Salvé a una esclava sexual y será mi nueva amiga. - 020
CAPÍTULO 20- Rutina.
¡Somos libres!
Que bien se siente terminar la jornada laboral sin inconvenientes. Y ya casi es día de pago. ¿A dónde debería llevar a Yuik para celebrar? Es normal que los compañeros de trabajo salgan a comer o beber juntos cuando reciben sus salarios. Escuché que hay un Spa muy bueno en la ciudad, algo caro, pero mi jefa dice que vale la pena el precio… Ay, no tomé en cuenta a Yuik… Tengo muchísima experiencia en esos lugares, te debes desnudar para los masajes y todo eso. No creo que Yuik se sienta cómoda estando desnuda frente a un desconocido, sin importar que esté usando una toalla o que los empleados sean femeninos.
Pero no quiero que Yuik se quede sin su masaje. Creo que todavía soy capaz de domesticar a un slime a la fuerza y obligarlo a darle un masaje a Yuik. Es un monstruo adorable, no un ser humano, no creo que Yuik se sienta incómoda.
Y hablando de cosas adorables, ahí viene ella.
—¿Ya terminaste, Yuik?
Ella se paró frente a mí y asintió. Tiene la cara y las manos un poco sucias. ¿Tanto se ensucia la biblioteca en un solo día? Bueno, mientras la siga ayudando con mi energía mágica, no sufrirá de cansancio ni estrés, así que no debo preocuparme demasiado por su exceso de trabajo.
—Vámonos.
¿No la estaré sobreprotegiendo demasiado? Me pregunto si estoy haciendo bien las cosas o estoy cometiendo algún error… Le pediré consejos a Sant después, ella intentó ayudarme en el pasado, debe tener algunos consejos sobre cómo salir adelante después de una horrible experiencia, y es mujer, comprenderá mejor a Yuik que yo.
—¿Quieres cenar algo en específico o…? ¿Eh? ¿Qué pasa?
Se escondió detrás de mi espalda, temblando de miedo.
Un hombre, usando en todo su cuerpo una armadura tan negra como la oscuridad, entró en la biblioteca. Una armadura completa, que no deja ver ningún rastro de piel ni ojos. Se ve muy incómodo.
Oye, Yuik, no te preocupes, no siento maldad en él, al contrario, siento paz al verlo, no es una amenaza para nosotros. Pero sí, lo admito, da un poco de miedo.
—Solo es un aventurero, no te preocupes.
Me enojaría con él por asustar a Yuik, pero él no tiene la culpa, es normal que los aventureros usen armaduras. Ella debe acostumbrarse a este tipo de cosas, después de todo, este mundo es su hogar, y vivir con miedo no le permitiría disfrutar de las maravillas que este mundo puede ofrecerle.
—Muy buenas tardes, señor. Lo siento, ya son las 6 de la tarde, la biblioteca ya cerró.
—Libros.
—¿Hmmmh?
—Libros.
—… ¿Quieres un libro?
—Muchos.
… ¿No sabes hablar fluido o qué?
—Lo siento, solo podemos prestar un libro por persona.
—Comprar.
Me lanzó una bolsa, llena de monedas, pero amablemente se la lancé de regreso inmediatamente.
No, no, no. ¡¿Sabes todo el papeleo que conlleva la compra de los libros en un mundo medieval?! ¡Ya terminé mi turno, quiero ir a casa con Yuik!
—Estamos cerrados.
—Libros.
Me volvió a lanzar la bolsa.
—Cerrado.
Aunque se la regresé, me la volvió a lanzar.
—Comprar.
—Mañana.
Nos lanzamos una y otra vez la maldita bolsa, sin ceder. ¡Ahhhhhhhh! ¡Me estás haciendo enojar! ¡Retiro lo dicho, sí me enojó lo que le hiciste a Yuik! ¡Vayamos afuera a resolverlo con golpes!
—Libros.
—¿No fui claro? Estamos cerrados.
¡Tienes suerte que mi personaje sea tranquilo y llorón…! ¿Eh?
E-ese sonido… ¡El estómago de Yuik gruñó! ¡Tiene hambre!
No te preocupes, Yuik, pronto comeremos hasta reventar. Deja saco a patadas a este idiota que solo sabe decir una palabra por oración.
—Muchos.
—Será mañana.
—Leer.
