Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres - 036
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CAPÍTULO 36- Una joven abuela.
Mi nombre es Terkiana, tengo 702 años, y soy una simple y normal Elfa.
Mi vida ha sido normal y aburrida, pero estoy muy conforme con esta vida. Cuando era una joven Elfa, era una aventurera de clase B, pero me retiré cuando me casé. Además, ya no avanzaba, llegué a mi límite, así que me rendí con intentar subir a la clase A o S.
Las mujeres de mi raza viven más de 1,000 años. Y los hombres viven solamente 200 años.
Mi esposo murió hace mucho tiempo. Creo que ya pasaron 400 años de su muerte… Siendo sincera, casi no lo recuerdo muy bien… Era amable… Pero no lo recuerdo… La edad ya me está afectando.
Él fue mi única pareja… Y no he tenido otra. ¿Por qué? No lo sé… Simplemente dejé de interesarme en ese tipo de cosas y usaba mi tiempo para educar a mi hija y administrar un orfanato.
Tuvimos solamente una hija… Y ella ya tiene una hija… Soy una abuela… Siempre he querido ser una abuela, aunque mi hija se tardó bastante en hacerme abuela. Es una de las desventajas de los Elfos, es muy difícil lograr un embarazo.
He vivido toda mi vida en una aldea de Elfos… Nos gusta la naturaleza, así que nuestra aldea se encuentra dentro de un bosque.
Como somos una raza guerrera, nunca hemos tenido problemas con bandidas o monstruos… Vivimos en paz… Hasta el día de hoy.
—¡Abuela! ¡No lo hagas, abuela!
La mayoría de los aldeanos estaban gravemente heridos… Ese maldito demonio… Estaba jugando con nosotros… Quería torturarnos.
Nos deja con vida a propósito, solo para hacernos sufrir… No lo permitiré… ¡No matarás a mi familia!
—¡Hija, Nerka, escapen, yo les daré tiempo!
—Fufu. Una abuela que se sacrifica por su familia… Es muy conmovedor… Magia de Oscuridad: bloqueo.- Dijo el demonio, sonriendo.
Al intentar escapar, los aldeanos chocaron contra algo invisible. No podían escapar de la aldea. Ese maldito demonio es más poderoso que nosotros. ¿Qué puedo hacer?
—Nadie saldrá con vida.
No tengo tiempo para dudar, ¡debo pelear con todo lo que tengo!
—¡Maldito! ¡Magia de fuerza!
Un líquido negro rodeó mis manos e intento golpearlo.
Es mi magia especial. Puedo mejorar mi fuerza y mi agilidad, aunque solo por un minuto.
Espero que sea suficiente para debilitarlo, al menos un poco.
—Lenta.
¿Eh?
Detuvo mi puño con su mano sin ningún problema y me pateó en el costado izquierdo.
Salí volando.
E-ese golpe me quitó el 98% de mis puntos de vida restantes. Ese demonio es imposible de derrotar, al menos para mí.
¿Este es nuestro fin?
Mi hija me atrapó.
—¡Madre!
Yo… no puedo hacer nada al respecto.
Los Elfos más poderosos han sido derrotados.
Ya no hay nadie que pueda hacer algo.
¿Esye es nuestro fin?
—Es… un verdadero monstruo.
No sé qué hacer… No lo sé.
—Ya me divertí con ustedes. Morirán.
—Ya veo… Vaya, vaya… Una aldea de Elfos… No la conocía… Supongo que tendré que llorar en otra parte.
¿Eh?
Un chico se acercó al demonio… ¿Estaba loco? Es un humano… ¿Qué hace aquí? Este bosque es peligroso para un hombre. ¿Se perdió?
—¿Cómo entraste?
—Fue fácil. Simplemente destruí tu barrera.
—¡Imposible!
¿Eh? ¿Por qué se sorprendió tanto el demonio? ¿Le creyó? ¿En serio fue capaz de destruir la barrera del demonio?
¿Quién es ese humano?
—Pareces… fuerte… ¿Quieres pelear conmigo?
—¿Eh? Sabes que soy un demonio, ¿no?
