the color of the eyes - 08
Su mirada fue dirigida hacia Sam, lo observó como un depredador vigilando a su indefensa presa, el animal tomó impulso y se aventó contra él.
Puede ser que la comida sea la causante de la aparición del animal, tal vez el gato solo buscaba comida y desafortunadamente Sam y Mia tenían comida.
El animal tumbó a Sam con su cuerpo y luego fue a por Mia, ella le tiró el recipiente con su comida en la cara, pero esto poco parecía importarle al animal.
MIA comprendió que el animal fue atraído por el olor de la comida, pero al verlos a ellos fijo una nueva presa.
Sam se levantó y lo jaló de la cola haciendo que la atención del felino recayera sobre él nuevamente, volteó a verlo con esos crudos ojos que solo una bestia puede hacer.
Se lanzó nuevamente hacia Sam, pero esta vez las intenciones del animal eran diferentes.
Abrió su mandíbula y clavó sus colmillos en las manos de Sam, los colmillos inferiores se clavaron en la mano izquierda y los colmillos superiores en la mano derecha.
Sam: ¡AHHHHHHH! – gritó por el dolor
Sus colmillos eran tan grandes y su mandíbula tenía tanta fuerza que sus afilados colmillos traspasaron por completo las manos de Sam haciendo que el animal quede de alguna manera decirlo, atrapado en las manos del chico.
Mia en un intento de desesperación trato de jalar al animal de las patas traseras, las agarro firmemente y tiró de ellas.
El animal desesperadamente trato de sacar sus colmillos de las manos de Sam, pero era inútil.
Los latidos de Sam se dispararon por las nubes al igual que los de Mia, la cabeza de Sam empezó a dar vueltas deliberadamente, su respiración era demasiado agitada, y los desagradables sonidos que hacia el animal no ayudaban en nada.
ADRENALINA, ADRENALINA, ADRENALINA, ADRENALINA Y ADRENALINA.
Esas palabras empezaron a surgir de la cabeza de Sam, pues en efecto, la adrenalina nuevamente comenzó a subir dentro de él.
Al igual que la otra vez sus ojos estaban tomando un color amarillo, pero a diferencia que la otra vez, sus ojos cambiaron de color más rápido.
Mia notó esto, pero para ella, éste no era un buen momento para decirle a alguien “oye tus ojos son de color amarillo”
Sam se llenó de valor y con la poca sensación que aún le quedaba en las manos juntó fuerzas para tratar de hacer un poco de daño a su “oponente”.
Sam: maldito gato.
Hizo fuerza con sus manos hacia arriba y hacia abajo, la mandíbula del animal empezó a hacer ruidos extraños hasta que.
¡CRACK!
Un crujido salió de la mandíbula del animal, Sam se consideraba muy débil en todos los sentidos, pero le acababa de romper la mandíbula a un animal que tenía unos colmillos imponentes y el tamaño de un perro grande, él juraba que su mandíbula se veía mucho más dura.
El animal aún seguía vivo, pero le quitaron posiblemente lo que más les podía hacer daño, le quitaron la capacidad de morder.
¿?: ¡MUERE!
El grito fue de una voz conocida, el grito de alguien que venía a ayudar, el grito de la persona que los iba a salvar de esa abominable criatura.
Al escuchar esa voz, el cerebro de Sam rápidamente trató de crear un plan los más rápido posible.
Trató de analizar la situación y pensó – si la persona que viene, saca los colmillos de mis manos entonces los tres juntos podríamos atacar al animal, claro esto es suponiendo que el animal no haya huido aún, si ese es el caso entonces todo esto será mucho más fácil –
¡PUAG!
Sam: …
Mia: …
La voz que provenía era de la misma chica de antes, la misma que se encontraron en la tienda.
La cual atravesó cerca de las costillas del animal con una varilla afilada de metal, sin pensarlo por un segundo ni nada.
Esto definitivamente había matado al animal, por más poderoso que seas, nadie sobreviviría a que le entierren una varilla de metal en las costillas (a menos de que seas inmortal).
Mia soltó las patas del animal y fue rápidamente a ayudar a Sam, ella se acercó y trató de sacar sus manos de los colmillos.
Al momento de sacarlas, éstas empezaron a desbordar sangre, Sam no podía moverlas en lo absoluto, la pérdida de sangre hacía que su cabeza empezara a dar vueltas, parece que su cerebro aún no asimilaba la situación, estaba demasiado tranquilo para el momento.
Sam: ¿t-todo esto es mi sangre?