—Sí, sí, sé para qué sirven. Pero, por favor, comprenda que ya estamos cerrados. Vuelva mañana.
—Apartar.
—Lo siento, mi turno terminó.
Ah, ya llegó.
Un tentáculo atrapó la bolsa.
—Ya me divertí lo suficiente.- Dijo mi jefa, acercándose a nosotros.
—Mi turno terminó y tengo planes. No me puedo quedar a hacer horas extra.
—¿Qué libros quieres?- Le preguntó mi jefa, al aventurero.
¡No me ignores! Mi personaje podrá ser casi un lame botas, pero prefiero salirme del personaje que dejar a Yuik con hambre. ¡No me quedaré!
—Todos.
… No siento mentiras en su palabra… ¡¿Todos?!
Mi jefa abrió la bolsa. ¿M-monedas de oro? ¡Idiota, me harás trabajar en ese papeleo por todo un mes!
—Sí, más que suficiente. Fufu. ¿El resto de propina?- Dijo mi jefa, fingiendo que es una broma, pero estoy seguro de que lo dijo en serio.
—Claro.
Los ojos de mi jefa brillaron ante su respuesta positiva.
¿Tan rico es este aventurero? ¿Será de un rango alto? ¿Para qué necesita tantos libros?
—Oye, Dreimo…
—Me niego.
—Oh, vamos, no seas malo conmigo.
Se está acercando a mí y fingí estar sonrojado y nervioso. ¿Por qué? Se está acercando muy coqueta, sonriéndome y saboreando sus labios.
Jefa, tienes 40 años, te has divorciado dos veces y tienes un hijo. Vaya autoestima que mantienes. Aunque admito que tienes encanto de mujer madura y un cuerpo muy atractivo que podría ser considerado sexy.
Pero tus encantos no funcionarán con Dreimo, el bibliotecario. Lo más importante para mi personaje es Yuik, le acabo de hacer una modificación a su historia, así que es normal. ¿Cuándo? Justo ahora.
—Solo una hora más, para hacer los recibos.- Dijo, acariciando mi mejilla y presionando sus pechos contra mí.
Usando tu cuerpo para tratar de convencerme. Un truco sucio, que funcionaría en la mayoría de hombres, pero, desafortunadamente, te tocó tener como empleado a mí, Dreimo, ¡un hombre que ya se aburrió de esta clase de cosas! Después de haber tenido tantas experiencias sexuales, ya nada me excita.
Pero mi personaje es virgen. ¿Cómo debo reaccionar exactamente?
—L-lo siento, j-jefa. Y-Yuik y y-yo d-debemos irnos.
—Solo una hora, no seas malo con tu linda jefa.
Por favor, no frente a Yuik.
Me metió la mano debajo de mi traje y… me está acariciando un pezón con un pequeño tentáculo. En serio, jefa, me está dando asco y me hizo enojar, y no por el hecho de que me acose sexualmente, sino porque lo hace frente a Yuik, que tiene sus manos sujetando mi traje por la espalda, y gracias a eso puedo darme cuenta de lo mucho que está temblando, más que antes.
Le hace recordar cosas desagradables, idiota.
—Jefa…
—No prisa.- Dijo el aventurero.
¿»No prisa»? Dos palabras. ¡¿Tan difícil era hablar, idiota?!
—Mañana regresar.
Se aleja de nosotros caminando, mientras yo quito la mano de mi jefa y me vuelvo a abrochar el traje.
—Gracias.- Dijo el aventurero, saliendo del lugar.
… ¡Hubieras hecho eso desde un principio! ¿Tan difícil era sentir empatía por dos jóvenes trabajadores como nosotros? ¡Solo te sentiste mal cuando me viste siendo acosado sexualmente!
—Oh, bueno, eso me ahorraría el dejar a mi hijo con mi madre.
¡¿Qué mierda estás diciendo?! ¡Espero que te refieras al hecho de tener que quedarte trabajando más tiempo y no a otra cosa!
¿En serio las mujeres están dispuestas a entregar sus cuerpos para convencer a los hombres? ¿O le gusto a mi jefa y no le molestaría hacer eso conmigo? Eso explicaría el constante acoso sexual.
Lo siento, jefa, no eres de mi tipo… Aunque eres madre y quiero ser padrastro… Lo pensaré.
—¿Y-ya podemos i-irnos?
