Sinfonía de corazones: El Dragón - 05
Capítulo 5: Corazón de Dragón (2)
Segundos después de haber visto la notificación en mi smartphone, escuché una fuerte explosión muy cerca de donde me encontraba. Me acerqué un poco para ver qué había ocurrido y, mientras que algunas personas corrían en la dirección contraria a la explosión y otras se quedaban paradas grabando con sus dispositivos lo sucedido, vi a lo lejos el humo que salía de unos edificios que empezaban a incendiarse.
«¿Habrá sido a causa de una fuga de gas?», me pregunté.
Sin embargo, luego de analizarlo muy bien me di cuenta de que, por la cantidad de edificios en llamas, parecía que la explosión fue causada por otra cosa.
«¡Un atentado terrorista!», asumí.
—¡Mamá! ¡Ayuda!
Estaba a punto de darme la vuelta y alejarme del lugar, cuando de repente escuché la voz de una niña.
—¡Ayuda, por favor!
Observé a mi alrededor y parecía que, aparte de mí, nadie se percataba de ella.
«No pienses en hacer cosas innecesarias», me dije.
Sabía que era una tontería, ¿qué podía hacer yo? La ayuda seguramente venía en camino. Solo quería darme la vuelta e irme del lugar y seguir con lo mío en otra parte o de no tener alternativa hacerlo mañana, pero mi cuerpo hecho un manojo de nervios no me escuchó.
«¡Maldición!».
Al final me dirigí a toda prisa en dirección al incendio.
«¡Estúpido! ¡Estúpido!», me repetía a mí mismo mientras corría.
Seguí los gritos de ayuda, los cuales al parecer salían de un callejón cercano a uno de los edificios en llamas, que en estas circunstancias obviamente significaba peligro. Sin embargo, entré.
A medida que avanzaba, mi corazón no dejaba de latir con mayor rapidez y a la vez continuaba pensando que era mejor esperar a la policía o los bomberos, pero mi cuerpo aún seguía renuente a obedecer a mis pensamientos lógicos y cobardes.
«¡No puede ser posible!», pensé sorprendido.
Un ser de apariencia gelatinosa de color rosa estaba arrastrando lentamente de los pies a una pequeña niña hacia el fondo del callejón.
—¡Por favor ayuda!
—Vaya, vaya, más comida. En que paraíso he venido a parar —dijo el ser gelatinoso.
Estaba perplejo por lo que estaba viendo, era un ser de fantasía, una especie de mujer slime, la cual empezó a cubrir a la niña con su cuerpo viscoso. Al parecer quería absorberla o algo así.
Mis instintos me decían que huyera, que buscara ayuda. Sin embargo, mi cuerpo aún seguía sin responder.
—¡Señor! —gritó la niña entre lágrimas, levantando su pequeña mano hacia mí, pidiendo ayuda.
Su rostro lleno de desesperación me hizo reaccionar. Cerré mis puños con fuerza y observé rápidamente a mi alrededor buscando algo que pudiera usar como arma.
«¡ESO!»
Me apresuré a tomar un tubo de hierro que estaba en el suelo. Ya en mis manos, no lo pensé dos veces y cargué hacia el monstruo.
PLAZ!
—¡Aaargh!
Fui derribado por una especie de tentáculo que salió de su cuerpo.
—Tranquilo, tranquilo cariño, espera tu turno —comentó la mujer slime.
Me levanté adolorido. Sabía que no tenía la fuerza para enfrentarme a ella, pero no podía quedarme ya sin hacer nada, al menos tenía que ganar tiempo en lo que la ayuda llegaba.
Tomé el tubo de nuevo y cargué de nuevo hacia el monstruo. Sin embargo, cuando noté que iba a golpearme, me barrí en el suelo para evadir el ataque. Luego rápidamente me puse de pie para segundos después arrojarle con todas mis fuerzas el tubo directamente a la cara.
PLOF!
