the color of the eyes - 12
Por lo general, todo el mundo suele asimilar un color con cada emoción, por ejemplo, la alegría y la plenitud suele ser distinguida por el color amarillo, la soledad y lo lúgubre suele ser interpretado por colores opacos como el negro, la fuerza y la ira obviamente por el rojo y así sucesivamente, cada emoción o sentimiento tiene un color designado con los cuales todos pueden reconocerlos.
Pero ¿Qué pasaría si a estos colores se le asigna una emoción diferente a la ya establecida? Lo más lógico sería que la gente se confundiría por ello, ¿y por qué estoy escribiendo esto? pues no lo sé, porque todos están aquí por la pelea.
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Emergiendo entre todo el humo se encontraba él, un chico de cabello negro, un poco delgado y con su vestimenta hecha un desastre, su camisa de un color azul oscuro estaba llena de polvo, tenía un corte en su hombro derecho y el pecho izquierdo estaba quemado, su pantalón negro solo estaba un poco sucio y su cabello un poco despeinado.
Sus dedos dejaron de temblar para volverse puños, frunció el ceño al ver quien tenía en frente, un ser despreciable.
El sujeto tenía una gran sonrisa en su cara, sólo estaba usando unos pantalones quemados y portaba como arma una barra metálica que parecía estar ardiendo.
Levantó su pie derecho dio un paso hacia Sam.
El chico de cabello negro se quedó completamente inmóvil, el dolor que recorría su cuerpo comenzó a desvanecerse y lentamente abrió sus ojos.
Ojos llenos de odio, ojos de un color sangre.
Jonatan: que bonito, tus ojitos cambiaron de color, cuando acabe contigo, debería arrancártelos.
Él oyó esas palabras, pero ni se inmutó, más bien, esas palabras le dieron más coraje.
Jonatan: ven, y continuemos.
Sam movió su cuerpo hacia delante, por alguna razón no sentía el dolor en su abdomen ni la herida en su hombro derecho, estaba como nuevo.
Salió corriendo directo hacia Jonatan, el cual lo esperaba con una sonrisa en su rostro, Sam alzó su puño derecho y trató de hacerlo impactar contra el rostro de Jonatan, lo cual sorprendentemente si lo logró.
Y además de si lograr golpearlo, esto realmente le hizo algo de daño a Jonatan, es más, el golpe le dolió tanto que llegó a aturdirlo por unos momentos.
Jonatan: pero qué cara…
Sam arremetió contra él, golpeándolo en su abdomen marcado, su puño llegó a hundirse un poco dentro de Jonatan, el cual sorprendido trató de contraatacar con un puñetazo en la cara.
El golpe impactó contra Sam, pero no parecía tener el mismo efecto que antes, si antes un solo golpe de Jonatan lo mandaba a volar y lo aturdía mucho, ahora podía aguantar su golpe como si nada.
Jonatan intentó golpearlo de nuevo, pero esta vez su golpe fue detenido por Sam, el cual lanzó el brazo de Jonatan para otro lado y con fuerza golpeó la pierna izquierda de Jonatan, doblándosela y haciendo que éste pierda el equilibrio.
El sujeto musculoso cayó arrodillado, Sam aprovechó esto para arremeter con varios golpes dirigidos a la cara.
Golpe tras golpe, cada puñetazo estaba cargado con odio y con una fuerza increíble, un poco aturdido Jonatan esquivó uno de los tantos golpes y con sus manos detuvo el brazo de Sam para tratar de rompérselo, pero no pudo lograrlo, al parecer el delgado brazo de Sam era tan resistente que podía soportar el ataque de quien en un inicio parecía alguien invencible.
Sam al ver esto, golpeó con brutalidad la frente de Jonatan usando su propia cabeza.
Al hacer impacto, ambos quedaron aturdidos, los oídos de Sam comenzaron a zumbar, pero esto no duró mucho.
Jonatan se levantó con una mirada de odio en su rostro, débilmente sus labios se curvaron formando una pequeña sonrisa.
Jonatan: ¿c-crees que me vas a ganar? Aún tengo mucha ventaja, aún soy mejor que tú.
