Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres - 03
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CAPÍTULO 3- Kei, el inferior más fuerte.
(Pov- Kei.)
Bien… La escuela está debajo de mí… Estoy nervioso, pues es mi primer día de clases en muchos años… Bueno, diría que es mi primer día de clases con este cuerpo y esta nueva vida, pero decirlo de esa manera me haría parecer que estoy olvidando mi vida pasada.
No debo olvidar el por qué acepté esta misión. Mi tía, Nia y Cris me esperan en el otro mundo. Cris necesita de su rival y yo necesito a mi mejor amigo. Nia necesitará mi ayuda para superar sus exámenes. Mi tía necesita a su sobrino favorito para que cuide a Nia mientras ella trabaja.
Me necesitan y yo a ellos, por eso acepté la misión. Pero… Pero… ¡No puedo evitar sentirme emocionado! ¡Una escuela de magia! ¡Eso significa torneos, pruebas mágicas y más! Ya me aburrí de entrenar con mi madre, se volvió una rutina aburrida. Los mismos ejercicios, mi madre me rompe cada uno de los huesos de mi cuerpo, usa su magia curativa en mí y me duermo 4 horas, para después despertar y repetir el proceso. ¡Ya me cansé! Sí, acepto que me volví poderoso gracias a ese entrenamiento infernal, seguiré haciéndolo y subiendo la dificultad todos los días hasta que logre derrotar a Fravi, ¡pero también quiero divertirme! Quiero conocer más de este mundo. Quiero ir a festivales, torneos, disfrutar de la deliciosa comida, tener amigos, y una larga lista más.
Es un nuevo mundo para mí, mundo que no he podido disfrutar tanto como quería. Mi prioridad es el entrenamiento y conseguir esposas, pero agregaré una misión secundaria: «divertirme».
—¡Comencemos!
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—¡Llegué!
La escuela «Estrella Dresal», es una escuela de élite. Tiene a los mejores maestros del país «Dresal».
Tiene piscinas, campos de entrenamiento físico y mágico, clubs y bibliotecas. Es una escuela enorme y cara. Es muy, muy cara. Solo los hijos de los ricos podrían estudiar aquí, pero solo si son inteligentes o poderosos. Si no son inteligentes o poderosos, no son aceptados. Los hermanos de Kei, no fueron aceptados y estudian en otra escuela. Kei y Mei fueron aceptados sin problemas.
Sei Molfer se concentró en entrenarlos y volverlos más poderosos, pero fue el padre de Kei el que les enseñó a estudiar. Tener poder no lo es todo, se necesita ser inteligente para comprender las fórmulas mágicas y saber utilizarlas sin cometer ningún error. Una mente estúpida con un gran poder, no sirve de nada.
Kei se volvió adicto al entrenamiento y al estudio para ser capaz de volverse alguien poderoso, capaz de derrotar a Fravi.
—Mi primer día de clases… Qué nostalgia.
Los estudiantes están usando uniforme. Por supuesto, Kei también. El uniforme de los hombres consiste en un pantalón negro, una camisa blanca de manga larga, un chaleco negro con botones rojos, una medalla con una estrella de adorno en su chaleco, y un anillo rojo, ese anillo demuestra que son estudiantes.
El uniforme de las mujeres consiste en una falda negra, una blusa blanca de manga corta, una medalla en su blusa y un anillo blanco.
Por supuesto, como es un mundo en donde los hombres son inferiores, solo el 5% de los estudiantes son hombres.
Kei aterriza frente a la entrada de la enorme escuela, y con una gran sonrisa en su rostro, chasquea los dedos.
—Aterrizaje perfecto. «En marcha».
(N.A: Los «, significa que está hablando en español. Eso varía según el contexto.)
Los estudiantes a su alrededor lo observan sorprendidos. La magia que usó Kei es muy rara y difícil de controlar, y más considerando que Kei no es un hada. Y como es hombre, es aún más raro.
Sus alas desaparecen y su ropa, que se rompió por culpa de las alas, se está arreglando automáticamente. Ropa mágica, algo no tan raro en ese mundo.
Los estudiantes lo siguen observando con bastante curiosidad, después de todo, es el hijo de una de las personas más importantes en el mundo. Es el hijo de la gran Sei Molfer, mujer cuya presencia puede sentir Kei detrás de él. Es una presencia inconfundible, por el miedo que Kei siente al sentirla.
