¡¿Soy una maldita loli?! - 12
Después de casi un mes deambulando por las mazmorras, tanto Norman como yo nos encontramos con nuestro limite. Sin ver la luz del sol durante mucho tiempo y el aguantar los pocos modales de ese idiota que tengo de compañero, me hacen dudar de si podre sobrevivir.
La oscuridad perpetua de los túneles, y los constantes sonidos de monstruos que circulan por las complejas redes de la mazmorra, hacen que esta misión se vuelve tediosa, y hasta podría ir ya a golpear a Hitler en la cara por ser un imbécil abusivo.
Avanzamos sin parar a través de la oscuridad, golpeando a bestias, monstruos, demonios de bajo nivel, haciéndonos paso a través del sitio.
Para evitar perdernos, nos tomamos descanso, extendemos sobre el suelo nuestro único mapa y Norman usa una bola de fuego como luz para descifrar la estructura de la mazmorra, y para nuestro pesar aun falta la mitad del camino.
La expresión de mi rostro es pésimo, aunque lo realmente terrible es la cara de Norman, casi como si su alma saliera por su boca y el tono de piel se empalidece.
No hay nada que hacer, solo resta seguir caminando, así que continuamos nuestro lento pero decidido paso. Luego de unas horas llegamos a una enorme cámara, cubierta por tiendas de campaña adornadas con huesos, tela, pieles, hasta con calaveras de animales, monstruos y humanos.
De nuevo mi expresión no es la mejor. Norman fuerza su vista para ver que sucede más a lo lejos, pero por la oscuridad es casi imposible distinguir.
Entonces crea una pequeña bola de fuego lo suficientemente poderosa para poder alumbrar al otro extremo.
Cuando la arroja ve como múltiples figuras se apartan, pero a medida que se acerca Norman y yo nos damos cuenta que estamos dentro de la base principal de los monstruos:
Meridithia: “No quiero decir nada, pero…”
Norman: “No…no digas nada…lo se…soy un idiota…”
Meridithia: “Me sacaste las palabras de la boca…idiota”
Reconociendo un poco su error, Norman se pone serio y extiende ambas manos de las cuales se forman bolas de fuego:
Norman: “Me haré cargo de ellos…eehmmm…creo que estamos en clara desventaja, considerando que el sitio es cerrado y no podemos ver nada” — dice con un claro temblor entre sus piernas
Meridithia: “Eres Oda Nobunaga, algo se te ocurrirá” — lo miro esperanzado
Estiro mi cabeza para ver el rostro duro de Nobunaga y una sonrisa forzada:
Meridithia: “Te sientes bien?”
Norman: “Jaaaa!! Soy Oda…Nobu…”— se detiene con la mirada fija en los monstruos
Meridithia: “AAAAHHH!! MIERDA!!” — exclamo tomándome la cabeza
Ante la falta de espíritu de Norman, me adelanto unos pasos con mis nudillos chocándose entre si y expulsando una radiante aura propia de mi elemento Luz.
La oscuridad sede permitiéndonos ver que clase de monstruos habitan dentro de la Mazmorra.
Aquellas criaturas resultan ser Goblins, pero de un color Oscuro, sus fauces están cubiertas de pura putrefacción, los ojos son color rojo intenso, y el físico de todos esta deformado mostrándose por ejemplo brazos mas musculosos que otros, algunos tienen dos cabezas inclusive:
Meridithia: “Que mierda son estas cosas?” — pregunto en shock
Norman: “Son Goblins Oscuros, antes eran ordinarios, como Qorglor o Antonio, pero fueron corrompidos por la sangre de los Generales Demoniacos de Antaño. Sus cuerpos y naturaleza se han vuelto retorcidas, a diferencia de los que conocemos, estos son mucho más salvajes y peligrosos”
Meridithia: “Ya veo, entonces…”— extiendo mis brazos— “Lo único que debemos hacer es golpearlos hasta la muerte, y subí aun más de nivel…”
Norman: “Algo así”
Meridithia: “A todo esto…”— miro de reojo a Norman— “Que te acaba de pasar? Estabas muerto de miedo y ahora estas bien?!?!”