—¡¿Pero qué-?! —dijo la mujer slime desconcertada.
Aproveché la pequeña distracción y me lancé muy cerca de la niña para tomar sus manos y liberarla.
—¡Maldición! —exclamé tratando de tirar de ella con fuerza, en cambio, parecía no servir de nada.
—¡Señor, cuidado! —advirtió la niña.
—¡Tonto!
ZAS!
Mientras tosía sangre por la boca, vi el tentáculo de la mujer slime, el cual me había atravesado parte de mi pecho.
—¡SEÑOR!
¡Dolía como el infierno!
Traté de retirar el tentáculo con mis temblorosas manos, aunque fue en vano, la slime lo elevó un par de centímetros del suelo, junto con mi cuerpo.
—¡Demonios! ¡Argh!
—¡Sé paciente y espera tu turno!
PLAF!
—¡Aaaahhh!
Ella me arrojo con fuerza contra una pared, lo que provoco que expulsara mucha más sangre por la boca. Mis fuerzas se esfumaron en un instante y simplemente colapsé.
En el suelo podía sentir como la sangre brotaba de mi pecho y como mi visión poco a poco se iba nublando.
«¡Maldita sea, maldita sea! ¿Por qué nadie ha venido? ¿Acaso están sordos? No quiero que mi vida termine así, se supone que me iba a tragar las aspirinas y luego ahorcarme para ser capaz de donarle mi corazón a Arthur. Sin embargo, si muero aquí y esa cosa se come mi cuerpo, no podré darle un futuro».
Con mis últimas fuerzas intenté observar al monstruo y la pequeña niña, a la cual tampoco pude ayudar.
—¡AAAHHH MAMÁÁÁÁ! —gritó la niña de dolor al empezar a sufrir graves quemaduras en su piel.
—Sé buena y guarda silencio —le decía la mujer slime.
Cerré mis ojos y deje caer mi cabeza al suelo. Yo no podía soportar ver el rostro de dolor y desesperación de la niña.
«Maldita sea… ¿Por qué no puedo ayudar a nadie? ¿Tan patético e inútil soy?».
En mi impotencia, no me quedaba más alternativa que aceptar mi final…
.
..
…
“No, no…te… rindas…”.
En la oscuridad de mis pensamientos, ya resignado a mi inminente destino, escuché una voz irreconocible, alentándome.
“Le…vántate… y lu…cha…”.
No sabía si era mi imaginación o qué, pero yo, ¿realmente aceptaría morir de esta forma tan miserable? Yo, ¡¿realmente abandonaría a alguien que en verdad me necesita?!
«¡NO!», grité interiormente, abriendo mis ojos.
Tal como lo decía la voz, tenía que levantarme. Mientras mi corazón aún latiera, yo no podía rendirme.
Sin embargo, ¿qué podía hacer yo en este estado?
«¡Vamos mierd@! ¡Recuerda lo que dijo Arthur: deja de pensar en tonterías y concéntrate en las cosas más importantes que debes hacer! ¡Sea como sea tengo que levantarme, esa niña me necesita!».
—¡Gaaargh! —balbuceé apretando los dientes para soportar el dolor, mientras trataba de ponerme de pie.
La sangre no dejaba de brotar de mi pecho y mis pocas fuerzas me estaban abandonando.
«¡Arriba mierd@, arriba!».
—Cariño, me estoy cansando de jugar contigo —comentó la mujer slime observando mis inútiles intentos por levantarme—. Si tantas ganas tienes de ser devorado, entonces…, ¡muere!
¡Ella lanzó un ataque con sus tentáculos!
Pero en ese preciso instante, todo a mi alrededor se detuvo y, como si de hologramas se tratara, una cadena de cuadros de diálogo suspendidos en el aire con un mensaje en su interior empezaron a aparecer frente a mí:
[Requisitos para realizar el vínculo con el héroe completados.]
[¡ADVERTENCIA!]