—N-no era necesario que vinieras, madre.
—Tenía tiempo libre. ¿Y tu hermana, Kei?
Sei Molfer, su madre, se acerca a él. Es una mujer alta y hermosa, con un cuerpo perfecto. Tiene el cabello negro y corto, ojos rojos y usa un vestido blanco y elegante para la ocasión. Ella tiene 44 años, pero parece mucho más joven, como de 30, incluso menos.
El padre de Kei está a su lado. Es un hombre de apariencia joven, tiene el cabello rojo y sus ojos son cafés. Usa un traje negro y es bastante atractivo. Tiene 35 años, pero parece de 25. Ser el hijo de dos personas tan atractivas hizo sentir mal a Kei, pues se sigue considerando a él mismo feo. Las miradas que las mujeres tenían sobre él, él pensaba que ellas miraban a su padre y madre, que ignoraban su presencia, algo que en parte es verdad, pues Sei Molfer es una héroe nacional en el país y es admirada por millones de personas en el mundo, pero Kei no se queda atrás, pues a su corta edad tiene grandes logros con su nombre, aunque solo los tiene porque su madre lo obligó a realizar esas misiones como entrenamiento.
—No te preocupes, llegará pronto, madre… ¿En qué clase estoy?
—Ya hablé con la directora. Por ser hombre, no querían aceptarte en la clase «S», pero negocié con ella y la convencí. Estás en la clase S.
—T-tiene sangre en los nudillos y en la ropa. M-mejor no pregunto cómo la convenció.- Pensó Kei.
Es la mejor clase de la escuela. Recibe mejores lecciones y tienen más tiempo libre.
Las clases son muy complicadas, incluso para los genios, es por eso que tienen dos días libres más que los demás. Estudian 3 días y descansan 4. Si reprueban una materia, son expulsados de la clase.
Sobreexplotar a los estudiantes más inteligentes y con mejor potencial puede tener un efecto contrario si no se les da un descanso adecuado, a esa conclusión llegaron los antiguos profesores hace 100 años, y se ha mantenido hasta ahora.
—Muchas gracias, madre.
—Conseguiste la mejor calificación, Kei. ¡Felicidades!- Dijo su padre.
—¿Esa era la sorpresa? Ya lo sabía.
—¿Eh?
—Ayer vine a la escuela para saber mi calificación.
—Vaya, vaya… La sorpresa se arruinó.
Aunque él también aprovechó la oportunidad para escaparse de su entrenamiento e ir a visitar a una amiga a la Capital.
—¿Eh?
Una esfera de fuego se dirige hacia Kei, pero él la toma fácilmente con su mano derecha.
—Otra vez…
—¡¡Kei!!
Mei le está lanzando esferas de fuego, pero Kei las atrapa fácilmente y las destruye.
—¡Quería viajar contigo!
—Madre, calma a Mei.
Los estudiantes están temblando de miedo, pues una sola de esas esferas es lo suficientemente poderosa como para destruir una pequeña casa, pero Kei las destruye sin mucha dificultad.
—E-ese poder mágico es increíble.
—Y ese chico las destruye fácilmente.
—R-realmente son los hijos de Sei Molfer.
Sei Molfer es comandante del ejército del país. Es conocida como la guerrera más poderosa del país, en cuanto a poder natural se refiere. Obviamente, las héroes son mucho más poderosas que ella.
Incluso Mei supera a su propia madre en cuanto a su estatus se refiere, pero el estatus no define el poder total de una persona. Mei, aunque su estatus sea mejor que el de su madre, no podría derrotar a su madre en este momento.
—Mei, te compraré un helado. Cálmate, por favor.
Mei se detiene y se acerca rápidamente hacia Kei.
—¡¿En serio?!- Dijo con brillo en sus ojos.
—Eres realmente muy simple… Madre, ¿Mei está en mi clase?
—Sí.
—Ya veo… Vamos, Mei.
Mei abraza el brazo derecho de Kei.
—¡Vamos, hermano!
—Madre, llegaré tarde a casa hoy.
—¿Vas a entrenar de nuevo, hermano?
—Sí. Intentaré despejar una mazmorra de clase «A».
—¡¿Eh?!
—¡E-espera, hijo! ¡¿Estás seguro?! ¡Es muy peligroso!
