the color of the eyes - 01

El nauseabundo olor a químicos llenaba toda la habitación, los vibrantes sonidos de martillos y cables eléctricos mataban el poco silencio que había, una gran estructura de metal que contenía un líquido verdoso aturdía la nariz de los pocos presentes en el lugar con poca iluminación.

¿?: ¿Y ya está listo?

Un hombre de cabello gris, alto y con un aspecto cansado preguntó mientras sostenía una libreta con muchos apuntes y rayones.

¿?: Ya falta muy poco.

Respondió uno de los tantos “obreros” que se encontraban sobre lo que parecía ser una máquina de aspecto futurista mientras martillaba sobre el reluciente acero, tenía las manos un tanto sucias de petróleo y tierra.

¿?: Esto será el futuro, no solo para nosotros sino para toda la humanidad.

El hombre de cabello gris exclamo con los brazos arriba y con una gran sonrisa en su cara.

Bajo los brazos de forma lenta y tosió ante el inminente silencio que se formó en su alrededor, quizás por asombro o por pena ajena, tal vez un poco de ambas.

¿?: Bueno sigan trabajando.

El hombre de alta estatura procedió a retirarse del sitio donde estaban trabajando, se retiró por el mismo lugar por el cual había ingresado, bajó por unos pequeños escalones los cuales conectaban hacia una pequeña habitación con una puerta de madera, el hombre abrió la puerta y solo vio muchos papeles, una silla, una mesa y una bata de color blanco, cerro lentamente la puerta para trabajar en el proyecto de su vida.

Se agacho para recoger unos papeles los cuales estaban en la parte inferior de la habitación, estos eran casi iguales a los que tenía en la libreta, la cual guardo para recoger otros papeles, se colocó la bata blanca un poco vieja y se sentó en la silla, suspiro de agotamiento mientras veía los papeles, así estuvo por un par de horas revisando los papeles, asegurándose de que no hubiera algún fallo, sus parpados empezaron de cerrarse del cansancio y su conciencia lentamente se apagaba, su respiración era más lenta y tranquila hasta que paso lo inevitable y se quedo profundamente dormido sobre los papeles.

El pobre hombre no había tenido la oportunidad de descansar en horas hasta incluso un par de días, la habitación quedo en silencio absoluto, el sonido cada vez sucumbía más ante el silencio hasta que…

Unos brutos y duros golpes despertaron al cansado hombre, golpes consecutivos hacia la puerta, el hombre asustado se levantó lo más rápido que pudo y abrió bruscamente la puerta.

Era el obrero con el que había hablado hace unas horas, el obrero estaba repleto de sudor y unas cuantas heridas no muy grabes.

¿?: ¿Qué fue lo que paso?

El obrero en un tono histérico grito mientras movía de un lado hacia el otro sus manos sucias.

¿?: Hubo un error en los planos que nos dio usted y todo se derrumbó y luego el líquido que  había dentro se empezó a derramar y…

Antes que el obrero siga hablando fue interrumpido por el hombre alto que rápidamente le grita.

¿?: ! QUE NADIE TOQUE EL LÍQUIDO ¡

El obrero agarra y luego aprieta su ropa sucia y manchada, traga un poco de saliva mientras su corazón latía cada vez más y más rápido al punto que parecía que iba a explotar en cualquier momento.

¿?: Por eso es que vine rápido… el liq… Liquido cayó sobre algunas personas y empezaron a convulsionar y se desmayaron y luego empezaron a gritar y.

El hombre de cabello gris empujo bruscamente al obrero y empezó a correr, subió los escalones, no era una distancia muy larga así que no se iba a demorar nada en llegar pero una preocupación empezó a carcomerlo por dentro mientras recorría esa pequeña distancia, un miedo, un sentimiento de preocupación se apoderaron de él – es imposible que ocurriera un fallo, revise todo muchas veces es imposible – pensó, hasta que…

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¿?: Mamá me siento mal, creo que no puedo ir a la escuela.

