Straight THE DawnSky -Mercy(Less) Hunger- - 04
— 01 —
El puerto marítimo de Akkar, yacían muchos navíos que se estaban listos para partir, eran unos barcos especializados en recorren mares abiertos en corto plazo.
Se veían muy bien reforzados con una gran coraza de acero dorado por delante, los pasajeros abordaban uno tras otro los barcos, incluso el aroma fresco y salado de la brisa marina se sentía en todo lugar, seguida de las aves que surcaban el cielo.
— Whoa… Este es el barco al cual iremos…. ¡Zenie, esto es genial!
— ¡Sí, vamos a subir, Milos!
— Claro, estamos a la hora correspondiente, nuestro viaje es a las 2 de la tarde, y según lo estimado llegaríamos a Carintia alrededor de las 8 de la mañana de día siguiente, será un viaje inolvidable.
— Uhmmm…. Claro que sí.
Dijo esto un tanto ruborizada, pues estaba cumpliendo su sueño anhelado de conocer ese continente.
— Buenas tardes, aquí están nuestros boletos.
— Ohh sí, buenas tardes, desde luego son los invitados especiales por parte del rey de Carintia, suban a bordo y el joven responsable de las secciones VIP les conducirá a sus habitaciones, seguido de ello a la sala de estar, el comedor y la sala de conferencias.
Siéntase a gusto durante todo su viaje, señor Milos y señorita Zenie.
— Ehh… muchísimas gracias. Increíble que estaremos en la sección VIP del barco.
— Desde luego, pasen y sigan al joven.
En eso suben y se encuentran con un joven muy bien uniformado que hacía juego con su vistoso cabello rubio, dirigiéndose hacia los muchachos se presenta.
— Muy buenas tardes señores, sean bienvenidos al crucero de Carintia Luxury Plus, la línea de navíos continentales más lujosa que existe en el mundo, mi nombre es Wigdul, estaré atento para cualquier necesidad.
— Un placer, gracias por el recibimiento.
— Por aquí por favor.
Entonces el anfitrión del crucero, Wigdul los conduce por cada una de las áreas del inmenso barco, que se veía totalmente lujoso, vitrales de diversos colores vivos seguido de muchos adornos de cerámica por la entrada de los pasillos que hacían de este lugar algo único para su estadía.
Llevó sus equipajes con mucha amabilidad a sus habitaciones, desde luego eran dos habitaciones.
— Muchas gracias, joven Wigdul. ¿Le debemos algo?
— No para nada, es mi trabajo de cortesía.
— Ohh, no deberías tomarte mucha modestia, estoy seguro que de algún modo te podré retribuir.
— Se lo agradezco, más bien, les dejo el pase libre para los salones VIP y puedan ingresar habrá un espectáculo de lujo.
— Ahh…se ve genial, ¿díganme sobre los cocineros tienen suficiente personal?
Esto le hizo brillar los ojos de Milos, mientras Zenie quedaba sorprendida a su manera de expresar, muy osado.
— Milos… Dijiste que descansaríamos.
— Vamos Zenie… Estoy ansioso de probar mis habilidades aquí.
— Descansemos un poco, porque en la noche habrá un espectáculo, ¿No has oído?
Entonces Milos entra en reflexión.
— Oh… Bueno Zenie, esta vez tienes, no tienes que ponerme esa cara por favor.
— Jumm..
Lo miraba fijamente mientras tenía una expresión muy seria y haciendo pucheros, pues estaba demasiado alucinado en querer gala sus habilidades en cualquier lugar, cuando Zenie tan solo quería un tiempo para ambos con suma tranquilidad. Mientras tanto el joven Wiglud se limitaba a ver…
— De acuerdo, con su permiso. Espero realmente que puedan estar presentes esta noche en la conferencia, prometemos que habría comida deliciosa.
— Sí es así, encantado. ¿No Zenie?
— Ok Milos. Iré a cambiarme de ropa.