[El análisis de los datos de la cuenta del usuario ha sido interrumpido y se ha forzado un vínculo inválido.]
[-ERROR.]
[Vínculo aceptado.]
[Se ha detectado un llamado de un ser compatible con el sistema. Es posible realizar una invocación.]
[¡ADVERTENCIA!]
[Se está forzando la aceptación del llamado.]
[-ERROR.]
[Permisos para la invocación aceptados.]
Todo a mi alrededor regresó a la normalidad.
FLAAASH!
—¡Protección! —exclamó una voz femenina e infantil.
De repente, una enorme luz estallo adelante de mí, bloqueando el ataque. Dentro de la luz, gradualmente se iba revelando la espalda de una pequeña figura que tenía una trenza, larga y rubia, con cuatro alas transparentes que se asemejaban a las de una libélula. Estaba protegiéndome con una especie de campo de energía con forma de domo. Era otro ser de fantasía, un hada, la cual entre sus brazos llevaba una esfera que flotaba y resplandecía con un color verde.
—¡Wooow! Llegue justo a tiempo ji, ji —dijo el hada girando un poco su cabeza hacia mí, mostrándome una pequeña y a la vez gran sonrisa—. No temas, yo te protegeré.
La herida en mi pecho empezó a sanar a una velocidad increíble.
«¡¿Qué es esto?!», pensé sorprendido, ya que repentinamente mi mano izquierda fue cubierta con una especie de líquido metálico. Segundos después adquirió la forma de un guantelete de color rojo. Al observarlo de mejor manera, en el dorso, noté que resaltaba algo que asemejaba a la cabeza de un reptil.
Recordando que la niña aún estaba en peligro me levanté, aunque instantes después unas palabras vinieron a mi cabeza:
—Bal…mung…
WHOOSH!
Después de decir esas palabras, un círculo de fuego se creó con rapidez frente a mí, formando una especie de ardiente portal. Instintivamente di unos pasos y metí mi mano izquierda dentro de él, sacando una daga que estaba envuelta en llamas. Sin embargo, no parecía hacerme daño.
—¡Te ayudaré a salvar a la pequeña humana! ¡Tú concéntrate en esa cosa! —exclamó el hada con una mirada que reflejaba su determinación.
Lo que estaba sucediendo era como un sueño, algo totalmente surrealista, pero al escuchar a mi pequeña salvadora una especie de seguridad me invadió, disipando cualquier temor, por lo que solo asentí a sus palabras. Mire hacia la slime, respire profundo, y una vez el campo de energía que nos protegía se disipó, cargué una vez más hacia ella.
Con mi adrenalina al máximo, mientras corría, percibí mis sentidos más agudos, mi cuerpo más ligero y ágil. Además podía sentir que algo me guiaba por medio de mis instintos.
—¡Qué demonios está pasando! —exclamó la mujer slime, sorprendida y a la vez preparándose para su siguiente ataque.
—¡Viento de Sylph! —exclamó el hada, a la vez que la esfera entre sus manos brillaba.
PUFF!
—¡Aaaaahhh!
El hada disparó una especie de ráfaga de viento al rostro de la slime, lo que logró dejarla aturdida por unos segundos. En ese instante, salté de una manera sobrehumana y en el aire apunté a su pecho para apuñalarla.
—¡MALDITO! —gritó la mujer slime una vez logré asestarle.
—¡Ojo por ojo! —exclamé mientras aplicaba más fuerza en la daga, aunque por el material viscoso que estaba hecho su cuerpo no parecía que le estuviera haciendo daño.
—¡No creas que con esto me vencerás!
Mientras la slime estaba concentrada en mí, y yo aferrado con ambas manos a la daga, miré hacia abajo, notando que el hada ya se había apresurado a volar sobre la niña para auxiliarla.