Echado en una cama desordenada se encontraba un chico de cabello negro con una piyama color blanco, moviéndose de un lado para el otro mientras hacía ruidos extraños para llamar a su madre.

Mamá: ¿Enserio vas a hacer esto?

Asomándose por la puerta de madera había una mujer de cabello largo y marrón, era un mujer alta, con un delantal un poco manchado y con una expresión un poco molesta dibujada en su rostro.

¿?: Mamá en serio creo que estoy enfermo.

La madre del chico soltó una pequeña carcajada mientras delicadamente tapaba su boca con su mano, trato de imitar la voz de su hijo pero solo salió una voz un tanto extraña entre aguda y grave.

Mamá: “Mamá estoy muy enfermo creo que tengo dengue”

Volvió a su voz normal mientras molesta veía a su hijo echado sobre su desordenada cama y con una voz molesta lo regaña diciéndole.

Mamá: Lo mismo dijiste la vez pasada Sam.

Sam: ya se, pero esta vez es enserio, tengo dolor de cabeza.

Su madre nuevamente le vuelve a gritar replicándole.

Mamá: Escucha, sé que es la última semana de clases pero eso no quiere decir que vas a faltar solo porque quieres. ¡Entendiste!

El chico que al parecer se llamaba “SAM” rasco su cabeza mientras un tanto indiferente miraba el rostro enojado de su madre, un sentimiento apático surgió de él, aunque no se sintiera enfermo o algo por el estilo, realmente estaba desmotivado, pero se aguanto y de forma molesta dijo.

Sam: Entendido.

El sonido de las aves llenada de melodía todo el barrio, mientras que algunas personas estaban trabajando o estudiando, Sam estaba desayunando (pan, huevo y café para ser exactos) bostezaba y estiraba sus brazos y piernas, el aún seguía con su piyama mientras que su madre lo estaba viendo desde la cocina la cual estaba frente al comedor con una gran ventana que dejaba ver todo de un lado al otro.

Mamá: Termina rápido para que te puedas ir a cambiar hijo.

Sam realmente no quería ir a la escuela, tal vez porque simplemente no le gustaba o tal vez tuviera algunos otros problemas, apuñusco sus ojos cansados y pesimistamente dijo.

Sam: si Mamá ya voy.

Terminó de desayunar, extrañamente tenia un sabor amargo en su boca, tal vez sea porque la noche anterior no se cepillo los dientes.

Él subió las escaleras hacia su cuarto el cual seguía desordenado de arriba/abajo su ropa estaba en el suelo, su cama estaba hecha un desastre y la poca ropa que estaba ordenada era ropa sucia, lo típico que se esperaría de un chico de 16 años.

Se quitó su piyama y la arrojo sobre su cama, la contextura de su cuerpo era normal ni muy flaco ni muy obeso, no tenía tanta masa muscular así que su uniforme le quedaba un poco holgado.

agarro un lápiz que se encontraba en su repisa y lo apuntó hacia un calendario el cual estaba lleno de ceros y solo unas cuantas equis, siguió el orden hasta llegar al día de hoy.

Sam: 29 de noviembre… aquí esta.

al encontrar la fecha, lleno el cuadrado en blanco con un circulo – debería hacerlo mas veces a la semana… o al mese – pensó Sam mientras dejaba el lápiz en la repisa de su cuarto.

Fue a buscar algo con lo que irse a su escuela, se colocó una camisa de color azul noche sobre un polo de color blanco, un pantalón de color negro el cual combinaba con sus ojos y su cabello.

Sam: bueno ya es hora… aquí vamos de nuevo – dijo mientras se veía al espejo.

Sosteniendo una mochila de color verde opaco, procedía a retirarse de su hogar.

Bajo lentamente las escaleras, aunque su cuerpo caminase su conciencia aún seguía un poco dormida, bostezo un par de veces mientras aún tenía todo su cabello hecho un desastre, no se lavó la boca ni la cara, simplemente despertó, desayuno y se cambió.