—Claro. Iré a contar el dinero.- Dijo, abrazando la bolsa con monedas.
No olvides que es una biblioteca pública, el dinero es del gobierno. Y espero que me toque al menos 1/4 de la propina.
—Descansa bien, que mañana tendremos muchísimo trabajo.
Estúpido aventurero de mierda.
Yuik y yo salimos de la biblioteca, mientras que ella seguía temblando de miedo… Miedo…
—¡Nya!
De la «nada», dos hermosos gatos blancos saltaron sobre ella. Uno se sentó sobre su cabeza y el otro en su pecho.
El miedo en ella desapareció, siendo reemplazado por un sentimiento más feliz, o eso puedo sentir en ella. Dejó de temblar y acaricia con suavidad a ambos gatos, que después de unos segundos fueron llamados por una pequeña niña, regresando con su dueña.
—Que lindos, ¿verdad?
Yuik asintió rápidamente y comenzó a caminar con normalidad a mi lado, sin rastro de preocupación ni miedo en su ser, y verla tan tranquila me hizo sonreír.
Gracias, magia de ilusión… Oh, vaya. Esas flores son muy lindas.
Un pequeño niño está vendiendo flores azules. Que color tan hermoso. Compraré algunas para decorar la casa.
Las flores, uno de los pocos objetos que me pueden dar felicidad genuina con tan solo verlas… ¿Eh?
Ese aventurero de armadura negra, arruinando mi día otra vez. Él le compró todas las flores al niño. No te conozco, pero te ganaste mi odio. Al menos pareces una buena persona, así que no le tomaré importancia a ese asunto. Pero te sigo odiando.
Para vender un libro, se debe llenar muchísimo papeleo, para solicitar permiso para tener otra copia del libro y poner el nombre del comprador en la lista. Los libros de este mundo son caros, por el material y el contenido.
Razón número 1: son caros para que los escritores puedan vivir de la escritura, pues es un trabajo muy apreciado en este mundo. En un mundo sin tecnología, la lectura seguirá siendo uno de los principales medios de entretenimiento.
Razón número 2: ha habido muchos casos de fracasos en el pasado, y como los Elfos son los principales escritores y administradores de la venta de libros del mundo, y ellos valoran mucho la naturaleza, solo venden libros por solicitud, es decir, primero se comprueba que una persona, y solo una, quiere conseguir el libro, no se vende más de una copia a las personas, solo al gobierno. Eso es porque las hojas de los libros vienen de los árboles, y vender libros que no se van a leer les parece un insulto a la naturaleza. Esa es otra razón por la que son caros, ese dinero se utiliza para seguir cuidando la naturaleza.
Y hablando de Elfos, vi el nombre de Saraik en la lista de autores que quieren tener su libro en la biblioteca. Por supuesto, por ser una héroe, fue aceptada inmediatamente. Su libro llegará en una semana. Se llama «¡¿Reencarné en otro mundo y ahora debo derrotar al Rey Demonio?! ¡¿Y es mi profesora?!» Sí, así se llama. Que nombre tan largo.
Durante nuestro viaje, a ella le gustaba escribir y me mostraba sus avances, para darle mi opinión. Su escritura era demasiado elegante, y usaba palabras refinadas y complicadas, no era el tipo de escritura que me gustaba. Yo prefería lo sencillo de entender, como las novelas ligeras, un gusto que desarrollé porque era lo único que leía, pues la madre de Sant me obligó a aprenderme de memoria todos los clichés que esas historias tenían, para así convertirme en el villano y cambiar el final a mi estilo. Y esa perra tenía razón, en la mayoría de mundos hubo escenarios parecidos a los que había en esos libros… Ah, no recordaré eso.
Finalmente, cuando me preguntó si yo estaba dispuesto a leer sus libros sin que ella me lo pidiera, le dije la verdad, que prefería otro tipo de escritura. Sus libros eran buenos, pero eran demasiado complicados para mi gusto. Se enojó conmigo por decirle la verdad, nos peleamos a golpes por 5 horas, hasta que ambos ya no podíamos más y decidimos empatar. En el suelo, ella me retó a escribir un libro, para que entendiera lo difícil que era la escritura. Le dije que sé que es difícil y que sus libros eran buenos, pero que no era la clase de libros que me gustaría leer. No entendió y siguió gritándome que acepte, así que acepté.
