¡¿Soy una maldita loli?! - 11
Capitulo V: ¡Demonios eres un maldito Genio!
Varios días después…
La maldita mazmorra está repleta de animales y criaturas grotescas, pero no son rivales para mis puños de loli rota.
Uno tras otro sufre mi furia, mientras Norman invoca bolas de fuego y los lanza contra insectos de nivel bajo, lobos de nivel casi bajo, y algunos golems, complementándonos al mismo tiempo.
Sin embargo, ambos somos ofensivos, sería un verdadero problema encontrarnos con la situación de que alguno de los dos sufra una herida. Por eso me volteo y le recomiendo:
Meridithia: “Norm…WAAAAAAAAAAAAAHHHH!!”
Cuando intento dirigirme hacia Norman, me encuentro con su rostro cerca del mío asustándome:
Meridithia: “Maldito idiota!! ¿Qué crees que haces? ¡¿¡¿Quieres darme un infarto?!?! ¡¡Maldito tarado!!”
Norman: “Wo wo wo, calmate!! Pensé que lo mejor es mantenernos juntos, ya que no somos curadores”
Meridithia: “Entonces lo pensaste antes que yo? Tsk! ¿Digno del estratega Oda Nobunaga” — piensa con una sonrisa— “Bien…que dices si nos deshacemos de estos idiotas?”
Norman: “Es una gran idea…”
Entre el fuego de la magia de Oda, y mis violentos puños, nos abrimos paso hacia las criaturas que caen como fichas de dómino, y automáticamente nos otorgan experiencia.
Durante unos días, pudimos reunir mucha experiencia, al punto de que yo incremente alrededor de 4 niveles, mientras que Oda apenas 2.
Aun me falta mucho por comprender este mundo, y una de esas cosas es la del sistema de niveles…
***
Mientras tanto en el atardecer que llega a la ciudad portuaria…
Rudolph mantiene una extensa reunión en la oficina junto con sus oficiales.
Durante varias horas discuten sobre las campañas en oriente y la necesidad de más mano de obra:
Rudolph: “Es imperioso que ese cañón esté listo, cuanto antes”
Dorialice: “Por supuesto mi Fuhrer, solo debemos encontrar más aldeas y puebluchos, allí se esconde mucha mano de obra” — levanta con su dedo índice los anteojos
Rudolph: “Dígame Fraulein…”
Dorialice: “Si, Herr Fuhrer?
Rudolph: “Cuanto tiempo se estima la llegada de ellos?”
Dorialice: “Diría que un par de días. Y traen consigo unos trescientos esclavos, entre ellos más de la mitad son niños” — exclama indiferente
Rudolph: “Oh, excelente. Cuanto más niños mejor, o no…Marco…Shtaofemberg?” — mira con tono de burla y sonrisa de satisfacción
Marco: “Si…mi Fuhrer…”— responde serio pero intranquilo
Rudolph: “Te conviene que sea así. O tu querida hija dejara de comer, vivir, y vestir bien”
Marco: “Tsk! Bastardo hijo de puta…”— piensa con odio
Rudolph: “Quien diría que te encontrara por aquí, y además con esposa e hija. Aunque es una pena que ella muriera tan joven, dejándote como padre soltero. Una verdadera pena”
Marco: “Maldito…”
Después de fallar en uno de los atentos más importantes contra Hitler, en su anterior vida, Marco fue ejecutado, y enviado hacia ese mundo de fantasía, donde pudo encontrar una esposa y formar una familia, con una hija, y un hogar lleno de paz. Pero todo eso cambio cuando Hitler llego a aquel mundo, y puso todo de cabeza, cubriéndolo todo de guerra e infelicidad, todo eso en apenas cinco años.
Para evitar que Marco se subleve, el Fuhror mantiene cautiva a la pequeña Eubrilde, mientras que el paradero de su madre es un verdadero misterio que ni el mismo Hitler sabe.
La tensión aumenta a medida que Rudolph se burla cada vez más de Marco.
