Salvé a una esclava sexual y será mi nueva amiga. - 05
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- 05 - CAPÍTULO 5- Un día de compras. Parte 2.
CAPÍTULO 5- Un día de compras. Parte 1.
Un pequeño Dreimo, de 5 años, que tiene el cabello rosa, está llorando en el suelo, jugando con dos muñecos, junto con otro niño de cabello negro, que también era Dreimo, solo que él tenía un rostro más inexpresivo y su ser no reflejaba nada más que seriedad, a diferencia del Dreimo de cabello rosa, que lloraba y temblaba de miedo, pero su expresión también era la misma que la de Dreimo de cabello negro.
El Dreimo de cabello rosa, a pesar de estar llorando, su expresión es la misma que la de Yuik… Tiene un rostro inexpresivo… Una mirada sin esperanza.
—Quiero morir… No quiero que me sigan tocando.- Dijo el Dreimo de cabello rosa.
Manos salieron del suelo y comenzaron a tocar sus cuerpos, más específicamente en sus pechos y entrepiernas.
—No quiero, mamá… No quiero.
Pero, a pesar de que no querían ser tocados, no ponían resistencia alguna. Aceptaban su destino sin luchar.
Después de todo, ya estaban acostumbrados a esa situación.
—Fufu. ¿Crees que podrás escapar para siempre, Dreimo? ¡Eres un monstruo, y siempre lo serás!
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(Pov- Dreimo.)
Abrí los ojos inmediatamente después de escuchar la voz de esa perra en mi pesadilla… Ah… Las pesadillas nunca terminarán. Ya superé mi pasado, pero las pesadillas no desaparecen.
Ya no estoy tan traumado. ¿Por qué sigo teniendo pesadillas?
Bueno… Ah, no importa. Solo debo ignorarlas. Ahora soy un ser humano normal y feliz. El pasado no debe importarme más. ¡Sigue adelante, Dreimo!
… ¿Una nota en mi pecho?
Tomé la hoja de papel.
Me levanté y estiré los brazos… Ah… El suelo estaba frío, pero cómodo.
—Espero que no sea una amenaza de esa Diosa inútil.
Dudo que sea tan idiota como para amenazarme con hacerme daño a mí o a Yuik si no me caso con ella. Tsk. Por eso odio a las locas.
… Oh, es una nota de agradecimiento de Yuik… «Gracias por darme un lugar para dormir»… Que lindo gesto. Me da gusto que sea agradecida.
La observé dormir solo por unos segundos y salí de la habitación.
No quiero que me descubra viéndola y piense que soy un pervertido.
—Acabo de confirmar dos cosas.
Número 1: ¡Por fin tengo un amigo! Ah… Mis antiguas compañeras las consideraba mis amigas, pero ellas estaban enamoradas de mí, no se comportaban como verdaderas amigas… Y mi único amigo hombre me traicionó.
Número 2: No estoy enamorado de ella… Creí que viviría el cliché de salvar a la chica linda y enamorarme de ella, pero… No me siento atraído por ella.
No me importa su pasado, después de todo, ambos sufrimos casi lo mismo. Yo nunca me he enamorado. Nunca… Ah… Creo que no podré conseguir novia… Bueno, tengo una amiga, con eso estoy conforme. Solo espero que no se enamore de mí. Me dolerá rechazarla si se enamora de mí.
Por ahora, solo quiero un amigo… Una persona de confianza en mi vida… Alguien para beber juntos, discutir, divertirnos, etcétera… Supongo que eso hacen los amigos.
—Mejor no pienso en eso por ahora.
—¿Tuviste sexo con ella?
Tsk. Casi la mato por instinto. Incluso su voz se parece a la de la perra de su madre.
—… Sant, ¿no tienes trabajo como Diosa? Deja de perder el tiempo.
Sant apareció al lado de mí y mi puño está a centímetros de su rostro. Por poco cometo una estupidez.
Ella, en lugar de tenerme miedo, me mira con esa expresión seria, esperando mi respuesta. Admiro esa parte valiente de ella, aunque también estúpida.
—Responde mi pregunta.
—No. No tuve sexo con ella. Y no, no estoy enamorado de ella ni siento algo por ella. Y tampoco siento nada por ti. ¿Feliz?
—Sí… Aunque eso último me dolió escucharlo. Oye, oye, oye, somos amigos de la infancia, ¡y mantengo mi virginidad para ti! ¡¿Por qué no te rindes y aceptas casarte conmigo?!
—Bla, bla, bla. No me casaré con alguien a quien no amo.
—Tsk. Te esperaré 1,000 años. Si después de 1,000 años sigues de terco, te voy a secuestrar.
—Justo como tu madre, ¿eh? Tienes agallas para decirme eso en mi cara.
—Es mi última opción, así que espero que no me obligues a usarla.
Se sentó en una silla y sonrió.
—¿No me invitarás a desayunar?