— Con su permiso, estamos muy agradecidos, Wiglud.
— Es un placer.
Entonces procedieron a entrar a sus habitaciones a descansar un poco.
Cada uno tenía su propia habitación al lado de otra, las camas eran realmente cómodas, el agua de las duchas era de temperatura adecuada, la calefacción e iluminación de la mejor calidad; Verdaderamente una habitación de lujo, todo un regalo inesperado.
Mientras tanto el joven Wiglud se alejaba del lugar tranquilamente, repentinamente sacó algo de su bolsillo de la chaqueta de forma muy recelosa, que nadie podía percibirlo.
— Nadie podrá oír lo que está por venir… Tengo cierto presentimiento luego de este viaje. Aunque lo mejor es que ignore cualquier inconveniente, el barco de su majestad no tiene que tener ningún rasguño.
Entonces se alejó de la presencia de los muchachos que habían entrado a sus habitaciones al igual de los otros huéspedes, pues tenía otros deberes.
— 02 —
Zenie luego de haber tomado un baño refrescante, pasó a cambiarse con ropa más cómoda y un tanto elegante para la ocasión.
Estaba paseando por los pasillos mirando como surcaban las olas del mar azul verdoso del océano, no había nadie en ese momento pues podía relajarse en sentir la brisa marina.
— Ahhhh…. ¡Qué bien se siente!
Esto es el cielo…. ¡Qué gratificante es este momento! (¿Sería el momento apropiado para un momento romántico y lleno de pasión junto con Milos?… Ahh… Es cierto que él desea formalizar nuestra relación, quizá le acepte mañana, sí él realmente es el indicado…
Padre, te prometo que si estamos juntos, formaremos una gran familia como tanto esperabas, te sentirás orgullosa de tu propia hija….)
Una voz bastante familiar tomó lugar la ocasión, una voz que parecía coqueta, desafiante y amenazadora.
— Hey…. ¿¡QUE TANTO PUEDES AFIRMAR QUE VAS A LLEVAR A CABO ESA FELICIDAD, MI BUENA ENFERMERA!?
— […] ¡¿Quién está ahí!?
— Esta por demás preguntar, llámame las consecuencias de todos los seres que atendiste en el pasado… Uhmmm… ¿Dime has traído suficiente Gyadantis?
— ¿¡Q-Qué quieres!? ¿Por qué me estás preguntando de algo privado?
— Ahhhhhhhh….. Con que eso tenemos…. Sabes que “eso” lo tienes con un fin verdadero, no para lo que te beneficiabas, ¿Alguna vez ellos te lo agradecieron?
Zenie desafiando esa respuesta tentadora le contesta.
— Sí, los pacientes han sido gratos una vez que los he tratado, sus familiares me han dado las gracias por la buena obra que hice. Eso no tengo duda.
— ¿Y siguieron agradecieron más?, ¿A tus compañeros y a ti, los pacientes fueron gratos contigo más adelante…?
— Capaz no, porque si supieran cuanto les han afectado ese Gyadantis que tanto aprecias.
— No sé por quién me estás tomando, pero no tienes la menor idea de mí. La voz comenzó a ser más siniestra y en cualquier momento podría actuar de manera sumamente mordaz.
— No hablo de ti, hablo de él….
— […]
— Sí, no lo quieras negar, es inútil hacerlo…
— No conoces a mi padre, o qué rayos pretendes hablar sin fundamentos acerca de mi padre.
— Ja… No exactamente de él, pero déjame decirte que para ser una enfermerita casi excelente, tu padre ha sacado partido de calidad… Pero lo que estamos hablando es acerca de él, quien se volverá alguien glorioso.
— ¡No tienes derecho a expresarte así de Milos ni de nadie a quien aprecio!
— ¡No puedes ni siquiera callarme lo que digo, al menos que tu gloriosa medicina me corte la lengua o mis palabras!… Mientras no me puedas ver ni alcanzarme… Pero solamente puedes oírme desde luego…
— ¿Y eso a ti te interesa acaso?