Por su voz, se notaba que estaba un poco cansado o tal vez aturdido.
Jonatan se percató de la varilla de metal que se encontraba cerca de él, se acercó un poco a ella y la agarró con firmeza.
Jonatan: solo necesito esto… para matarte.
El disgusto de Sam era inmenso, por alguna razón cada palabra que salía de la boca de su oponente lo llenaba de una ira incontenible.
Dio un paso hacia delante y gritó un nombre.
Sam: ¡LIZ!
Gritó el nombre de una de las personas que estaba presentes en el combate, al oír su nombre, respondió al llamado con un pequeño grito, hizo esto para darle a conocer que ella aún seguía consciente y que aun podía ayudar en la batalla.
Sam: dame el cuchillo.
Liz trató de ponerse de pie para continuar lo que había dejado inconcluso, pero…
Sam: no te levantes ¡SOLO DAME EL MALDITO CUCHILLO! Esto es algo personal entre él y yo, vamos a arreglar esto.
Jonatan: saldemos cuentas de lo que me hiciste pasar… durante un año entero.
Al escuchar esto, Liz un poco molesta aceptó las palabras de Sam y con lo poco que le quedaba de fuerza levantó el cuchillo por los aires usando su poder, para luego hacérselo llegar a las manos de Sam.
Lo que acababa de pasar se vio realmente épico a los ojos de Liz.
Sam agarró el cuchillo con su mano derecha y lo llevó a la altura de su cara.
Sam: te odio por todo el dolor y soledad que me hiciste pasar.
Jonatan: te odio por hacerme pasar deshonra y vergüenza durante un año entero.
Sam: y yo… por casi toda mi vida.
Sam apretó el cuchillo y se lanzó contra Jonatan, él al ver esto hizo lo mismo.
El rojo en los ojos de Sam se intensificó, era un rojo vivo que brillaba en sus pupilas.
Ambos soltaron un grito para luego chocar sus armas, al hacer esto, al chocar metal contra metal, unas pequeñas chispillas salieron.
Jonatan se alejó un poco para luego arremeter con fuerza y tratar de hacerle algo de daño, pero Sam rápidamente lo esquivó.
Sam contraatacó con un puñetazo en la cara el cual, si llegó a impactar, él trató de golpearlo otra vez, pero Jonatan ágilmente logró esquivarlo e incluso le fue tan rápido que logró golpear en el estómago a Sam con la barra de metal.
La barra metálica ya no estaba tan caliente como en un inicio así que el golpe no logró hacerle un gran daño al chico de ojos rojos.
Sam tira su cuerpo contra Jonatan tratando de clavar su cuchillo contra su cuerpo.
El ataque de Sam iba a impactar en el cuerpo de su oponente, sino fuera porque éste interpuso su mano entre el filo del cuchillo y su cuerpo.
El impacto del cuchillo llegó a hacerle una pequeña herida en la palma de su mano… desde que comenzaron la batalla, ninguno de los ahí presentes logró sacarle una gota de sangre, pero por primera vez, se pudo observar un poco de ella que caía de la mano de Jonatan.
– ¿Mi sangre? – Se preguntó Jonatan en su mente mientras contemplaba su palma que estaba cubierta por un poco de líquido rojizo.
Su reacción fue debía a que él no estaba acostumbrado a sangrar, incluso desde antes de tener una piel casi impenetrable, muy pocas veces en su vida vio salir sangre de su cuerpo.
Sam: ¡eahhhhhh!
Sam aprovechó este pequeño descuido por parte de Jonatan para estrellar su puño contra su cara.
Un poco aturdido, Jonatan logró reaccionar y apretó con fuerza la varilla metálica que tenía en su mano intacta.
Sam se acercó corriendo hacia Jonatan con intenciones asesinas, pero esta vez, él fue más astuto y lanzó su arma contra Sam. Haciendo que éste se detuviera para esquivarla, al hacer esto Jonatan rápidamente se tiró sobre Sam.