Mei y su padre están muy nerviosos y preocupados por Kei, pero la madre de Kei está sonriendo con orgullo.
—Fufu. Era de esperarse. Realmente eres mi hijo. Yo despejé una mazmorra de clase «A» cuando tenía 17 años. Y apenas logré salir con vida… Buena suerte, Kei.
—¡E-espera, madre! ¡¿No lo vas a detener?! ¡Es muy peligroso! ¡Incluso las aventureras de clase A tienen problemas despejando una mazmorra de clase A!
—No te preocupes por él, Mei. Kei es un chico fuerte. Ya ha despejado varias mazmorras de clase B, era hora de subir la dificultad.
—Gracias por comprender, madre.- Dijo Kei sonriendo.
Kei sabe que será difícil, pero debe hacerlo. Escuchó rumores sobre un objeto mágico que se encuentra en el último piso de la mazmorra. Ese objeto le permite guardar objetos. Básicamente, es una bolsa mágica. Quiere obtenerla para poder guardar armas, comida y pociones mágicas, que necesitará cuando se convierta en un aventurero.
—Quiero esa bolsa mágica.
—Buena suerte, hijo. Tu padre y yo también intentaremos obtenerla.
—Las héroes también lo están intentando, pero ese objeto mágico se mueve de lugar cada cierto tiempo, es imposible predecir en dónde estará.- Dijo su padre.
—Espero que no me maten si yo la consigo. ¡Mei, en marcha!
—¡E-espera, cambia de opinión, Kei!
•
•
Kei y Mei están caminando juntos por un pasillo. Kei camina tranquilamente, pero Mei lo está sacudiendo, intentando que su hermano no cometa suicidio.
Ella lo considera un intento de suicidio, pues no cree que Kei esté listo para una mazmorra de clase A, pero gracias a su experiencia con mazmorras de clase B, Kei está más que listo para una mazmorra de clase A.
—¡K-Kei, por favor, no lo hagas!
—Mei, no te preocupes, no moriré… Supongo.
—¡¿Supones?!
Kei no puede evitar decir la verdad, es uno de sus grandes defectos, aunque no es tan idiota como para revelar que recuerda su vida pasada.
—No te asustes… Bueno, ya llegamos a nuestro salón de clases. Entremos, Mei.
Kei abre la puerta de su salón de clases.
La clase S, la mejor clase de la escuela. Es un salón enorme, pero con pocos estudiantes. El enorme espacio es para practicar magia.
Hay 8 mesas, divididas en 4 filas.
Hay 16 estudiantes, contando a Kei y Mei.
La profesora está parada frente al pizarrón. Es una mujer de 25 años y hermosa. Usa un vestido ajustado negro y usa lentes. Su cabellera es rosa y muy larga, le llega hasta las rodillas.
—Creo que llegamos tarde, hermano.
—Vamos, hay una mesa libre.
Kei y Mei se dirigen a la mesa, pero la profesora los detiene.
—Mei y Kei, ¿no?
Los dos voltean a verla.
—Sí, profesora.- Dijeron los dos. Kei apenado, pero Mei no muestra ninguna emoción más que seriedad.
—Llegan tarde.
—Lo sentimos, profesora.
—Que no se repita.
—¡Espere! ¡¿Por qué hay un hombre aquí?!
—Ya comenzó la discriminación.- Pensó Kei.
Una de las estudiantes levantó la voz. Es una chica con ojos verdes, cabello azul y corto, y tiene orejas puntiagudas. Es una Elfa.
—Él demostró ser digno de estar en esta clase, señorita Churs.
—¡Es imposible!
Kei se dio cuenta de que era el momento perfecto de dejar en claro la diferencia que había entre ellas y él. Si no quería ser discriminado ni menospreciado, era el momento perfecto para mostrarles su poder y el por qué está en la clase S.
Sonríe y levanta la mano.
—Puedes hablar, Kei.
—Sí, soy hombre, pero soy el hijo de Sei Molfer, que eso no se les olvide. A diferencia de mis hermanos mayores, yo soy igual de poderoso que mi madre. Ella me entrenó desde pequeño. Si les muestro mi poder, estoy seguro de que ellas me aceptarán, o me tendrán que aceptar por las malas. Ambas opciones dan el mismo resultado, así que no importa mucho.
—¿Quieres desafiar a la señorita Churs?