—Sí… No tengo ninguna duda.
—¿Y realmente quieres pelear conmigo?
—Sí.
El demonio comenzó a reír y sonrió alegremente, tan lleno de confianza.
Ese humano está mal de la cabeza. ¿Por qué quiere pelear con el demonio? ¿Acaso quiere suicidarse?
—¡Me agradas, chico!
—Mi nombre es Crisfa.
—¿Por qué me das un nombre falso?
¿Falso? ¿Cómo sabe que es un nombre falso? ¿Ya lo conocía…? O… Tal vez… ¿Los demonios pueden detectar mentiras?
Si es así, tiene sentido que se sorprendiera cuando ese humano dijo que destruyó la barrera.
Ese humano, si fue capaz de destruir la barrera, significa que es poderoso.
¿Un hombre poderoso? El único hombre poderoso que conozco, es Kei Molfer. ¿Existe otro hombre poderoso?
—Es cierto, la mayoría de los demonios pueden detectar las mentiras… Mi nombre como aventurero es Crisfa. Oculto mi verdadero nombre.
—Mi nombre es Keimar. ¿Estás listo?
—Espera, quiero estirarme.
—Te espero.
Ese chico estaba loco. ¿Realmente quiere pelear con un demonio? Es imposible que un hombre lo derrote… Imposible.
Pero, si fue capaz de destruir la barrera, ¿también podrá ser capaz de derrotar a un demonio?
Ese hombre… ¿quién es realmente?
•
•
[«Comunicación de pensamiento» activada. Drin, Eris, Mio, Nem, necesito ayuda. Me encuentro en una aldea de Elfos. La aldea se encuentra cerca del lago «Grey». Sentirán magia demoníaca cuando estén cerca. Estoy a punto de pelear con un demonio.]
[¡Ten cuidado, cariño! ¡Pronto estaremos ahí!]
[¡Sobrevive, nya! ¡Estaremos pronto ahí!]
[Nosotras nos encontramos cerca. Llegaremos en unos minutos.]
[Gracias.]
—¿Ya terminaste?
—Sí… Comencemos.
•
•
Minutos antes.
Kei estaba caminando por un bosque, llorando.
Estaba frustrado. Él realmente odia su situación.
Se sentía una mierda de persona. Sabe perfectamente que es necesario hacerlo, pero el sentimiento de sentirse una basura simplemente se niega a irse.
—¿Y si realmente me engaña? No lo soportaría… Realmente odio el NTR… ¡Muerte al NTR! Pero yo también la estoy engañando… Mierda… No sé qué pensar… Mierda… ¿Qué debería…?
Kei sintió un escalofrío y escuchó gritos.
—¡Necesitan ayuda!
Comenzó a correr.
Todavía estaba usando su forma como aventurero. No podía usar toda su fuerza, pero no tenía tiempo de cambiarse.
—Es aquí… Hay una barrera…
Tomó impulso y destruyó la barrera mágica usando sus puños.
—Llegué.
Kei observó al demonio… Era… genial… A Kei le pareció genial e increíble, tanto que se tomó su tiempo para observarlo desde los pies hasta la cabeza.
El demonio tenía el cabello negro, ojos negros con pupilas blancas, y usaba vestimenta negra. Parecía un chico de 25 años, demasiado joven, lo que lo hacía ver más genial con ese estilo.
—Se ve increíble…
—Nadie saldrá con vida.
—¡Maldito! ¡Magia de fuerza!
—¿Magia de fuerza?- Pensó Kei.
Un líquido negro rodeó las manos de una Elfa e intentó golpearlo.
La Elfa tenía un atractivo cuerpo. Pechos grandes, hermosas piernas, cabello amarillo y corto, y usaba un vestido azul.
Por cierto, los Elfos envejecen lentamente. Y dejan de envejecer cuando cumplen 50 años. Los Elfos ancianos parecen personas de 20 años. La mayoría de las razas sabe diferenciar a un Elfo joven y uno anciano, pero Kei no sabe diferenciarlos, todos se ven igual de jóvenes para él.
