the color of the eyes - 07
Su cuerpo fue golpeado brutalmente y rodó como una pelota, se chocó contra una pared, el impacto fue tan fuerte que la misma pared se agrietó.
Juntó las pocas fuerzas que un le quedaban en su cuerpo e intentó levantarse, pero un ardor es su garganta lo detuvo, su garganta y su boca ardían, débilmente dejó caer sangre combinada con saliva de su boca, tosió bruscamente mientras su conciencia poco a poco dejaba su herido cuerpo.
Vestía con un chaleco negro y una tela de color oscuro cubría casi todo su cuerpo, solo dejando ver su cara golpeada y llena de moretones.
Raid: por favor, no votes la sangre que tanto necesito.
El simple hecho de escuchar su voz lo llenó de miedo – preferiría morir que estar frente a él – pensó el malherido hombre que estaba en el suelo, levantó su cabeza para mirar a su atacante.
Era un hombre alto, no muy musculoso, pero con una piel de acero y sí acero de forma literal, tenía un cabello grisáceo y una mirada imponente y fría, estaba totalmente desnudo, pero no se veía nada de su miembro reproductor.
El hombre de acero se acachó y cogió del cuello al “policía” apretando su tráquea haciéndole imposible espirar, lo levantó del suelo con una sola mano.
Policía: ayu-da.
Trató de pedir ayuda, pero solo salió más sangre de su boca, sus labios se cubrieron por un color carmesí oscuro.
Poco a poco el aire le faltaba…
El policía murió por las propias manos de Raid.
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Sam: ¿oye quién era esa chica?
Mia: ¿ni la menor idea de quién era?
Ambos se encontraban en la puerta de la tienda, los dos estaban con el estómago lleno así que ya podían retirarse de ese lugar, ya no quedaba mucha comida en esa pequeña tienda así que de alguna forma tenían que buscar otro lugar al cual ir cuando sus estómagos estén vacíos.
Mia: Sam y ahora ¿Qué vamos a hacer?
Sam: lo más lógico en estos momentos sería buscar a nuestros padres, el único problema sería que no tenemos ni siquiera una pista de dónde están. – dijo mientras tocaba su mentón.
Mia: oye se que es una idea loca, pero creo que es lo único que podemos hacer por el momento.
Sam: ¿a qué te refieres?
Mia: pues podríamos buscar por todo el pueblo hasta encontrarlos, no creo que se lo llevaran demasiado lejos.
Sam: …
Mia: ¿Sam?
Sam: básicamente tu plan es buscar a lo loco sin ninguna pista y esperar que por razones del destino los encontremos.
Mia: ¡oye si no quieres acompañarme, iré yo sola! – dijo mientras molesta, cruzó los brazos.
Sam: ahhhhg está bien.
Tras esa no muy amigable conversación, los dos partieron para tratar de encontrar a algún ser vivo además de los que ya habían encontrado, su primer punto de interés fue la escuela pública del pueblo, trataron de llegar lo mas silencioso posible ya que no querían otro encuentro inesperado.
Para su suerte lograron llegar, pero al momento de entrar (porque si, el portón estaba abierto, no tenían razón para cerrarlo porque ¿quien quisiera ir a una escuela en medio de un desastre?) como sea, al estar a punto de entrar un extraño sonido les llamó la atención, el sonido no provenía de la escuela, pero igualmente era escalofriante, como el sonido de el maullado de un gato endemoniado o eso fue lo que pensó Sam al escucharlo.
Al no provenir de la escuela esto no les importó mucho así que entraron, no encontraron mucho, solo un par de mochilas y varios cuadernos repartidos por todas las aulas, el simple hecho de estar en una escuela abandonada ya era muy escalofriante para Sam, en tanto para Mia pues, ella estaba muy calmada.
En fin, no encontraron a nadie, así que fueron por el siguiente punto de interés, la estación de policías.
Al llegar fue lo mismo que en la escuela, y no encontraron a nadie más, sin embargo, sí encontraron un poco de comida en recipientes para llevar, eso fue muy conveniente para los dos los cuales sin pensarlo se llevaron dos recipientes, Mia se llevó un arroz con pescado y Sam un encebollado mixto, ninguno se lo comió, ambos lo guardaron para más tarde, se les hizo muy raro estar en la estación de policías y no encontrar ni una sola arma.
Al salir de la estación de policías notaron que la neblina se estaba dispersando un poco lo cual en cierto punto para ellos eso era bueno.
Mia: oye Sam me duelen los pies.
Sam: ahhhg todo esto fue en vano, no encontramos nada ni a nadie.
Mia: oye mañana podemos seguir buscando.
Sam: supongo que mañana seguiremos.
Decepcionado se dirigieron a la casa de Sam y luego seguirían mañana.
De camino ambos fueron conversando porque en toda la búsqueda casi ni se dirigieron la palabra
Sam: oye ¿por qué te quedaste conmigo?
Mia: ¿a qué te refieres?
Esa pregunta tomó un poco de sorpresa a Mia, la cual esperaba cualquier pregunta menos esa.
Sam: pues me di cuenta de que confías mucho en mí ¿Por qué?
Mia: de quien más me voy a confiar, del tipo que me llama Camila o de la tipa de las cucharas, prefiero estar con el tipo que intento ayudarme.
Sam: ¿aunque después tú me hayas salvado a mí?
Mia: hahaha si tu no hubieras aparecido estoy segura que los policías me hubieran atrapado.
Sam: ¿Por qué?
Grrrrrrrrrrrrrr
Mia: bueno pues porque…
Grrrrrrrrrrrrrrr
Mia: ¿q-que es eso?
Grotesco, raro y un poco extraño, una especie de “gato” estaba frente a ellos, estaba a la defensiva, con su columna encorvada, tenía unos colmillos tan grandes que no podía cerrar su mandíbula así que la mantenía abierta todo el tiempo, casi no tenía pelaje todo lo que cubría su cuerpo era una piel de un color morado, tenía ojos amarillento y demasiado grandes que alrededor de estos tenían un tipo de piel roja, estaba tan flaco que podían ver sus costillas, sus garras eran el tamaño de su cabeza, tenía una oreja mordida así que alguien más se la había arrancado, en otras palabras todo en el “gato” era muy desproporcionado, no tanto para parecer aterrador si no parecía raro y un poco estúpido.
Ambos se quedaron helados al verlo.
Sam: ¿Qué carajos es eso?
Comments for chapter "07"
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