—Sí. He escuchado de su familia. Mi madre me dijo que la madre de la señorita Churs es más poderosa que ella, así que me gustaría comprobar el poder de su hija.
El primer paso fue dado. La misión de Kei da inicio oficialmente.
—¿Aceptas, señorita Churs?
Ella sonríe y se acerca a Kei.
—¡Te destruiré, inferior!
—Eres bastante linda, no te queda ese vocabulario grosero.
Y en lugar de avergonzarse, ella se abalanzó contra él, mejorando su propio cuerpo con magia.
Kei se sorprendió un poco con ese movimiento, haciéndolo sentir muy feliz, pues encontró una chica con mucho potencial en su primer día de clases.
Intenta golpearlo, pero Kei esquiva su golpe fácilmente.
—¿Es todo?
—¡Maldito!
Lo sigue atacando, pero Kei esquiva sus ataques fácilmente. La velocidad de los ataques aumenta cada vez más, pero al mismo tiempo que aumenta, Kei se acostumbra a la velocidad y los esquiva.
—Vaya, vaya… Eres muy rápida… Y tienes 12 años… Te convertirás en una gran guerrera… Pero…
Kei detiene sus puños con sus manos, frenando por completo el ritmo de la joven Elfa, frustrándola.
Ella gruñía furiosa y comenzó a golpear el estómago de Kei con sus rodillas, pero mientras más lo golpeaba, más se lastimaba ella y Kei no reflejaba ninguna señal de dolor alguno.
Ella se terminó lastimando de gravedad y detuvo sus ataques.
Mientras la sangre caía de las rodillas de la joven Elfa, Kei le acarició la barbilla.
—No eres rival para mí.- Dijo sonriendo.
Ella se sonroja y Kei comienza a aplicarle su magia curativa, sanando en segundos las heridas de la joven Elfa.
—No quiero golpear a una belleza como tú. Por favor, acepta tu derrota.
—¡¿B-belleza?!
Paso número 2, terminado.
—¿Te rindes?- Dijo la profesora.
Ella baja la mirada tímidamente.
—S-sí… Me rindo.
Kei usó su habilidad «Seducir mujeres» para conquistar su corazón.
—Ella es igual de poderosa que Mei… Será una gran compañera.- Pensó Kei.
Primera chica: «Grisia Churs».
El enamoramiento instantáneo es un efecto de su habilidad, pero funciona mejor cuando Kei coquetea primero con las mujeres y después activa su habilidad.
—Kei, me gustaría comprobar tu fuerza.- Dijo la profesora.
Un círculo blanco aparece frente a ella y un Orco sale de ese círculo.
Los Orcos son monstruos cerdos de 3 metros. Un aventurero de clase A y B puede derrotarlo solo fácilmente, pero los aventureros de clase C, D y E no podrían derrotarlos solos, necesitarían la ayuda de más aventureros.
—Derrota a este Orco.
Las estudiantes se pusieron nerviosas y asustadas. Todas comparten la misma opinión: «Es imposible que él lo derrote.»
—Claro, será fácil.
—¡¡¿Qué?!!- Gritaron todas las estudiantes, excepto Mei, que sabe perfectamente lo que su hermano es capaz de hacer.
Lo que ellas no saben, es que Kei puede derrotar Orcos de un solo golpe, pues desarrolló una técnica para derrotarlos. Después de todo, los monstruos son uno de los grandes problemas en ese mundo, y matarlos les hace ganar puntos de experiencia a las personas. Kei lo sabía, por eso desarrolló una técnica que los mata de un solo golpe, para tener tiempo más que suficiente para matar a una gran cantidad de monstruos, consiguiendo así un gran número de puntos de experiencia.
Kei no podrá derrotar a Fravi sin ayuda, es por eso que Kei se empeñó tanto en crear esa técnica, pues le permitiría ganar una gran cantidad de puntos de experiencia para sus esposas, volviéndolas poderosas en un corto periodo de tiempo. Algo tramposo, pero necesario para la supervivencia.
—Magia de fuego…
El Orco intenta atacarlo, pero Kei salta y lo esquiva. Estando arriba de él, Kei observa la cabeza del Orco y prepara su puño, que comenzó a rodearse de fuego tan rojo y brillante como la sangre. Un fuego que no parecería tan poderoso debido a su color, pero lo era, y lo suficiente para volver cenizas a un monstruo.