Tsk. Maldita sea. ¿Por qué está tan decidida a casarse conmigo? Además de mi alma, ¿qué tengo de bueno? Nada. No valgo la pena como esposo. No entiendo a Sant. Tsk. Igual de loca como la madre.
Definitivamente debo lograr enamorar y enamorarme de una mujer normal de este mundo, para que me deje en paz.
Sigo la filosofía de la antigua Diosa del amor: No harem, no engaños, y solo casarme y tener sexo con la mujer que amo. Filosofía que adopté en mi vida actual.
—Las personas normales no desayunan con Dioses.
—Es cierto. Eres el señor «normal». Fufu. ¿Por cuánto tiempo seguirás jugando a ser una persona normal? El humano más odiado por los Dioses está lejos de ser normal.
—Odio ese título.
—Pero te lo mereces. ¿O prefieres tu antiguo título?
—Cállate.
—Ah… ¿Te enojaste? A mí sí me gustaba el título «GodSlayer», aunque te quedaba mejor «Rey Monstruo», pero personalmente creo que te queda mejor «villano».
Suspiré intentando relajarme y me acerqué a ella.
Sant, te estás aprovechando de que no te odio, pero estás exagerando. Con cada palabra, estás cortejando a la muerte. Podré ser débil en estos momentos, pero todavía sé cómo eliminar a un Dios.
… Espera… Diosa del infierno… Infierno… Fufu. Malditos desgraciados, recibirán el peor de los castigos.
—Quiero pedirte un favor. Si lo haces, seré tu amigo. Solo tu amigo.
—Fufu. Daré un paso adelante. ¿Qué quieres?
—Tortura a los bandidos que maté. Dales el peor castigo que puedas… Y por toda la eternidad. Usa la dimensión «Dreimo». Supongo que la conservas todavía.
—Será un placer. Y sí, la tengo todavía, y sigue programada justo como la dejaste.
Se levantó y me guiñó el ojo.
—Volvemos a ser amigos de la infancia. Estamos un paso más cerca de que se cumpla el cliché del romance entre amigos de la infancia.
—Nunca sucederá.
—Fufu. No puedes escapar de tu destino, cariño… Y tú más que nadie lo sabe perfectamente.
Ella desapareció.
Ah… Ella solo aparece para darme dolores de cabeza. Al menos me aseguré de que los bandidos que hicieron sufrir a Yuik sufran por toda la eternidad.
Después iré personalmente a verlos. Quiero verlos recibiendo su castigo.
Y si mi dimensión sigue igual a como la programé, el resultado no me decepcionará.
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—Un poco de esto… Un poco de aquello… Sí… Bien… ¡Terminé!
¡He terminado mi gran obra maestra culinaria!
Huevos con carne… Es todo.
—Desearía saber cocinar.
Pero al menos adorné la comida con salsas y condimentos… Espero que sepa bien.
… Escuché pasos.
Volteé a mi izquierda. Oh, se despertó… Se ve adorable con el cabello despeinado. No como la Diosa inútil que tiene el cabello despeinado para diferenciarse de la perra de su madre. A diferencia de Yuik, Sant se ve rara, pero linda… Odio admitirlo, pero es linda. Yuik es adorable con el cabello despeinado.
—Buenos días, Yuik. Siéntate, el intento de desayuno está listo.
Ella comenzó a escribir en la libreta… Oh, ya se está acostumbrando.
Me enseñó lo que escribió.
Dice: «Buenos días, Dreimo».
—Gracias. Toma asiento.
Ella asintió lentamente y se sentó en la mesa.
Puse los platos en la mesa y me senté al lado de ella.
—Por favor, que sea comestible. Por favor, que sea comestible.
Probé la comida y casi vomité.
Exageré con la sal… Y con la pimienta… Y el limón… Y el aceite… Y con todo.
En primer lugar, ¡¿por qué le puse limón al aceite?! ¡Ahhhhhhhh! ¡Soy un idiota!
—… Mejor vamos a un restaurante. Te compré un vestido para salir. Te compraré más ropa, pero tú la escogerás, yo no sé nada de ropa.
Mi sentido de la moda es raro. No me importa lo que uso. Solo uso ropa que se vea cómoda. No me interesa si es de marca, el color o el diseño. Mientras sea cómoda, la uso.
Cuando trabajaba como un héroe, me obligaron a usar ropa llamativa para tener algo que me distinga de los demás.
Decidí usar ropa blanca con adornos innecesarios… Ah, me veía ridículo, pero todos decían que me veía genial… No entiendo la moda.
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Sant, que estaba en un bar, estaba bebiendo una cerveza, mientras observaba la foto de dos pequeños niños. La foto de Dreimo y Sant abrazándose cuando tenían 10 años.
Ambos se veían tan felices y llenos de alegría, especialmente el pequeño Dreimo, que tenía el cabello rosa y su rostro era muy adorable. Un pequeño niño puro lleno de bondad, que se terminó convirtiendo en un monstruo salvaje.