—Interesante.- Pensó Kei.
—Lenta.
Detuvo su puño con su mano y la pateó con fuerza.
La Elfa salió volando y otra Elfa la atrapó.
—¡Madre!
—Es… un verdadero monstruo.
—Ya me divertí con ustedes. Morirán
Kei se acercó hacia él.
—Ya veo… Vaya, vaya… Una aldea de Elfos… No la conocía… Supongo que tendré que llorar en otra parte.
[Habilidad obtenida: «Fortalecimiento mágico».]
—¿Cómo entraste?
—Fue fácil. Simplemente destruí tu barrera.
—¡Imposible!
•
•
Kei y el demonio se pararon frente a frente.
—Vamos. Muéstrame tu poder.
—Con mucho gusto.- Dijo Kei, sonriendo.
Y justo en el momento en que el demonio parpadeó, Kei lo golpeó en la cara, pero el demonio le devolvió el golpe y las cabezas de ambos se movieron hacia atrás, para disminuir el daño.
Sus piernas izquierdas se levantaron para patearse entre sí y sus piernas chocaron, recibiendo el mismo daño.
Después de que sus piernas chocaran, ambos volvieron a intentar golpearse, pero sus puños chocaron entre sí.
—Vaya, vaya. Creo que estamos parejos, demonio.
—Fufu. Nada mal, humano. ¿Y si dejamos de jugar?
—Bueno, pongámonos serios.
Ambos sonrieron y sus rodillas chocaron entre sí.
Un gran intercambio de golpes comenzó y ninguno de ellos mostraba ninguna señal de querer usar magia. Ambos solo luchaban usando sus propias habilidades físicas. Y con cada segundo que pasaba, el intercambio de golpes se volvía más agresivo e imposible de seguir con la mirada.
Y como si estuvieran metidos en una licuadora, sangre comenzó a esparcirse por el lugar, salpicando los rostros de los Elfos, que solo podían ver con la boca abierta la escena frente a ellos.
—Madre, ese humano es tan… ¡genial! ¡Si gana, me ofreceré a ser suya!- Dijo una joven Elfa, llena de admiración hacia Crisfa.
—Ese intercambio de golpes no durará mucho tiempo.- Dijo su madre.
—Ni siquiera puedo ver los golpes que están lanzando. Y con cada golpe, estoy segura de que pierden cientos, o incluso miles de puntos de vida… ¿Quién será ese humano?- Dijo Terkiana.
Y si, la Elfa estaba en lo correcto, el intercambio no duró mucho tiempo.
Ambos tenían casi la misma cantidad de puntos de vida.
Ambos tenían la misma fuerza.
Ambos eran casi idénticos.
Y con un último intercambio de golpes en el estómago, ambos llegaron a sus límites, cayendo juntos al suelo.
Kei se dejó llevar por la sangre Molfer, que lo obligó a pelear al mismo estilo que el demonio, por simple diversión. Fue muy peligroso, casi muere, pero salió ganador.
Kei peleó con él usando los puños al principio para distraerlo y que Drin mate al demonio usando su arco, pero como el intercambio de golpes se volvió más agresivo y peligroso, su sangre Molfer se emocionó y eso solo provocó que aumente la velocidad de sus golpes, en lugar de alejarse y usar hechizos mágicos.
En lugar de eso, usó su energía mágica para usar magia curativa y curar su cuerpo para seguir peleando.
—I-imposible.
Los Elfos estaban asombrados, pues estaban presenciando un escenario imposible.
El demonio fue derrotado por un hombre humano.
—E-eres increíble…
Kei y el demonio estaban acostados en el suelo, completamente heridos y agotados. Ambos se quedaron sin energía mágica y no podían sanar sus heridas, por lo que sus heridas siguen abiertas. Solo Kei tiene un poco de energía mágica, pero la usa para mantener su forma como aventurero. Si continúan perdiendo sangre, ambos morirán, por eso, aunque ambos estén en el suelo, es la victoria para Kei, pues él recibirá la ayuda de los Elfos y de sus compañeras. Nadie ayudará a ese demonio.