—Incineración: Golpe «infierno».
Golpea al Orco en la cabeza y una gran cantidad de fuego comenzó a rodear al Orco. Un fuego tan ardiente, que incluso la mayoría de las estudiantes tuvieron que cerrar los ojos y alejarse, pues sentían que se estaban quemando vivas.
Comienza a gritar del dolor y las estudiantes observan con asombro a Kei. Ellas están lejos de lograr algo como lo que Kei logró. Podrán pertenecer a la clase S, pero Kei ha recibido clases privadas por parte de su madre desde que era un pequeño niño, clases privadas que son incluso más duras que una clase S, y Kei sobrevivió a eso.
Mei no se queda atrás. Ella está sonriendo mientras cruza los brazos, admirando el logro de su querido hermano, sin inmutarse por el calor. Al igual que Kei, Mei también sobrevivió a los entrenamientos de Sei Molfer, volviéndola un monstruo con forma de niña.
La profesora simplemente sonríe al ver eso.
—Perfecto.
Cuando Kei aterriza en el suelo, el Orco se vuelve polvo y se dispersa.
Kei creó un ataque que puede matar a los monstruos fácilmente. Le tomó 8 años crearlo. También funciona con personas y objetos, pero el poder mágico que gasta, depende de la resistencia del cuerpo y los puntos de vida. Es un ataque que no puede usar con cualquier enemigo, pues sería confiarse demasiado, lo que podría provocar su muerte.
—Listo, profesora. ¿Me subirá puntos por esto?
—Vaya, vaya. Los rumores son ciertos. Eres igual de poderoso que tu madre.
—No, mi madre es más poderosa… ¿Puedo tomar asiento?
—Claro.
Kei y Mei se dirigen a su mesa.
Se sientan juntos y Grisia se para al lado de Kei.
—¿P-puedo preguntarte algo?
Grisia está bastante nerviosa y sonrojada. La habilidad «Seducir mujeres» provoca eso. Kei las enamora al instante, pero solo es eso. El enamoramiento no las hace sentirse nerviosas ni nada por el estilo, simplemente las hace sentirse atraídas hacia Kei. Ella se comporta de una manera nerviosa porque así se comporta ella cuando está cerca de la persona que le gusta.
—Claro.
—¿C-cómo te volviste tan poderoso?
—¿Cómo…? Bueno, entrenando, obviamente.- Dijo sonriendo.
—Entrenando hasta que la loca de nuestra madre nos permitía ir a cenar y dormir.- Dijo Mei.
Sí… Entrenando… Y demasiado.
•
•
(Tiempo atrás.)
Kei, de 4 años, estaba en un bosque, solo y preparado para lo que venía. El entrenamiento de su madre no le bastaba, así que él buscó maneras de volverse poderoso. El entrenamiento es básico, pero si quiere mejorar su estatus, debía obtener puntos de experiencia. Debía derrotar monstruos.
—Si quiero mejorar, debo conseguir puntos.
A pesar de su corta edad, Kei se sentía listo para derrotar monstruos débiles y subir poco a poco la dificultad. Su enemigo es una Diosa, un Dios verdadero. Derrotarla con el poder del amor y la amistad no funcionaría, Kei lo sabía a la perfección. Era demasiado optimista pensar que la derrotaría confiando 100% en el poder de sus esposas. Él debía volverse más poderoso que cualquier otro aventurero de clase S. Más poderoso que su madre. Tan poderoso, que sería capaz de darle pelea a una Diosa.
Kei confiaba en las palabras de Zius, por eso excedió los límites de su cuerpo para volverse poderoso. Él debía volverse poderoso, entrenar mucho más que antes, volverse más poderoso y aumentar la dificultad de sus entrenamientos. Una rutina que solo se volvería más dolorosa con el paso del tiempo, pero necesaria. Sus enemigos no solo es una Diosa, son las héroes y un Rey Demonio. Kei debía sobrevivir hasta llegar a la pelea final, y para sobrevivir, debía volverse poderoso, y entre más temprano comience, más tiempo tendrá.
Un grupo de duendes se dirigieron hacia él.
—Los duendes son débiles… No recibiré muchos puntos… Espada de fuego.
Una espada hecha de fuego apareció en sus manos.
—Comencemos.
Los duendes intentaron atacarlo usando navajas, pero la espada de Kei se alargó y se alejó de los duendes.