Y, por supuesto, hice trampa.
Fui a otro mundo, investigué la novela ligera más popular del momento, un isekai, regresé con el primer volumen, le hice modificaciones y lo hice pasar como mío.
Gané su reto, pues la trama de «reencarné en otro mundo» era nuevo en este mundo, una novedad, y eso me hizo ganar la admiración y aplausos de Saraik. Me insistió que me convirtiera en escritor, pero me negué siempre, no me gusta escribir, y robarme las historias era un golpe muy fuerte a mi orgullo.
Pero veo que la trama isekai le gustó. Este mundo es medieval, y lo que ella entiende como «otro mundo», es un mundo con tecnología, pues así describí al otro mundo cuando le hice modificaciones a la novela ligera que le enseñé. Me pregunto que «otro mundo» diseñará alguien de este mundo.
Le dije mis ideas a ella sobre posibles tramas para novelas ligeras. Ir a otro mundo con versiones de comedia y maduras, y comedias románticas. Creo que su libro será una combinación de un isekai con una comedia romántica.
… Ah, realmente quería esas flores.
•
•
Mientras Dreimo está buscando con la mirada a otro vendedor de flores azules, muy lejos de ahí, en un verde bosque lleno de vida, Saraik estaba descansando en la rama de un árbol, leyendo algunas notas que tomó hace tiempo. Notas muy importantes para ella. ¿Por qué? Porque son las tramas para libros que a Dreimo se le ocurrió… Bueno, se robó.
Las demás héroes estaban abajo, viendo el mapa del continente, analizando las posibles ubicaciones de Dreimo.
—»Una chica que se burla todo el tiempo de un chico, pero que en realidad lo ama y le da vergüenza admitirlo». Una historia de amor llena de malentendidos…
Ella sonrió y se limpió las lágrimas, frustrada por haber sido la única que nunca fue capaz de decirle lo que sentía, y lo ocultaba tratando muy mal a Dreimo, y cuando ella intentaba decirle lo que sentía, se llenaba de vergüenza e insultaba a Dreimo, terminando casi siempre a golpes, principalmente porque él le devolvía el insulto con algún chiste, ella lo golpeaba, él le regresaba el golpe y terminaban ambos en el suelo, sin poder moverse.
—Una indirecta, ¿eh, Dreimo? Perdón por apenas darme cuenta. Soy una idiota.
Saraik, la Elfa inferior que se volvió la superior, y gracias a Dreimo, ella es feliz, sin rencor en su corazón, solo arrepentimiento.
—…
Miró cierta nota y su corazón se lleno de felicidad, porque no era su letra, era una letra más fea, que decía: «Todos me odiaban y me hicieron a un lado, pero seguiré con mi vida y seré feliz siendo yo mismo, con personas que me amen tal y como soy». La trama para una comedia romántica de una chica en silla de ruedas, que encuentra el amor en la biblioteca. Una trama inspirada en ella. ¿Por qué lo sabe? Porque Dreimo, debajo de esa nota, escribió: «Es tu vida, tú la disfrutas. No te compares nunca con las demás. Eres perfecta tal y como eres. No naciste para satisfacer a nadie, solo a ti misma. No debes depender de nadie para ser feliz».
—Ser feliz a mi manera, ¿eh…? Si tan solo estuvieras a mi lado, sería genuinamente feliz… Si tan solo pudiera decirte lo que siento, una sola vez en la vida, moriría sin arrepentimientos.
—¡Saraik, baja tu gordo culo del árbol, ya nos vamos!- Le gritó Lineik, mencionando lo que más resalta de Saraik: su gran trasero y muslos.
—Tsk. ¡Cállate, vaca!
—Ya quisieras las mías.- Dijo Lineik, manoseando sus pechos ante la mirada llena de rabia de Saraik.
—¡Estás muerta!
Se abalanzó contra ella y comenzaron a pelear, sin importarles que están destruyendo el bosque.
Una Elfa que no le importa la naturaleza.
Saraik, la vergüenza de los Elfos.
La princesa del calabozo.
•
•
(Pov- Dreimo.)
Después de un largo día de trabajo, por fin llegamos a casa.
Ahora estoy pensando en lo que haré de cenar. Mmm… Lo dejaré a la suerte.
Abrí el cajón en donde guardo las recetas.
—Di un número.