Kei tiene energía mágica para mantener su forma como aventurero, pues no se necesita de mucha energía para usarla.
—E-eres igual de poderoso que yo… Fue una buena pelea.- Dijo Kei.
—Digo lo mismo.
—¡Cariño!
—¡Llegamos tarde, nya!
Drin y Eris se acercaron a Kei.
Rápidamente, Drin usó su magia curativa en él, cerrando sus heridas y recuperando la sangre que perdió, y eso le regresó el tono de piel natural de Kei que perdió al perder tanta sangre.
—Gracias, Nia… Gracias al entrenamiento que recibí de ti, fui capaz de pelear con un demonio… Aunque fue bastante arriesgado.
—Idiota… ¡Estuviste a punto de morir!
—¡Debiste escapar y esperarnos, nya!
—34 puntos de vida… Eso estuvo cerca.
Las heridas de Kei desaparecieron y Drin se acercó a Keimar furiosa.
Tenía los ojos llorosos, pues no pudo ayudar a su querido Kei.
—¿Algunas últimas palabras?
—Sí… ¡Crisfa, quiero ser tu esclavo!
—¿Eh? Espera… Eres… Vaya… Tuvimos suerte.
Drin lo tomó del brazo y lo levantó.
—Vámonos, cariño. Vamos a interrogar al sospechoso.
Kei se levantó lentamente del suelo.
—Sí… Ouch, mi cuerpo apenas me responde. Aunque fue interesante pelear con solo los puños.
—¡Espera, por favor!
Terkiana y su familia se acercaron a él.
—Muchas gracias por salvarnos.
Los Elfos lo rodearon y Kei se puso rojo por la pena. Kei Molfer no está acostumbrado a ser tratado como un héroe porque, aunque ha salvado personas antes, siempre las termina perturbando porque termina matando a sus enemigos de horribles maneras, sin importarle que personas inocentes y comunes lo estén viendo.
Pero esta vez, en lugar de recibir miradas llenas de horror, recibe miradas de admiración y felicidad.
—N-no, solo tuve suerte. Literalmente tuve suerte. Casi muero.
—Por favor, escoge a una mujer para que se case contigo.- Dijo una Elfa, la líder de la aldea.
—…
Todo quedó en silencio por unos segundos, mientras la mente de Kei intentaba procesar lo que le acaban de decir.
Drin, al escuchar eso, quiso tomar de la mano a Kei y llevárselo, pero se detuvo y su mirada se concentró en Terkiana, que estaba con su familia.
—¿Por qué siento que esa Elfa es diferente a las demás…? Creo que sería beneficioso tenerla de nuestro lado.- Pensó Drin.
—¿Y bien? ¿Ya escogiste?
—… ¿Eh…? ¡¿Qué?!- Dijo Kei, confundido y nervioso ante tal oferta.
—Es nuestra manera de agradecerle.
—¡¿Pero qué clase de agradecimiento es este…? Oh… Ya recordé. He escuchado sobre eso… Cuando una aventurera salva a un Elfo, puede casarse con él… Siempre me pareció una tontería eso.
—Somos una raza guerrera. Si nos salvan, nos sentimos humilladas.
—¿Y se castigan casándose con su salvador?
—Aunque nuestra pareja sea de otra raza, los hijos que tengamos siempre serán Elfos. De esa manera, nuestra raza se vuelve más poderosa.
—Tener hijos con personas poderosas… Realmente son una raza guerrera… Y también leí que se sienten atraídos por el poder de una persona… Como las mujeres bestia, ellas también se sienten atraídas por la fuerza… Bueno, las mujeres en general, es cierto… Ah, esto no tiene sentido lógico.
—Yo me ofrezco.- Dijo una Elfa, levantando la mano.
Kei volteó a verla y ella le sonrió. Pero, un segundo después, su mirada se concentró en Terkiana y recordó la magia que usó Terkiana.
Una Elfa muy hermosa se acercó a Kei.
Es la más hermosa de todas. Su cuerpo es el más atractivo y su rostro es hermoso.