Lo primero que hizo fue intentar quitarle su cuchillo, así que agarró con sus manos el arma que portaba Sam, para luego quitársela y tirarla lejos.
Ambos quedaron desarmados y sólo se quedaron con los puños.
Jonatan tiró una ráfaga de puñetazos directo a Sam quien se encontraba debajo de él.
Sam trató de cubrirse con sus brazos de los brutales golpes que soltaba Jonatan, cada golpe que caía sobre sus brazos le hacían sentir como si en cualquier momento sus huesos se fuesen a romper.
Sam intentó detener los golpes de Jonatan usando sus manos.
Los golpes de Jonatan iban bajando la intensidad lo cual quería decir que se estaba cansando, Sam se percató de esto y aprovechó la oportunidad.
Usó toda la fuerza que tenía y la canalizó en sus manos.
En lo que Jonatan bajó la guardia, Sam puso su idea en acción, rápidamente sujetó con firmeza las manos de Jonatan y las apretó con todas las fuerzas que aún le quedaban.
Las apretó tan fuerte que unos pequeños crujidos salieron de las manos de Jonatan, lo cual, por alguna razón causó un poco de satisfacción en Sam.
Ambos se pusieron de pie, un dolor creciente recorrió los brazos de Jonatan.
Para rematar, Sam despegó sus pies del suelo y ágilmente los colocó sobre el pecho de Jonatan e hizo impulso para que el cuerpo musculoso de Jonatan saliera volando.
Sam se percató de que el cuchillo no estaba tan lejos, así que velozmente salió corriendo hacia él y lo agarró.
Lo sujetó con determinación y miró directamente a su objetivo, aquel ser que tanto odiaba.
Sam estaba listo para el acto final.
Jonatan al darse cuenta de que Sam había recogido su arma se asustó un poco y trató de buscar la suya con la mirada.
Se percató de que la varilla estaba un poco cerca de Sam, pero sin pensarlo corrió directamente hacia ella.
Sam hizo lo mismo.
Jonatan estaba relativamente cerca de la varilla, pero Sam llegó primero y golpeó a Jonatan usando su propio cuerpo.
Jonatan fue empujado con el delgado cuerpo de Sam, el cual había agarrado la varilla de metal.
Ahora tenía en su poder un cuchillo que sujetaba en su mano derecha y una barra de metal con una punta filosa en su otra mano.
Sam respiró muy profundo y pensó en su siguiente movimiento.
Jonatan: aun no me haz g-ganado.
El chico de cabello negro corrió lo más rápido de le permitieron sus piernas y lanzó la barra metálica hacia Jonatan.
– ¿piensas hacer lo mismo que yo hice? – pensó para sí mismo mientras veía lo que hacía Sam – siempre supe que solo me imitabas – ese pensamiento de superioridad, esos aires de grandeza… pronto se esfumarían.
Jonatan usó su mano derecha para tratar de atrapar la varilla metálica, trató de hacerlo sin quitar la mirada de Sam, pero de un momento a otro… Sam no estaba.
Desapareció de su campo de vista, solo había mucho polvo en su lugar.
Rápidamente alzó su vista y lo vio, estaba aproximadamente 2 metros sobre el suelo.
Tenía el cuchillo muy cerca de la cara de Jonatan, él en un intento desesperado de evadirlo interpuso su mano izquierda, pero…
Pequeñas gotitas de sangre cayeron sobre la cara de Jonatan, podía ver que el cuchillo estaba frente a sus ojos, pero no estaba cayendo, sólo estaba suspendido frente a sus ojos.
En ese momento se dio cuenta, de que el cuchillo había traspasado su mano.
Entre una mezcla de miedo e ira intentó golpear a Sam con la punta de la varilla metálica.
Pero esta vez Sam fue más rápido y logró esquivarla cayendo al suelo, afirmando ambos pies sobre la tierra.
Se acercó a Jonatan y le dio una fuerte parada en el estómago, de forma instantánea intentó sacar el cuchillo que estaba atravesado en la palma de su oponente.
Sacó el cuchillo bañado en sangre y apretó el mango con su mano derecha.