Yuik levantó 5 dedos.
El último continente. América… Aquí está, una pequeña caja con recetas de ese continente. Saquemos una al azar.
Sin ver, saqué una tarjeta. Oh, una bandera mexicana. Me gusta la comida mexicana, aunque prefiero la japonesa e italiana.
Apuesto que son tacos… Sí, son tacos. Que cliché.
—»Tacos de frijol»…
Es… demasiado sencillo.
—¿Escogemos otro o quieres esto?
¿Está salivando? ¿Le gustan tanto los frijoles? Supongo que le gusta cualquier cosa que sea deliciosa.
Bueno, esto se convirtió en una costumbre que creé para siempre cenar cosas diversas todos los días, así que debo respetarla.
Ah, está bien.
•
•
Estoy más que satisfecho. Yuik se comió 15 tacos, así que tuve que comerme 30. Un sabor sencillo, pero estoy conforme, llena bastante.
Después de la cena, hablamos en la mesa durante una hora… Bueno, yo hablo con Yuik y ella me contesta con su libreta.
Una rutina diaria bastante agradable y sin complicaciones.
Pasamos un rato tranquilo y agradable durante la cena, hablamos de nuestro día, contamos algunos chistes, hablamos del futuro, mis aventuras como héroe (con partes censuradas), mi viaje por los diferentes mundos alternos (muchísimo más censurado), etcétera.
Y cuando le da sueño, nos bañamos (no juntos) y nos vamos a dormir a las 9 de la noche… O al menos esa es la rutina diaria de Yuik.
La mía es más complicada.
—Ah… D-desearía tener mi antiguo poder mágico.
Todos los días, mientras Yuik duerme, yo me quedo despierto y uso magia Súcubo para controlar los sueños de Yuik.
Hace años, en mi segunda vida, varias Súcubos me violaron. ¿Por qué? Mi alma es perfecta, así que ellas querían tener a mis hijos para que ellos tuvieran un alma perfecta. Las Súcubos siempre quieren mejorar a su raza.
Les dije que así no funcionan las almas, no depende de los padres, es simple suerte, pero no me hicieron caso y me violaron por… ¿dos meses seguidos? Estábamos bajo tierra, así que no sé el tiempo exacto. Me dejaron ir cuando todas se embarazaron, no me mataron, y ese fue su mayor error.
Cuando tuve el poder suficiente, las busqué y las maté antes de que esos bebés nacieran, no sin antes obligarlas a enseñarme la magia que ellas usaban.
Ah… Primera vida, una Diosa me violó.
Segunda vida, fui prostituido a pedófilos y Súcubos me violaron.
Tercera vida… Bueno, tuve suerte de no ser violado… Aunque mis antiguas compañeras y yo sufrimos una maldición y tuvimos que… Ah… Mejor no recuerdo eso.
—Un poco más…
Me di cuenta de que Yuik tenía pesadillas los primeros días que vivimos juntos. Pesadillas que la despertaban en medio de la noche, gritando y llorando. Fingía que no la escuchaba, porque la primera vez que me desperté e intenté ayudarla, un gran sentimiento de culpa la invadió y no quiero que se sienta una carga para mí. Yuik es muy inocente, no se da cuenta de que finjo estar durmiendo, ¿o confía tanto en mí que cree que soy incapaz de mentirle? Me gusta pensar que es eso último, aunque me duele engañarla. Es por su propio bien, pero una mentira es una mentira. Su confianza en mí aumentó gracias a que le dije mi identidad como el héroe Dreimo, debo corresponder a su confianza y no decepcionarla.
Ella se orinaba en la cama por el miedo y se levantaba antes que yo para lavar las sábanas.
Me dio tristeza verla así, es por eso que estoy modificando sus sueños, para que tenga agradables sueños.
No sé qué sueña, pero no es nada malo.
Las Súcubos tienen el poder de meterse en los sueños de los humanos y robar su energía vital.
Yo aprendí a modificar sueños y meterme en los sueños de las personas, pero no haré eso último. Si me meto a su sueño, absorberé su energía vital, y lo peor, estaría invadiendo su privacidad. Solo puedo modificar sus sueños.
Pero es muy doloroso y agotador. Después de todo, no soy un Súcubo… O al menos no al 100%.
Me limpié la sangre de la nariz. Mi cuerpo se está sobrecalentando. Mi corazón me duele. Pero debo seguir por un poco más de tiempo.