—Remolino.
Mientras que la espada se alargaba, Kei comenzó a dar vueltas.
La espada de Kei mataba rápidamente a los duendes, partiéndolos a la mitad y sin darles tiempo de escapar, saltar o agacharse.
Los duendes son demasiado débiles, pero una persona normal no podría matarlos fácilmente.
—Usando «Puntos dobles», podré mejorar rápidamente.
Desde pequeño, Kei se dedicó a despejar mazmorras de clase B, C y D. Estudió a los monstruos para descubrir sus puntos débiles y poder matarlos sin problemas. Creó hechizos que le permitieran derrotarlos sin problemas.
Su madre lo entrenó desde pequeño, por eso se volvió más fuerte y ágil.
Y después de más de 8 años de entrenamiento, se volvió más poderoso que su madre, aunque solo en cuanto a su estatus se refiere. Gracias a «Puntos dobles», él puede mejorar rápidamente.
Su estatus actual es:
Kei Molfer.
Poder mágico: 508019/508019
Fuerza: 908
Edad: 12 años
Inteligencia: 308
Agilidad: 807
Puntos de vida (hp): 70692/70692
Poder divino: Ninguno
Trabajo: Estudiante
Él es el héroe más débil, pero ahora que es más poderoso, podrá enfrentarse a enemigos más poderosos, ganando más puntos de experiencia que antes.
Kei recibe pocos puntos al derrotar duendes y monstruos débiles. Por obvias razones, los enemigos más poderosos dan más puntos. En el interior de una mazmorra de clase A, hay monstruos más poderosos que un Orco. Kei ahora se siente preparado para entrenar en ese lugar.
Aunque nunca será capaz de alcanzar incluso a la héroe más débil con solo entrenar. El ritmo de crecimiento de las héroes es mayor de lo que Kei imagina.
•
•
(Pov- Profesora.)
Las órdenes son claras y precisas. Convencer a Kei Molfer o matarlo. Viendo sus habilidades, estoy segura de que puedo derrotarlo, pero admito que no será una pelea fácil, Kei es poderoso a pesar de ser un hombre.
No debo bajar la guardia con ese chico.
Convencerlo podría ser fácil, considerando que los hombres son repudiados y discriminados en este mundo humano. Si le ofrezco tener poder sobre las personas, estoy segura de que aceptará. Sei Molfer es una manipuladora, que quiere que todos estén bajo sus pies. Si Kei es igual a ella, solo debo ofrecerle poder en el infierno. Aparte, Kei es bastante lindo, Desmolfer podría intersarse en él… ¿Eh? Qué raro… ¿Qué es lo que acabo de sentir? ¿Por qué me enojé?
Eso fue raro… No importa.
Kei es un espécimen raro, único en el mundo. Un hombre poderoso a una muy corta edad. Desmolfer definitivamente estará interesada en él. Si le entrego a Kei Molfer, mi rango subirá y dejaré de ser una simple informante… ¿Eh? ¿Volví a sentirme enojada? No entiendo… Creo que los efectos de la medicina están terminando. Afortunadamente, la hora del descanso pronto comenzará. Después de convencer a Kei, iré a casa y mataré al bebé que tengo encerrado, aunque posiblemente ya esté muerto porque lo dejé en el sótano hace una semana. Verlo al menos me tranquilizará y me permitirá seguir conviviendo con estos asquerosos humanos.
•
•
Kei y la profesora intercambiaron miradas y una pequeña chispa de nostalgia los invadió a ambos.
La profesora siguió dando clases y Kei siguió tomando notas, pero ambos compartieron un mismo pensamiento: «¿Ya nos conocíamos?»
•
•
Las primeras clases terminaron y las estudiantes están agotadas.
Estar en la clase S no es fácil, al menos no para Mei y las demás.
—Me duele… la cabeza…
Mei también está agotada, pero Kei no lo está, pues está más que acostumbrado a estudiar, incluso en su vida anterior disfrutaba mucho de la lectura y del estudio, más que nada porque competía con Cris, su mejor amigo, para ver quién sacaba mejor nota en sus exámenes.
—Por eso te dije que deberías de estudiar más.
—Eres increíble, hermano. ¡Cada día te admiro más!
—Tú también eres increíble, hermana. Vamos a comer algo.
—¡Vamos!
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