Jonatan aclaró su mente y apartó su mano izquierda, ya no le servía para nada, se dio cuenta de que había atrapado la varilla hace unos momentos con su mano derecha, él también puso la punta hacia delante y apretó el resto de la varilla con fuerza.
Ambos con una sed de victoria, ansiosos de matarse uno al otro, los dos estaban listos para acabar con esta disputa y ponerle fin a este encuentro no muy amistoso.
Liz que aún estaba consciente iba a ser la espectadora del acto final, ahora sí y de una vez por todas.
Jonatan: te voy a matar.
Sam: eso es lo que siempre quise hacer.
Los dos usaron sus objetos afilados, pero a diferencia de Jonatan, Sam usó su mano para tratar de detener o evadir el ataque de su oponente, mientras que Jonatan al solo tener una mano utilizable no podía hacer esto.
La varilla de Jonatan fue detenida por la mano izquierda de Sam, pero la varilla al estar de punta, logró atravesar por completo la mano de Sam, pero…
Sam por otro lado, pudo incrustar su cuchillo con brutalidad en el pecho de Jonatan.
Por alguna razón Jonatan no asimiló esto de la mejor manera, estaba viendo como un cuchillo estaba dentro de su pecho.
Por suerte de Jonatan, el cuchillo no había perforado ningún órgano vital, como el corazón o los pulmones.
Por otro lado, Sam despiadadamente empezó a mover el cuchillo haciendo que el filo poco a poco comience a cortar más piel del pecho de Jonatan.
Cada partícula del cerebro de Sam pensaba sólo en una única cosa… matar al sujeto que tenía en frente.
Soportando la agonía sembrada en lo más profundo de su ser, Jonatan reunió la escasa fuerza que aún quedaba dentro de él para empujar a Sam y sacarse lentamente el cuchillo de su pecho.
Jonatan se quedó observando el cuchillo bañado en su sangre y solo suya, mientras su pecho comenzaba a desbordar sangre oscura.
La conciencia de aquel sujeto musculoso comenzaba a ponerse borrosa.
Miró el cuchillo por una última vez, para luego tirarlo muy lejos.
Sam, el chico que en un inicio Jonatan lo había llamado inútil, quien él mismo se consideraba débil en todos los aspectos, estaba a punto de ser el vencedor.
Pero no contento con eso, Sam se quitó la varilla de metal que estaba atravesada en su mano izquierda, pareciera como si no le doliese, su mano comenzó a derramar sangre que caía al suelo.
Jonatan trataba de moverse, trataba de huir, pero su cuerpo no respondía, todo su cuerpo se llenó de miedo, el miedo que aparece cuando sabes que vas a morir, el miedo de estar frente a alguien que sabes que te va a hacer daño.
Sam: ¿ahora me entiendes?
Esas palabras se fundieron en el cerebro de Jonatan, todo su cuerpo comenzó a temblar, desde la punta de sus dedos hasta su boca.
Sam: ¿entiendes por lo que me hiciste pasar?
Jonatan: yo…
Mientras Jonatan trataba de vocalizar algunas palabras, Sam puso la barra metálica sobre la cabeza de Jonatan e hizo fuerza para que él cayera de rodillas frente a Sam.
Pegó sus nos rodillas a la tierra, Jonatan vagamente levantó su mirada para ve el rostro de Sam, seguía con esa misma mirada cruel y con esos mismos ojos rojos.
Jonatan: yo… no
Sam lentamente retiró la barra metálica de la cabeza de Jonatan.
Jonatan: yo no entiendo… cómo eres tan inútil, acaso no lo entiendes nunca podrás ganarme en absolutamente nada ¿sabes por qué? Porque eres y sigues siendo el mismo perdedor de siempre.
…
Sam: muere.
Sam agarró con firmeza la barra metálica y la apuntó a la cara de Jonatan.
Lentamente la empujo hacia ella, mientras pensaba en lo satisfactorio que sería matarlo de una vez por todas.
Jonatan: ¡eres la misma mierda de s-siempre!
