¡¿Soy una maldita loli?! - 10
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- 10 - Capitulo IV: Veamos quien se atreve a meterse con esta loli rabiosa
Cuando llega el amanecer al día siguiente en la Ciudad portuaria, desde la casa del Gobernador salen gritos muy alemanes que ensordecen a quien pasa por la calle, cerca del edificio más importante de la ciudad y que está fuertemente custodiado por soldados con extraños uniformes.
Una enorme águila sosteniendo entre sus garras una cruz adorna en una bandera que sobresale de las ventanas del edificio.
Lo que más llama la atención de los transeúntes, es la apariencia racial de los que protegen el sitio y los subordinados más cercanos al Gobernador.
Nadie imagina que esa gente es la causante de la mayor guerra de la historia del anterior mundo al que pertenecieron.
Rudolph golpea una y otra vez la mesa, mientras su círculo personal lo observa expectante:
Rudolph: “Imposible que dos amarillos hayan tenido la suerte de vencer a esos tres inútiles. Los subestime demasiado, como subestime a los británicos, americanos, italianos, franceses…malditos infelices!!” — se acerca a la ventana
Dorialice: “Herr Fuhrer, no debe tener motivos para enfurecerse, ellos han cumplido bien su misión. Ya están en la mazmorra, infestada de criaturas y redes de túneles imposibles de cruzar, aunque llegasen donde está el golem, nunca regresaran por el camino original” — exclama con firmeza y levantando sus anteojos con el dedo anular
Rudolph: “Claro…claro…si, si. Porque una vez maten al Golem, la red de túneles se reiniciara, y no podrán escapar nunca más. Brillante Fraulein, brillante! Por algo eres mi mano derecha!!” — festeja con una sonrisa
Dorialice: “Estoy para servirle mi Fuhrer”
Rudolph: “Dígame algo, Fraulein. Ellos…cuando van a llegar?”
Dorialice: “Viendo en la agenda, diría que estarán aquí dentro de dos semanas. Recuerde mi Fuhrer, que ellos se han ido al Este con un pequeño batallón de quinientos hombres a tomar la ciudad de Xeongxiao, y hay unos doce mil hombres protegiendo el lugar. Les llevaría apenas una semana conquistar el lugar, y otra semana en llegar aquí con los carros de combate”
Rudolph: “Perfecto, aunque solo requiero que ellos siete vuelvan, nada más”
Dorialice: “Blaz innovak. Coronel del Sector Puerto. Ex capitán de una de las flotas de Alemania durante la Segunda Guerra mundial. Experto en mar, y actual líder del proyecto, Destructor naval. Un genio en nado, e instructor del equipo de buceo” — lee el expediente de cada oficial de mayor rango de Hitler
Rudolph: “No tiene rival alguno en el mar, inclusive lleno su uniforme de éxitos marítimos en el Norte de Europa” — exclama con orgullo
Dorialice: “Brum Hold, Comandante de la Ex SS, Oficial de altísimo rango considerado de los más importantes. Experto en manejo de información”
Rudolph: “El primer Comandante de la SS, magnifica lealtad” — sonríe levantando sus manos
De repente la puerta se abre con un fuerte chirrido, entrando una joven muy atractiva muy entusiasta, portando en sus manos escobas, y cubierta de harina en sus hombros y cabeza:
Dorialice: “Beatrice…cuantas veces…debo decirte…que no interrumpas las reuniones con el Fuhrer?!” — la reprende molesta por su actitud
Sin embargo Rudolph no parece importar tales cosas triviales, inclusive la consiente diciéndole mientras le quita la harina de los hombros:
Rudolph: “Ya ya pequeña, por algo viniste, cierto?”
Beatrice: “Si si Herr Fuhrer…”— mira a Dorialice burlándose
Dorialice: “Maldita tabla…”— exclama furiosa
Beatrice: “Alfa tetona…”— le responde con una vena en su frente hinchada
Dorialice: “Detecto envidia?” — se toma sus pechos con una sonrisa— “Deberías conocer tu lugar enana simplona…el Fuhrer tiene prioridad y esta, es muy importante…”
Beatrice: “Por supuesto, pero dudo que usar uniforme apretado tenga que ver con la reunión…o a caso su cerebro está en tus pechos?”