Su largo y hermoso cabello dorado era suave y olía bien. Sus ojos azules eran hermosos y usaba un precioso vestido blanco y muy revelador. Mostraba demasiada piel, pero Kei estaba tan concentrado en sus pensamientos acerca de Terkiana, que no se ponía nervioso como comúnmente se pone con las mujeres.
Sus pezones se marcaban en el vestido, pues no usaba sostén, pero Kei, aunque se dio cuenta de eso al verla, no le dio importancia por estar pensando en Terkiana.
—Mi nombre es Nerka. Por favor, quiero ser tu esposa. Me enamoré de ti. Fue amor a primera vista.
Tomó a Kei de las manos.
—Sé que sería feliz a tu lado. Por favor, acepta mi amor.
—¿Amor? Apenas nos conocemos. El amor no es tan fácil de sentir. Lo que sientes solo es atracción.
—Entonces déjame estar a tu lado, para conocerte y llegar a amarte de verdad.- Dijo, acariciando la mano de Kei con su mejilla.
—Pues… ¿Realmente es necesario?
—Por favor… Queremos conservar nuestro orgullo.- Dijo un Elfo.
—Ya veo… Está bien…
Los ojos de Nerka se pusieron brillantes, pero Kei tenía interés en otra persona.
Kei apuntó con su dedo índice a Terkiana.
—Te escojo a ti.
—¿Eh?
—¡¿Eh?!- Gritaron todos los Elfos, incluso Eris.
Todos los Elfos estaban confundidos y Nerka abrió la boca por completo.
—¡¿Prefieres a mi abuela?!
—¿Y-yo? ¡E-espera! ¡Tengo 702 años! ¡¿No quieres una chica joven?! Mi nieta es la más hermosa de la aldea.
—Me interesas tú. Tu magia me pareció interesante.
—P-pero… Soy una anciana.
—Pareces una chica de 20 años para mí. ¿Tienes esposo? Si estás casada, escogeré a Nerka.
—No, pero…
—Entonces no hay problema. Debo retirarme. Te visitaré mañana.
Kei y las chicas se alejaron corriendo de ahí.
—¡E-espera! ¡¿Estás seguro de que no quieres cambiar de opinión?!- Le gritó Nerka.
—¡No, gracias!
Kei y las chicas se fueron de la aldea, y Nerka cayó de rodillas en el suelo y comenzó a llorar como un bebé.
—¡Uwaaaah! ¡Fui rechazada! ¡Prefirió a mi abuela! ¡No es justo, no es justo!
Terkiana le acarició la cabeza.
—No te preocupes, Nerka, lo convenceré para que te escoja a ti.
—Abuela…
Nerka se levantó y la abrazó.
—¡Muchas gracias!
Y mientras su nieta lo abrazaba, Terkiana recordaba a Kei.
—Crisfa… ¿Cómo logró ser tan poderoso un hombre?- Pensó.
•
•
Al alejarse de la aldea, Kei se puso completamente rojo y comenzó a temblar.
—¡Los Elfos son raros!
—Aceptaste muy rápido, cariño.
—Sí, lo siento tanto. La magia de esa Elfa me pareció interesante. Quiero que me enseñe a usarla… Y, siendo sincero, sentí potencial en ella.
—Sí, yo también lo sentí… Esa Elfa es diferente.
—Espera… Conseguí otra compañera… ¡Mierda, esto es malo! Estoy consiguiendo compañeras muy rápido. Si esto fuera una novela, los lectores estarían furiosos. Mi historia avanza rápido… Y eso es malo… Algo malo va a pasar.
—Sí, yo también lo presiento, nya.
•
•
Keimar estaba amarrado y estaba temblando de miedo, pues chicas muy peligrosas estaban furiosas con él.
Drin, Eris y Mio lo observaban con expresiones de odio.
Nem estaba comiendo con Kei, pues él no quería meterse en problemas también. Le da miedo el temperamento de Drin cuando se enoja, así que prefiere no interferir con el interrogatorio.
Estaban en la casa que usaban como base.
Kei volvió a su forma normal, ya no necesitaba su forma como aventurero, al igual que Drin, que usaba su forma humana.