— Mucho desde luego, tómalo como quieras si quieres salvar tu pellejo o hasta ahí nomás… Lo dejo a tu criterio, como me gustaría tomar en posesión esa linda tiara que tanto llevas…
— ¡¡SERÁ MEJOR QUE TE LARGUES DE AQUÍ… METETE LAS PALABRAS BIEN ADENTRO!!
— ¿¡¡QUÉ TAN ADENTRO HABLAMOS!!?… ¡¡VENGA COMETELOS!! Inmediatamente aparece a sus espaldas la figura de un hombre desgarbado que tenía la boca ensangrentada, las uñas de los dedos de las manos y pies pudriéndose al paso, y sus ojos amarillos con las pupilas dilatadas emanando una sustancia espesa a través de los párpados.
Se acercaba lentamente mientras su boca se movía frenéticamente como si tuviera epilepsia, indudablemente se trataba que aquel sujeto estaba sumido bajo una posesión mortal, acto que únicamente dioses malignos pueden realizarlo en lo que se llama Experimento de Recipiente Divino.
— No… ¡Aléjate bestia!
Aquel hombre que comenzaba a caminar erráticamente mientras se descomponía arrojando sonidos de quejidos mientras agitaba la cabeza sin control, al parecer estaba decidido a matar a Zenie.
— ¡¡Gyadintis…. Ochrona!!
Zenie lanzó un pomo rociando la medicina directo al monstro, capaz eso frenaría su avance y, efectivamente se formó una especie de escudo.
— Con eso será suficiente… Un método de defensa.
Pero el hombre al parecer neutralizó el escudo, pues con sus manos podridas tocó el escudo y esté comenzó a degradarse y procedió a atacarla esta vez persiguiéndola.
Fue una carrera muy ardua en huir contra ese horripilante ser, recorría pasillo tras pasillo hasta que en eso aparece una mujer que vestía un abrigo largo verde metálico para rescatarla.
— ¡¡Jovencita!!… Venga aquí, conozco una salida.
— A-A-Ahh… De acuerdo…
— ¡¡Sígame por favor, de prisa!!
Las dos mujeres echaron a correr hasta lograr un sitio donde seguramente no correrían ningún peligro. En eso la mujer de su mano saca un runa que comenzaba a tornarse de color rosa y muy brillosa.
— No te muevas… Iré a neutralizarlo…. Vamos…
Justo cuando se disponía a atacar con un ataque certero con la runa que tenía en su mano apuntando hacia algún punto vital del hombre poseído, algo interrumpe abruptamente.
— Zenie…. Vine a frenar a ese bastardo….
— ¿Eh?… ¿Milos?
— […] ¡¡Gyaaaaahhhhh!!
— 03 —
— ¡¡Gyahjajajajajaja!!…. ¡¡Mira lo que te voy a hacer, perro!!; ¡Te lo mereces por meterte con ella! No tienes ningún perdón… ¡¡Vamos suplica… Suplica… Suplica… Suplica!! Mira que no tienes palabras ni cerebro, ya estas podrido, pero igual te daré una última chance.
El hombre que parecía un poseído no tenía ninguna capacidad de movimiento, ya que estaba tendido en piso, mientras Milos ágilmente logró cortarle las dos manos y seguido de esto los dos pies.
Solamente hacía era revolcarse del incesante dolor producto de los cortes realizados por el cuchillo de Milos…
Estaba a la merced de semejante carnicería.
— No tienes ninguna palabra, ya perdiste tu última voluntad…. Me da mucha lástima, yo tengo la solución… Ten calma…
En eso comenzó a cortar habilidosamente cada parte del sujeto hasta dejarlo en rebanadas, fileteado como si fuera carne de res o vacuno…
No había ninguna escapatoria ante tal masacre, festín de sangre y vísceras.