Norman: “Jajajaja…ninguna criatura puede vencer mi espíritu” — ríe a carcajadas con orgullo
Meridithia: “Yo diría que con saber que son simples goblins recuperaste su espíritu…eres un idiota perdido” — pienso avergonzado de Norman
Norman comienza a conjurar sus hechizos de elemento fuego para crear bolas llameantes a grandes temperaturas, solo usando las palabras, sin ninguna varita ni siquiera su propio báculo.
Por un momento me había preocupado en vano.
Vuelvo a extender mis manos y respiro lentamente una y otra vez, hasta que centro mi mirada en las criaturas que empieza a avanzar de a decenas, contando un total de setenta de esas criaturas.
La situación me entusiasma tanto que recuerdo las habilidades obtenidas durante estos días. En total tres, pero muy interesantes para usar:
Meridithia: “Muy bien…usemos Primero esta…”— cierro mis ojos y me concentro completamente hasta que una voz en mi cabeza anuncia la activación de la habilidad
“HABILIDAD EJECUTADA: INTIMIDACION”
Entonces mi cuerpo es rodeado por una sombra oscura, y en donde se encuentra mi boca, da forma a unas fauces color rojizo. Mi monstruosa transformación causada por la habilidad provoca temor entre la mayoría de los goblins Oscuros, solo algunos valientes continúan su paso:
Meridithia: “Creo que puedo usar la siguiente…”
“HABILIDAD EJECUTADA: DEMONIO EN MINIATURA”
Sin darme cuenta, mi cuerpo incremento su tamaño hasta llegar a medir cinco metros.
Norman no cree lo que ve y deja escapar sorprendido:
Norman: “Santo dios! Una loli Gigante!!” — grita sorprendido al verme tan enorme y a la vez temeroso cuando me escucha reír como todo un gigante— “Se ha vuelto loco! Jaaaa jajaja!!” — grita entusiasmado
Meridithia: “Tu cállate!” — señalo con mi voz distorsionada por el gigantismo a Norman—“Y ustedes…mueran de una buena vez!!” — señalo a los Goblins que me observan expectantes
Me acerco a los Goblins y lanzo una serie de puñetazos enormes, acabando con varios en el proceso, y provocando que muchos otros huyan despavoridos ante ahora un humano que es enorme como para enfrentarlo.
Por su lado Norman lanza cientos de bolas de fuego, dibujando un paisaje de fuego y rocas cayendo por las explosiones. Ambos no nos digamos cuenta, pero habíamos provocado una masacre.
Después de varios minutos de explosiones e impactos fuertes, mas de cincuenta fueron masacrados, varios otros huyeron solo para no regresar jamás, con sus lideres muertos, si es que los hubo.
Ante nosotros solo una duda queda:
Meridithia: “Hemos acabado aquí, y ya tenemos nivel un poco más alto…pero…”— miro a mi alrededor, entre suelo quemado y pilas de rica que había caído por el derrumbe— “A donde debemos ir…”
Norman: “Yo…creo que…destruí las diferentes entradas” — dice mirando hacia otro lado evitando mi mirada
Meridithia: “A caso eres idi…”— me detengo al ver que Norman se hace el tonto— “Retiro lo dicho…eres un imbécil…”—digo molesto y tomándome de la cabeza— “Se supone que eres el estúpido Oda Nobunaga, como puedes cometer ese error?”
Norman: “Fue un error tonto, lo siento” — se disculpa con una ligera risa despreocupada
Meridithia: “Ahh!! Idiota…bueno…”— reviso mi nivel usando la pantalla con la que llegue a este mundo— “Vaya…Nivel 12?”