—S-solo 10 segundos…
Mi cabello comienza a volverse blanco. Es un efecto secundario del agotamiento mágico.
4… 3… 2…
—Uno…
Comencé a vomitar mi cena y sangre. Mierda… Estoy acostumbrado al dolor, pero eso no significa que me guste sentirlo, y no es porque me duela físicamente, sino porque me trae malos recuerdos.
Pero… Ah… Valió la pena.
Me limpié la boca y miré a Yuik dormir.
Está tan tranquila… Los primeros días juntos, ella estaba muy asustada y lloraba mientras dormía. Ahora duerme muy tranquila y sin miedo de que algo le pase… Me siento tan feliz por ella. Una felicidad que no había sentido en mucho tiempo.
Prometí que la haría feliz, y eso estoy haciendo.
… Yuik, ¿estoy haciendo un buen trabajo?
Mañana cumpliremos un mes desde que empezamos a vivir juntos. El tiempo que hemos pasado juntos, ¿lo estás disfrutando tanto como yo? Espero que sí. Solo el tiempo me dará la respuesta.
Vaya, ya pasó un mes desde que nos conocimos. El tiempo pasa rápido… Bueno, soy inmortal, el tiempo no me debería importar tanto, pero…
—Yuik, deseo que nuestro tiempo juntos sea largo.
Prometo disfrutar de cada segundo a tu lado, amiga mía.
… Apesta.
—Ahora debo limpiar.
•
•
Mientras que Dreimo limpiaba, Yuik soñaba algo muy agradable. Uno de los momentos más felices en su vida.
Ella recordaba el día que Dreimo la rescató. El día que cambió su vida para siempre.
«… Realmente has sufrido… ¿Te gustaría venir conmigo…? Yo quiero tener un amigo… Así que… ¿Podrías convertirte en mi amiga?»
Esas fueron las palabras que cambiaron la vida de Yuik. Desde ese día, Yuik no ha vuelto a sufrir y finalmente es feliz, una felicidad que creyó que nunca volvería a sentir.
Yuik es feliz al lado de Dreimo.
—Gra… cias…- Fue lo que pensó Yuik, recordando a Dreimo, cargándola en sus brazos, sacándola del infierno y llevándola al lugar donde encontraría de nuevo la felicidad.
Ella sonrió inconscientemente por primera vez, pero Dreimo no se dio cuenta por estar limpiando.
—Vomitar sangre. Tan cliché… Al menos esta vez mis ojos no explotaron.
•
•
Lein, la antigua compañera de Dreimo, estaba sentada bajo un árbol, observando una fotografía. Era la fotografía que el equipo de héroes se tomaron antes de enfrentarse al Rey Demonio.
Con tinta, eliminaron la presencia del traidor de la foto porque, por su culpa, Dreimo las odia.
Él comprende que era de sentido común el querer matarlo, pues el salvar al mundo era más importante que la vida de un amigo, pero es inevitable que no sea rencoroso con aquellos que lo traicionaron, porque no sería la primera vez que alguien cercano a él lo hace.
Una vez que traicionas a Dreimo, te ganas su repudio de por vida. Como un berriche de niño pequeño, pero tiene sus razones.
La pelea entre Lineik y Saraik las dejó a ambas al borde de la muerte, por lo que tuvieron que hacer una pausa en su viaje y esperar a que se recuperen.
—Dreimo…
Ella pertenece a la raza de Cíclopes, una raza odiada por los humanos debido a una guerra que hubo en el pasado, que casi extinguió a los humanos. Por eso ahora ellos son vistos como ratas traicioneras, sin valor alguno, e incluso era legal matarlos y tenerlos como esclavos sin motivo alguno, solo por ser Cíclopes. Cualquiera, incluso los plebeyos, podía secuestrar, violar o matar a un Cíclope, hasta que Lein despertó el trabajo [Héroe].
Ella usa magia para separar su enorme ojo en dos, para evitar que las personas la miren con asco.
—Soy una idiota…
Sus dos ojos y cejas se unieron, y volvió a tener un solo y enorme ojo.
Ojo que se llenó de lágrimas.
—Debí creerte…
Ella, junto con Meimik, la chica Dragón, son las que más están enamoradas de él, debido a eventos que sucedieron en el pasado.