Dorialice: “Maldita moco…”— llega a tomar su arma de fuego en la parte trasera de su pantalón
Rudolph: “Ya ya chicas, no sigan discutiendo, al final tenemos datos importantes. Y es imperioso que aumentemos nuestra mano de obra con Goblins…no les parece? Porque las minas se están vaciando, todos los niños de la Ciudad al final no resultaron ser la mejor opción. Mejor someter a criaturas fuertes y ciudadanos de otros territorios. Todo sea para crear el arma definitiva, y cumplir con mi designio divino…CONQUISTAR ESTE MUNDO!! Y SOMETER A MI SEÑORA PARA QUE POR FIN ME RECONOZCA COMO SU ESPOSO…JAAAAAAJAJAJA!! — ríe a carcajadas mientras sus subordinadas lo observa sonrientes y orgullosas de su líder
***
Dejamos atrás la taberna al día siguiente, y para mi mala suerte le termine contando a Norman mi batalla en el baño. El imbécil acabo estallado de risa y burlándose de mi todo el camino hasta que llegamos a un puente.
Nuestras miradas se centran en la estructura que cruza el Rio. Allí nos encontramos con algo sospechoso e inmediatamente nos ponemos en guardia, yo alzando mis puños y esperando a golpear a alguien, y Norman…Norman…:
Merdithia: “Que carajo estás haciendo?!?!” — le pregunto exaltado
Norman no estaba con su varita, báculo o lo que sea en su mano, sino que está mirando hacia todos los lados y moviendo su mano como trazando un mapa pero desde un árbol al otro.
Entonces se acerca y saca de su manga una fina cuerda de tela, muy larga y casi imperceptible.
Lo miro bastante confundido y solo permanezco en guardia, mientras le digo en voz baja:
Meridthia: “Ts!! Que estás haciendo? Pronto seremos ataca…”
Cuando lo miro con mayor detalle, estaba colocando entre varios árboles unas trampas con la cuerda. En ese momento recordé que es el maldito Oda Nobunaga, el más célebre estratega de la historia Japonesa y si planea algo, será exitoso…al menos eso espero…no me convence demasiado por su rostro esbozando una sonrisa como si fuera un científico loco emocionado por un experimento a punto de fallar…Mierda:
Norman: “Jejeje, es perfecto. Verán quien es el cazador y quien la presa…así como vencí arrolladoramente en la batalla en Okehazama con tan solo un puñado de hombres, serán testigos de mi brillantes militar…trío de idiota ignorantes” — murmura casi como un loco preocupándome mientras lo observa con desagrado
Norman termina de colocar la última cuerda, y rápidamente corre hacia mí, me levanta del abdomen para mi sorpresa, y corre conmigo hasta unos arbustos:
Meridithia: “Que demonios hiciste?” — le pregunto desconfiado
Norman: “Sh…solo observa” — le susurra
Sorprendentemente tres sujetos se acercan por el camino principal, y muerden el anzuelo, acabando en la trampa y enredados por las casi invisibles cuerdas que se encontraban por doquier gracias a la sabiduría de Norman, o debería decirlo, pero resulta que todas han sido cortadas fácilmente mientras están en el suelo desesperados por zafarse.
Cuando mi boca se abre apena, Norman sale de los arbustos y se acerca con rostro de pocos amigos a los perseguidores hasta quedar frente a ellos, y captando su atención:
Norman: “Nombres…clase…y porque nos están siguiendo?” — les exige con notable molestia
“No te interesa…”— le responde escupiéndole los pies a Norman
Norman: “Oh, enserio?” — Levanta su mano mostrándoselas— “Enserio jugaremos este juego tan lamentable?” — pregunta mientras su mano es envuelta en un fuego intenso
“Yo…yo soy Claustro Snaufer…soy arquero humano…y…nos contrataron para matarlos” — exclama intimidado por la muestra de poder de Norman
Por detrás de Norman me acerco emanando de mi cuerpo una fuerte aura roja como el fuego, mis ojos se intensifican con ira, y una sonrisa diabólica se dibuja, causando pavor entre los tres sujetos que aparecieron para matarnos:
Meridithia: “Díganme…ustedes tres valoran su vida…cierto?” — pregunto tronando mis dedos preparado para molerlos a golpes
Norman: “Espera Meri, necesitamos respuestas. Debes ser buena estratega y plantarles ca-“
Uno de los sujetos le vuelve a escupir en el pie a Norman y con una sonrisa burlona exclama:
“No nos intimidan, idiotas…”
Lejos de su consejo Norman me entrega su báculo, se acerca al tipo hasta quedar cara a cara.