Entre la los escombros, escuchamos pequeñas rocas cayéndose, como si un movimiento provocara ese fenómeno:
Meridithia: “Aun queda alguien” — digo en voz baja con seriedad
Norman: “Si…y para ocultarse tan bien, debe ser un maldito Listo”
Nos miramos entre nosotros, y asentando con la cabeza nos damos vuelta, Norman tomando a la criatura por ambos brazos y yo del cuello, apretándolo hasta casi sin dejarlo respirar:
Meridithia: “Tienes agallas bastardo corrupto…”— aprieto con más fuerza
De su pestilente boca sale una petición ahogada:
“P-Pior…fag…vog…peg…dona…mi…vigda”
Meridithia: “He?” — deja escapar sorprendido
Norman: “He?” — su expresión se iguala a la mía
No seria extraño escuchar hablar a un Goblin, pero por la descripción y forma de actual de los Oscuros, nos deja en shock encontrar a uno que si pudiera decir algo.
Llegados a ese punto, le pido a Norman con mi mano extendida que me entregara una cuerda, y con ella ato al Goblin, con mirada asustada sin saber si lo mataremos o no.
Ya que estamos perdidos, no nos queda de otra que interrogar o torturar al Goblin, lo que suceda primero:
Norman: “Bien pequeño gusano, dime todo lo que sepas…que camino tomar, ubicación del Golem, quiero todo…lo harás? O…”— le muestra su mano al goblin como surgen pequeñas chispas
El Goblin asienta varias veces a gran velocidad, producto de la intimidación de Norman:
Norman: “Quiero que me digas la ubicación del Golem Guardian”
Justo cuando el Goblin esta por hablar, mi mente comienza a dar vueltas, el cuerpo se siente pesado. Al ver esto, Norman se acerca preocupado y me pregunta como estoy, pero su voz se siente lejana como si se estuviera marchando muy lejos, aunque estuviera apenas a un metro de distancia.
Sin fuerzas para sostenerme, me desplomo contra el suelo y poco a poco pierdo el conocimiento, con la voz de Norman llamándome hasta no poder escucharlo más…
“Ryu…”
Mi mente divaga entre intensas luces blancas y armoniosas melodías…
“Ryu…”
Coros angelicales impactan en mis oídos como si fuera en verdad el cielo…
“Oye Ryu!!”
Mi cuerpo esta relajado, un eterno descanso que quisiera tomar, lejos de este asqueroso mundo de fantasía, aunque me resulta extraño esas curiosas y también extremadamente bellas sensaciones…
“Oye tarado…abre tus ojos…otaku bastardo”
Al escuchar los insultos abro mis ojos y una cegadora luz blanca me deja con los ojos sensibles.
Aquella voz que me acaba de insultar, agrega:
“En unos segundos podrás ver de nuevo, solo espera a acostumbrarte”
Y como bien ha dicho mis ojos recuperan la visión y fácilmente puedo detectar todos enormes puntos negros, casi abarcando mi visión. Levanto mis dos manos y logro alcanzar esos dos puntos. Los toco y luego masajeo, pero no alcanzo a ver que son, pero noto una agradable suavidad. Hasta que escucho gemidos un tanto extraños.
Me levanto de mi sitio hasta sentarme, me volteo a ver de que trata y con mi vista normalizada me encuentro con una atractiva señorita de cabello negro, belleza despampanante y con el rostro ruborizado. Bajo la mirada y veo que esos dos enormes puntos eran sus pechos. Detrás de ella dos enormes alas sobresalen de su espalda:
Meridithia: “Un momento…como que algo no anda bien…”— giro mi cabeza y encuentro a un muchacho
Serius: “Bienvenido seas Ryu Tanaka…al cielo de los Isekais” — anuncia con sus brazos extendidos y sus sonrisa que revela dientes filosos
Meridithia: “Heh?….HEEEEEEEHHHHH?!??!!?!?!?!?!??!?!?” — grito con mezcla de sorpresa y confusión— “SE SUPONE QUE MORI…PERO MORI DE NUEVO?!?!??!?!”
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