Capítulo Especial: Halloween (2021)

Este halloween, Bell me convenció de disfrazarnos y salir a pedir dulces.

—Así que eres un vampiro…, y esa muñequita que llevas en el hombro, ¿qué se supone que es, un hada o una bruja? —preguntó un hombre de mediana edad.

Era la décima casa que visitamos esta noche, y por alguna razón la mayoría de las personas que nos atendieron preguntaban lo mismo.

—Ambos, creo…—respondí.

Bell no se movía, pero por unos segundos sonrió y giró su mirada hacia mí.

—Está muy bien hecha, parece real…

El hombre estuvo admirando a Bell por varios segundos.

—Por cierto, ¿estás realizando alguna especie de reto de moda para subir a internet o algo así? —comentó.

—No señor…

—¿Entonces has salido con tus amigos a divertirte? —preguntó observando por encima de mí.

Su rostro cambió al no ver a alguien acompañándome.

—Mmm. No soy quien para decirte esto, pero, ¿no crees que es un poco triste que salgas tú solo a pedir dulces a tu edad? Te aconsejo que dejes de temerle al coco y te consigas una novia.

Luego de escucharlo simplemente suspiré.

—Señor, solo ponga los dulces dentro —dije mostrándole una calabaza de plástico.

Él me miro con una cara que reflejaba la lástima que me tenía.

«Trágame tierra», pensé muy avergonzado.

Luego de recibir los dulces, le agradecí y traté de salir lo más rápido posible del lugar.

—¿A qué se refería con lo del coco, Jo? —preguntó Bell luego de alejarnos.

—A que creciera de una vez… —respondí.

—¡Oooh! ¡Nos dio muchos caramelos de limón! —exclamó maravillada, cambiando rápidamente de tema.

Yo simplemente suspiré, ya estaba cansado de todo esto.

—¿Bell, podemos ir ya a casa?

—Mmm, supongo que sí. Ya tenemos un buen botín —contestó sonriendo.

Después de regresar a casa, me liberé del disfraz y me arrojé a mi cama esperando que una buena noche de descanso me quitara la vergüenza del día.

—Vamos Jo, no fue tan malo —dijo Bell tratando de animarme.

—Solo déjame dormir… —le respondí mientras me cubría con las sábanas.

—Okeeey —expresó desanimada mientras se alejaba volando.

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“Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá”.

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…

—Jo, despierta. Hay, hay algo debajo de la cama —susurró Bell estando un poco nerviosa.

—Debe ser un ratón… o algo así… —respondí débilmente, sin abrir los ojos.

—Nooo. Antes de dormir busqué en internet quien es el coco, y según lo que leí, debe ser él.

—El coco no existe Bell…

—¡Tampoco las hadas Jo!

Al darme cuenta a lo que se refería, no pude dejar de sentirme inquieto.

«Debe ser solo sugestión», pensé.

Bell y yo nos acercamos a la orilla de la cama, y… lo vimos ahí.

—Jo, eso, eso es-.

—¡EL COCO! —exclamamos a la vez.

[¡¡¡EXPLOSIÓN!!!]

BOOM!

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El resultado de la batalla contra el coco no fue la que esperaba…

A la mañana siguiente me fue complicado explicarles a los bomberos porque mi cuarto ardía en llamas.

Fin.