La tensión se recrudece increíblemente, mi piel se da cuenta de que algo ocurrirá pero es Oda Nobunaga, el tipo tiene las cosas bajo control, siempre…bueno eso es soñar, porque sin aviso previo, Norman comienza a golpear a quien lo escupió ya dos veces.
Primero golpeándolo con un puñetazo en la mejilla izquierda, luego tomándolo del cabello y acercar la rodilla contra la nariz rompiéndosela mientras lo maldice una y otra vez:
Norman: “A quién crees que le escupiste? Estúpido infeliz! Soy el jodido…Oda Nobunaga!! Bastardo hijo de p…”— grita como loco mientras por detrás trato de contenerlo a duras penas con mi pequeño cuerpo y fuerza monstruosa.
A pesar de hacer retroceder al descontrolado Norman, este continúa agrediendo al tipo inclusive con patadas al rostro.
Después de un rato calmándolo, me acerco a los tres sujetos con rostro de niña buena y los muelo a golpe a los tres. Luego los alineo al frente, con sus rostros hinchados, sangrando y muchos dientes colgando de sus bocas, se inclinan ante mí disculpándose, pidiendo clemencia y extrañamente llamándome, “Hime”. Malditos degenerados.
Norman regresa, completamente calmado y algo culpable por su actitud. Sin embargo le digo sin mirarlo:
Meridithia: “No digas nada, ya sé que eres Oda Nobunaga, y bla bla bla…así que solo mira como lo hace alguien que comandaba las calles de Tokyo en el siglo XXI” — centro mi mirada en los tipos y en tono pandillero exclamo— “Muy bien parda de idiotas! Será mejor que respondan, o hare que sus traseros sienta mis patadas. Y sus rostros la crudeza de mis puños. Quien los contrato y porque!! Me importa una mierda como se llamen, y que clase son. Van a decirme quien dio la orden de matarnos, o seré yo quien los mate, esta claro?!?!?!” — les grito agresivo causándoles temor
Al unísono los tres asientan con la cabeza y el que está en el centro exclama:
“Somos simples asesinos y nuestro patrocinador es el señor Rudolph, Gobernador…”
Meridithia: “Ese bastardo hijo de su madre austriaca!! Lo matare a golpes” — exclamo enfurecido con el Fuhrer
Norman: “Tenemos algo que hacer antes, no podemos ignorarlo”
Meridithia: “Prefieres cumplirle el capricho?”
Norman: “No, sino buscar una excusa para encontrarnos con él. No podemos aparecernos así sin más, por eso si tenemos la piedra núcleo del Golem, podremos verlo y no armar un escándalo o guerra. Es la mejor opción que hay”
Meridithia: “Buen punto. Entonces” — dirijo mi mirada a los tres asesinos— “Nos ayudaran?”
Ninguno responde, y ante esa negativa, Norman se acerca sospechando de algo:
Norman: “Meri…ayer tuviste un altercado en el baño, verdad?”
Meridthia: “Si…y cual hay?” — respondo algo avergonzado
Norman: “Pues, digamos que frente a ti están los tres culpables de envenenar tu comida y enviarte con diarrea al baño”
Meridithia: “Queeeeeeeeeeee?!?!?!” —mi expresión se torna aun más agresiva que antes al punto de explotar en cualquier momento
Los tres asesinos miran con cada vez más temor, uno de ellos señala a su aliado más próximo, mientras el otro señala al delator, y así hasta quebrar su organización, con simples palabras Norman había causado discordia entre ellos, un poder llamado inteligencia y astucia que es aterradora en la persona indicada:
Meridithia: “Como supiste eso?” — pregunto mientras observo como los tres sujetos pelean entre si
Norman: “Me mantuve en alerta inclusive cuando nos entregaron la comida. Y como tengo capacidad regeneradora, la comida envenenada no e hizo nada. A ti en cuestión diría que te otorgo resistencia al veneno, cierto?”
Meridithia: “Es curioso que lo digas, y vaya manera de lograr un skill. Entonces que haremos con estos tres idiotas?” — exclamo extrañamente tranquilo
Norman: “Hey… díganme…saben donde se encuentra las montañas donde vive ese golem?”