El ambiente comenzó a tornarse muy denso, las nubes se comenzaron a tornar rojizas y negras una vez que Milos ultimó al sujeto.
Ya con un poco más de calma, dejó caer el cuchillo al suelo cerca a los trozos de carne rebanada, las dos mujeres estaban estupefactas por el horror visto con sus propios ojos… ¿Era acaso Milos ser alguien capaz de hacer tal cosa?
— Ya está terminado, no hay más temor… Y tenemos recompensa por nuestra buena acción, te protegí como siempre he jurado ante ti Zenie.
– […]
— Bienvenida usted también, discúlpeme por el mal espectáculo. Usaremos esto para la cena de gala ¿No creen? Haré de esto algo sumamente delicioso, que tendrán el mayor de los deleites como siempre lo he hecho. Su majestad no debe perdérselo…
— No Milos…
La mirada de Milos parecía aun normal, pero inmediatamente una luz cegadora cubre el lugar haciendo olvidar todo lo ocurrido, una experiencia puesta en el olvido el cual nadie se recordaría haber vivido el horror carnal en aquel entonces.
— Todo estará bien… Te quiero, Zenie.
La luz cubrió todo el escenario borrando toda evidencia de aquel entonces.
— Uh…. Ahh….¿Milos?
¿Qué fue eso? ¿Acaso eso ha sido una pesadilla?
Zenie abrió rápidamente los ojos y se encontraba en su habitación.
Se incorporó ligeramente entre las sábanas blancas de la cama aun dudando de aquellas escenas, o quizá algún producto de un efecto secundario de la Gyadantis, recordando que es una sustancia con efectos ligeramente narcóticos tanto para el usuario y para quien lo recibe como un analgésico.
Más allá de lo supuestamente ocurrido, solamente optó por olvidar y remojarse la cara para despejar su mente.
— Hola Milos, ¿Qué tal descansaste?
— Me siento muy bien, Zenie. Estoy deseoso que lleguemos, habré dormido unas cuatro horas, y la verdad siento como si hubiera dormido por más tiempo.
— Eh… ¿En serio? Yo dormí normal, creo que cuatro o tres horas, solo que…
Zenie tenía una mirada algo preocupada, a lo que Milos se inmuta y pregunta.
— Zenie, ¿Sucede algo?
— No… Nada importante, estoy muy bien, solo que este descanso nos ha sido reconfortante para ambos, me parece que valió la pena haber elegido cuartos separados.
— Uhmmm… Bueno sí tienes razón, capaz hubieran solicitado camas dobles, o a lo mejor…uhmmmm tú sabes.
— ¡Oye Milos!
— ¿Queeeeeee?
— Luego te digo, una vez que lleguemos a Carintia arreglemos ese tema, aunque dejaré que tengas parte del crédito, ¿Estás de acuerdo?
— Sí.
Al cabo de un tiempo, retornan a sus habitaciones cada uno para acicalarse un poco y luego dar juntos un paseo por todo el barco.
Allí vieron las glamorosas decoraciones en el comedor, habían vajillas de toda clase, y algunos de los pasajeros estaban sentados en la hora del té.
— Ahh… ¡Mira Milos! ¡Sentémonos por aquí, la vista es preciosa!
— Sí, vamos. Es la primera que almorzamos cerca al mar, recuerdo muchas anécdotas que mi padre me narró cuando fue a unas expediciones y comía en alta mar, era increíble tener un plato de comida sencillo, o incluso obtener cualquier alimento marino que esté surcando por el mar.
— De seguro, pescados o mariscos.
— En realidad no, no tuvo tanta suerte y obtenía moluscos con muchos caparazones, y mucha materia…. Eh…. Materia desechable.
— Iuuughhhh….
— Jajaja… Pero él lograba extraer habilidosamente las partes no comestibles hasta obtener lo que realmente es alimento, aunque lo comía crudo, eso lo mantuvo en pie.
— Cierto, pero tú Milos has logrado evolucionar algunas cosas.