Mamá: Oye y tus zapatos

En efecto, estaba tan dormido que ni siquiera se dio cuenta que no traía zapatos, este suceso hizo que su cerebro finalmente despertara de esa maldición llamada “tener sueño”

Caminando lentamente se encontraba el joven ya despierto pero mal humorado Sam, al parecer se había despertado tan tarde que había perdido el autobús de su escuela – y si no voy – pensó mientras caminaba – si no voy, la profesora llamara a mi madre, maldita vieja chismosa – en serio este chico no tenía reparos, en tal caso fuese o no a la escuela estaba perdiendo el tiempo pensando cosas mientras caminaba muy lento.

Sam: hash qué más da.

Él se desvió del camino el cual llevaba a su escuela, ahora su nuevo objetivo era llegar a un lugar un poco lejos del pueblo, un lugar donde pueda relajarse y tal vez dormir más tiempo.

Sam: tal vez el parque o fuera del pueblo… Fuera del pueblo definitivamente.

Esta reacción fue porque no tenía buenas experiencias en el parque de su pueblo, rechazos amorosos, caídas vergonzosas, etc.

Camino fuera del pueblo pero antes paro por una pequeña tienda donde compro unas papitas fritas, parece que aun tenía hambre, mientras seguía caminado un raro brillo llamo su atención, este provenía del suelo, no era nada más ni nada menos que una moneda.

Sam: bueno, algo bueno en este aburrido día.

Se agacho para recogerla – quien dejaría una moneda en el suelo – pensó.

Sam se paralizo por un momento, dejo caer la moneda que había recogido ¿por qué? El suelo empezó a temblar débilmente lo cual susto mucho a Sam, solo podía haber sido un pequeño temblor.

El suelo empezó a temblar cada vez más y más fuerte al punto que las calles empezaron a llenarse de grietas, las aves tomaron vuelo, Sam torpemente tropezó y cayó al suelo, su cuerpo empezó a temblar por lo que había pasado.

Sam: ¡QUE MIERDA!

Pero eso no fue todo, este del miedo se quitó la mochila y la puso sobre su cabeza.

Una gran explosión retumbo por toda la zona haciendo que los oídos de Sam retumbaran, esté intento tapárselos pero el sonido era insoportable, tanto que el sonido lo hizo sentir mareado, trato de levantarse pero era inútil, una potente niebla de color verdoso cubrió una gran parte del pueblo haciendo que el aire fuese difícil de respirar, el suelo aun temblaba y era imposible mantenerse de pie, trató de arrastrarse por el suelo hacia algún lugar seguro pero ¿Qué lugar seria seguro en estos momentos?

Sam: ¡¡ MAMAAAA!!

Inconscientemente trató de pedirle ayuda a alguien.

Grito con todas las fuerzas pero era imposible que alguien escuchara su voz entre tanto ruido, era desesperación, miedo e inseguridad lo que estaba sintiendo, los mareos seguían y parecían no terminar.

Sam: ¡¡ AYUDAAAA!!

Gritó tan fuerte que su voz se desgarro, su corazón latía tan rápido que en cualquier momento le podía dar un paro cardiaco.

El suelo lentamente dejaba de temblar pero esto no calmo en lo absoluto a Sam, el cual se encontraba tirado aferrándose al suelo, sin esperanzas y sin nadie que pudiera ayudarlo.

El suelo finalmente dejo de temblar por completo pero…

Sam: AHHHHHGGG

Un poste de metal había caído brutalmente sobre sus piernas aplastándolas y dejándolo atrapado. El sonido que hicieron sus huesos no fue para nada agradable, era tanta la impresión que lo hizo desmayar en ese mismo lugar, sin poder moverse y con posiblemente la peor experiencia que viviría en su vida.

Su cuerpo cayo bruscamente contra el duro pavimento lleno de grietas, su respiración se tranquilizó pero eso no era porque estuviese calmado sino porque estaba inconsciente.

Estar presente en un terremoto, una explosión, ser cubierto por una neblina que le dificultaba ver y respirar y finalmente ser aplastado por un poste de metal, todo eso en menos de 10 minutos, finalmente hizo que su cerebro se apagara.