Mia: oye tranquilo, vas a estar bien, solo déjame…
Ella delicadamente trató de colocar sus manos sobre las de Sam, al hacer contacto con ella todo su cuerpo se vino abajo.
Justo como pasó con sus piernas, él se desmayaba al contacto con ella pues ahora sucedía lo mismo.
Mientras tanto la chica de piel un poco morena solo los quedaba mirando, como si ella no existiera y solo fuera un mero espectador, procedió a decir.
¿?: ¿oye y que vas a hacer con él?
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Abrió sus ojos, pero solo vio oscuridad, trato de escuchar algo, pero todo estaba en silencio, no estaba seguro de siquiera estar respirando, no sentía nada de su cuerpo, simplemente era un mero ente flotando por la nada, su conciencia se perdió en todos los sentidos estaba confundido, asustado y aturdido.
Tuvo la sensación de ya haber vivido esta experiencia antes.
Empezó a sentir algo, la sensación de estar flotando en el agua, empezó a ver agua oscura y turbia que llegaba hasta su dorso desnudo.
Trató de hablar, pero su cuerpo no respondía, su cerebro estaba muy alejado de su cuerpo.
Comenzó a sentir mucho frio, tal vez era el hecho de que estaba desnudo.
Si, definitivamente ya había vivido esto antes.
Empezó a ver una persona que emergía del fondo del agua, su cuerpo entero estaba seco, esto se le hizo muy extraño, pero lo que realmente le voló la cabeza es que esa persona que emergía del agua era él mismo.
Era exactamente como mirar hacia un espejo, su mismo cabello negro, sus mismos ojos negros y su mismo cuerpo delgado.
Levanto y puso ambas manos sobre sus hombros, lo agarró con fuerza y empezó a sumergirlo, aunque ese extraño ente no hablara, Sam podía sentir como este le estuviera pidiendo ayuda, quería que lo salvaran, quería ser salvado, hasta que todo su cuerpo se hundió junto al extraño que era idéntico a él.
Hundido en el agua, comenzó a mover su cuerpo y trato de emerger del agua, pero sintió una mano que agarraba su pie y le impedía emerger, trato nadar con todas sus fuerzas, pero no era suficiente, hizo demasiado esfuerzo físico y finalmente desistió.
Ambos terminaron en el fondo del agua, de nuevo.
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Despertó un poco confundido y mareado, estaba en un cuarto con poca iluminación así que tardó unos segundos en que su vista se acostumbrara, se levantó de la cama donde se encontraba echado.
Le pareció haber dormido una eternidad, tal vez toda la noche.
Sam: ¿Dónde estoy?
Con su mano derecha se refregó suavemente sus ojos, al observar su mano logró distinguir un color diferente de su piel, tenía en su mano unos huecos de color un poco más oscuro.
Sam: ¿Por qué tengo esto? – se preguntó así mismo.
Estiró los músculos de su cuerpo y caminó un poco.
Estaba en una casa, pero no era su casa, era una totalmente desconocida para él, guardo silencio por un momento porque empezó a escuchar voces.
¿?: señor
Sam: ¡AHHHHHHHHHHHH!
Soltó un grito bastante no muy masculino que digamos, casi ni parecía que hubiese salido de él.
Sam volteó para ver quien lo estaba llamando.
Era un pequeño niño el cual parecía asustado, tenía un polo manga corta de color verde con un estampado de un dibujo animado, un short corto de color mostaza y estaba descalzo.
A Sam se le hizo muy raro que alguien lo llamara “señor” él no parecía tan mayor.
Mia: ¿oigan que pasó?, escuche a una niña gritar.
Tratando de ocultar su vergüenza, Sam fingió una voz más grave y le dijo.
Sam: lo que pasa es que el pequeño niño se asustó al verme.
Niño: oye eso no pasó, tú fuiste el que. – antes de que el niño siguiera hablando Sam rápidamente le tapó la boca con su mano.
Sam: Si, el niño fue el que gritó, y a todo esto ¿Cuánto tiempo me quedé dormido?
Mia: no lo se, tal vez unas 13 horas, te dormiste toda la noche.
Sam: ¿y donde estamos? porque esta no es mi casa.
Mia: no, esta es la casa de Liz.
Sam: ¿Y quién es Liz?
¿?: yo soy Liz.
La chica de piel un poco morena y con chaleco de cuero.
No, la chica que podía manipular las cucharas.
No, la chica que mató al gato con una varilla de metal.
Pues, todas ellas eran la misma persona y todas ellas eran Liz.
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