En un arrebato de ira, Marco se levanta para golpear a Rudolph, pero la mano derecha del Fuhrer, Dorialice, detiene su movimiento y una intensa aura que la rodea, doblega las intenciones del oficial, haciendo que regresa al asiento.
Entre los oficiales, una mujer hermosa de cabello dorado interrumpe el ambiente con unas palabras sabias pero que para el Fuhrer representan rebeldía:
Ershia: “Si hay tiempo para estas tonterías, también deberíamos vigilar los pasos de los enemigos en el bosque, ¿no lo creen?”
Rudolph: “Tienes toda la razón…maldita…Ershia…Rommel”
Beatrice: “Opino como mi amiga Ershia de grandes pechos a quien quiero más que la descerebrada de Dorialice” — alza su voz mientras levanta la mano
Rudolph: “Jajaja, me parece muy bien Beatrice”
Dorialice: “Maldita enana plana” — responde ofendida
Beatrice: “¿Oh, te ofendí? Ershia es tetona, pero más agradable que tu”
Dorialice: “Para que sepas…los pechos de Ershia tiene dos centímetros menos que los míos”
Dorialice se acerca a Beatrice y la empuja con sus grandes pechos:
Beatrice: “Esos dos centímetros menos deben ser de cerebro porque no has hecho o dicho nada inteligente” — le responde con una sonrisa burlona
Dorialice: “Te matare!” — la mira amenazante
Rudolph: “Ya chicas. Ershia tiene mucha razón, tenemos mano de obra Goblin por explotar en el bosque, podríamos enviar un grupo de captura”
Dorialice: “Es una idea brillante mi señor”
Rudolph: “Ershia…”
Ershia: “Señor?”
Rudolph: “Serás capitán del grupo, ve y trae a esos Goblins”
Ershia: “Si señor” — responde firme y luego se marcha para reunir a las tropas
Siguiendo a Ershia, Marco y Beatrice se retiran de la oficina de Rudolph, dejándolo a él con Dorialice:
Dorialice: “Mi fuhrer, que es lo que hará con la cena para Draconia?”
Rudolph: “Quiero que sea todo perfecto…tenemos dos semanas para ellos. Así que todo debe salir más que bien”
***
Horas más tarde, muy cercano a la Noche…
Los Goblins se reúnen para comer, y conversar sobre la información que durante días habían reunido.
Para abarcar más terreno, Qorglor decidió separarlos en grupos. Esto los llevo a no solo recolectar información, sino también rumores y ciertas frases provenientes de los mercaderes que iban y venían de la ciudad, aunque el resultado final era siempre el miedo que causaban entre los humanos que provocaba su huida, e información incompleta.
Pero para Qorglor fue más que suficiente:
Qorglor: “Muy bien, entonces que han descubierto? Equipo uno?”
Sextap: “Emm…creo que tu eres el capitán de ese grupo”
Qorglor: “Oh, enserio?….” — se detiene unos momentos para pensar— “Oye, es cierto…creo que eramos el cinco…”
Sextap: “Pero si solo son cuatro equipos…”
Qorglor: “Mierda…bueno ya ya…”— cierra sus ojos, coloca su dedo índice en su cabeza y piensa por unos breves momentos— “Recolectamos información cerca del agua, y eran solo tonterías sobre un país debajo del mar y muchas tonterías de esas. Pero hubo algo raro, y es que mencionaron sobre cargamento humano que estaba de camino”
Al oír eso, Antonio se pone de pie y exclama mostrando su preocupación por la información obtenida:
Antonio: “Cargamento humano? Te refieres a esclavos proveniente de los pueblos aledaños?”
Qorglor: “Sabes que no te entiendo ni mierda verdad? Pero creo que si…deben serlo”
Antonio: “Me da curiosidad…como es que consiguieron información tan cerca de los humanos?”
