido mucho. Quiero que ella sea feliz, y haré hasta lo imposible para hacerla feliz. Quiero ver una sonrisa genuina en ese lindo rostro.

… ¿»No todos somos malos»? Sí, eso es verdad, pero… Ah… Quiero ser una buena persona, pero he hecho tantas cosas horribles en mi vida, que no merezco la oportunidad de tener una redención. Mi yo actual se considera una buena persona, pero mi pasado siempre me perseguirá. Mis errores no desaparecerán nunca.

Mejor dejo de pensar en eso. Ahora soy Dreimo, un bibliotecario, no soy un héroe, mucho menos un villano.

Solo un humilde bibliotecario que quiere tener amigos.