— Si dices de aquella habilidad que al momento de cortar la materia y transformarla en comida, y maximizando el sabor, para serte sincero ha sido desde hace mucho un misterio. Siempre he querido llegar al punto al cual pueda comprender el origen de esta habilidad, que me hace muy orgulloso, y por ello hice feliz a muchas personas. En especial a ti, Zenie.
— Desde luego, Milos.
La mesa estaba ordenada al punto que los cubiertos cumplían con sumo detalle el protocolo de cualquier restaurante de alta clase, y viene un mozo para servir una bandeja con macaroons, pastelillos de creme brulé, y una elegante tetera para servir el té. Desde luego, eran las cinco de la tarde, aquí era la hora del té.
— Milos prueba esto, sabe muy rico.
— Uhmmm…Sí, es increíble la textura de los azúcares y la masa de esos macarons están increíblemente suaves, me encantan.
— No te lo vayas a comer todos, por si acaso lo digo.
— Oye… No te me pongas en ese plan. No te enojes si cojo unos tres pastelitos de este sabor
— Jejeje, si se trata de ti lo puedo tolerar.
— ¡Picara!
El ambiente se notaba bastante jovial hasta que una mujer de casi mediana edad se acerca a la mesa donde estaban Milos y Zenie.
El mozo la lleva hacia la mesa pues era su sitio reservado.
— Pase por aquí, disculpen, sucede que la mesa ya tenía reserva.
Perdón por la interrupción.
— Disculpen un poco la falta de cortesía, chicos. Pueden seguir con lo suyo. Una vez que la mujer tomó asiento, Zenie la observó detenidamente y se trataba de aquella persona que vestía un abrigo largo de color verde metálico, tenía las mismas características con quien se había topado en su sueño.
Zenie estaba sorprendida, ¿Sería acaso que los hechos ocurridos en un sueño se hagan realidad o un cruce de mundos?
— Madame, ¿Qué se le ofrece para la hora del té?
— Solamente una taza de café por favor.
— Únicamente eso, en seguida. Volveré en un momento.
— Gracias joven.
Aquella mujer se quita los lentes para que pueda ser distinguida por los presentes, en especial Milos y Zenie.
— Mucho gusto, ustedes deben ser los que están yendo como invitados especiales por parte del rey Gladan de Carintia, si no me equivoco.
— Ehh… Desde luego, ¿Nos conocemos por alguna parte acaso?
— Sí, por usted señorita. Su nombre es Zenie ¿No es así?
Una ligera incertidumbre entró desde el fondo de ella, quién es esa mujer que afirma haberse topado con ella.
— Descuiden, descuiden… Solo estoy aquí porque estoy buscando algo importante. No se alarmen para nada.
— ¿Cómo sabemos que no pretende usted algo hacia nosotros?
— Creo que eso debería hacer la misma pregunta, especialmente sobre ti, joven Milos.
— ¿Cómo sabe usted mi nombre?
— Indudablemente, tu nombre es muy difundido, tus capacidades, y también sobre un proyecto que están buscando sobre ti.
— ¿Un proyecto?
— Se trata de cómo has obtenido esa habilidad en el pasado, muchos saben que las habilidades como la tuya no se manifiestan de la noche a la mañana, sino que son heredadas o también designada por voluntad de los Dioses Supremos.
A esto pusieron mucha atención, se trataría de revelar diversas razones sobre como los seres humanos en este mundo algunos son elegidos como portadores de habilidades especiales que lo pueden descubrir en su niñez o en la juventud temprana; En muchas ocasiones pueden pasar desapercibido, pero lo van cultivando.
Es en ese caso que la habilidad de transformar la materia viva es una de esas, se tiene en conocimiento que existe un Dios Supremo que tiene esa habilidad, Azathoth.
Dicho Dios Supremo puede transformar toda clase de materia sea viva o muerta, trasladar en cualquier línea del tiempo e incluso desintegrarla con suma facilidad. Cuando se formaron los reinos dichos Dioses se pusieron de acuerdo para formar descendencia.