Qorlogr: “Pues…usamos vestido de mujer que teníamos cuando asaltábamos aldeas”
Antonio: “Entonces…”
El goblin se voltea y mira con desagrado a dos de sus compañeros con faldas largas y sostenes puestos:
Antonio: “Por eso están vestidos así…”
Uno de los Goblins se percata de la mirada del inteligente Goblin, levanta un poco su falda y le dice de forma coqueta:
Swalloski: “Estamos a la moda…te gusta?”
Antonio: “Ya…dejen eso…es demasiado perturbador”
Qorglor: “Dejen las estupideces. Solo eso conseguimos de información. Ahora equipo dos…?”
Sorx interrumpe la reunión con gritos exhaustos. Para evitar sorpresas, dos Goblins fueron apostados cerca del límite del bosque y la carretera humana, y así vigilar que no haya intrusos.
Sin embargo, Sorx llega apresurado y con noticias criticas:
Sorx: “Qorglor…se acercan…”
Qorglor: “Quien? Nuestra señora?”
Sorx: “Ellos…”
Quaix: “Ellos? Nosotros?
Sorx: “No!! Idiota!! Viene un batallón de al menos cincuenta humanos armados y marchando!!!!!”
Qorglor: “Que?!?!?! Imposible!!”
Sorx: “Están a un kilometro, pero no tardaran en llegar”
Swalloski: “Que haremos? No podremos hacerles frente”
Antonio: “No creo que hagamos frente usando falda…”— responde en voz baja con desagrado
Frente a la incompetencia de sus compañeros, Antonio decide por fin ser de ayuda:
Antonio: “Qorglor…me permites?”
Qorglor: “Sabes? Nosotros seremos Goblins, pero solo sabemos matar. Si tienes en mente algo mejor, hazlo sin mi permiso”
Antonio: “Muchas gracias” — sonríe agradecido— “
El grupo lo observa y escucha sin emitir un solo sonido.
Antonio le explica a cada uno su plan, y cuan precisos deben ser, no solo en ejecución, sino también en tiempo, ya que este se acorta cada vez más, aun sabiendo que se acercan a gran paso.
***
Cuando Antonio acaba la explicación, todos ponen manos a la obra, y se dispersan en pequeños grupos.
Qorglor, quien solo sabe cortar, machacar, desmembrar, se muestra algo reacio a usar inteligencia en una confrontación, pero aprendió a confiar en Antonio, a pesar de verlo como un retrasado su capacidad creativa es mucho mayor. Así que desde su perspectiva, la situación está en buenas manos:
Qorglor: “Espero que podamos vencerlos”
Antonio: “Igual yo…”
Qorglor: “Estoy seguro que podremos vencerlos…tu los vencerás sin duda…”
Sorprendido por las palabras de su líder, Antonio se inclina ante él, mostrándole el respeto que le tiene a pesar de ser considerado constantemente un idiota, pero muy importante para las relaciones con su señora:
Antonio: “Muchas gracias Jefe…”
***
El grupo nazi se adentra finalmente al bosque, completamente armados con espadas y ballestas, pero entre ellos hay dos o tres que portan armas experimentales, similares a las que se utilizaban en los años 40 en el mundo anterior.
Debajo de sus pies y de casi forma imperceptible, se encuentra una fina cuerda sensible al tacto. Cualquiera que la empuje sufriría las consecuencias. Sin embargo, uno de los torpes soldados empuja sin querer esa cuerda, haciendo que llueva sobre sus cabezas decenas de troncos duros y filosos.
Varios de estos troncos hieren a cuatro nazis, y asesinan a otros seis.
A lo lejos y entre las ramas de los enormes arboles, Swalloski observa como los enemigos entran en confusión:
Swalloski: “Muy bien, la trampa numero 1 tuvo éxito. Qorglor, tu turno”
Frente al árbol donde se encuentra Swalloski, el jefe del Grupo, Qorglor, observa las indicaciones algo complejas y que solo entre ellos se entienden, provenientes del Goblin:
Qorglor: “Trampa 1 salió bien. Que venga lo siguiente. Me escucharon, parda de idiotas?! No me decepcionen!!!”
