Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres - 021

CAPÍTULO 21- Kei es un peligro.

—¡¡Maldita sea!!

Mientras vuela sobre un campo de flores, Kei no puede evitar sentirse culpable e impotente.

Mei se parece demasiado a Nia. Si a Mei le pasa algo malo, Kei siente que a Nia le está pasando algo malo.

Nia era la prima y mejor amiga de Kei. Ella le ayudó a superarse y logró que su autoestima se levantara.

Ver a Mei herida, lo llenó de furia. Quería torturar lentamente a esa mujer, pero sabía que debía matarla rápidamente.

Así que, en estos momentos, Kei quiere encontrar a la líder rápidamente. Si querían matar a Mei, significa que los niños que desaparecieron están muertos también. Pero Kei tenía esperanza en una segunda posibilidad.

—Los niños están vivos… Lo presiento… Querían matar a Mei porque mi madre se convirtió en una amenaza para la líder… Si los niños estuvieran muertos, los aldeanos habrían encontrado al menos algo de sangre o escuchado algo… Mi corazón me dice que están vivos… Debo confiar en mi corazón… Por favor, Zius, no sé si me estás escuchando, pero dame una señal. ¿Los niños están vivos? ¿En dónde están?

Lo que Kei no sabía, es que Zius estaba muerto. Murió cuando reencarnó a Kei. La espada que le dio, es uno de los 10 objetos que le dejó en ese mundo antes de morir.

Al no recibir ninguna señal o mensaje divino, Kei suspiró.

—No puedes ayudarme… Intentaré con otro Dios… Folpe, el Dios creador de la naturaleza, por favor, ayúdame… Los Dioses existen, así que estoy seguro de que puedes escucharme… Bueno, creo… ¿Los niños están vivos?

Pasaron 5 segundos y no recibió ninguna respuesta.

—No puedes ayudarme… Gracias por nada. Yo mismo buscaré a los niños y los salvaré… Y mataré a su líder… Lo prometo.

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—¿Ese inferior realmente lo hizo?

Freyka, la reina del país llamado «Desmol», está sentada en su trono, observando a Charlotte y a sus compañeras.

Charlotte y sus compañeras están arrodilladas ante ella.

—Sí, majestad. Yo misma lo vi. Él derrotó a un demonio sin recibir daño.

—Ese chico sobrevivió… El mensaje divino que recibí se refería a él… Ya veo… Near, encárgate de él. Es un peligro para nuestro mundo.

—Lo haré, majestad. Será fácil.

—¡Por favor, espere! Sé que Fravi lo considera un peligro, pero él es bueno. Él quiere derrotar a los demonios también.

Charlotte se apresuró en hablar, pues quiere evitar que Kei sea asesinado. Ella conoce perfectamente el poder de Near. Kei no es rival para ella… Literalmente, ella es 5 veces más poderosa que él.

—Kei nos odia, Charlotte. Si Fravi lo considera peligroso, significa que también intenta matarnos… Tal vez intente conquistar el mundo.- Dijo Kaya, la portadora del «Escudo Dragón».

Su apariencia es… normal. No es muy hermosa, pero tampoco es fea. Su apariencia es simple. Pechos algo pequeños, cabello negro y largo, usa lentes y tiene un escudo rojo en su brazo derecho. Ese escudo es su poder divino. Está hecho de escamas de Dragón.

—Lo siento, pero también creo que es bueno. Charlotte es la más débil de nuestro grupo. Si fuera malo, Charlotte estuviera muerta. Él no intentó matarla.- Dijo Bandia. Su apariencia no cambió mucho. Solo creció de tamaño y ahora tiene enormes pechos.

—Si Fravi lo quiere muerto, estará muerto. Ella tiene sus razones.- Dijo la reina.

Charlotte y Bandia conocen el poder de la reina. Si se siguen negando, morirán.

—Está bien.

—Cumpliremos con nuestra misión.

—Por cierto, cuéntame más sobre ese niño llamado Kei. Es el hijo de Sei Molfer, ¿no?- Dijo la reina.

—Es idéntico a Kei. Lo confundí con él cuando lo conocí. Su madre dijo que es un niño muy poderoso, ella misma lo ha entrenado… Y sobrevivió a ese duro entrenamiento… Debe ser muy poderoso.

—Ya veo… Obviamente no es ese inferior… Es poderoso porque es hijo de Sei Molfer y es gemelo de Mei, la hija de Sei Molfer. Tal vez su poder y su cuerpo mejoraron cuando estuvo junto a Mei… Y su apariencia es una coincidencia…

Near levanta la mano.

—Me gustaría conocerlo, majestad. Quiero comprobar su poder.

—Está bien, pero no lo mates, no quiero que Sei Molfer te mate.

—No creo que pueda matarme.

—No la juzgues sin conocerla, Near… Ella es fuerte… Demasiado fuerte.

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Sei Molfer está entrenando junto con Mei en una mazmorra de clase A.

Lobos negros gigantes las están rodeando y Mei está temblando de miedo.

—M-madre, no me siento preparada para pelear con bestias demoníacas de clase A.

—¿No te da vergüenza que Kei sea más poderoso que tú? Debes volverte más fuerte.

—No me da vergüenza. Kei es más poderoso porque se esfuerza más que yo. Estoy orgullosa de él.

—¿Quieres que él esté orgulloso de ti también?

—¡Por supuesto!

—Entonces vuélvete igual de poderosa que él. Él estaría muy orgulloso de ti si le ayudas a derrotar a la líder.

—¿Orgulloso de mí…?

Mei se imagina a Kei diciéndole: «Eres muy fuerte, Mei. Creo que me enamoré de ti… Mei, quiero besarte.»

Su imaginación se volvió más atrevida y Mei se pone roja.

—¡N-no, Kei, somos hermanos…! E-eso fue muy repentino… N-no me desagradó… M-me gustó… Otro más, por favor.

Mei está besando su brazo derecho.

Al parecer, su imaginación es muy poderosa.

Sei Molfer y los lobos observan a Mei. Están confundidos y Sei Molfer suspira.

—¿Por qué mi hija es tan rara?

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Kei estornuda mientras vuela.

—Ya casi llego… Espero que no empiecen sin mí.