Ambos estaban sonriendo, llenos de alegría, en especial Dreimo, cuya sonrisa reflejaba pureza e inocencia… Inocencia que la madre de Sant corrompió.
Sant, al comparar al pequeño Dreimo con el actual, se dio cuenta de que no son tan diferentes.
—Dreimo sigue la filosofía de su madre y salvó a esa prostituta. Poco a poco vuelves a ser el inocente Dreimo que eras en el pasado… Pero…
Se terminó lo que le quedaba de cerveza y suspiró.
—Dudo bastante que lo logres. Lo siento, cariño, pero es una realidad. El pasado siempre te perseguirá…
Sant levantó la mirada y sonrió.
—¿O me equivoco, idiotas?
Tres Dioses fornidos estaban parados frente a ella, gruñendo salvajemente, intentando intimidarla. Algo inútil, pues ella no les tiene ni una pizca de miedo.
—¿Qué quieren? Mi corazón le pertenece a Dreimo, así que no intenten…
—¡¡No menciones su nombre!!
Uno de ellos destruyó la mesa al golpearla con su puño, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
—¡¡Dime su debilidad!! ¡¡Dame toda la información que me pueda ser útil para matarlo!!
—Fufu. Déjame adivinar… Mmm… ¿Violó a tu esposa?
—¡¡Violó a mi abuela y a mi pequeña hija!!
—¡¡Obligó a mi esposa a tener sexo con un perro!! ¡¡Un puto perro!!
—¡¡Usó duendes para que violaran a mi pequeño hijo!! ¡¡Danos la información, Sant!!
—Oh… Mejor no preguntaré la edad, pero ya me hago una idea. Lo siento, pero si quieres matar a Dreimo, tendrás que sacarme la información a mí a la fuerza.
—¡¡Con mucho gusto!!
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Sant regresó al infierno, su hogar, y le lanzó las cabezas decapitadas de esos Dioses a su perro, que comenzó a morderlas y comerse la piel.
—Ah… Esto nunca acabará, ¿verdad?
Cerró los ojos y tomó aire.
—Lo siento, Dreimo, hago lo que puedo, pero esto simplemente no quiere acabar. Los Dioses te quieren muerto. Por favor, renuncia a tu vida normal y acepta ser el Dios del infierno. No quiero perderte… O al menos permíteme estar a tu lado.
Pero ella sabe que Dreimo nunca aceptará renunciar a su vida normal, después de todo, le costó mucho conseguirla.
La razón por la que Sant está preocupada, es porque Dreimo es ahora un simple humano, y sus enemigos son Dioses verdaderos. Aunque Sant sabe perfectamente que Dreimo es capaz de matar Dioses, eso no quita el hecho de que es un humano frágil y más fácil de matar, y tiene miedo de que algún Dios encuentre la manera de matarlo.
Y todos, absolutamente todos los Dioses son enemigos de Dreimo. Después de todo, Dreimo es el humano más odiado por los Dioses.
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(Pov- Dreimo.)
Me cambié de ropa y me puse un traje negro para salir. Soy un bibliotecario, debo lucir como alguien aburrido.
Yuik está usando un lindo vestido rojo. Bueno, no sé si es lindo o no. No sé nada de moda. Pero se le ve bien. Me aseguré de que no tuviera escote y que fuera largo. Estoy seguro de que ella se sienta nerviosa y asustada cuando otras personas la ven. Y ella es hermosa. Definitivamente llamará la atención de los hombres.
No te preocupes, Yuik, si algún hombre intenta molestarte, le romperé la cara… Y posiblemente termine enterrando sus restos en el bosque.
Salimos de la casa y comenzamos a caminar juntos por las calles de esta gran ciudad.
Ella estaba claramente nerviosa y asustada, no deja de mirar el suelo mientras camina.
Se siente insegura.
… Si le sostengo la mano, se asustará… Le tomará más tiempo acostumbrarse a la libertad. Todavía no confía en nadie.
Seguramente le dan asco los hombres… Si la tomo de la mano, me tendrá miedo y probablemente se desmaye.
—Oye…
Me detuve y le ofrecí la manga de mi camisa.
—Puedes sostener mi camisa mientras caminas, así no te perderás. Te ofrecería mi mano, pero las tengo sudorosas. No te preocupes, conmigo estarás segura. Te prometo que no existe alguien en esta ciudad que pueda derrotarme.
Ni en este mundo.
Ella asintió y tomó la manga de mi camisa.
Perfecto. Seguimos caminando juntos.
… Sigue temblando y mirando el suelo.
Bueno… Todavía es muy pronto para que vuelva a sonreír. Será un largo camino, pero prometo que serás feliz de nuevo.
Haré todo lo necesario para ver una sonrisa verdadera en tu rostro.
Mereces ser feliz… Vivir una vida tranquila y feliz.
¡Serás feliz de nuevo, te lo prometo!
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