Percibí que la mujer slime tenía la intención de usar sus tentáculos para atacarme por la espalda. Pensé en evadir el ataque, y como sabía que el hada era capaz de protegerse a sí misma y a la niña, no temí que las dañara. Sin embargo, cuando estaba a punto de hacerlo, nuevamente las palabras vinieron a mi mente:
[¡¡¡EXPLOSIÓN!!!]
BOOM!
—¡Protección!
Al activar lo que claramente fue una habilidad: la hoja de la daga provocó una fuerte y violenta expansión de fuego, por lo que el hada en un instante creo un campo de energía alrededor de ella y la niña para evitar ser lastimadas por las llamas y a la vez liberarla del cuerpo de la mujer slime.
El cuerpo del monstruo voló en pedazos y yo, a causa del estallido, salí disparado hacia atrás, pero logré aterrizar sin problemas gracias a los excelentes reflejos que ni sabía que tenía.
Dejé de prestarle atención a mis cambios físicos y me concentré en la slime, ya que pensé que quizá seguía con viva y podría unir sus partes o algo parecido. Sin embargo, segundos después cada uno de los trozos de su cuerpo comenzó a desintegrarse.
Después de asegurarme que ya no hubiese peligro, no encontrando nada extraño, tanto el guantelete como la daga se desvanecieron. No le presté mucha atención a ese hecho y me acerqué a la niña que estaba siendo curada por la pequeña hada, la cual al parecer se había desmallado después de la explosión.
—¿Estará bien? —pregunté mientras me apoyaba en una rodilla.
—No te preocupes, soy muy buena usando magia básica de curación. Sus quemaduras desaparecerán en unos instantes —respondió el hada.
Poco a poco las quemaduras de la niña fueron regenerándose. Cuando ya estaba por completo curada abrió los ojos.
—¡L-Lo sabía! ¡Eres una auténtica hada! —exclamó la niña al ver al pequeño ser flotando frente a ella.
—Je, je. ¡Así es! Pero no cualquier hada. Soy la hermosa y sorprendente… ¡Guardiana Sylph!
—¡Wow! —expresó la niña maravillada.
NI-NOOO, NI-NOOOO…
De repente, las sirenas de los camiones de los bomberos se empezaron a escuchar. Temí que si en este momento alguien apareciera malinterpretaría la situación, provocando que mis problemas aumentaran más de lo que presiento lo harán. Por lo que ahora que la niña estaba bien, tenía que salir rápido del lugar.
Cuando me puse de pie noté que cerca de mí estaba tirada en el suelo mi mochila, la cual había perdido al ser arrojado contra la pared por la mujer slime. Por lo que la recogí, para luego tomar con cuidado al hada.
—¡¿Oye, que estás haciendo?! —se quejó el hada mientras la metía rápidamente en mi mochila junto con la esfera.
Cuando me disponía para salir del lugar, la pequeña niña tiró de mi camisa.
—Ustedes me salvaron, ¡muchas gracias!
—Por favor no le cuentes a nadie de nosotros —le dije.
—Está bien. Aunque de todas formas dudo que alguien me crea.
La niña parecía ser muy inteligente, así que cuando me soltó, me despedí y empecé a correr.
—¡Por favor dime tu nombre! —exclamó la niña.
Lo dudé por unos segundos, pero decidí decírselo.
—¡Joseph!
—¡Yo soy Clara! ¡Gracias de nuevo por salvarme! ¡Espero volver a verlos de nuevo!
Antes de salir del callejón volteé a ver hacia atrás una última vez, observando la sonrisa sincera de la pequeña niña mientras agitaba su mano enérgicamente. He de aceptar que me sentí muy feliz de recibir sus agradecimientos.
En tanto, el hada no dejaba de moverse dentro de mi ahora desastrosa mochila.
…
…
…
[Energía restante: 99.1%]
Comments for chapter "05"
QUE TE PARECIÓ?
In my view: Una historia atrayente, tiene sucesos y lances interesantes. La Slime y el hada me encantaron sus ilustraciones y demas.