Uno primeros en formar un linaje de seres poderosos, es en ese caso dioses, gobernantes del Mundo Astral, fue Azathoth y luego fue Yog Sothoth; al paso de los años, los descendientes comenzaron a tomar rumbos diferentes, entre ellas la unión entre semejantes.
El linaje de Azathoth y de Yog Sothoth formaron a seres, en especial humanos con un poder misterioso que han ido evolucionando a través de generaciones,
pero en otras ocasiones fueron corrompidas por obra de los Ushtakas, seres poderosos que buscan corromper a todas las razas existentes de los Mundos.
— Es increíble lo que usted narra….
— Joven Milos, agradecería que no te me dirijas con demasiada formalidad, puedes “tutearme” si se te place.
— Está bien, bueno, lo que me dices acerca de mi habilidad en perfeccionar la materia viva, en este caso la comida hecha de animales y vegetales utilicé siempre carne de alta calidad, o al menos manos pueden realzar las propiedades.
— Cuéntame, ¿Has estudiado magia además de cocina?
— Para serte franco, nunca estudié magia, fue un desarrollo empírico desde que era un niño, comencé desarrollando magia de viento para apagar incendios en la cocina, una vez casi hice explotar la cocina de mi madre, pero utilizando una destreza del viento lograba desaparecer las llamas de fuego.
— Interesante, el que emplees una magia de viento es también aumentar fuerza que puedes cortar con el viento.
— No entiendo esa parte.
La mujer comienza a explicar que si el viento es sometido a una presión extrema, esta puede desintegrar la materia viva, y una de esas habilidades que tenían los dioses descendientes de Azathoth y Yog Sothoth.
Según investigaciones podía con sus manos formar armas cortantes de gran poder, formaba como espadas que podían rebanar montañas en tan solo segundos.
Lo que puede deducir es que Milos no tenga la misma capacidad, pero puede convertirse en un arma si no descubre el origen de dicha habilidad.
— Cuando yo cocino, es verdad que mis manos por sí solas aplican una especie de magia de viento al cual es transferido a las hojas de los cuchillos haciendo que el filo sea muy cortante, tan así que cortar carne y verduras resulte sumamente sencillo, inclusive al cortar huesos y tendones endurecidos de la carne como la del cerdo.
— (Lo sabía, este chico tiene un poder abismal… No obstante, no debe descubrir el propósito de mi misión, debo idear una forma para que ocurra eso, a simple vista parece un muchacho ansioso y habilidoso, pero
presiento que tiene un poder que va más allá de los límites, debo evitar a toda costa que se forme ese grupo.)
Milos observaba sus manos con sumo detalle, y evidentemente podía emitir un flujo involuntario por las palmas, pero no le tomó importancia.
Mientras tanto Zenie pensaba también acerca en el diálogo.
— Hay algo que quiero ver acerca de ti, Milos.
— ¿Acaso Milos tiene algo malo?
— No en realidad, no se trata nada malo, pero no puedo darme la ligereza de decir que es algo bueno hasta que esté segura.
— Entiendo, más tu joven Zenie. Esas habilidades Gyadantis son grandiosas, pero úsalos con un poco más de prudencia.
— Entendido.
— Bien Milos, lo que me gustaría ver es de tu cuello, quiero verlo.
Entonces dudo un poco, pues veía sus ojos que había una sensación de curiosidad enfermiza, lo que pedía aquella mujer era un poco arriesgado.
No tenía la suficiente confianza, pues por una mano estaba activando una runa de ataque, era como un acto intimidante para Milos.
— No temas, solo quiero ver tu cuello. Es un símbolo que capaz tengas y eso me podría resolver mis dudas.
— Y ¿Por qué estás activando ese poder de runas?
— Simple, estoy preparado para liquidar a cualquier miembro de “ese” grupo.
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