—Supongo que no me recuerdas, Keimar.
—Sí, te reconocí de inmediato, Drin. Tu olor es inconfundible.
Drin chasqueó la lengua y lo miró con asco.
—Me das asco. ¿Qué haces aquí?
—Me enteré de que nos traicionaste… Y quería confirmarlo.
—Casi matas a mi novio, futuro esposo y futuro padre de mis hijos. Te mataré.
—¡E-espera! ¡Ese chico me interesó! ¡Quiero ser su compañera!- Dijo el demonio, cuya voz cambió a una femenina.
—Tsk. Eres muy molesta.
—Espera, Drin.- Dijo Kei.
Kei se acercó a ellas.
—¿Eres una chica?
—Sí. ¿Por qué? ¿Te gusto?- Dijo Keimar, guiñando un ojo.
Drin la tomó del cuello y Keimar comenzó a sudar frío.
—E-era broma.
—¿Es tu amiga, Drin?
—Podría decirse que es una conocida.
[Magia demoníaca desconocida detectada]
Un mensaje apareció en la mente de Kei.
Una advertencia.
—¿Eh?
Keimar sonrió diabólicamente.
[Enemigo detectado.]
—¡Drin!
Un brazo salió de la boca de Keimar.
Intentó atacar a Drin, pero Kei la empujó y la salvó.
—Otra vez…
El brazo lo tomó del cuello y Keimar comenzó a reír como un típico villano.
—¡Nadie me quita a mi querida Drin! ¡Si te mato, ella regresará conmigo…!
—No.- Dijo Drin, con un tono serio y frío.
Sin ninguna pizca de piedad, Drin atravesó el pecho de Keimar con su brazo derecho, destruyendo su corazón.
Sin el corazón, no se puede usar magia.
Si el corazón es destruido, ya no hay nada que la salve.
Ella morirá, sí o sí, y ella lo sabe perfectamente.
—¿Eh? ¿D-Drin? ¿P-por qué?
Soltó a Kei y ella comenzó a llorar.
—¿P-por qué lo prefieres a él? ¿Por qué me abandonaste? ¡¿Qué tengo de malo?!
—Siempre te consideré una molestia.
—¿M-molestia?
—Amo a Kei con todo mi corazón… Y a ti te odio.
—Drin…
—Tsk. ¡Muérete!
Con una poderosa patada, Drin destruyó la cabeza de Keimar, matándola al instante.
El ambiente se puso tenso y Eris se acercó a ella.
—Drin… Ella te quería… Incluso lloró, nya.
—Yo era su única amiga. Pero solo era su amiga porque me daba lástima.
Eris miró a Drin con miedo ante esas frías palabras y volteó a ver a Kei.
—Kei… Los demonios me dan mucho miedo, nya.
—¿Su única amiga…? ¿No tenía más amigos?- Dijo Kei.
—No… Ella era un demonio con poco poder mágico. Sufría discriminación por eso.
—Me dio lástima… Ella realmente quería recuperar a su amiga, nya.
—Por cierto, ella no podía salir del infierno. Eso significa que ya descubrieron mi traición… La usaron porque pensaron que no me atrevería a matarla… Debemos tener cuidado, cariño.
—Sí… Lo sé.
Kei miró el cuerpo sin vida de Keimar y después de unos segundos se alejó caminando.
—¿A dónde vas, cariño?
—Iré a cavar una tumba.
—No pierdas el tiempo en eso, cariño. Ella no merece una tumba. Yo misma destruiré sus restos.
—No, Drin… Ella solo quería volver a verte y ser tu amiga. La vamos a enterrar.
—Pero…
—Eris, iré a cavar la tumba. Prepara unas flores.
—¡Sí, nya!
—¿Cariño?
Kei salió al jardín y suspiró, mientras unas pequeñas lágrimas salían de sus ojos.
—Pude ver tristeza y miedo en ti, Keimar. Realmente querías a Drin… Espero que descanses en paz.- Pensó Kei.
Sexta chica: Terkiana.
Raza: Elfa.
Comments for chapter "036"
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