Shield Force: Zombie Emergency - 29
Una semana después en Neo Tokyo, surge una reunión en la torre Sky Tree, rescatada a duras penas por las fuerzas de autodefensa para establecer el centro de comando y gobierno de la ciudad.
Debido a la caída mundial de población y perdida de territorio, la creación de ciudades alejadas de sus países de origen fue primordial para la supervivencia. Neo Tkyo no la excepción y, además, Japón fue uno de los países que mas ha sufrido la perdida de su población y poder militar, así como economía.
Tras la destrucción de las tres ciudades mas importantes del país, Osaka, Kioto y Tokyo y la desaparición casi en su totalidad de la familia imperial, a excepción del hijo mas pequeño del emperador Hyoma, los funcionarios han tomado las riendas del país. Este grupo de hombres poderosos en diferentes pudieron impulsar en pleno apocalipsis a la ciudad con diversas medidas y estos se componen por 12 personas altamente calificadas.
En la cima del Sky Tree se reúnen estas 6 personas para debatir sobre el futuro de Neo Tokyo y un tema tan secreto que se prohíbe a todos los presentes el hablar sobre ello. Alrededor de varias mesas juntas debaten en el fulgor de música relajante, comida de alta calidad y seguridad que podría asustar a quien se acerque a husmear:
-Caballeros, me entusiasma ver que seguimos siendo los mismos de la ultima vez y espero no cambie- Masashi Yoshida, ministro de desarrollo social, 54 años
-¿Vamos a seguir reuniéndonos aquí? ¿Qué hay de la mansión imperial? -Takumi Suzuku, ministro de defensa, 68 años
-Creo que lo dejamos en claro lo ultima vez que nos reunimos. Es tierra sagrada aún en estos tiempos caótico-responde Masashi
-¡Ja! Tiempos en los que la moral y ética han sido corrompidos hasta colapsar. Tan solo vean en lo que nuestra nación se ha convertido. Denme la razón- responde Takumi, enardecido ante la falta de comprensión de sus compatriotas
-El asunto, señor ministro de defensa, es que nuestra posición no nos hace inmunes al castigo así que absténgase de declaraciones tan osadas contra nuestro señor que, aunque no esté a cargo, lo estará a partir de unos meses cuando cumpla la mayoría de edad- dice Waku Watanabe, ministro de infraestructura, 34 años y pone en su lugar al veterano que dobla su edad
-¿Saben? Yo no vine a presenciar como dos hombres buscan medírsela así que, por favor, no se salgan del tema en cuestión. ¿Qué haremos con la escasez en las zonas urbanas bajas? -pregunta Akiko Nishimura, ministra de transporte, 50 años
-En cierto punto, llegamos a esto por la falta de criterio a la hora de…-dice Takumi
-Ni se te ocurra decirlo- interrumpe Waku
-Niño, eres el mas joven así que no creo que lo entiendas, pero… ¡no puedes interrumpir a tus mayores! -se exalta y arroja contra el funcionario el vaso que sostenía con whisky dentro- Tenemos que implementar…el ajuste social ¿acaso no lo compres? ¿puede alguien de los presentes contradecir mi punto? ¡¿huh?!-mira a los funcionarios restantes y se quedan sin hablar y con la mirada agacha- sí, eso imaginé
-No podemos hacer eso, ministro Takumi-insiste Waku
-El ministro Waku tiene razón. En parte fue mi culpa por no haber comprendido la situación y maneje erróneamente mi sector- exclama Kosei Yamada, ministro de agricultura, 52 años
-Sobrevivieron a la caída del país y somos lo poco que queda del gabinete y ¡¿tienen el tupé de no ver mas allá?! ¡intento salvar a las personas! ¡¿Qué hay con sacrificar a un puñado?!- el ministro de defensa se vuelve violento y golpea la mesa violentamente
Excesivamente brusco pero el ministro de defensa suele ser alguien que no teme a decir lo que piensa y siempre resulta ser alguien difícil de leer. Por así decirlo, su pasado como ex capitán de una unidad de las fuerzas de autodefensa hablan por él y su incansable esfuerzo por proteger la vida japonesa. Solo una persona además del emperador es digno de callarlo y en un instante eso sucede con el simple agite de su mano sosteniendo un vaso con hielo y ginebra que solo él puede beber:
-Señor Takumi, veo que es tan enérgico como siempre aun cuando nuestro emperador busca mantener la vida japonesa que tanto protege usted- exclama Hiroto Yamamoto, ministro de guerra y espionaje, 56 años
-…-
-Señores y señorita, entiendo la preocupación del ministro, pero no tenemos que dejar que las emociones nos impidan razonar. Hay mala hierba entre esta maleza que ha crecido muchísimo y sin duda que estamos ante un difícil momento. Un dilema quizás, pero lo diré simple y llanamente…tenemos que tomar acción porque de ello depende la estabilidad de Neo Tokyo, ni más, ni menos.
Seguramente Takumi sea alguien agresivo, pero Hiroto, con una paciencia y rostro de temple de acero, demuestra una firmeza que pocos podrían llevarle la contraria y eso incluye a los ministros, quienes debajo del emperador sustentan el poder.
Waku no se deja amedrentar por él, y aunque sea el mas joven y nuevo en el puesto, quiere evitar sacrificios de gente inocente y que, para los funcionarios, no representan necesarios para el estado:
-S-Señor Hiroto…-alza levemente su voz
-¿Huh? Diga, ministro de infraestructura
-No creo que sea necesario tomar esas decisiones
-¿Y porque lo piensa de esa forma?
-Podemos…navegar hacia una región en la cual cultivar y…
-¿Eso es una broma? Sabe que no quedaron tierras cultivables luego de las incontables bombas arrojadas en la época de la defensa contra los infectados. Si no sacrificamos población innecesaria dentro de la ciudad entonces habremos fracasado en proteger a nuestra gente
-Pero ellos también lo son…
-Algunos sacrificios son en nombre del emperador y la sociedad que intentamos mantener-añade Takumi
-Algo así que sucede en esta época de nuestra historia…es como volver al imperialismo…esto es peligroso-piensa Waku lamentándose de que quienes mantienen la paz y seguridad en Neo Tokyo, están dispuestos a matar a su propia gente
-Pasemos entonces al teman principal…
Todos se dirigen hacia el ministro de guerra y espionaje:
-El proyecto que definirá nuestra subsistencia…el proyecto autómata
-¡¿Qué?! ¡¿el proyecto autómata?!-piensa Waku
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