¿Por qué ella se enamoró de Dreimo? Porque él fue el único que no la vio con asco y la trató con respeto, con normalidad, sin odio.
La hizo sentir una persona más, no una basura.
•
•
(Tiempo atrás.)
Debido a la discriminación que su raza sufría, Lein siempre comía sola en la escuela.
Nadie se acercaba a ella por el asco que sentían, a pesar de que ella tiene el trabajo [Héroe]. Ni siquiera los nobles que querían tener a un héroe como amigo se acercaban a ella. Nadie quería que lo vieran hablando con un «monstruo».
Ni siquiera las demás héroes se acercaban a ella, porque también les daba asco y la odiaban (en el caso de Meimik, ella no hablaba con nadie, ni sentía nada por nadie). Solo Dreimo lo hizo.
Ella comía «sola» en la azotea de la escuela, mirando con envidia y tristeza a los demás. Socializar y jugar con amigos, eso era algo que ella también quería experimentar, pero nunca había sido capaz de hacerlo… Hasta que él llegó a su vida.
—… Tengo sed.
—Ten, toma. Esto te quitará la sed. Está rico.- Dijo Dreimo, ofreciéndole una bebida de chocolate.
—Gracias… ¿Eh?
Ella pensaba que estaba sola en la azotea, pero Dreimo estaba sentado al lado de ella, un poco alejado, pero no por asco, sino para darle su espacio personal y no hacerla sentir incómoda.
—¿Q-q-q-qué?
—¿Hmmmh? ¿Qué pasa? ¿No te gusta el chocolate? También tengo leche normal, jugo de naranja y de limón. ¿Cuál quieres?
—¡¿Q-qué?! ¿C-cuándo llegaste?
—¿Eh? ¿No te diste cuenta? Estaba caminando detrás de ti. No quería comer solo, es un poco solitario, así que vine a comer contigo. Perdón si te molesté.
Para ella, que estaba más que acostumbrada a las miradas llenas de asco y odio, por primera vez vio que alguien la miraba con… normalidad. El Rey no la odiaba, pero le incomodaba su enorme ojo y evitaba mirarla, haciéndola sentir mal (Dreimo lo castigó en el futuro por eso, quitándole los ojos y metiéndoselos en el culo).
La mirada de Dreimo le hacía sentir… normal y no alguien asquerosa.
—N-no me molesta, solo me sorprendió.
—Me alegro. Entonces, si no quieres chocolate, ¿quieres de mi jugo de naranja?
—… Sí, gracias.
Ella tomó la botella de jugo, y aunque dudó un segundo si debía beberlo, pues podría contener orina o algo igual de asqueroso, decidió confiar en aquella mirada normal que recibió de él. Si era orina, solo sería una burla más a la lista, pero si realmente era jugo, podría experimentar lo que se sentía recibir un gesto amable de alguien.
Con esa esperanza en mente, comenzó a beber, y sus manos temblaron de emoción al sentir el sabor del jugo de naranja en su boca.
Verdadero jugo de naranja.
—Muchas… muchas gracias.
—De nada.- Dijo Dreimo, pidiendo la botella.
Le regresó la botella.
—Comer aquí es más relajante, ¿verdad? En el comedor de la escuela hay mucho ruido, es molesto.
Ella creyó que Dreimo tiraría la botella o la haría a un lado, pero nunca se imaginó que haría lo que hizo.
Dreimo comenzó a beber de la misma botella, sin importarle que los labios de Lein lo habían tocado.
Eso sorprendió demasiado a Lein, pero no por el cliché del beso indirecto, sino porque los Cíclopes son considerados asquerosos y repugnantes, nadie quiere acercarse a uno por asco, mucho menos tocar algo que ellos han tocado.
Y Dreimo no solo tocó algo, tomó de la misma botella que ella, poniendo sus labios en un lugar que tocó los labios de una Cíclope.
—Prefiero comer en un lugar silencioso. ¿Y tú?
—… ¿No te doy asco?
—¿Eh? ¿Por qué me darías asco?
—… Soy una Cíclope.
—Sí, es muy obvio. No te preocupes, odio la discriminación. Solo los idiotas discriminan a otros, ya sea por su color de piel o raza. Para mí, solo eres una chica más, y mi compañera héroe. Nunca menospreciaría a alguien que será mi amigo y aliado… ¿No te doy asco yo? Soy un plebeyo.