Claustro se pone de pie ante la vista de todos y exclama con voz temerosa:
Claustro: “Nundfa fuedon montadias sedor” — sus heridas faciales hicieron que le costase hablar—
Norman: “Disculpa?” — pregunta sorprendido
Claustro: “No edan montadias, sino mazmorras”
Meridithia: “Esto no me agrada para nada. Se supone que las mazmorras son lugares peligrosas. Además casi nadie sale con vida, a menos que seas nivel alto, y esta Misión tiene un Rango bastante alto. E-Espera un momento…no pensaras en reclutar a más personas no? Alguna mujer con la cual querer…PERVERTIDO!!!” — Salgo corriendo lejos del degenerado
Norman: “…N-No te lo voy a negar…pero…esperaaaaaaaaa como llegaste a esa conclusión tan clicheeeeeeeee!! — me grita intentando alcanzarme sin éxito
Con la situación en calma, me acerco a Claustro con rostro serio, portando una bolsa con monedas de plata que debería entregarle a la Oneesan del Gremio por la Mesa, para mi pesar debiéndole dinero aun por un par de destrozos que sin querer cause un par de ocasiones…
***
Mientras tanto en el gremio…
La Oneesan Ashley quien está trabajando junto con las demás camareras, estornuda:
Carmilla: “Salud” — se acerca y le pregunta— “Te sientes bien?”
Ashley: “Si si, es que siento que alguien pensó en mi…”— aprieta con fuerza su puño— “Solo espero no sean en vano…”
***
Habían pasado varios minutos desde que logramos convencer a los asesinos de guiarnos hacia la Mazmorra.
Y durante cinco días caminamos ininterrumpidamente solo alternando descanso, y comida. Hasta que al fin llegamos a una cueva con un círculo mágico funcionando al frente. Cualquier persona jamás podría entrar, puesto que ese círculo mágico funciona como barrera que impide entrar a los de menos rango y nivel.
Sin embargo me surgen preguntas sobre cómo podemos cruzar si no tenemos ni el rango ni el nivel requerido
Así que Norman se acerca a la Barrera, y posa su mano derecha sobre tal hechizo, recibiendo una leve pero agresiva descarga de magia eléctrica:
Norman: “Entonces esos rumores eran cierto. No todas las mazmorras son para todos” — esboza una sonrisa diabólica
Meridithia: “Oh dios, aquí vamos de nuevo” — lo mira junto con los tres asesinos, mostrando expresiones de sentir vergüenza ajena
Norman: “JAJAJA!! Yo soy el gran Oda Nobunaga” — ríe a carcajadas diabólicas
Mientras me reúno con los tres tipos formando un círculo:
Claustro: “Enserio usted viaja con él?” — pregunta en voz baja
Meridithia: “No me den una razón más para poder llorar”
Norman se calla unos momentos, y regresando a la normalidad exclama:
Norman: “Listo…”
Nos volteamos a mirar, y vemos como Norman ha trazado una línea hecha con runas escritas.
Al transcurrir los segundos, la forma del círculo mágico se va modificando cada vez más. Desde la parte más baja del hechizo se comienza a doblar como papel, de una manera muy sencilla, hasta doblarse a la mitad.
Norman se acerca al círculo mágico y pasa por el sector bajo libre del hechizo, se voltea y me dice mientras señala que avance:
Norman: “Vamos, el contra hechizo rúnico, no durara mucho”
Me apresuro y entro a la oscura mazmorra, mientras los tres sujetos nos miran.
Norman les señala que permanezcan en la entrada para impedir el paso o cualquier movimiento extraño, y que los está vigilando llevando sus dos dedos a los ojos y regresándolo a los tres asesinos.
Tras entrar a la cueva donde túneles de decenas de kilómetros se cruzan entre sí, y solo una ruta lleva al Golem, el dúo avanza a través del oscuro lugar.
A medida que avanzamos, nuestros ojos ya no logran avistar los pasos, inclusive a la mínima caída ya es sinónimo de perdición.
Para poder ver mejor donde caminan, Norman extiende su mano y una bola de fuego es creada gracias a su afinidad elemental.
Norman mira al frente como se va aclarando la vista y rápidamente su expresión se torna nerviosa, tensa y con una sonrisa forzada exclama:
Norman: “Estamos jodidos…”
Decenas de criaturas, osos demoniacos, lobos negros de las profundidades de la tierra, pequeños golems de tierra y huesos, y varios pequeños duendes, bien armados y listos para asesinar. Todos ellos no superan el Rango C, pero en números altos son demasiado peligrosos.
La situación forma una bella sonrisa feliz en mi rostro y sin contenerme exclamo:
Meridithia: “Comencemos con la Misión…”— choco mis nudillos entre si y esbozando una maquiavélica sonrisa termino…—“LE PATEARE EL PUTO CULO AL BIGOTON!!”
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