Sorprendentemente Jonatan estaba usando la poca sensación que le quedaba en su mano izquierda para frenar el ataque de Sam.
Agarró la varilla y la llenó de sangre, aunque Sam no lo aparentara, realmente tenía una fuerza brutal, tanto que Jonatan sabía que no podía soportarlo por mucho tiempo.
Jonatan: tu m-mismo lo sabes, por mas que p-pase el tiempo… nunca vas a cambiar.
Sam: dijiste…
Jonatan: ACÉPTALO, EL PASADO SIEMPRE TE VA A PERSEGUIR, NO IMPORTA CUANTAS COSAS HAGAS, SIEMPRE, SIEMPRE, ¡SIEMPRE SERAS PERSEGUIDO POR EL PASADO! ¡POR ESO ES QUE NUNCA VAS A CAMBIAR!
Mientras que histéricamente Jonatan gritaba palabras sin sentido, el odio dentro de Sam comenzaba a intensificarse, cada palabra que soltaba Jonatan envolvía de una ira incontrolable a Sam.
Aunque Jonatan estuviera gritando todo eso, en el fondo sentía miedo de la presencia de Sam, realmente comprendía lo que había dicho hace unos momentos… realmente entendió por todo lo que Sam tuvo que pasar, pero por alguna razón soltaba esas palabras de su boca.
Sam: dijiste… que me arrancarías los ojos.
Esas palabras mataron la cara falsa de Jonatan y dejaron ver su verdadero rostro.
Sam: ahora… yo voy a arrancarte los tuyos.
Un escalofrío recorrió por completo el cuerpo de Jonatan, haciéndole difícil el esconder su miedo, gotas de sudor comenzaron a caer por su mejilla, mientras con temor vea al que posiblemente seria su asesino.
Sam retiró la barra metálica, quitándosela a Jonatan y dejándolo desprotegido.
Jonatan intentó golpear débilmente a Sam, pero su golpe fue evadido con facilidad.
Sam poco a poco acercaba su mano derecha hacia sus ojos, sin poder hacer absolutamente nada por el miedo intenso que estaba dentro de él.
Sam clavó sus uñas sobe sus parpados y…
*PUAG*
Jonatan: ¡AHHHHHEAAHHGGRRR AAAHHH!
Gritó de forma desgarradora, mientras que Sam solo disfrutaba del momento.
…
De esa forma tan fácil, Sam había arrancado el ojo izquierdo de la cara de Jonatan, solo dejando una cuenca vacía.
Lo apretó como si fuera una uva… y la exprimió en sus manos.
Lleno de sangre ajena a él y con sus labios curvados formando una pequeña sonrisa Sam se disponía a seguir con su diversión.
Aterrado y lleno de miedo y dolor, Jonatan trató de tapar su ojo con su mano derecha, sangre salía disparada de donde antes tenía que estar su ojo.
Sam: continuemos con el otr…
*PALZ*
Antes de terminar, una olla de metal había impactado contra la cabeza de Sam, lo tomó con la guardia baja, pero quien lo había golpeado no fue Jonatan… fue Liz.
Quien se encontraba atrás de ellos y con extrañas intenciones noqueó a Sam.
Jonatan al ver esto, tuvo una oportunidad para largarse de ese lugar.
Aunque posiblemente no sobreviva por la pérdida de sangre, pero eso no le importó y salió lenta y torpemente del sitio.
Sam luchó por tratar de no caer inconsciente, pero no pudo logarlo.
En sus últimos momentos de conciencia logró escuchar una voz extraña que decía:
“ahí están, atrápenlos y llevémoslos con el resto” eso fue lo último que escuchó antes de quedar inconsciente.
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En un lugar con poca iluminación se encontraba él.
Un sujeto cubierto de un color metálico, alto y con un cabello gris, estaba frente a un recipiente gigante y de cristal, el cual estaba lleno por un liquido rojo… un rojo sangre.
Aliviado y con una sonrisa expresó una emoción diciendo.
Raid: tengo todos los materiales listos… solo faltaría la máquina y la evolución para todo el mundo… comenzará.
Continuará…
Comments for chapter "12"
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