—Yo también lo soy, no te preocupes.
—Entonces somos iguales. No te preocupes, no te considero asquerosa.
Dreimo sacó una paleta de su bolsillo.
—¿Quieres una?
—… Sí… Muchas gracias.
—De nada.- Dijo Dreimo, sonriendo.
Y, desde ese día, ambos se convirtieron en muy buenos amigos, pasando grandes tardes, comiendo juntos en la azotea, en donde poco a poco se iba convirtiendo en el lugar de reunión de los héroes. Primero se les unió Meimik, después el traidor, Lineik y, finalmente, Saraik.
Dreimo, literalmente, puso a todos los estudiantes y profesores en línea, obligándolos a pedirle perdón a Lein, besándole los zapatos, o recibir el castigo «Rey inútil», el castigo del pepino, e inesperadamente, 17 mujeres y dos hombres quisieron ese castigo. Para no complacerlos con sus asquerosos fetiches, Dreimo simplemente los obligó a besarle los pies a Lein.
Lein no quería hacer eso, así que Dreimo consiguió la ayuda de otra chica Cíclope y la hizo pasar como Lein, y ese día fue el mejor día de esa Cíclope, al ver a más de 1,000 personas haciendo fila para besarle los pies.
Lein estaba siendo distraída por Meimik en una mazmorra, para que no se diera cuenta de lo que Dreimo estaba haciendo. Él los amenazó a todos con aplicarles el castigo si hablaban de lo ocurrido, y viniendo de un héroe famoso por sus torturas y muertes lentas, nadie se atrevió a hablar. Desde ese día, nadie en la escuela se atrevió a mirarla, todos la evitaban. Era mejor que ser mirada con asco y repudio, así que Lein se sintió más cómoda en la escuela. Solo Meimik sabe lo que él hizo, un secreto que ambos comparten. Los demás héroes estaban con Meimik, así que tampoco se enteraron de nada, solo Saraik, pues investigó por su cuenta, y aunque nadie confirmó nada por miedo, sabe que Dreimo hizo algo.
Hasta el día de hoy, Lein piensa que Dreimo es una muy buena persona, es por eso que se enamoró de él… Lamentablemente para ella, Dreimo no se considera una buena persona.
Después de clases, Dreimo se fue a su casa, entró a su habitación y escribió en una libreta lo siguiente: «Paso uno, terminado. El problema de Lein es su baja autoestima. Si algún demonio guapo intenta conquistarla, lo hará fácilmente».
—Debo mejorar su autoestima y evitar eso. Debo evitar el cliché del traidor.
Dreimo solo fue amable con ella por interés personal. Si ella no fuera una héroe, la hubiera ignorado.
•
•
—… Debo encontrarte… Y disculparme contigo… Perdón, Dreimo… Espero que puedas perdonarme.
Ella se limpió las lágrimas y levantó la mirada, para observar las estrellas, una escena que le recuerda tanto a Dreimo, pues él acostumbraba a subir a las azoteas, para ver las estrellas. Él le dijo que solo se siente tranquilo al verlas, pero se veía tan feliz al hacerlo, que debía haber otra razón, pero por respeto, nunca le preguntó.
—Nunca dejaré de amarte.- Dijo, sonriendo.
•
•
(Pov- Dreimo.)
Ah… Las estrellas están tan hermosas, como siempre.
Madre, padre, ¿algún día me enamoraré de mi jefa? Es madre, así que es posible, ¿verdad…? Ah, no lo sé.
—Mi amistad con Yuik va bien. Sant sigue igual de acosadora.
—¡Oye, que cruel eres con tu hermosa amiga de la infancia y prometida!
—No.
—¡Algún día!
—No.
—¡Ahhhhhhhh! ¡Que malo eres conmigo!
Ah, su voz. No apareció aquí, así que no tiene permiso de verme todavía. Estaré libre de ella por un tiempo más.
—Todo va tan bien…
Pero… me sigo sintiendo mal.
Nunca podré ser feliz, ¿eh?
—Nunca…- Dije, levantándome.
Sonreí ante esa respuesta tan fría.
Alguien como yo nunca se sentirá tranquilo, lo sé… Siempre tengo que estar recordando esto, aunque no quiera.
Castigándome a mí mismo, como siempre. Mi eterna maldición.
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