Debajo del árbol, un pequeño grupo de Goblins portan honderas bastante grandes, y como munición usaran nido de avispas y abejas:
Qorglor: “Esperen…esperen!!” — mantiene su brazo en alza pero sin dar la señal
Los soldados restantes avanzan, bajo el comando de Ershia Rommel, uno de los oficiales más importantes de Hitler.
Cuando la Oficial se adelanta aun más, Qorglor da la señal para atacar. Uno de los puntos clave del plan es acabar con los soldados pero capturar a la oficial y así obtener más información, y de mayor importancia.
Entonces los globlins arrojan los nidos hacia arriba, a una gran altura, para que caigan sobre los soldados. Pero al momento que impactan estos no se inmutan, y continúan avanzando:
Qorglor: “Que carajos?!?!” — se voltea y da la señal de fracaso a Antonio
Con el fracaso de la segunda trampa, llega el momento de la próxima trampa. Aun mas presionados, Antonio se da vuelta y se dirige a dos de sus compañeros vestidos de señorita:
Antonio: “Oh dios, porque acabe con esta pequeña unida?” — se lamenta avergonzado
La trampa es interrumpida cuando desde arriba cae un objeto redondo, e inmediatamente explota a pocos metros de ellos, pero enviándolos por la fuerza de la explosión contra el suelo.
Entre los arbustos llegan los soldados nazis junto a su capitán Rommel.
El enfrentamiento cuerpo a cuerpo es inevitable, así que los apenas doce Goblins atacan con sus espadas oxidadas, escudos viejos y apenas armaduras que protegen levemente, contra casi cuarenta soldados bien provistos, y con armas muy afiladas, además de tener uniformes que los protegen de ataques filosos.
La diferencia entre ambas fuerzas es evidente.
El estilo de combate cuerpo a cuerpo y con espadas, es tan superior que fácilmente la mitad de los goblins son desarmados casi sin esfuerzo.
Ni la fuerza sobrehumana, ni la experiencia en combate a muerte de las criaturas son rivales ante el férreo entrenamiento que estaban sujetos los soldados nazis.
La batalla se recrudece, con varios Goblins asesinados y otros inmovilizados con amarres de cuerdas, llevados como bestias en carros rumbo a las minas, y no directamente hacia la ciudad.
Durante varios minutos, Antonio se resiste con todas sus fuerzas, varias flechas son arrojadas contra el cuerpo del enorme Goblin, pero continúa tomando la cabeza de los nazis y los arroja contra el suelo y trancos de árbol.
El Goblin logra evitar heridas graves, pero aun así el sangrado hace que pierda gran parte de la fuerza y caiga de rodillas al suelo. Pero su voluntad no merma y arrodillado sigue golpeando a quien se acerque, mientras piensa esperanzado:
Antonio: “Mi señora…vendrá…de eso estoy muy seguro…se arrepentirán…malditos infelices! Yo…no seré buen peleador…seré un retrasado para mis compañeros…pero yo…luchare por ellos!!” — mira a sus dos compañeros que estaban vestidos de mujer, en el suelo y sin vida, luego ve a otro decapitado, y a otro siendo masacrado por varios enemigos que portan lanzas
Y entonces, el miedo de morir cubre por completo el corazón de Antonio, pero mucho mas que eso, es el miedo a que sus compañeros acaben muriendo, sin saber que su señora podría llegar en cualquier momento, o quizás no.
Uno de los soldados golpea violentamente la cabeza de Antonio con la propia maza del enorme goblin, haciendo que caiga al suelo y poco a poco su consciencia se pierda.
Pero antes de perderse, varias imágenes se hacen presentes en la mente de Antonio como si regresasen recuerdos que a su parecer no son de él, pero le es muy familiar, personas, lugares, objetos, y finalmente una pizarra donde se encuentra escrito algo extraño:
Antonio: “E=mc2…que…que signi…fica…?”
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