Tengo la Espada Sagrada? - 01

Prólogo – ¡Objetivos que parecen inalcanzables!

—¡¡¡Algún día te mataré!!!

El eco de mi voz se escuchó por todo el bosque, varios árboles se tambalearon, muchos animales se asustaron, pero…

Ningún candidato se acercó.

—¿¡Por qué no puedo alcanzarte!?

La respuesta era obvia, pero no quería aceptarla.

El sol, inalterable como de costumbre, ignoro por completo mi comentario, y siguió emitiendo calor desde una posición inalcanzable.

Esto me hizo enojar aún más. Trate de usar magia, pero fue completamente inútil. Soy una espada sagrada, no un estúpido arco.

—¡¡No te soporto más, bastardo!! ¡He pasado 15 siglos! ¡¡15 benditos siglos soportándote todos los días!! ¡Solo espera y…!

Seguí insultando, amenazando y maldiciendo en voz alta, tanto así que perdí la noción del tiempo.

¿Cómo pude llegar hasta este punto?

No fue hasta que el atardecer llego, el sol se empezó a ocultar. Yo por mi parte seguía agitada, y ahora que poco a poco empecé a entrar en razón…

«Fue estúpido» Pensé mientras suspiré.

Si mis hermanas estuvieran aquí, sin lugar a dudas, ahora mismo sería la burla entre las espadas sagradas.

—Ha…— Volví a suspirar, pero esta vez un poco más aliviada. Alivio el cual duro unos pocos segundos cuando recordé amargamente que…

Estoy sola.

¿Si quiera estaré en condiciones para tener una conversación decente con otra criatura inteligente?

¿Y si nunca encuentro a otro candidato…? ¿Me quedaré por siempre en este bosque?

Cerré mis ojos. Y cuando los abrí me encontré dentro de mi propio espacio interior. Observe mis manos, seguían blancas como la nieve; tanto así que pareciera que nunca he tocado ni una pizca de polvo en toda mi vida.

«Con esto… no puedo matar nadie» Desanimada, me acosté sobre la nada.

Mi mente es un lugar vacío, nunca hay nada que hacer y siempre que estoy aquí…

«¿Mis hermanas estarán bien?» Pensé inconscientemente, pero rápidamente me di una cachetada.

Odio este cuerpo.

Es pequeño, débil, y mi cabello blanco apenas me llega hasta el hombro; definitivamente no sirve para el combate.

Cerré nuevamente mis ojos y traté de concentrarme.

«Sí, le he decidido… Voy a sellarme. No lo sopor-

—¿¡¡¡Donde demonios están goblins!!!?

El eco de un fuerte grito proveniente del sur me tomo por desprevenida. Sorprendida, voltee a ver mis alrededores desde mi perspectiva como espada.

«…No, no hay nada. Solo están los mismos arboles de siempre. Me pregunto… ¿Quién será tan maleducado como para maldecir en voz alta?»

Curiosa ante esta persona, empecé a usar magia. Para ser exactos, un hechizo de clarividencia.

No tarde ni cinco minutos antes de encontrarlo, pero…

¿Por qué esa chica está posando en medio del desierto?

¿Acaso está loca?

Al observar en detalle al… humano. Me doy cuenta de varias cosas.

«¡E-es… un hombre! ¿¡Por qué tiene un hombre el cabello tan largo!?» Pensé mientras seguía analizando el estado del humano.

Es compatible.

Cerrando y abriendo mis ojos, por más que parpadeo… ¡Los hechos no cambian!

¡Es un candidato!

Sonreí inconscientemente, ya que la idea de volver asesinar…

Estoy emocionada.